El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) se asocia a múltiples desenlaces negativos. Se ha propuesto que las personas con enfermedad mental están en mayor riesgo, en parte por sobrepeso y por las alteraciones del sueño asociadas con algunos medicamentos. Sin embargo, son pocos los estudios en esta población.
ObjetivoDescribir a la población y el resultado de las polisomnografías solicitadas ante sospecha clínica en pacientes de consulta externa de una clínica psiquiátrica.
MétodosEstudio descriptivo de una muestra de pacientes consecutivos atendidos entre 2012 y 2014.
ResultadosDe los 58 pacientes de los que se solicitó polisomnografía, 52 (89%) presentaban SAOS. De estos, el 16% cursaba con obesidad y el 19% tomaba benzodiacepinas.
ConclusionesEsta es una enfermedad que se debe tener en cuenta durante la evaluación clínica de los pacientes con enfermedad mental, dado que su presencia implica precaución al plantear el tratamiento farmacológico y hacer el seguimiento.
Obstructive sleep apnea syndrome (OSAS) is a condition associated with multiple negative outcomes. People with mental illness might be at increased risk of having it, given that medication given has adverse effects on weight and there are alterations in sleep associated with them; however, there are few studies in this population.
ObjectiveDescribe the patients and the results of polysomnography ordered based on clinical symptoms in a psychiatric outpatient clinic between 2012 and 2014.
MethodsA case series in which medical records were evaluated.
Results58 patients who underwent polysomnography, 89% of them had OSAS, 16% were obese and 19% were been treated with benzodiazepines.
ConclusionsThis is a condition that must be considered during the clinical evaluation of patients with mental illness, since its presence should make clinicians think about drug treatment and follow up.
El síndrome de apnea obstructiva de sueño (SAOS) se clasifica como un «trastorno del sueño relacionado con la respiración» y se caracteriza por el cierre repetitivo de la vía aérea superior durante el sueño, con disminución de la saturación arterial de oxígeno. El patrón de referencia para el diagnóstico es el polisomnograma y la gravedad se clasifica, según el número de eventos respiratorios de apneas e hipopneas por hora, en leve si hay entre 5 y 15 eventos más algún síntoma (como somnolencia excesiva, sueño no reparador, fatiga, insomnio, respirar con dificultad durante la noche, sensanción de ahogo durante la noche, pausas respiratorias o ronquido ruidoso), moderado si hay más de 15 pero menos de 30 y grave con más de 30 eventos/h1.
Esta es una enfermedad de alta prevalencia, que se estima en un 4-8% de los adultos, con repercusiones negativas importantes en la calidad de vida y alta morbimortalidad asociada2–4. Aunque el SAOS se definió en los años setenta, hace unos 20 años se documentó su impacto negativo en la mortalidad y la calidad de vida. Estos pacientes tienen más riesgo de hipertensión arterial, resistencia a la insulina, diabetes mellitus, eventos coronarios, eventos cerebrovasculares, alteraciones cognoscitivas, complicaciones perioperatorias, mortalidad intrahospitalaria y mortalidad por cualquier causa, además de sufrir accidentes laborales y vehiculares5–7. En ello radica la importancia de hacer el diagnóstico e iniciar el tratamiento. Entre los factores de riesgo de SAOS, se encuentran la obesidad, el sexo masculino, la edad mayor de 50 años, la historia familiar, la obstrucción nasal, el consumo de alcohol o sedantes, el consumo de cigarrillos, el reflujo gastroesofágico, el hipotiroidismo y la acromegalia, entre otros8,9.
La asociación de SAOS con enfermedad mental y su curso, su pronóstico y su impacto se han estudiado poco. Se ha propuesto que las personas con enfermedad mental pueden estar en mayor riesgo de sufrirlo, lo cual se atribuye al aumento de peso relacionado con el uso de la mayoría de los antipsicóticos y los moduladores del ánimo, por la presencia de eventos respiratorios relacionados con el uso de medicamentos con efecto sedante y por los estilos de vida menos saludables10–14. Al realizar una búsqueda en PubMed con los términos MeSH “Depressive Disorder, Major” y “Sleep Apnea, Obstructive”, se encuentran 18 artículos, uno de los cuales halló que, según un estudio de una base de datos de más de 2 millones de obesos, que los pacientes con SAOS tienen más riesgo de depresión (odds ratio [OR]=1,85; intervalo de confianza [IC], 1,80-1,88; p < 0,001)15. Otro estudio evaluó a 53 personas con enfermedad coronaria y encontró similar prevalencia de depresión en pacientes con y sin SAOS16; el reducido tamaño de muestra no permite conclusiones definitivas. Una revisión sistemática más reciente halló una prevalencia de hasta el 69% de las personas con trastorno afectivo bipolar, pero con un alto riesgo de sesgo de selección17. Y en una revisión sistemática de la literatura sobre personas con enfermedad mental mayor, se ha encontrado una prevalencia de SAOS en personas con trastorno depresivo mayor del 36,3%, el 24,5% de los pacientes con trastorno afectivo bipolar y el 15,4% de aquellos con esquizofrenia; sin embargo, al revisar los artículos, en algunos de ellos se solicitaba la polisomnografía por sospecha de la enfermedad, como síntomas de somnlolencia diurna, que pueden ser causados por la medicación, lo que puede generar sesgos para definir la verdadera prevalencia18. Incluso, en un reporte de personas mayores, el índice de apneas-hiponeas se asocia con peor funcionamiento cognitivo y mayor riesgo de demencia19,20.
El objetivo de este estudio es describir las características generales y los parámetros polisomnográficos de una muestra de pacientes que asisten a consulta externa de psiquiatría en una clínica psiquiátrica.
Material y métodosEste es un estudio descriptivo de una serie de pacientes consecutivos de los que se solicitó polisomnograma ante sospecha clínica de SAOS a una clínica psiquiátrica, que en consulta externa atiende aproximadamente a 5.000 pacientes adultos al mes, de EPS contributivas que en su mayoría cubren a personas que viven en el área urbana de Bogotá. Se tomaron los datos de la historia clínica de los pacientes que asistieron a consulta externa de psiquiatría entre 2012 y 2014. La información obtenida de las historias clínicas se organizó y se resumió en una tabla de Microsoft® Excel® 2013, en la que también se calcularon las medidas de resumen de los hallazgos con medidas de tendencia central y dispersión; el trabajo fue aprobado por el comité de ética de la institución y es una investigación sin riesgo, dado que se están tomando datos de la historia clínica y no se realiza ningún tipo de intervención ni de recolección de datos21.
ResultadosLa tabla 1 presenta las características generales de la muestra, constituida por 58 adultos, con predominio femenino, la mitad de ellos con sobrepeso. Entre los hallazgos se encuentra que, en la escala de somnolencia de Epworth la mediana fue 7 (0-24) puntos, y 52 pacientes (89%) cumplían criterios diagnósticos de SAOS y los diagnósticos con que estos pacientes venían siendo manejados (algunos pacientes con más de un diagnóstico) y el resumen de los medicamentos que venían recibiendo; 16 (28%) recibían un medicamento, 25 (43%) recibían 2, 12 (20%) no recibían ninguno y los otros 5 (9%) recibían 3 o más. Los antidepresivos formulados en orden de frecuencia eran fluoxetina, sertralina, escitalopram, duloxetina, mirtazapina, amitriptilina y trazodona; las benzodiacepinas lorazepam, clonazepam y alprazolam, los moduladores del afecto carbonato de litio y ácido valproico, los antipsicóticos típicos haloperidol, levomepromazina y pipotiazina, los atípicos risperidona, aripiprazol y clozapina y los hipnóticos no benzodiacepínicos zolpidem.
Características generales de los pacientes (n=58)
Mujeres | 44 (76) |
Edad (años) | 61 (37-80) [53-65] |
Índice de masa corporal | |
< 25 | 19 (33) |
25,0-29,9 | 26 (45) |
30,0-34,9 | 9 (15) |
> 35,0 | 4 (7) |
Apneas/h | 32±22 |
SAOS (índice de apneas-hipopneas/h) | |
Sin apnea | 6 (10) |
5-14 eventos más síntomas diurnos | 10 (17) |
15-30 eventos | 14 (24) |
Más de 30 eventos | 28 (48) |
Diagnósticos | |
Trastornos de depresivos y de ansiedad | 35 (58) |
Trastorno afectivo bipolar | 8 (13) |
Esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo | 6 (10) |
Trastornos del sueño | 4 (7) |
Deterioro cognoscitivo y enfermedad de Parkinson | 4 (7) |
Otros | 3 (5) |
Medicamentos recibidos | |
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina | 25 (43) |
Trazodona | 16 (28) |
Benzodiacepinas | 11 (19) |
Clozapina | 10 (17) |
Moduladores del afecto | 9 (16) |
Antipsicóticos típicos | 3 (5) |
Antipsicóticos atípicos | 2 (3) |
Antidepresivos duales | 2 (3) |
Hipnóticos no benzodiacepínicos | 2 (3) |
Antidepresivos tricíclicos | 1 (2) |
Los valores expresan n (%) o mediana (intervalo) [intervalo intercuartílico].
Este estudio es una primera aproximación en el reconocimiento de la importancia de SAOS pacientes con enfermedad mental en Colombia. La estrategia de muestreo de los pacientes no permite el cálculo de la prevalencia de esta condición, dado que el polisomnograma se ordenó por la sospecha clínica de trastorno de sueño y, por lo tanto, esta no es representativa de la población con enfermedad mental. A pesar de esas limitaciones, es interesante que el 89% de la población a la que se solicitó el estudio polisomnográfico presentaba un índice de apneas-hipopneas de al menos 5 eventos/h asociados a síntomas diurnos1, y una baja proporción de ellos cursaba con obesidad (16%) o tomaba benzodiacepinas (19%). Estos resultados hay que interpretarlos con cautela, dado que la solicitud del examen se basó en los síntomas clínicos de esta y la población estudiada consistía en mujeres mayores con sobrepeso, que son factores asociados a esta enfermedad6.
Son pocos los estudios que han evaluado la prevalencia de SAOS en población con enfermedad mental, tienen muestras pequeñas y se basan, como en este caso, en polisomnograma solicitado ante la sospecha clínica, lo que hace que no sean representativos de las personas con enfermedad mental. Un estudio22, por ejemplo, encontró una prevalencia SAOS del 39% de una población de 51 pacientes con trastorno depresivo mayor, y otro estudio23, una prevalencia del 59% de los individuos con trastorno depresivo mayor o trastorno afectivo bipolar. En el único estudio que comparó a pacientes con varios diagnósticos10 encontró una prevalencia de SAOS del 46% de los varones y el 58% de las mujeres con esquizofrenia, el 20% de los varones y el 3% de las mujeres con trastorno depresivo mayor y el 27% de los varones y el 15% de las mujeres con trastorno afectivo bipolar remitidos a polisomnografía ante sospecha de SAOS. Finalmente otro estudio24 encontró una prevalencia del 21% de los pacientes con trastorno afectivo bipolar también remitidos a estudio polisomnográfico ante sospecha clínica.
ConclusionesEl SAOS se debe tener en cuenta durante la evaluación clínica de los pacientes con enfermedad mental, dado que su presencia implica precaución al plantear el tratamiento farmacológico y hacer el seguimiento. Son pocos los estudios de este trastorno sobre población con enfermedad mental, pero parecer que la prevalencia es mayor que la reportada en población general.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
FinanciaciónEste estudio no cuenta con financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún tipo de conflicto de intereses en relación con este estudio.