Varón de 62 años, sin alergias medicamentosas conocidas, hábitos tóxicos ni antecedentes epidemiológicos relevantes, con antecedentes familiares de padre y hermano fallecidos por neoplasia pancreática; intervenido de fractura de radio y cúbito postraumática, hernia inguinal bilateral y prostatectomía por adenoma; no toma medicación de manera habitual. Ingresó en nuestro servicio por cuadro de 10 días de evolución de dolor cervical bajo, sin traumatismo, con aparición de fiebre de 38,5°C y tiritona 24 horas antes de su consulta. No presentó clínica a nivel otorrinolaringológico, disfagia, cefalea ni otro tipo de sintomatología en la anamnesis subjetiva detallada, realizada por aparatos. En la exploración física destacaba dolor a la palpación en musculatura paravertebral izquierda a nivel de C7, sin signos flogóticos ni meníngeos; varias piezas dentarias con caries, corazón rítmico sin soplos; abdomen normal incluyendo tacto rectal sin lesiones cutáneas, sin déficits neurológicos focales ni otras alteraciones relevantes; constantes vitales normales.
Se realizó TAC cervical que aportó hallazgos compatibles con colección de 22mm rodeando apófisis espinosa C7, con cambios de miositis de la musculatura cervical posterior izquierda, espondilosis y anquilosis en columna cervical en relación con enfermedad de Forestier (fig. 1). Analíticamente se destacó glucemia basal en ayunas superior a 126mg/dl (confirmada en posteriores determinaciones), VSG 80mm 1.a h y PCR 8,17mg/dl, aislándose en todos los frascos de hemocultivos, así como en la muestra del absceso obtenida mediante control ecográfico Staphylococcus aureus (S. aureus) sensible a cloxacilina. Se completó estudio con TAC craneal y toracoabdominopélvica, ecocardiograma transtorácico y transesofágico y valoración por otorrinolaringólogo, sin obtenerse otros datos significativos. Los análisis que incluían hemograma, recuento, fórmula y coagulación, función renal y hepática, electrolitos, serie férrica, proteinograma, hormonas tiroideas y examen general de orina fueron normales. Las serologías de virus de hepatitis B, hepatitis C, VIH, lúes y estudio de líquido cefalorraquídeo resultaron negativos.
En estas circunstancias, se interpretó el cuadro como bacteriemia por S. aureus sensible a la meticilina en paciente inmunocompetente, con absceso cervical como complicación secundaria, sobre enfermedad de Forestier de base, prescribiéndose tratamiento con cloxacilina 1 g, cada 8 horas, por vía intravenosa, durante 14 días, completando ambulatoriamente tratamiento con cefadroxilo 500mg, cada 12 horas, vía oral, durante 4 semanas más; presentando buena evolución clínica, analítica y radiológica, con resolución completa del cuadro.
La hiperostosis esquelética idiopática difusa o enfermedad de Forestier y Rotes-Querol fue descrita, por primera vez, a nivel cervical en 19501. Se define como una entesopatía osificante, no inflamatoria, de los ligamentos espinales e inserciones tendinosas2. Predomina en varones de raza blanca y su incidencia aumenta con la edad3. Su etiopatogenia es desconocida, pero se asocia a obesidad, hipertensión arterial, hiperuricemia o diabetes, como en el caso de nuestro paciente4,5. Clínicamente, suele ser asintomática, aunque produce dolor en mayor o menor grado en el 40-80% de los pacientes. A nivel cervical puede producir disfonía, disnea, síntomas neurológicos o disfagia6. Las pruebas radiológicas (principalmente la TAC) resultan claves para su diagnóstico. A nivel cervical, las vértebras más comúnmente afectadas son las inferiores, como se puede observar en la figura 1. El tratamiento se basa en ejercicio físico y analgésicos en caso de dolor. La cirugía se reserva para casos graves de disfagia o manifestaciones neurológicas.
Consideramos interesante este caso por su relevancia clínica, ya que la bacteriemia por S. aureus adquirida en la comunidad y, principalmente, en ausencia de foco identificable, como es nuestro caso, es un marcador de infección complicado, presentándose en más del 40% de los casos infecciones a distancia (como el absceso cervical) y complicaciones de índole diversa en más del 90% de ellos7,8. Tras una búsqueda bibliográfica exhaustiva en la base de datos Medline, hemos encontrado en la literatura únicamente un caso de absceso epidural y osteomielitis sobre hiperostosis esquelética idiopática difusa subyacente9. En nuestro caso, la enfermedad de Forestier podría actuar como factor predisponente de complicación infecciosa a distancia, de una bacteriemia por S. aureus adquirida en la comunidad, en un paciente inmunocompetente; de ahí la importancia de realizar un estudio sistemático para poder establecer un diagnóstico preciso e instaurar un tratamiento lo más precoz posible.