En la actualidad, desgraciadamente, no soplan vientos favorables en el área del diagnóstico in vitro, laboratorio clínico. Desde hace tiempo, en determinadas comunidades autónomas, se han tomado o se están tomando decisiones importantes en el tema de la Sanidad Pública, debido al gasto creciente e insostenible que se está produciendo. Ante este hecho, uno de los objetivos es disminuir el gasto del laboratorio clínico. En principio, la idea parece correcta, excepto si se cree que esta medida corregirá y, por lo tanto, resolverá el incremento de gasto en la Sanidad Pública.
Por el contrario, sería una actuación correcta conseguir una mayor eficiencia no sólo en el laboratorio clínico sino también en el resto de los servicios sanitarios. Uno de los principios básicos, quizás el más importante, para conseguir una mayor eficiencia en los servicios sanitarios es tomar decisiones basadas en las opiniones de los profesionales reconocidos por las sociedades científicas, y digo profesionales, en plural, porque una sola opinión estaría sesgada por naturaleza.
Es un craso error solicitar la opinión de las sociedades científicas acerca de un proyecto, cuya decisión ya está tomada, para, a pesar de que dichas sociedades no estén de acuerdo con dicho proyecto, justificar moralmente la decisión ya tomada previamente. La idea, proyecto, de externalización del laboratorio clínico es un error, y será un fracaso a largo plazo, aunque por desgracia quien haya tomado esa decisión política probablemente ya no tendrá responsabilidades y, por lo tanto, quienes sufrirán las consecuencias serán los profesionales sanitarios y los usuarios.
Y digo que es un error basándome en que el único objetivo que persigue el político es el estrictamente económico, ya que el de calidad lo desconoce, pensando que el gasto final debe ser inferior al que se tendría en el hospital público. Ignoran, por desconocimiento, todo el valor añadido que acompaña a un resultado, siendo este último lo único que va a aportar un laboratorio privado. La ausencia de diálogo clínico-facultativo del laboratorio en ambas direcciones, la proximidad del laboratorio al clínico, la calidad, la investigación, la gestión económica, que ya se realiza en muchos laboratorios, entre otras, dejarán de existir con la mencionada externalización.
No es menos cierto que se ha pasado de no exigir una mayor eficiencia a los profesionales del laboratorio clínico a decidir que el proyecto ideal es la externalización, porque es más rentable económicamente. En otras palabras, nos vemos obligados a tomar esta decisión porque ustedes no son eficientes. Los profesionales del laboratorio tenemos todos la obligación, dado los vientos desfavorables que soplan, de ser más eficientes. Aquellos que tenemos una mayor responsabilidad debemos ofrecer proyectos a la Administración Pública que demuestren que podemos ser eficientes y competitivos incluso con los laboratorios privados, que son los que pretenden demostrar que en el área del diagnóstico in vitro lo pueden hacer más barato, a secas.
Las sociedades científicas AEBM, AEFA y SEQC tomaron la decisión en los dos últimos años de fusionar sus congresos, con el objetivo de reducir gastos a las empresas del diagnóstico in vitro, para conseguir un congreso más potente en todos los aspectos, fundamentalmente en el científico. Así mismo, han decidido crear una nueva revista científica, RevistadelLaboratorioClínico, con el objetivo de que satisfaga científicamente a todos los profesionales del laboratorio clínico. Las tres sociedades mencionadas han desarrollado estos proyectos pensando que era la opción correcta y necesaria.
La situación actual nos exige demostrar a las instituciones públicas que podemos y debemos ser eficientes, presentando proyectos que demuestren que el laboratorio clínico ejerce un papel muy importante en el cuidado del paciente, siendo indispensable que esté al lado del clínico y que, por lo tanto, es un craso error su externalización.