La fractura homolateral de fémur y tibia, también llamada rodilla flotante, es una lesión poco frecuente que asocia cantidad de complicaciones locales y sistémicas al producirse por traumatismos de alta energía (accidentes de tráfico en su mayoría). Eso hace que el manejo de estos pacientes sea multidisciplinar y que el resultado no sólo dependa del enfoque traumatológico del paciente.
Material y métodoEl estudio retrospectivo de las rodillas flotantes diagnosticadas y tratadas en nuestro centro entre los años 1990 y 2000 agrupa a 17 varones y 4 mujeres. La edad media es de 25 (16-62) años. La pierna izquierda se afectó en 13 casos y la derecha en 8. La mayoría (70%) se debió a accidente de tráfico. El tiempo medio de seguimiento fue de 48 (12-120) meses. Con relación al fémur la fractura más frecuente fue la que afectaba al tercio (tipo A 3.2 de la AO). En la tibia la tipo B 2.3 con relación al tercio medio fue la más frecuente. Según la clasificación de Letts, la tipo D fue la más común (38%). El 40% de todas las fracturas fueron abiertas.
Catorce de los 21 pacientes fueron politraumatizados con una estancia media en unidades especiales de 5,2 días. En cuanto a fracturas asociadas, la de fémur contralateral fue la más frecuente. El tiempo medio hasta la cirugía fue de 5 días, y ésta en la fractura de fémur consistió en el 67% de los casos en enclavado endomedular, placa de 95° en el 23% y fijador externo en el 10% de los casos. En la tibia los métodos quirúrgicos usados fueron el enclavado (72%), fijador externo (14%) y otros (14%). Todos los pacientes precisaron transfusión sanguínea.
ResultadosPara la valoración de resultados se usó la escala de Kalström y Olerud. Dos pacientes presentaron un resultado excelente (10%), 7 un resultado bueno (34%), regular otros 8 (38%) y 4 un resultado malo (19%). En cuanto a las complicaciones, en dos casos fue preciso la amputación del miembro (9%), en 4 se produjo infección de la herida quirúrgica (19%) y en dos (9%) una embolia grasa.
ConclusionesEl tratamiento de los pacientes con una fractura homolateral de fémur y tibia es siempre un difícil problema. En traumatismos de alta energía asocian extensa afección de partes blandas y de órganos vitales. La movilización precoz del paciente politraumatizado es fundamental para evitar complicaciones asociadas y obtener los mejores resultados funcionales.
Homolateral fracture of the femur and tibia, so-called «floating knee», is an infrequent lesion associated with numerous local and systemic complications that is produced by high-energy trauma (mainly traffic accidents). The management of these patients is multidisciplinary and the outcome does not depend only on the approach to the patient's trauma.
Materials and methodsThe retrospective study of floating knees diagnosed and treated in our center between 1990 and 2000 had 17 men and 4 women. Their mean age was 25 years (range 16-62 years). The injury was to the left leg in 13 cases, and to the right leg in 8 cases. Most (70%) were caused by traffic accidents. The mean follow-up was 28 months (range 12-120 months). In relation to the femur, the most frequent fracture was of the middle third (AO type A 3.2). In the tibia, type B 2.3 of the middle third was the most frequent fracture. According to the Letts classification, type D was the most common (38%). Forty percent of the fractures were open. Fourteen of the 21 patients had multiple injuries and a mean stay in special units of 5.2 days. Associated fractures most often included fracture of the opposite femur. The mean time to surgery was 5 days. Surgery for femoral fracture was intramedullary nailing (67%), a 95o plate (23%), and external fixation (10%). In the tibia, the surgical methods most often used were nailing (72%), external fixa-tion (14%), and other (14%). All patients required blood transfusion.
ResultsOutcome was assessed with the Kalström and Olerud scale.
Two patients (10%) achieved an excellent result, 7 (34%) good results, 8 (38%) fair results, and 4 (19%) poor results. Complications consisted of limb amputation in 2 cases (9%), surgical wound infection in 4 patients (19%), and fat embolism in 2 (9%).
ConclusionsThe treatment of patients with ipsilateral femoral and tibial fracture is always difficult. High-impact injuries produce extensive damage to soft tissues and vital organs. Early mobilization of patients with multiple injuries is fundamental for avoiding associated complications and obtaining the best functional results.
Premio SECOT-MENARINI 2002