En la nueva etapa que empieza, Revista del Laboratorio Clínico deberá seguir siendo el foro imprescindible para la comunicación científica entre los profesionales del laboratorio. Aunque en esta nueva etapa debemos estar preparados para afrontar los retos del futuro, es justo ahora mirar hacia atrás y comprobar que a lo largo de 5 años y medio se han cumplido los objetivos marcados por su anterior director Felip Antoja y expuestos en el editorial de su primer número en marzo de 2008. Justo es reconocer las horas de dedicación a la revista por parte de quienes han tenido que realizar el trabajo de elaboración. Se merecen nuestro agradecimiento más sincero.
En la nueva etapa que empieza me gustaría promover acciones para la mejora continua de la revista. Como director, con la ayuda del equipo editorial, me preocuparé de definir y ejecutar la política editorial con un sistema de control y autoevaluación con el fin de reformar para mejorar. La calidad de la revista se podrá mantener si cada uno de los participantes en su edición cumple con su parte. Parafraseando a Felip Antoja en uno de sus magníficos editoriales en la revista, yo también creo que para ello «Los autores han de ser muy cautos en la aplicación y posterior interpretación de los resultados. Los revisores han de saber discernir a ciencia cierta si las conclusiones son las adecuadas. Y los editores, ante manuscritos difíciles de evaluar, han de incorporar un tercer revisor especialista que dictamine definitivamente sobre la bondad de las herramientas empleadas»1. Quiero animar a los compañeros especialistas y a aquellos en periodo de formación a enviar los manuscritos fruto de su trabajo de investigación a la Revista del Laboratorio Clínico. La práctica de la investigación científica nos hace aprender cada día y nos ayuda a mejorar nuestra formación profesional. Los resultados de la investigación son útiles a otros profesionales dentro de nuestro campo. Además, estimula la interacción con los especialistas clínicos y ayuda a cohesionar las actividades hospitalarias. Los laboratorios hospitalarios son un sitio óptimo para la realización de una investigación aplicada(o como se dice actualmente translacional), en biomedicina. Nuestra situación es puente entre otros laboratorios de investigación más básica y el hospital, y se debe aprovechar porque: i) la dotación técnica y los recursos hospitalarios son elevados, incluso en los tiempos de crisis como los actuales; ii) el laboratorio clínico maneja gran cantidad de muestras biológicas e historias clínicas que son el material para profundizar en el estudio de una gran variedad de patologías; iii) por compartir el ámbito hospitalario con los especialistas clínicos, estos nos ofrecen también la oportunidad de colaboración y esta colaboración es esencial para definir los problemas y para plantear las hipótesis de trabajo; y iv) el periodo de formación como especialistas permite a los jóvenes licenciados realizar un trabajo experimental tutelado para iniciarse en la investigación y realizar su tesis doctoral.
Tengo la esperanza de poder mantener el buen nivel editorial conseguido durante los años anteriores por Felip Antoja y el equipo editorial de Revista del Laboratorio Clínico. Y, para que sirva como una declaración de intenciones, os digo que me esforzare en mejorarlo.
Un saludo
Jesús Molano Mateos
Director
