Soy cirujano ortopédico y traumatólogo egresado de la Universidad de los Andes de Mérida, Venezuela. Durante mi formación siempre me llamó la atención la cirugía del pie por su alta complejidad y, a la vez, el escaso índice de especialistas formados en esta área. Tuve la maravillosa oportunidad de emigrar hacia México para cursar el posgrado de alta especialidad en Cirugía de Pie y Tobillo en el Instituto Nacional de Rehabilitación, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con duración de un año, bajo la tutela de excelentes profesionales como los Dres. Jesús Vázquez Escamilla, Eduardo López Gavito y Patricia Parra Téllez, los cuales, a su vez, nos permiten realizar una rotación externa programada de 2 meses (en mi caso julio y agosto de 2014) en 2 hospitales de la ciudad de Madrid, a cargo del Dr. Mariano Núñez-Samper, el Dr. Ernesto Maceira y el Dr. Manuel Monteagudo.
Inicialmente, debía rotar el primer mes en el Sanatorio Virgen del Mar con el Dr. Núñez-Samper y el segundo mes en el Hospital Universitario Quirón de Madrid con los Dres. Maceira y Monteagudo, pero el primero me sugirió que debía rotar conjuntamente en ambas instituciones para aprovechar al máximo la experiencia, tanto de los turnos quirúrgicos como de las consultas de esta maravillosa subespecialidad, y así fue como lo hice. En los primeros días fui conociendo a todos los doctores del servicio de ortopedia, que me acogieron desde el principio como a uno más del equipo. Gracias a ellos mi rotación fue muy agradable, tanto en el aspecto personal como profesional, pudiendo aprender de todos ellos, ya que cuidan mucho la docencia.
En el Sanatorio Virgen del Mar, el área de urgencias es liderada por el Dr. Mariano Nuñez-Samper, acompañado de un increíble equipo de médicos, enfermeros y personal administrativo, quienes siempre mantenían un trato cordial y amable tanto con los pacientes como conmigo. Desde las 8 de la mañana empezábamos la actividad laboral; inicialmente realizábamos el pase de visita de los pacientes hospitalizados donde discutíamos acerca de las afecciones del pie que padecían los enfermos. Luego revisábamos a los pacientes postoperados recientes recordando la indicación de cada cirugía y la técnica practicada en cada caso particular y, finalmente, nos dirigíamos a la consulta externa, donde pude ver un sinnúmero de pacientes pre y postoperados de las innumerables afecciones que aquejan esta grandiosa subespecialidad.
Las consultas, que se realizan de lunes a viernes, siempre junto al Dr. Núñez-Samper, es donde pude perfeccionar mis conocimientos acerca de la exploración del pie para establecer un diagnóstico certero, y concluir en un planteamiento terapéutico idóneo para el paciente. La mayor parte de los pacientes presentaban alteraciones a nivel del antepié, retropié, pie plano y cavo, pie neurológico y afección de tobillo. También fue muy útil poder hacer un seguimiento postoperatorio continuo, tanto en la sala de urgencias como en los controles en consultas externas.
Una vez terminada la consulta, teníamos unos minutos para comer y luego pasábamos a iniciar las actividades quirúrgicas. El equipo quirúrgico del Dr. Nuñez-Samper está integrado principalmente por el Dr. Eldis La O Duran y la Lcda. María Luisa Ampudia, entre otros. Se realizaban una amplia variedad de cirugías, desde artrodesis metatarsofalángicas hasta artroplastias de tobillo. En esta área pude ver algunos implantes innovadores como el tornillo expansible para el pie plano talo valgo o la prótesis total de tobillo que llamaron ampliamente mi atención, sobre todo lo fácil que hace ver el Dr. Núñez-Samper la técnica quirúrgica de cada uno.
En el Hospital Universitario de Quirón, el Servicio de Traumatología y Ortopedia es liderado por el Dr. Tabuenca, y el área de pie y tobillo por los Dres. Ernesto Maceira y Manuel Monteagudo. Aquí las actividades se distribuían por días. Los lunes era el día de actividad quirúrgica, donde participé de forma activa con ambos doctores, quienes me explicaron el porqué de cada paso quirúrgico y algunos detalles personales para hacer el procedimiento de manera óptima y obtener resultados satisfactorios.
Afortunadamente fui testigo de gran variedad de técnicas quirúrgicas. Osteotomías de Scarf y osteotomías Chevron para el tratamiento del hallux valgus, también participé en cirugías de alteración de los dedos menores, hallux rigidus y metatarsalgias: las del tercer rocker tratadas con osteotomía de Weil triple, mientras que las de segundo rocker eran tratadas con una técnica desconocida para mí en ese entonces como lo es la sección de la fascia del gastrocnemio medial, realizado en la región poplítea mediante una mínima incisión en el pliegue de flexión. Otra afección común era el pie plano con valgo del retropié, el cual era tratado mediante osteotomía de Koutsogiannis para el calcáneo y osteotomía de Cotton en la primera cuña para descender el primer radio, en caso de que el antepié este fijo en aducto; algo que me enseñaron fue que es más provechoso quitarle la carga al tendón tibial posterior que reforzándolo mediante plicaturas y transferencias, por lo cual, ellos solo hacen tenosinovectomía del mismo. Otra técnica que me llamó ampliamente la atención fue la que aplica el Dr. Monteagudo para la reparación percutánea de las roturas agudas del tendón de Aquiles, una técnica publicada por él en 2006 y que, a simple vista, es muy sencilla y fácil de reproducir, sin necesidad de un equipo quirúrgico complejo o económicamente costoso, mediante 6 incisiones percutáneas alrededor del tendón lesionado. No podría obviar las maravillas de la cirugía artroscópica del tobillo que hace el Dr. Monteagudo, tanto de cámara anterior como posterior para tratar afecciones como pinzamientos articulares, limpieza articular, resección de os trigonum, tenoscopias, etc.
La consulta era un tanto diferente a lo que había observado previamente en mi formación, pues la afección está enfocada plenamente en las alteraciones biomecánicas del pie y la marcha, lo cual me permitió entender muchos aspectos del porqué de cada alteración y su evolución con el tiempo, poder decidir el cambio de tratamiento ortopédico conservador a tratamiento quirúrgico, y qué técnica quirúrgica está más indicada en cada caso. A pesar de que fueron innumerables las afecciones y técnicas quirúrgicas, considero que lo más importante que pude aprender en esta institución es que jamás se debe intervenir quirúrgicamente el pie por alguna razón distinta al dolor que altere la actividad cotidiana del paciente; sea por cosmética o por deseos del propio paciente, si no genera un dolor que afecte su calidad de vida no deberíamos someterlo a acto operatorio.
Como actividad extra-hospitalaria, el Dr. Núñez-Samper me invitó a asistir a la reunión mensual que efectúa la Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie, realizada en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, presidida en esa oportunidad por el Dr. Enrique Galeote (quien se mostró muy amable y receptivo con mi participación) donde pude ver algunos casos clínicos de gran complejidad presentados por algunos especialistas del área y la maravillosa participación de los presentes en cuanto a opciones terapéuticas y evolución de cada caso.
En mis momentos libres, no pude dejar de conocer sitios emblemáticos de la ciudad de Madrid como la Plaza de Cibeles, el Retiro, el mítico Santiago Bernabéu, el museo del Prado entre otros, mientras que en el resto de la geografía española pude visitar las maravillosas ciudades de Valencia, Bilbao y San Sebastián.
Lo que puedo concluir de mi experiencia es que, aunque fue breve, ha sido de gran aprendizaje para mi formación en esta fabulosa subespecialidad, no solo a nivel profesional sino también en lo personal. Me voy con un sinfín de conocimientos y consejos, que estoy plenamente seguro de que me ayudaran a encontrar el bienestar de mis pacientes y a la vez el mío propio. No quisiera despedirme sin agradecer a los Dres. Mariano Núñez-Samper, Ernesto Maceira y Manuel Monteagudo por haberme recibido con la calidad que lo hicieron y haber compartido sus conocimientos conmigo, al igual que todas las personas que conocí en esta magnífica aventura y que espero que más temprano que tarde pueda volver a visitarlos (figs. 1–3).
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.