Aunque se conocen casos en la bibliografía sobre luxación posterior de hombro con fractura concomitante del acromion, no hay ningún reporte de luxación anterior de hombro con fractura del acromion. Se presenta un caso que involucra a un paciente de 51 años, que sufrió un traumatismo de alta energía con luxación anterior del hombro y fractura desplazada del acromion. A pesar de que el paciente no tenía signos clínicos de un impacto directo en el hombro, la fractura de acromion fue interpretada como una lesión por tracción deltoidea debido al traumatismo de alta energía. Después de la reducción cerrada de la luxación de hombro, la fractura de acromion se trató con éxito de forma conservadora.
Nivel de evidencia clínica. Nivel IV.
Whereas posterior shoulder dislocation with a concomitant acromion fracture is known in literature, there is no report of an anterior shoulder dislocation with an acromion fracture. We report a case involving a 51-year-old patient sustaining a high-energy trauma with an anterior shoulder dislocation and displaced acromion fracture. As the patient had no clinical signs of a direct impact to the shoulder, the acromion fracture was interpreted as a deltoid traction injury due to the high-energy trauma. After closed reduction of the shoulder the acromion fracture was successfully treated conservatively.
Evidence level. IV.
Los pacientes con traumatismo torácico grave pueden presentar fracturas escapulares y otras lesiones asociadas. Algunas de ellas ponen en peligro la vida, como hemotórax o neumotórax, fracturas costales, rotura de vísceras, traumatismo craneoencefálico y fracturas de huesos largos entre el 75 y el 88%1-3.
La lesión traumática es la causa más frecuente de inestabilidad del hombro, que representa aproximadamente el 95% de las luxaciones anteriores del hombro4–8. La luxación anterior de hombro puede estar asociada con lesiones óseas, como fracturas de la tuberosidad mayor y lesiones tipo Bankart que, si se desplazan, pueden requerir tratamiento quirúrgico. Las fracturas de acromion asociadas con luxaciones del hombro son raras, por lo general están causadas por un traumatismo directo en el acromion y se han reportado solo en combinación con luxaciones posteriores9,10. Las fracturas aisladas del acromion o proceso coracoideo son menos frecuentes que las fracturas de otras partes de la escápula y representan solo el 8 y el 7% de todas las fracturas escapulares, respectivamente11. Mientras que las fracturas del acromion y la espina de la escápula se producen más a menudo como resultado de un impacto directo y concentrado en la región superior del hombro, las fracturas del proceso coracoideo muy probablemente son resultado de lesiones por tracción a través del bíceps y coracobíceps (tendón conjunto).
La fractura del acromion en el presente caso estuvo causada muy probablemente por una fuerza de tracción directa a través del músculo deltoides ya que no había absolutamente ninguna señal de impacto directo ni presencia de lesiones en la piel de la zona del hombro izquierdo. Suponemos que, en el momento del impacto, el paciente estaba sosteniendo con firmeza el volante, pero el tórax sufrió una desaceleración súbita. Esto produjo un vector de fuerza resultante que tiró del brazo hacia adelante y luxó el hombro en sentido anterior. Obviamente, esta luxación anterior no estuvo causada por una abducción/rotación externa habitual. El vector de fuerza se transfirió a través del músculo deltoides y causó una fractura por avulsión de todo el acromion.
La evaluación radiológica de las luxaciones traumáticas agudas del hombro (serie traumatológica) incluyen proyección anteroposterior, transescapular lateral (Y-) y axilares12. La vista axilar a menudo es difícil de obtener en un entorno traumático agudo a causa de la incomodidad del paciente, pero puede ser muy importante. En este caso particular, la proyección axilar también era esencial para confirmar la reducción tanto de la luxación anterior del hombro como de la fractura del acromion. La tomografía puede ser útil en pacientes con lesiones óseas complejas, pero no era necesaria en este caso.
Reporte de casoUn paciente de 51 años, conductor de motocicleta, sufrió una colisión contra un vehículo en movimiento y experimentó un impacto violento en el hemitórax izquierdo. El paciente ingresó en el servicio de urgencias y refirió dificultad respiratoria, dolor en hemitórax izquierdo y dolor intenso en hombro izquierdo. La inspección del hombro reveló una prominencia de la cabeza humeral inferior y anterior a la articulación del hombro, una depresión debajo del deltoides y un acromion deprimido a la palpación sin ningún tipo de laceraciones o abrasiones de la piel en la parte posterior y la parte superior del hombro. El paciente sostenía su brazo en abducción y rotación interna. Se encontró, además, crepitación dolorosa a lo largo de varias costillas en el hemitórax anterior izquierdo sin enfisema subcutáneo. Las radiografías del hombro izquierdo (serie traumatológica) y una proyección torácica anteroposterior estándar pusieron de manifiesto una luxación anterior del hombro izquierdo, una fractura desplazada del acromion y fracturas de 7 costillas con un hemoneumotórax concomitante (fig. 1).
Una vez que se establecieron los diagnósticos, el paciente fue sedado con una sola dosis de 3ml de midazolam y 3mg de morfina i.v. Adicionalmente, se inyectaron 10ml de lidocaína por vía posterolateral directamente en la articulación glenohumeral. A continuación, se redujo fácilmente la luxación con una maniobra gentil de aducción y rotación externa, y se inmovilizó con un cabestrillo en rotación interna. Después de la reducción satisfactoria de la luxación del hombro, el cirujano de tórax realizó una toracostomía en el hemitórax izquierdo. El paciente se trató en la unidad de cuidados intensivos durante 72 horas hasta que se pudo retirar la sonda torácica. La radiografía estándar de hombro y la torácica de control revelaron un hombro izquierdo centrado y reducido, una fractura de acromion no desplazada y una reabsorción completa del hemoneumotórax. No hubo lesiones pulmonares adicionales causadas por las fracturas costales (fig. 2).
Tres semanas después del accidente, el paciente inició terapia física y se le retiró el cabestrillo. Se hizo hincapié en el restablecimiento de la movilidad activa del hombro y el fortalecimiento muscular periescapular. El seguimiento clínico y radiológico 8 semanas después del traumatismo mostró una rehabilitación completa del hombro sin desplazamiento secundario y signos radiológicos de consolidación de la fractura del acromion. El paciente informó solo de un leve dolor residual procedente de las fracturas costales (figs. 3 y 4).
El hombro de nuestro paciente se redujo en la sala de emergencia bajo sedación y aplicación intraarticular de anestésicos locales. Al reducir el hombro, la fractura del acromion también pudo ser perfectamente reducida. Adicionalmente, el manejo consistió en inmovilización en un cabestrillo simple en rotación interna durante 3 semanas, seguido de la rehabilitación enfocada en la restauración del movimiento activo y fortalecimiento muscular periescapular. La bibliografía sobre el resultado después de fracturas de escápula revela algunas recomendaciones de tratamiento generalmente aceptadas13–21. En cuanto al tratamiento no quirúrgico, todos los estudios informaron de resultados excelentes si las fracturas eran mínimamente desplazadas o no desplazadas. En consecuencia, el tratamiento conservador de la fractura del acromion en el caso presentado produjo una evolución clínica muy buena y la curación completa de la fractura.
No hay ningún reporte en la bibliografía sobre luxación anterior aguda de hombro asociada con una fractura del acromion que no estuviera causada por un impacto directo al acromion. Este caso indica que un traumatismo de alta energía con la luxación anterior del hombro podría causar una fractura del acromion solamente por tracción deltoidea. La reducción cerrada de la luxación del hombro redujo perfectamente el desplazamiento inicial de la fractura del acromion, la cual pudo tratarse con éxito de forma conservadora, como una fractura común no desplazada.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interésesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.