Durante los últimos años se han desarrollado técnicas «mínimamente invasivas» de artrodesis que pretenden alcanzar los buenos resultados clínicos con una baja incidencia de complicaciones. La artrodesis intersomática extralateral o directa transpsoas es una artrodesis anterior mínimamente invasiva. Se han intervenido desde mayo de 2012 hasta mayo de 2015, un total de 97 pacientes con 138 segmentos intervenidos. El seguimiento fue de 44 a 12 meses. La edad media fue de 68 años (41-86). La causa más frecuente de intervención fue el segmento adyacente (30%), la deformidad (22%) y la discopatía lumbar (21%). La caja intersomática se implantó: sola («stand-alone»), en el 33% y se utilizó fijación adicional en el resto: tornillos percutáneos unilaterales (11%), bilaterales (27%) o con placa lateral (62%). La estancia media fue 3,2 días (2-6). La puntuación de la escala analógica visual lumbar pasó de 9 a 4,1 bajando a 3 a partir del año. La mejoría de la altura del disco fue de 8,4mm a 13,8mm y un aumento del diámetro mayor del foramen de 10,5 a 13,1. Dichas diferencias son estadísticamente significativas. Se registraron complicaciones precoces mayores: tres lesiones motoras del nervio femoral y un hematoma retroperitoneal (4%); y precoces menores: dos fracturas/hundimientos (2%). Como tardías mayores: una hernia abdominal, una movilización de 10mm y tres radiculopatías (5%); y como tardías menores: tres fracturas/hundimiento, dos movilizaciones mayores de 10mm, cuatro movilizaciones menores de 10mm y una movilización de un tornillo de una placa (10%). La técnica artrodesis intersomática extralateral constituye una alternativa segura y fiable a la hora de plantear una artrodesis lumbar por vía mínimamente invasiva.
«Minimally invasive» techniques have been recently been developed in order to achieve good clinical results with a low incidence of complications. The extralateral interbody fusion or direct transpsoas is a minimally invasive anterior arthrodesis. A total of 97 patients with 138 segments received surgery between May 2012 and May 2015. The follow-up was from 12-44 months. The mean age was 68 years (41-86). The most common cause of intervention was the adjacent segment (30%), deformity (22%), and lumbar disc disease (21%). The interbody cage was implanted as: Single (stand-alone) in 33%, and additional fixation was used in the others: Screws, percutaneous unilateral (11%), bilateral (27%), or with a lateral plate (62%). The mean stay was 3.2 days (2-6). The score on a lumbar visual analogue scale decreased from 9 to 4.1, and dropped to 3 after one year. The improvement in disc height was from 8.4mm to 13.8mm, and a larger increase in the foramen diameter from 10.5 to 13.1mm, which were statistically significant. The early major complications recorded were, three motor femoral nerve injuries and retroperitoneal haematoma (4%), and the early minor were: two fractures (2%). As major late complications there was an abdominal hernia, a mobilization of 10mm and three radiculopathy (5%), and as minor late, three fracture, two mobilisations greater than 10mm, four mobilisations of less than 10mm, and one mobilisation of a screw plate (10%). The extralateral interbody fusion technique is a safe and reliable when performing a lumbar fusion by an alternative minimally invasive route.
A lo largo del tiempo, se ha podido demostrar que la artrodesis lumbar es un tratamiento quirúrgico eficaz tanto desde el punto de vista clínico como económico para el tratamiento de multitud de patologías que afectan a la columna (deformidades, espondilolistesis, procesos degenerativos, fracturas o la patología tumoral), especialmente a la lumbar1. A pesar de que los principios que rigen la obtención de una buena artrodesis han permanecido invariables en el tiempo, las técnicas quirúrgicas y los instrumentales han evolucionado de forma muy significativa. Actualmente disponemos de una gran variedad de materiales y técnicas para conseguir una artrodesis lumbar. Durante los últimos años se han desarrollado técnicas quirúrgicas denominadas «mínimamente invasivas» que pretenden alcanzar, al menos los mismos resultados clínicos en términos de obtención de la artrodesis y alivio de los síntomas, pero con una menor incidencia de complicaciones2. En la actualidad disponemos de diferentes vías de abordaje que a su vez nos pueden permitir realizar distintas técnicas de artrodesis intersomática anterior: por vía anterior (ALIF), transacra (AxialLIF), por vía posterior asociada a tornillos pediculares (PLIF), por vía transforaminal asociada a tornillos pediculares (TLIF) y por último, la artrodesis intersomática extralateral o directa transpsoas (XLIF). La artrodesis XLIF es una artrodesis anterior de la columna lumbar realizada de forma mínimamente invasiva.
La técnica XLIF aporta una serie de ventajas frente a otras técnicas mínimamente invasivas, pues el implante intersomático nos permite corregir la deformidad, restaurar la altura del disco intervertebral, conseguir la artrodesis del segmento intervenido y descomprimir los elementos neurológicos de forma indirecta. Las complicaciones derivadas de la técnica XLIF parecen ser inferiores a las recogidas con la utilización de otras técnicas quirúrgicas3–6.
Material y métodosSe han intervenido desde mayo de 2012 hasta mayo de 2015, un total de 97 pacientes, siendo 138 los segmentos intervenidos (1,4 por paciente). El seguimiento máximo fue de 44 meses y el mínimo de doce meses. La edad media fue de 68 años (41-86). La causa más frecuente de intervención fue la patología del segmento adyacente (30%) (fig. 1), seguida de la deformidad (22%) (fig. 2) y la discopatía lumbar (21%).
Las cirugías se han realizado con el paciente colocado en decúbito lateral (fig. 3) en una mesa radiotransparente y quebrada en la zona lumbosacra. En el caso en que la anatomía de la columna lumbosacra y de la pelvis nos lo permitió, posicionamos al paciente con el lado doloroso arriba, es decir, el abordaje fue por el mismo lado donde se presentaba la clínica radicular. Con ayuda del intensificador de imágenes en visión lateral, se marcaron una línea vertical que cruza el centro del disco intervertebral a intervenir y otra línea horizontal en el centro del disco. Se realizó una incisión de unos tres o cuatro cm por la que se pudieron abordar hasta tres niveles. Tras la piel y el tejido celular subcutáneo, se abrió la fascia de la musculatura oblicua abdominal hasta el retroperitoneo. Mediante disección roma con el dedo se llegó hasta palpar la apófisis transversa de la vértebra superior, el músculo psoas y el disco intervertebral. Bajo control radioscópico se colocó la aguja guía en la posición adecuada y se hizo un primer control neurofisiológico. Mediante una serie de dilatadores se obtuvo una ventana de trabajo a través del músculo psoas. Este gesto se realizó siempre bajo un estricto control neurofisiológico intraoperatorio. El separador utilizado fue el Ravine© (K2M) el cual se introdujo a través de la aguja situada en el disco intervertebral y se inició su apertura. Bajo control radioscópico se localizó el lugar donde fijar la primera valva al cuerpo vertebral con un clavo de la misma longitud. A continuación se retiró la aguja del disco intervertebral y se procedió a abrir la otra valva y fijarla al otro cuerpo vertebral. Tras colocar fuentes de luz se colocaron valva anterior y/o posterior con especial cuidado y siempre bajo control neurofisiológico, ya que podría comprimir el nervio femoral provocando una neuroapraxia del mismo. Una vez localizado el disco intervertebral se abrió con el bisturí y se realizó la discectomía. Se procedió a preparar los platillos vertebrales hasta hueso subcondral e introducir dilatadores que nos dieron idea del tamaño, longitud y anchura del implante. Una vez decididas las medidas se introduce una caja de prueba y se comprueba su colocación bajo control radioscópico así como la estabilidad primaria de la misma. El implante definitivo es radiotransparente por ser poliéter éter cetona y tiene marcadores para comprobar su correcta colocación intersomática. Se introduce rellenándolo de matriz ósea desmineralizada para facilitar la artrodesis intersomática. Prácticamente todos los modelos de implante presentan cajas con alturas desde 8 a 14mm en incrementos de dos en dos; con longitudes desde 45 a 60mm en incrementos de 5 en 5mm y con anchuras de 18 y 22mm. La caja intersomática se implantó: sola («stand-alone»), en el 33% de nuestros pacientes; se utilizó fijación adicional en el resto. Dicha fijación fue con tornillos percutáneos unilaterales (11%), bilaterales (27%) o con una placa lateral (62%) de los casos, según la anatomía y la patología de los pacientes.
Para realizar la técnica XLIF contamos con un control neurofisiológico constante que nos informa en todo momento de la situación del plexo lumbar.
Gracias al uso de la monitorización7,8, la tasa de complicaciones derivada de esta técnica quirúrgica ha disminuido drásticamente haciendo de su uso un arma de incalculable valor para el cirujano de columna. Nosotros utilizamos cuatro técnicas de control neurofisiológico intraoperatorio: potenciales evocados motores tras estímulo transcraneal (TcMP), potenciales evocados somatosensoriales (SSEP), EMG-libre (free running-EMG) y EMG- estimulado (triggered-EMG).
Se ha realizado un estudio estadístico de la evolución de la medida de la altura del disco y del foramen antes de la cirugía, durante el postoperatorio inmediato y en las revisiones en consultas. Para ello se ha realizado un estudio comparativo mediante SPSS 15.0 realizando T-test ajustando con el método Bonferroni para comparaciones múltiples, calculando las diferencias por pares y realizando un modelo lineal de comparación por pares tanto de las medidas obtenidas en la altura de los discos como en la altura de los forámenes en los distintos momentos de la evolución.
ResultadosEl tiempo de cirugía por segmento fue 35 min, llegando a 57 min si se realizaba fijación adicional. Con respecto al análisis del postoperatorio, la estancia media fue 3,2 días (2-6), la pérdida de sangre estimada por segmento fue de 40ml. Analizando los resultados con respecto al dolor, la puntuación de la escala analógica visual (EVA) lumbar preoperatoria pasó de 9 a 4,1 en el postoperatorio (disminución del 53%) bajando a 3 (disminución del 66%) a partir del año. La EVA de la pierna descendió de 9 en el preoperatorio a 5,2 en el postoperatorio (disminución del 42%) manteniéndose estable a partir del año.
Desde el punto de vista radiológico se apreció una mejoría de la altura del disco intervertebral de 8,4mm en el preoperatorio, a 13,8mm, lo que constituye una ganancia del 65%, y un aumento del diámetro mayor del foramen de 10,5 a 13,1 (ganancia del 24%).
Respecto a las complicaciones, distinguimos: complicaciones médicas o quirúrgicas, y a su vez: precoces o tardías y mayores o menores. Las «complicaciones precoces» se han definido como aquellas que han ocurrido en el primer mes y por lo tanto las podemos relacionar directamente con la intervención quirúrgica. Hemos definido «complicación mayor» como cualquier acontecimiento en el que ha sido necesaria la reintervención quirúrgica y/o en el que ha existido una alteración neurológica motora disminuyendo al menos un punto en la exploración previa (tabla 1).
Complicaciones
Quirúrgicas precoces mayores (4%) | Quirúrgicas precoces menores (2%) | Quirúrgicas tardías mayores (5%) | Quirúrgicas tardías menores (10%) | Médicas precoces mayores (0%) | Médicas precoces menores (10%) |
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Tres lesiones motoras del nervio femoral | Dos fracturas/hundimiento | Una hernia abdominal | Tres fracturas/hundimiento | Un íleo paralítico | |
Un hematoma retroperitoneal | Tres radiculopatías. Una movilización de la caja mayor de 10mm | Dos movilizaciones mayores de 10mm | |||
Cuatro movilizaciones menores de 10mm | |||||
Una movilización de un tornillo de una placa |
En nuestra serie no hubo ninguna muerte, lesión de la duramadre, ninguna fístula de líquido cefalorraquídeo o pseudomeningocele, ninguna fibrosis perirradicular, ninguna lesión vascular mayor, ninguna lesión visceral ni ninguna infección.
Las complicaciones quirúrgicas mayores nos merecen un comentario más detallado.
Lesiones motorasComo se ha señalado tuvimos tres. Las tres fueron del lado contralateral en el nivel L4-L5 y afectando al nervio femoral. Las tres fueron detectadas por el neurofisiólogo y las tres se recuperaron completamente antes de los seis meses. Los atribuimos a la sobredistracción del espacio discal al introducir la caja de prueba (fig. 4).
Hematoma retroperitonealSe trató de una paciente de 76 años en tratamiento con anticoagulantes por una valvulopatía cardíaca. Cinco días después de la técnica XLIF comenzó con sudoración, taquicardia y un descenso del valor hematocrito. De 5 puntos se apreció un gran hematoma retroperitoneal por sangrado activo (fig. 5 izquierda) (que fue tratado por el servicio de cirugía vascular controlando el sangrado (fig. 5 derecha).
Hernia abdominalMujer obesa de 82 años que tras una caída a los siete meses de la intervención comenzó con una masa dolorosa a nivel de la cicatriz quirúrgica. El cuadro se resolvió colocando una malla a ese nivel.
Dolor radicularSe registraron tres radiculopatías persistentes tras la cirugía, en todas ellas se realizó una radiculografía y una infiltración con corticoides, obteniéndose una clara mejoría en una de ellas por lo que el procedimiento se repitió en dos ocasiones más resolviéndose la clínica. En los otros dos casos, la radiculopatía estaba provocada por compresión facetaria y tras realizar estudios de imagen se realizó una descompresión posterior por técnica mínimamente invasiva consiguiéndose la resolución del cuadro.
Movilización del implanteLa movilización de más de 10mm se produjo en una mujer de 75 años a la que se realizó una técnica «stand-alone» que tras 2 meses asintomática y tras un traumatismo indirecto, comenzó con un importante dolor lumbar irradiado a miembro inferior izquierdo. El estudio de imagen demostró una movilización mayor de 10mm (fig. 6). Se procedió al recambio de la caja por la misma vía transpsoas por otra de mayor altura (12 frente a 10) además de colocar cuatro tornillos percutáneos a ese nivel.
El total de las complicaciones mayores fue de 9% y de las menores 13%. Sumando todas las complicaciones nos encontramos con una incidencia de 22%.
Merece un comentario aparte la incidencia de dolores, molestias, parestesias y sintomatología referida al tercio proximal del muslo del lado de la vía de abordaje. Existen numerosas comunicaciones (tabla 3) sobre esta eventualidad. En nuestra serie estos acontecimientos se presentaron en un 30% de los casos. Todos ellos se resolvieron en menos de seis meses.
El estudio estadístico realizado ha encontrado diferencias estadísticamente significativas tanto en diferencia de la altura de los discos como de los forámenes.
La serie completa está formada por 138 implantes utilizando los criterios clínicos utilizados en la mayoría de la literatura, se han tomado como momentos de interés para la medición de la altura de los discos y de los forámenes: preoperatorio, postoperatorio inmediato, 6, 12, 18 y 24 meses. La evolución en ambos parámetros radiológicos ha sido similar, tanto los discos como los forámenes registraron un aumento estadísticamente significativo: La media de altura de los discos fue de 7,2mm y tras la cirugía pasó a 12,58mm, por lo que la mejoría fue de 5,44mm (75%) (p 0,0001); los forámenes obtuvieron una mejora de 6,74mm (63%) (p 0,001), pues pasaron de medir 10,6mm a 17,34mm. Durante el seguimiento en consultas se ha registrado diferencias estadísticamente significativas en la disminución del aumento de altura de forámenes y discos. Ambos parámetros disminuyeron durante los primeros 6 meses, siendo la disminución media de aproximadamente un milímetro (discos: 0,73mm y forámenes: 1,03mm). Durante el seguimiento posterior (12, 18 y 24 meses) se ha registrado una diminución de menos de 0,5mm (tabla 2).
Durante el seguimiento posterior (12, 18 y 24 meses) se ha registrado una disminución de menos de 0,5mm
Comparación mediciones altura disco pre-QX con evolución | |||||
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Media | Desviación típica | Inferior | Superior | Sign. | |
Par 1 disco. Pre–disco. Pos.QX | 5,440 | 2,738 | −5,908 | −4,972 | 0,000 |
Par 2 Disco.Pos.QX–Disco-Pos_6m | 0,739 | 1,238 | 0,527 | 0,950 | 0,000 |
Par 3 Disco.Pos_6–Disco. Pos_12m | 0,350 | 0,730 | 0,205 | 0,495 | 0,000 |
Par 4 Disco.Pos_12–Disco.Pos_18m | 0,394 | 0,782 | 0,202 | 0,586 | 0,000 |
Par 5 Disco.Pos_18–Disco.Pos_24m | 0,438 | 0,619 | 0,214 | 0,661 | 0,000 |
Comparación mediciones altura diámetro mayor foramen pre-QX con evolución | |||||
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Media | Desviación típica | Inferior | Superior | Sign. | |
Par 1 Forámen. Preforámen.Pos.QX | -6,73 | 4,157 | −7,449 | −6,029 | 0,000 |
Par 2 Forámen.Pos.QX–Forámen-Pos_6m | 1,030 | 2,007 | 0,687 | 1,373 | 0,000 |
Par 3 Forámen.Pos_6–Forámen. Pos_12m | 0,470 | 0,915 | 0,288 | 0,652 | 0,000 |
Par 4 Forámen.Pos_12–Forámen.Pos_18m | 0,364 | 0,797 | 0,168 | 0,560 | 0,000 |
Par 5 Forámen.Pos_18–Forámen.Pos_24m | 0,125 | 0,336 | 0,004 | 0,246 | 0,044 |
La técnica XLIF es una técnica de artrodesis anterior por vía lateral transpsoas descrita por primera vez por Pimenta9 en 2001, comunicando en ese momento más de 100 cirugías transpsoas desde el año 1998. Desde la publicación de la técnica quirúrgica realizada por Ozgur10 hasta nuestros días, son varios los autores que comunican sus resultados (tabla 3).
Desde la publicación de la técnica quirúrgica realizada por Ozgur hasta nuestros días, son varios los autores que comunican sus resultados
Autor | Año | Serie | Patología | Conclusiones |
---|---|---|---|---|
Rodgers et al.20 | 2007 | 100 pacientes | Degenerativa | Técnica segura, con una tasa de complicaciones realmente baja (2%) y con una mejoría clínica importante en la escala EVA (mejoría del 68%) |
Anand et al.22 | 2008 | 12 pacientes | Deformidad | Las técnicas mínimamente invasivas (XLIF) menor sanguínea y mayor mejoría del dolor frente a las técnicas convencionales |
Knight et al.23 | 2009 | 58 pacientes | Degenerativa | Tasa de complicaciones del 22,4% la mitad de las cuales estuvieron relacionadas con la vía de abordaje. Describen un 3,4% de lesión neurológica motora con mejoría al año así como otras complicaciones «mayores». Señalan que la morbilidad derivada de la utilización de la técnica extralateral era menor que la derivada de la utilización de otras técnicas tradicionales |
Rodgers et al.24 | 2009 | 100 pacientes | Segmento adyacente | Comunica unos excelentes resultados con una tasa de complicaciones del 9% y solamente un 1% de síntomas relacionados con distestesias y debilidad a nivel el tercio superior del muslo ipsilateral al lado del abordaje |
Oliveira et al.25 | 2010 | 15 pacientes | XLIF sin fijación adicional («stand-alone») utilizando BMP | Baja tasa de complicaciones (6,7%) Fusión del 100% demostrada con TAC |
Rodgers et al.11 | 2010 | 300 pacientes | XLIF obesos y no obesos | No encontró diferencias significativas entre los dos grupos llegando a concluir que la satisfacción de los pacientes era mayor del 89% |
Ozgur et al.26 | 2010 | 62 pacientes 113 segmentos | Degenerativa | 19% de complicaciones menores y ninguna considerada mayor. La fusión conseguida se obtuvo en un 91% de los casos |
Oliveira et al.27 | 2010 | 21 pacientes | Degenerativa | Destaca la descompresión indirecta de los elementos neurológicos |
Anand et al.28 | 2010 | 28 pacientes | Degenerativa | Todos sus pacientes mantuvieron la corrección con una mejoría en la escala EVA del 57% |
Dakwar et al.29 | 2010 | 25 pacientes | Deformidad del adulto | Tanto el tiempo quirúrgico (108 min de media) como la pérdida sanguínea estimada por paciente (53ml) fueron francamente bajas, con una tasa de complicaciones menores de 20% y mayores del 4%y una disminución en la escala EVA del 70,4% |
Wang and Mummaneni30 | 2010 | 23 pacientes | Deformidad del adulto utilizando XLIF tornillos percutáneos bilaterales y BMP | La incidencia de problemas en la cara anterior del muslo ipsilateral a la cirugía XLIF fue de 30% y la tasa de fusión confirmada con TAC 100% |
Tormenti et al.21 | 2010 | 8 pacientes | Escoliosis del adultoXLIF con tornillos posteriores percutáneos frente a técnicas posteriores solo (PLIF o TLIF) | Comprobando una capacidad de corrección mucho mayor con la técnica XLIF (70,2% frente a 44,7%). Sin embargo llama la atención la alta tasa de complicaciones: 75% de los pacientes experimentaron síntomas en el tercio proximal del muslo y un 25% presentaron lesiones motoras. Comunicaron también la aparición de otras complicaciones mayores como: perforación intestinal, derrame pleural, íleo paralítico y tromboembolismo pulmonar |
Rodgers et al.4 | 2010 | 600 pacientes 741 niveles intervenidos | Degenerativa | La tasa de complicaciones comunicada fue de 6,2%. Llama la atención la escasa incidencia de complicaciones neurológicas (0,7%) todas ellas transitorias |
Sharma et al.31 | 2011 | 43 pacientes | Degenerativa | Concluyendo que tras un año de seguimiento se mantenía una ganancia de 3,7 grados en el plano coronal y 2,8 en el sagital por segmento intervenido con un 25% de síntomas en el tercio proximal del muslo |
Uribe et al.32 | 2012 | - | Experimental | Conseguir una buena corrección de las deformidades obviando así la necesidad de llevar a cabo técnicas más agresivas como las osteotomías de Smith-Pettersen y/o de sustracción pedicular |
Pimenta et al.33 | 2013 | 30 pacientes | Estudio prospectivo y randomizado XLIF «stand-alone» con fosfato tricálcito frente técnica a BMP | La fusión se consigue en ambos grupos con solo un caso en el que e la formación de hueso en el grupo BMP hizo necesaria la reintervención |
Meredith et al.34 | 2013 | 18 pacientes y 32 niveles intervenidos | XLIF en la zona torácica y toracolumbar | 100% de fusiones. Los autores inciden en que a ese nivel esta técnica aporta dos ventajas muy importantes: no es necesaria la intervención de un cirujano «de abordaje» ni es necesaria la intubación selectiva del pulmón para permitir el acceso al espacio discal |
Malham et al.35 | 2014 | 30 pacientes | XLIF estudio prospectivo no randomizado | Mejoría importante en la altura del disco intervertebral con un 100% de tasa de fusión |
Con respecto a los resultados clínicos, debido a que es una revisión general en pacientes con diferentes patologías es cierto que es difícil valorar el resultado final. Lo que nos parece interesante de la revisión es que, a pesar de mantener ese EVA en la pierna, la mejoría es del 42%, lo que a pesar de la diversidad de patologías, nos parece un resultado esperanzador, ya que pensamos que los pacientes con EVA igual o menor de 5 normalmente no deciden ser operados.
Con respecto al análisis de nuestras complicaciones quirúrgicas mayores merece la pena comentar que son varios los autores que comunican lesiones motoras en el lado ipsilateral al lado del abordaje4,11. Todas ellas son debidas a la retracción y/o compresión del nervio a la hora de abordar el disco (sobre todo a nivel L4-L5). Sin embargo, la incidencia de lesiones en el lado contralateral parece, al menos en teoría, menos probable. Sin embargo Taher et al.12 comunican hasta un 3,4%. Lo atribuyen a la sobredistracción, o al desplazamiento de algún fragmento discal hacia el foramen. Con respecto a la lesión vascular13–19, aunque no son frecuentes es una posibilidad sobre todo si existen grandes deformidades en la columna. Las complicaciones vasculares de la técnica XLIF transpsoas son infrecuentes ya que el mismo abordaje hace que los vasos se sitúen relativamente alejados de la vía de abordaje. La aparición de una hernia abdominal está en relación con un cierre deficiente de la fascia abdominal asociada a una importente obesidad. La lesión del nervio iilionguinal al realizar la incisión en la musculatura abdominal, puede ocasionar una parálisis de la musculatura a ese nivel, provocando lo que los anglosajones denominan «bulging». Nosotros no hemos tenido ninguna en la serie presentada. No son muchos los artículos publicados en los que se hace referencia a las complicaciones. Excepto la serie de Rodgers et al.20 en la que los autores comunican un 2% de complicaciones totales y la de Tormenti et al.21 con un 150%, el resto en las que se comunican las complicaciones11,22–29 oscilan alrededor del 25%. Lo que coincide con la experiencia del HCSC señalada anteriormente.
Analizando el resultado clínico-radiológico: el estudio estadístico realizado sobre la evolución de la altura de los discos y los forámenes demuestra que tras la cirugía todos los niveles intervenidos han ganado altura permitiendo la descompresión indirecta de los elementos posteriores, lo cual corresponde con la literatura y con los resultados clínicos obtenidos. Cabe señalar que considerando como seudoartrosis la movilización del implante la tasa de fracaso de la artrodesis es del 1%, cifra que es similar a las últimas series publicadas29–35. No hemos encontrado referencias sobre este punto. Nos parece que la infradimensión del tamaño del implante, tanto en lo que se refiere a la altura, como a la anchura del mismo, juega un papel determinante en lo que a la aparición de esta complicación se refiere. Llama la atención no obstante, que se ha presentado una movilización con repercusión clínica que requirió revisión y seis movilizaciones paucisintomáticas del implante incluso habiendo utilizado tornillos percutáneos por vía posterior. Parece claro que la única situación en la que no hemos encontrado ninguna movilización ha sido cuando hemos utilizado una «mini-placa» por vía lateral.
Conclusiones- -
La técnica XLIF es una forma de artrodesis anterior por vía lateral transpsoas.
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No precisa para su realización de un cirujano de «abordaje».
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El control neurofisiológico intraoperatorio es imprescindible para disminuir la tasa de complicaciones derivadas de la vía de abordaje.
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La mejoría clínica es importante tanto desde el punto de vista clínico como radiológico.
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La tasa de complicaciones mayores es baja respecto a las que se presentan con otras técnicas de artrodesis lumbar.
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Las complicaciones mayores se pueden resolver de forma relativamente sencilla.
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La técnica XLIF constituye una alternativa segura y fiable a la hora de plantear una artrodesis lumbar por vía mínimamente invasiva.
Nivel de evidencia II.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.