Casi 5 meses después de ser declarada pandemia, en el mundo se han reportado 14,8 millones de casos de COVID-19, con más de 600.000 muertes. Una pandemia de estas características se convierte entonces en una situación que sobrepasa los recursos sanitarios, sociales, emocionales y económicos de los individuos y las comunidades. Además, el modo en que se vive esta pandemia no es uniforme, pues está permeada por las vulnerabilidades que el contexto social impone1. Así, se han hecho cada vez más evidentes los efectos psicológicos de una situación de esta magnitud, que involucra reacciones de ajuste, trastornos afectivos, estrés postraumático, duelos complicados y cuadros psicóticos2.
La pandemia de COVID-19 es un enorme reto que ha modificado la prestación de servicios de salud mental en todo el globo. Aunque en Colombia se han reportado experiencias exitosas de telepsiquiatría desde hace varios años3, su implementación en la práctica clínica estaba lejos de ser lo habitual. No obstante, muchos psiquiatras jóvenes hacen parte de la generación millenial y están familiarizados con la tecnología4, lo que les ha facilitado el tránsito a medios de consulta basados en la web, diseñar y compartir recursos online de promoción de la salud mental y hacer uso de redes sociales para la implementación de estrategias de apoyo psicosocial5. En el ámbito presencial los ateneos, las rondas, los congresos y los seminarios han dado paso a un incesante trabajo asistencial de residentes y psiquiatras jóvenes, incluso en servicios no psiquiátricos6.
En un panorama de estas características, los psiquiatras al inicio de su carrera hacen un papel fundamental. Desde hace 20 años los psiquiatras en formación de Colombia se han agrupado en el Subcomité de Residentes y han sido representados por el Jefe Nacional de Residentes ante la junta directiva de la Asociación Colombiana de Psiquiatría. En su definición de psiquiatras al inicio de su carrera, la Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA) no solo incluye a los residentes, sino también a los especialistas hasta 7 años después de su titulación. En su seno, se agrupan sin límite de edad ni costes de membresía en la Sección Early Career Psychiatrists (ECP)7 e interactúan con las demás secciones de la WPA, participan dinámicamente en las actividades de la sección y contribuyen a muchos de los eventos y programas de la asociación.
La agremiación en el marco de asociaciones nacionales y transnacionales es una tarea que facilita el intercambio de conocimientos y experiencias en momentos de crisis. De hecho, esta pandemia ha reunido a varios psiquiatras al inicio de su carrera con el apoyo de la Sección ECP de la WPA para unir fuerzas y explorar diferentes asuntos relacionados con la realidad de la fuerza laboral, el bienestar del personal, los determinantes sociales de la salud, la telepsiquiatría y las escalas de evaluación de síntomas de la salud mental relacionada con la pandemia, reflexiones que se han publicado en varias revistas científicas en el mundo1,2,4,8-10. Además del indudable valor académico, estos equipos de pares se han convertido en invaluables grupos de apoyo y motivación para sus miembros.
Invitamos a todos los residentes y psiquiatras jóvenes a unir fuerzas con sus pares locales y del mundo en estos tiempos y les expresamos nuestro agradecimiento por asumir riesgos y buscar salidas creativas en medio de esta pandemia.
FinanciaciónNinguna.
Conflictos de interesesNinguno que declarar por parte de los autores.