Editorial
Un recuerdo especial
Al final del presente número de la revista hay un in memoriam algo especial para el profesor Francisco Vaquero González. Este tipo de recuerdos afectuosos de la Sociedad hacia los que nos dejan es últimamente recogido en nuestro Boletín.
En este caso al hacer una excepción no hemos querido presentar nuestros respetos a una persona porque ha sido más o menos importante en la SECOT o en la cirugía española, ni siquiera porque haya sido presidente de nuestra Sociedad. El motivo fundamental por el que es recordado aquí es porque Paco Vaquero puso su esfuerzo y su mejor voluntad trabajando para nuestra Revista; fue secretario de Redacción entre 1952 y 1970 y director desde 1970 hasta 1986, cuando en el Congreso de Pamplona, el XXIV, fue relevado por el actual vicepresidente de la SECOT, Fernando Gómez-Castresana Bachiller. En suma, 35 años dedicado a esta Revista, treinta y cinco años en los que no había la tradición de escribir que hay hoy día entre nosotros (que aún es poca) y tuvo mayores dificultades para mantener viva la Revista, ayudado por su equipo o ayudando a los directores de la Revista cuando era secretario de Redacción.
Cuando anteriormente dije «no hemos querido presentar nuestros respetos...» hablaba en nombre de los demás compañeros ex directores de la Revista, los doctores José de Palacios y Carvajal, Fernando Gómez-Castresana Bachiller y Juan González del Pino, a los que me sumo.
Entre otras cosas quisiéramos resaltar el esfuerzo que hizo en tratar de unificar todas las revistas relacionadas con la especialidad que existían en España, entendiendo que aunque eran lícitos órganos de expresión de sociedades o grupos de trabajo con mayor especialización, la mayor profusión de revistas contribuía a una dispersión de los esfuerzos, haciendo más difícil que cualquiera de ellas tuviera un mejor y mayor capital científico; esto contribuía y contribuye a que hubiera y haya revistas de primera y de segunda y que todas tuvieran o puedan tener dificultad para «sobrevivir», salvo que aceptasen todos los trabajos que se recibieran. Esta idea ha venido siendo reforzada por los directores que le han seguido, y aunque podemos mejorar, ciertamente vamos en una dirección apropiada.
Doctor Vaquero reciba nuestro profundo y cariñoso recuerdo.
C. Villas
Director de la Revista