La rodilla es una de las articulaciones que despiertan mayor interés pues su patología, además de variada, afecta a personas de cualquier edad. Además, un daño estructural, más o menos grave, tiene siempre el mismo resultado, la degeneración progresiva del cartílago. Los procedimientos terapéuticos propuestos para solucionar las lesiones condrales pueden demorar la degeneración articular pero no la evitan. Son necesarias nuevas técnicas que respeten las estructuras articulares y permitan la reparación y regeneración o sustitución de las zonas dañadas, así como de nuevos fármacos que tengan efectos curativos y no sólo sintomáticos.
Saber el comportamiento del cartílago articular y su patomecánica, así como dar a conocer los resultados de las nuevas técnicas nos parece, en estos momentos, una tarea ineludible. El número monográfico que ahora presentamos tiene como objetivo impulsar el tratamiento del cartílago hialino de la articulación de la rodilla, aprovechando las nuevas direcciones por las que sigue la medicina y actuar, en lo posible, sin tener que esperar a su total destrucción para ser sustituido por una prótesis metálica. El conocimiento de la ciencia básica del cartílago articular es sin duda muy importante. Por ello, Forriol Campos revisa la estructura del cartílago articular y su comportamiento mecánico y analizan la bioquímica del citado cartílago.
La artrosis es un problema muy frecuente en la rodilla y de grandes repercusiones clínicas y sanitarias, como señalan los artículos de Paz Jiménez et al y Calvo Crespo et al, que analizan la patogenia y el desarrollo de la misma y no menos importante nos parece un adecuado diagnóstico por imagen como muestra Aquerreta Beola. Rodríguez Merchán et al revisan la osteocondritis disecante como uno de los mayores problemas que tiene planteado hoy la cirugía de la rodilla con varias soluciones posibles.
En estos momentos se publican y presentan nuevas técnicas, como son el implante de condrocitos autólogos o el trasplante de auto o aloinjertos, que intentan recuperar la estructura del cartílago articular para que éste tenga un comportamiento molecular y mecánico adecuado sin deteriorarse. Debido a las limitaciones de los tejidos donantes se ha propuesto el trasplante de condrocitos autólogos después de ser cultivados «in vitro», una de las primeras biotecnologías aplicadas a la cirugía ortopédica disponibles y aprobadas mundialmente y de la que Couceiro Follente et al han sido pioneros. Se trasplantan células pero en numerosas ocasiones el hueso también está dañado; por ello en ocasiones no basta el aporte de células, también es necesario solucionar el problema de base, para lo cual están indicados los auto y aloinjertos de lo que se encargan Ripoll Pérez de los Cobos et al. El trasplante de condrocitos requiere también establecer su vehículo, medio de cultivo o, si se prefiere, de vida más adecuado. El trasplante de condrocitos y los injertos osteocondrales son dos técnicas distintas que no descartamos puedan ser complementarias en el futuro.
En la práctica clínica habitual nos parece del mayor interés, como hace Canosa Sevillano en su artículo, revisar el lugar que ocupa la artroscopia con técnicas como el desbridamiento y la condroabrasión en el tratamiento de la artrosis de rodilla y la experiencia de Alonso Carro y Villanueva Blaya con la viscosuplementación o inyecciones articulares de ácido hialurónico. Es importante mantener y, sobre todo, corregir cuando sea necesario los ejes anatómicos de la rodilla, para lo cual Fernández Fernández y Ordóñez Parra establecen las indicaciones de las osteotomías de alineación. Finalmente y aunque no entra dentro del tema de la reparación biológica, no podíamos olvidarnos de revisar la solución definitiva para la mayoría de los problemas del cartílago articular, es decir las prótesis de rodilla, tema analizado en esta monografía por Ortega Andreu et al.
Ha sido una gran satisfacción y una interesante experiencia poder contar con autores de probado prestigio para la realización de este número monográfico. Desearíamos que los contenidos de esta publicación fueran de utilidad para los colegas que se enfrentan, cada vez más frecuentemente, a las afecciones del cartílago articular de la rodilla y que supongan un avance, no sólo en el conocimiento de una patología tan frecuente, sino que abran nuevas posibilidades de cara al futuro.