Charcot foot can be defined as a neuroarthropathy leading to foot deformity and often progressive degeneration. It is frequently evidenced by dislocations and fractures, instability and, in some cases, ulceration. When surgery is considered, the traditional approach for most cases has been below- knee amputation, but as greater experience is gained in foot and ankle reconstruction procedures, the salvage of these feet has become a possibility. Charcot foot reconstruction is indicated when the soft tissues are at risk, the foot is unstable or the shape of the foot prevents it fitting into a normal shoe. In most cases, realignment and fusion of the ankle, subtalar, talonavicular, and possibly of other medial column joints is necessary, along with a gastroc slide or Achilles tendon lengthening as excessive plantar flexion is often the initiating force for breakdown in the midfoot, the most commonly affected area.
Resection of plantar prominences may be needed to prevent ulceration from high pressure. This is successful when autofusion has occurred above the prominence; without fusion, resection is generally followed by more significant collapse and recurrence of prominences and/or ulceration.
El pie de Charcot se puede definir como una neuroartropatía que conduce a una deformidad y, con frecuencia, a una degeneración progresiva de las articulaciones del pie. Se caracteriza por luxaciones, fracturas, inestabilidad y, en algunos casos, ulceraciones. El tratamiento quirúrgico ha consistido tradicionalmente en la amputación por debajo de la rodilla, pero gracias a una mayor experiencia y conocimiento en la cirugía del pie y del tobillo es posible la reconstrucción en muchos casos. Estaría indicada cuando pueden aparecer o existen ulceraciones, si el pie es inestable, o cuando su morfología impide el uso de un calzado normal. En la mayoría de los casos, el realineamiento y la fusión del tobillo, la articulación subastragalina, astragaloescafoidea y posiblemente de otras articulaciones de la columna medial es lo más adecuado. A esto hay que añadir el alargamiento del gemelo o del tendón de Aquiles, ya que una excesiva flexión plantar es con frecuencia la causa que inicia la desestructuración de la parte media del pie, que es el área más afectada.
Puede ser necesaria la resección de las prominencias plantares para prevenir la ulceración por una excesiva presión. Proporciona resultados satisfactorios cuando ha ocurrido una fusión espontánea en la parte dorsal de la prominencia. De lo contrario la resección conduce generalmente a un mayor colapso y a la recidiva de dichas prominencias y/o ulceraciones.