Queridos colegas, un nuevo número de la RECOT sale a la calle. El proceso de edición de un manuscrito culmina una larga tarea como es la de diseñar el trabajo, compilar datos, darles el apropiado tratamiento estadístico y escribir. Tanto para autores como para revisores este es un trabajo duro, sólo recompensado para unos por ver finalmente el manuscrito publicado y para los otros por la satisfacción de una revista cada vez mejor. Los journals importantes se precian de tener unos índices de rechazo cercanos al 40%, es decir, rehúsan la publicación de casi la mitad de lo que reciben en busca de la excelencia. Dado que a nadie se le escapa la importancia que para una sociedad científica como la nuestra, tanto a nivel individual como colectivo, tiene el poseer una revista potente, entendiendo como “potente” que figure en los índices bibliométricos al uso, es evidente que nuestra prioridad actual es la indexación de la RECOT.
Es curioso comprobar como una revista editada en la tercera lengua vehicular del planeta no consigue obtener este placet, razones históricas de todos conocidas son las principales responsables. Algunas iniciativas desde la junta directiva de la SECOT van encaminadas a obtener este objetivo. La afiliación progresiva de sociedades afines en Hispanoamérica es, sin duda, una gran decisión. El hecho de que en un futuro cercano los afiliados a estas sociedades puedan beneficiarse no sólo de poder acceder a cursos de formación sino también tener acceso on line a nuestra RECOT va a aumentar su capacidad de difusión e influencia y probablemente estimule a escribir más artículos para intentar publicarlos allí, puesto que el sistema, una vez en marcha, tiende a autoalimentarse.
Este año entramos en un nuevo proceso de evaluación, ya lo hemos intentado anteriormente y hemos fracasado, si bien por poco. Debemos reflexionar acerca de la importancia de poseer una revista indexada y/o de la posibilidad real, especialmente en el contexto de crisis económica, de su desaparición por inviabilidad financiera. Es, por tanto, un momento clave para dar el do de pecho y conseguir la mejor revista posible a muy corto plazo. En espera de más producción procedente de otros ámbitos de habla hispana, de momento insistimos en exhortaros a ser generosos pensando que esta inversión de hoy puede reportar pingües beneficios científicos el día de mañana si definitivamente logramos colocar a la RECOT en el Index Medicus.
Me perdonaréis si este Editorial suena a arenga pero creo sinceramente que la coyuntura lo requiere y en la vida las oportunidades en ocasiones no se presentan dos veces.