Evaluar el resultado clínico y electrofisiológico a medio plazo de la liberación artroscópica del atrapamiento proximal del nervio supraescapular.
Material y métodoEs un estudio retrospectivo que incluye a 75 pacientes con atrapamiento idiopático del nervio supraescapular en la escotadura escapular superior en los que ha fracasado el tratamiento conservador. Todos los pacientes fueron tratados mediante pruebas electrofisiológicas (EMG/ENG), así como a test clínicos (EVA, test de Constant y DASH), preoperatoriamente y durante el seguimiento.
ResultadosSetenta y cinco pacientes (53 mujeres y 22 hombres) con una edad media ± desviación estándar de 44,1 ± 10,7 años cumplieron criterios de estudio con un seguimiento medio de 63,7 ± 29,1 meses. Preoperatoriamente, el valor del DASH fue de 78,6 ± 10,2, el del test de Constant de 37,1 ± 8,8 y el de la EVA de 8,8 ± 1,1 mientras que los valores en la última revisión fueron de 19,4 ± 15,8 para el DASH, de 80,2 ± 9,6 para el CS y de 2 ± 1,3 para la escala EVA, siendo en todos los casos las diferencias estadísticamente significativas (p < 0,001). En cuanto a los resultados de la prueba electrofisiológicas, preoperatoriamente hubo 21 grados muy graves (28%), 32 graves (42,6%), 17 moderados (22,6%) y 5 leves (6,6%). Mientras que en la última revisión hubo 3 grados graves (4%), 6 moderados (8%), 40 leves (53,3%) y 26 normales (34,6%). No hubo ningún grado muy grave (0%). Tres pacientes (4%) tuvieron que ser reintervenidos por persistencia de los síntomas.
ConclusionesLa liberación artroscópica del atrapamiento idiopático del nervio supraescapular en la escotadura escapular superior tiene buenos resultados clínicos y electrofisiológicos a medio plazo.
Nivel de evidencia: iv. Serie retrospectiva de casos.
To evaluate the clinical and electrophysiological results in the medium term of the arthroscopic release of the proximal entrapment of the suprascapular nerve.
Material and methodIt is a retrospective study that includes 75 patients with idiopathic entrapment of the suprascapular nerve in the suprascapular notch in whom conservative treatment has failed. All patients underwent electrophysiological tests (EMG) as well as clinical test (Constant and DASH test) preoperatively and during follow-up.
Results75 patients (53 women and 22 men) with a mean age of 44.1 ± 10.7 years met study criteria with a mean follow-up of 63.7 ± 29.1 months. Preoperatively the DASH value was 78,6 ± 10,2, the Constant test value was 37.1 ±8.8 and the EVA value was 8.8 ± 1.1 while the values in the last revision were 19.4 ± 15.8 for DASH, 80.2 ± 9.6 (for the CS and 2 ±1.3 for the EVA scale; the differences were significant in all cases (P<.001). Regarding the results of the electrophysiological test, preoperatively there were 21 very severe grades (28%), 32 severe (42.6%), 17 moderate (22.6%) and 5 mild (6.6%). While in the last review there were 3 severe degrees (4%), 6 moderate (8%), 40 mild (53.3%) and 26 normal (34.6%). There was no very severe grade (0%); 3 patients (4%) had to be reoperated due to persistent symptons.
ConclusionsThe arthroscopic release of idiopathic entrapment of the suprascapular nerve in the superior scapular notch achieved good clinical and electrophysiological results in the medium term.
Level of evidence: iv; case series; treatment study.
Tradicionalmente, considerado un diagnóstico de exclusión, la neuropatía supraescapular es una causa de omalgia cada vez más reconocida (2-3% en las últimas series)1, cuyo diagnóstico es un reto debido a la sutileza de los síntomas. El nervio supraescapular (NSE) se origina del tronco superior del plexo braquial a expensas de ramas de C5 y C6 fundamentalmente (en ocasiones también de C4)2,3. Da ramas motoras a los músculos supra e infraespinoso, así como sensoriales a la piel, los ligamentos coracohumerales y coracoacromiales, bursa subacromial y articulaciones acromioclaviculares y glenohumerales4. Su trayectoria anatómica lo hace especialmente vulnerable a ser comprimido o traccionado, de forma estática o dinámica5,6.
Si bien el tratamiento conservador es de elección inicialmente, sobre todo en ausencia de lesiones ocupantes de espacio7, la actuación precoz ha de estar en mente para evitar daño neurológico y atrofia muscular irreversible, aunque no está claro el tiempo de que se dispone para ello8. La cirugía se reserva para el fracaso del mismo y ha evolucionado de la forma abierta tradicional a la artroscópica9. La mayor parte de los resultados sobre el tratamiento son series de casos y revisiones retrospectivas, con pocos pacientes y tiempo de evolución limitado.
El objetivo del presente estudio es valorar los resultados clínicos y electrofisiológicos a medio plazo de la liberación artroscópica del atrapamiento idiopático del NSE en la escotadura escapular superior cuando esta haya sido la única causa identificable de omalgia.
Material y métodoEstudio observacional retrospectivo, controlado, no aleatorizado de los pacientes intervenidos de liberación artroscópica del atrapamiento idiopático del NSE en la escotadura escapular superior llevado a cabo en el Hospital General Universitario Los Arcos del Mar Menor, en Murcia, desde enero del 2010 hasta enero del 2018. El estudio fue valorado y aprobado por el comité de ética del Área VIII de la Región de Murcia (RET-01-2020).
Los criterios de inclusión fueron: pacientes con omalgia refractaria a tratamiento conservador al menos durante 6 meses, cuyas pruebas complementarias de imagen (radiología, resnonancia magnética, tomografía computarizaa o ecografía) no mostraron ninguna lesión anatómica y con una electromiografía o electroneurografía (EMG/ENG en adelante) concordante con un atrapamiento del NSE; a todos ellos se les ofreció la liberación artroscópica de dicho nervio y, tras firmar el consentimiento informado pertinente, se intervinieron durante el periodo referido anteriormente. El seguimiento mínimo para entrar en el estudio fue de 2 años. Los criterios de exclusión fueron: pacientes con cirugía o fracturas previas en hombro afectado, artropatía de manguito, inestabilidad glenohumeral, neuropatía conocida o enfermedad previa documentada de plexo braquial o cervical ipsolateral, lesiones ocupantes de espacio, como quistes o tumores espinoglenoideos, así como todo aquel paciente que mostró durante la artroscopia alguna lesión no documentada previamente y que podría ser causa de dolor de hombro (lesión labrum, quiste espinoglenoideo, rotura manguito, os acromiale, etc.). No fueron incluidos en el estudio aquellos a los que se perdió durante el seguimiento o no quisieron formar parte del mismo, tampoco a los que presentaron alguna intervención o traumatismo en dicho hombro durante el seguimiento. Inicialmente, formaron parte del estudio 118 pacientes, 35 de los cuales fueron excluidos en la selección previa (19 por patología asociada, 6 por lesiones ocupantes de espacio y 10 por lesiones asociadas encontradas durante la artroscopia). De los 83 pacientes restantes, 5 no quisieron formar parte del estudio y 3 no pudieron ser seguidos, quedando 75 para el estudio definitivo (fig. 1).
Se incluyeron, en la evaluación de los pacientes, las exploraciones de las consultas realizadas, así como una última revisión en consulta a propósito de este estudio y realizada a tal efecto por un cirujano independiente al estudio (FPM).
Se recogieron como variables la edad, el sexo, la lateralidad y el brazo dominante afectado, el tiempo de seguimiento, la duración de la cirugía, las complicaciones o la necesidad de reintervención. También se valoró el tiempo desde que el paciente empezó con los síntomas hasta que consultó. Fueron tenidas en cuenta posibles complicaciones, como la presencia de infección, afectación vascular, afectación neurológica o derivada directamente de la anestesia (hipoperfusión cerebral documentada en pacientes intervenidos en silla de playa). Se definió también como complicación a aquellos pacientes que tuvieron que ser intervenidos de nuevo por persistencia de la clínica y con prueba electrofisiológica concordante en el primer año posquirúrgico y sin otra causa que los justificase.
A todos los pacientes se les aplicó la escala visual analógica del dolor (EVA en adelante)10 con valores de 0 (ausencia de dolor) hasta 10 (dolor insoportable); el test Disabilities of the arm, shoulder and hand (DASH en adelante)11, con rango de 0 (máxima función posible de hombro) a 100 (nula función), y el test de Constant (CS en adelante)12 con valores de 0 (mínimo, peor resultado posible) a 100 (máxima puntuación). Los 3 test fueron aplicados tanto preoperatoriamente como al mes y los 3, 6, 12 y 24 meses; de ahí en adelante, de forma bianual hasta la última revisión. Se valoró también el hombro contralateral en la última revisión para comparar. Todos los pacientes debían tener una prueba electrofisiológica preoperatoriamente que atestiguara la compresión del NSE y que se les repitió al año, los 2años y en la última revisión, y que comprendía 5 posibles resultados de menor a mayor gravedad (normal, leve, moderado, grave y muy grave). Los hallazgos típicos de la neuropatía periférica del supraescapular incluyen cambios denervativos con disminución de la velocidad conducción, la fibrilación y las ondas P en reposo, y el aumento de la latencia motora distal. A todos ellos se les pasó una encuesta de satisfacción (muy satisfecho, satisfecho, indiferente, poco satisfecho o nada satisfecho) y se les preguntó si volverían a intervenirse (sí o no).
La técnica quirúrgica empleada fue la liberación artroscópica del NSE en posición de silla de playa, bajo anestesia general y bloqueo plexo braquial. Se administró en todos los casos profilaxis antibiótica con cefazolina. Se emplearon 4 portales: un portal posterior estándar de visión, el portal de Neviaser, un portal anterolateral y otro anterosuperior, similar a la técnica descrita por Lafosse y Tomasi13 y Lafosse et al.14 (los detalles de la técnica se presentan en la la figura 2 y el vídeo 1, anexo). Es básico tener cuidado para identificar la arteria supraescapular, porque si la lesionamos inadvertidamente puede ser complicado hacer hemostasia y terminar con éxito la cirugía.
Imágenes donde se aprecian algunos detalles de la visión artroscópica del proceso. La óptica está situada en portal anterolateral. A) Visión de conjunto del marco de trabajo con la referencia anatómica del borde medial de los ligamentos coracoclaviculares. B) Visión más en detalle, donde se aprecia la disposición supraligamentaria y perpendicular de la arteria supraescapular respecto al ligamento transverso superior de la escápula. C) Liberación del borde inferior del ligamento respecto del nervio que discurre inferiormente. D) Sección con sinoviotomo del ligamento. No se debe usar aspiración. E) Visualización del nervio antes de retirar tejidos circundantes. F) Imagen final del nervio una vez liberado adherencias y tejidos.ASE: arteria supraescapular; LCC: ligamentos coracoclaviculares, borde medial; LTSE: ligamento tranverso superior de la escápula; NSE: nervio supraescapular.
Después de la cirugía, el paciente lleva el brazo en cabestrillo durante 3 semanas en rotación neutra y ligera abducción (30°), que puede retirar 3 veces al día durante 10 min para realizar ejercicios pendulares a partir del 7.°-10.° día. Tras retirar el mismo, comienza un programa reglado de movilización activa no permitiendo realizar fuerza hasta el 3.er mes posquirúrgico. Se hace especial énfasis en recuperar la fuerza en rotación externa.
El análisis estadístico se llevó a cabo con el sistema SPSS, versión 19.0 (IBM Corp, Armonk, NY, EE. UU.). Las variables cuantitativas se muestran como media, ± desviación estándar y rango entre paréntesis. Se aplicó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para confirmar la normalidad de las mismas. Las variables cualitativas se muestran como frecuencias absolutas y porcentajes. Para comprobar si existían diferencias entre medias de variables se usó la prueba de la t de Student para datos emparejados. La verificación de relaciones entre variables cuantitativas se hizo con la correlación de Pearson. Una p menor de 0,05 se consideró estadísticamente significativa.
ResultadosLa edad media ± desviación estándar de los 75 participantes del estudio fue de 44,1 ± 10,7 años (rango 22-61), de los que 53 fueron mujeres (70,6%) y 22, hombres (29,4%). El lado dominante (54 casos, 72%) se afectó más frecuentemente que el no dominante (21 casos, 28%), mientras que el hombro afectado con más frecuencia fue el derecho, con 48 casos (64%).
El seguimiento medio fue de 63,7 ± 29,1 meses (rango 24-117) y el tiempo quirúrgico fue de 46,8 ± 15,9 min (rango 25-78). El tiempo medio desde la aparición de síntomas hasta acudir a consulta fue de 17 ± 3 meses (rango 6-31). El valor de EVA preoperatorio fue de 8,8 ± 1,1 (rango 7-10) y el del último seguimiento de 2 ± 1,3 (rango 0-4), siendo la diferencia estadísticamente significativa (p < 0,001). Preoperatoriamente, el valor del DASH fue de 78,6 ± 10,2 (rango 66,7-100) y el del CS de 37,1 ± 8,8 (rango 5-33), mientras que los valores en la última revisión fueron de 19,4 ± 15,8 (rango 5-45) para el DASH y de 80,2±9,6 (rango 58-93) para el CS, siendo en ambos casos las diferencias significativas (p < 0,001). Los valores para el hombro contralateral en la última revisión fueron de 5,1 ± 1,7 en el DASH (rango 0-10,8), 92 ± 3,4 en el CS (rango 84-100) y de 0,5 ± 0,2 en la EVA (rango 0-3). En ninguno de los 3test las diferencias fueron estadísticamente significativas con respecto al lado sano.
En cuanto a los resultados de la prueba electrofisiológica, preoperatoriamente hubo 21 grados muy graves (28%), 32 graves (42,6%), 17 moderados (22,6%) y 5 leves (6,6%). Mientras que en la última revisión hubo 3 grados graves (4%), 6 moderados (8%), 40 leves (53,3%) y 26 normales (34,6%). No hubo ninguno muy grave (0%). De los 21 casos muy severos inicialmente, al final del seguimiento hubo 3 casos severos (14,2%), 2 moderados (9,5%), 16 leves (76,4%) y ninguno con normalidad eléctrica. De los 32 casos severos, en la última revisión hubo 4 grados moderados (12,5%), 15 leves (46,8%) y 13 normales (40,6%). De los 17 casos moderados, los resultados en la última revisión fueron 6 casos leves (35,2%) y 11 normales (64,7%). Y de los 5 grados leves, 3 mantuvieron el mismo grado lesional (60%) y 2 lo normalizaron (40%). En los 75 casos del estudio hubo un paciente que presentó una osificación completa del ligamento transverso superior de la escápula y que precisó de fresado para poder acceder al nervio.
Hubo 6 complicaciones (8%) durante el seguimiento, de las que 2 fueron infecciones superficiales (2,6%) de portales artroscópicos que respondieron a curas locales y antibioterapia; una paresia del nervio musculocutáneo (1,3%) documentada en la EMG como neuroapraxia y con debilidad clínica a flexión-supinación antebrazo que recuperó completamente entre los 6 y 12 meses tras la cirugía, y 3 pacientes que por persistencia de dolor tuvieron que ser reintervenidos (4%) para una revisión del nervio y liberación de fibrosis subacromial antes del año. No hubo lesiones vasculares ni déficits neurológicos centrales documentados.
No hubo ninguna relación estadística entre los resultados de los test clínicos o el grado de atrapamiento y la presencia de complicaciones. Tampoco se relacionó la necesidad de reintervención con el grado lesional previo. En cuanto al grado de satisfacción, 15 pacientes declararon sentirse muy satisfechos (20%), 38 satisfechos (50,6%), 5 indiferentes (6,6%), 15 poco satisfechos (20%) y 2 nada satisfechos (2,6%); 57 pacientes (76%) estarían de acuerdo con volver a intervenirse de nuevo.
DiscusiónLa liberación artroscópica del atrapamiento proximal del NSR una vez fracasado el tratamiento conservador ha obtenido buenos resultados clínicos a medio y largo plazo, sobre todo en casos moderados y graves. La primera descripción de la patología del NSE data de 188615-17, definiéndose como entidad nosológica en 1959 por Kopell y Thompson18. Aiello et al.19 diferenciaron el atrapamiento proximal (escotadura supraescapular) y distal (escotadura espinoglenoidea). El atrapamiento proximal afectará a supra e infraespinoso, mientras que el distal solo afectará a este último, siendo la causa mayoritaria de estos últimos un quiste espinoglenoideo20-22 en relación con lesiones SLAP tipo ii23-25.
Entre los mecanismos lesionales del atrapamiento proximal objeto de este estudio están descritos microémbolos de la arteria supraescapular, la compresión en la escotadura supraescapular que es estrecha o está osificada, la tracción repetitiva, la iatrogenia quirúrgica, las fracturas o la rotura y la retracción manguito rotador26. En cualquier caso, la gran variabilidad anatómica tanto de su recorrido como de la propia escotadura, donde el nervio está relativamente fijo, lo hacen muy vulnerable27,28.
La identificación clínica de un atrapamiento del NSE no es sencilla cuando no está asociada a una rotura de manguito, ya que un 38% de las roturas de manguito se asocia a patología del NSE, mientras que solo un 3% de la lesión aislada del nervio se da cuando no hay rotura de manguito29,30. Nuestra serie ha estado formada por casos idiopáticos, más difíciles de reconocer, por la sutilidad clínica que presentan. El dolor posterosuperior de características sordas y la debilidad en la función muscular (abducción y rotación externa con codo pegado al cuerpo)19 son comunes a otros procesos patológicos. Los test clínicos, como el de Lafosse et al.31, son poco sensibles y la atrofia muscular poco frecuente. Las pruebas electrofisiológicas son las que deben completar el estudio, ya que, aunque su negatividad no excluye el diagnóstico, como por ejemplo en pacientes con sarcopenia, su positividad nos permite orientar una toma de decisiones terapéuticas correctas32.
Pocos estudios hay en la literatura que hayan documentado los resultados de la liberación quirúrgica aislada del NSE13,33. Es más frecuente encontrar dicha liberación como un añadido en la reparación de roturas de manguito rotador para quitarle tensión al nervio34 que, si bien aumenta la tasa de curación del tendón35, no está claro que mejore realmente el curso clínico36.
En nuestro estudio hemos obtenido una mejoría estadísticamente significativa en todos los test clínicos. El parámetro que más ha mejorado ha sido el dolor, en más del 90% de los casos, al igual que en la mayor parte de los trabajos descritos donde oscila entre el 80 y el 95%37, aunque rara vez los pacientes llegan a estar asintomáticos. El segundo parámetro que más ha mejorado es la movilidad; sobre todo en abducción, elevación y rotación externa. La rotación interna suele recuperarse tarde y no siempre por completo. La mayor parte de las actividades de la vida diaria han podido volver a realizarse casi con normalidad. La fuerza es el parámetro que más ha costado recuperar, sobre todo en rotación externa, alcanzando la mayor parte de las veces un 80% respecto al brazo sano. La atrofia, aunque no es muy frecuente, cuando ha estado presente, es difícil revertirla por completo (sobre todo del infraespinoso)38.
El dolor, tras una mejoría inicial, se ha mantenido o aumentado en los primeros 3-6 meses tras la cirugía para comenzar a declinar entre los 6 meses y el año, donde se estabiliza y rara vez sufre importantes cambios (fig. 3). Este dato es novedoso en este estudio, pues en los ya publicados se comunican el dolor inicial y el final, pero no la evolución del mismo en el tiempo. Este hecho puede justificarse porque la manipulación directa o indirecta del nervio junto al proceso de cicatrización que sigue a la agresión quirúrgica puede irritar e inflamar el nervio, siendo responsable de este aumento de dolor en los primeros meses.
De hecho, solo una tercera parte de los pacientes ha conseguido la normalidad electrofisiológica en la última revisión, a diferencia de otros estudios, donde suelen estar asociados a una reparación de manguito39. Los grados graves y moderados son los que realmente han obtenido mayor mejoría clínica y electrofisiológica, con normalidad en la EMG al final del tratamiento en torno al 40 y el 60% respectivamente. El grado muy grave nunca ha conseguido la normalidad electrofisiológica y aunque los pacientes han mejorado, suele dejar un dolor residual relativamente alto40. Por otro lado, la escasa mejoría obtenida en los pocos grados leves intervenidos (5) haría necesario ajustar mucho la necesidad de cirugía en este subgrupo. Estos 2últimos grupos de pacientes (muy graves y leves) pueden explicar por qué el 25% de los pacientes no repetirían cirugía y remarcan la necesidad de ajustar las expectativas del paciente a los resultados probables. Esto puede justificar que nuestro número de casos en el tiempo, tras un periodo de crecimiento inicial de 3-4 años, se haya estabilizado e incluso disminuido, porque somos más cuidadosos a la hora de indicar.
La técnica artroscópica se ha mostrado segura y efectiva respecto a la técnica abierta clásica41, tan solo hay que prevenirse ante variaciones anatómicas de la arteria supraescapular (3% subligamentaria)42 o la osificación del ligamento transverso de la escápula que tiene una variabilidad étnica documentada (3% en blancos caucásicos; 1,3% en nuestra serie)43. Es importante no realizar el portal de Neviaser muy medial para evitar lesionar el nervio accesorio espinal44, siendo seguro realizar disección roma hasta 2,5cm medial a la articulación acromioclavicular (a unos 5cm medial al borde lateral de la coracoides), antes de encontrar el nervio o la arteria supraescapular45. El tiempo medio quirúrgico del proceso artroscópico completo ha sido de 46 min en nuestra serie. Según Yamakado46, que presenta la serie más larga descrita en la bibliografía (300 pacientes), se precisan 60 casos para aprender la técnica (en nuestra serie hemos estabilizado el tiempo en torno a 30-40 casos). La técnica tiene una tasa de curva de aprendizaje del 70%, es decir, en el segundo caso emplearemos aproximadamente un 70% del tiempo del que invertimos en el primero y así sucesivamente. La principal crítica de este artículo es que ni comunica resultados clínicos ni realiza pruebas electrofisiológicas previas a la cirugía para confirmar el diagnóstico, lo que limita la extrapolación de resultados.
Por tanto, y si bien el tratamiento conservador (medicación, fisioterapia, infiltraciones) ha de considerarse el tratamiento inicial de elección, aquellos pacientes con dolor persistente tras 8-12 semanas y una prueba electrofisiológica que indique un atrapamiento moderado o superior, deberían ser remitidos al especialista para valorar una liberación quirúrgica ya que los resultados de este estudio indican que demorar mucho este tratamiento hará que los resultados no sean los mejores47.
Nuestro estudio tiene varias limitaciones. La primera, que ha sido retrospectivo, lo cual disminuye el nivel de evidencia científica que podemos extraer. La segunda es que no ha comparado 2tratamientos, solo hemos analizado el resultado de la cirugía tras fracasar el tratamiento conservador. La tercera es que todas las cirugías han sido realizadas por cirujanos expertos en hombro, por lo que podría limitarse su validez para cirujanos no especialistas. Por contra, las fortalezas que tiene es que ha sido un estudio con un seguimiento medio de más de 5 años y con un número de pacientes (75) muy superior a casi todas las publicaciones relacionadas48,49 (tabla 1). Además, elimina factores de confusión, ya que ha aislado el tratamiento de la compresión aislada, proximal e idiopática del NSE, que es la más frecuente, de otras enfermedades asociadas, sobre todo, roturas de manguito o quistes espinoglenoideos (distal). La población de nuestro estudio no ha sido ni atleta profesional ni ha realizado deportes por encima de la cabeza con frecuencia, causa más frecuente de atrapamiento distal, salvo de forma recreativa puntual o bien relacionado con su trabajo.
Comparativa con literatura publicada
Autor | Tipo estudio | N | Tm | Edad (años) | Test clínicos (pre y postoperatorio) | Complicaciones |
---|---|---|---|---|---|---|
Clavert y Thomazeau32 | R | 9 | 18 | 37,6 | CS: 54 a 81 | Ninguna |
Garcia Junior et al.49 | R | 10 | 16,6 | 69,5 | UCLA: 11,7 a 26,1 | Ninguna |
Leclere et al.38 | R | 4 | 6,5 | 48,5 | SSV: 80-90% | Ninguna |
Lafosse et al.14 | P | 10 | 15 | 50,4 | CS: 60,3 a 83,4 | Ninguna |
Oizumi et al.9 | R | 25 | 18,5 | 63,9 | 88% control dolor | Ninguna |
Shah et al.47 | R | 24 | 22,5 | 49,3 | EVA: 7,6 a 2,9ASES: 36,5 a 70,6 | Ninguna |
Estudio actual | R | 75 | 63,7 | 44,1 | EVA: 8,8 a 2,1CS: 37,1 a 80,2DASH: 78,6 a 19,4 | 6 (8%): 3 recidivas + 2 infección superficial + 1 paresia NMC |
Todos los artículos tienen un nivel de evidencia iv. Solo se han incluido aquellos cuyos casos son liberaciones proximales del nervio de causa idiopática y no asociados a rotura de manguito.
ASES: American Shoulder andd Elbow Surgeons Shoulder Score; CS: Constant Score; DASH: Disability of the Arm, Shoulder and Hand score; EVA: Escala visual analógica; N: número de casos; NMC: nervio musculocutáneo; P: prospectivo; R: retrospectivo; SSV: Subjetive shoulder value; Tm: tiempo medio de seguimiento (meses); UCLA: University of California Los Angeles Shoulder Score.
La liberación artroscópica aislada de la compresión proximal del NSE tras fracaso del tratamiento conservador obtiene resultados satisfactorios en la mayoría de los pacientes. Pese a esta mejoría, a medio-largo plazo, rara vez el paciente llega a estar asintomático, sobre todo cuando hay afectación en la EMG muy grave, lo cual debemos explicar al paciente cuando se le ofrece la cirugía e intentar anticiparnos a ese grado lesional.
Nivel de evidenciaNivel de evidencia iv.
FinanciaciónNo se ha recibido ninguna fuente de financiación a la hora de realizar el mismo.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses a la hora de realizar y enviar este manuscrito.
Al servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital General Universitario Los Arcos del Mar Menor.
A los adjuntos que contribuyeron a mi formación, por ayudarme a desarrollar mi espíritu crítico.