Cuantificar la desviación angular de la articulación interfalángica distal (IFD) del 5.° dedo y la presencia de cambios degenerativos en IFD en jugadores de pelota y compararlos con una población española.
Material y métodosEstudio de casos y controles de una población de 40 pelotaris manomanistas federados y de un grupo control formado por 20 varones no practicantes de pelota. Se calcularon el ángulo IFD y la presencia de cambios degenerativos en la articulación.
ResultadosEl ángulo IFD medio del 5.° dedo en el grupo control fue de 2,6° en la mano dominante y de 2,9° en mano no dominante. Grupo de pelotaris: ángulo IFD de 6,8° en mano dominante y 10,9° en la no dominante. El ángulo IFD fue significativamente mayor en la mano no dominante (p=0,002) en el grupo de pelotaris. No se encontraron diferencias significativas entre ambas manos en el grupo control (p=0,572). Se hallaron diferencias estadísticamente significativas tanto para la mano dominante (p=0,001) como para la no dominante (p=0,001) al comparar grupo control con pelotaris. Los pelotaris tienen un ángulo IFD superior a los controles en ambas manos. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en grupo pelotari según la posición en la cancha (p=0,742 delantero, p=0,747 zaguero) ni por categorías (p=0,345 aficionado, p=0,346 profesional).
DiscusiónLa práctica de pelota a mano se asocia a la presencia de una clinodactilia postraumática de la falange distal del 5.° dedo. La mano no dominante presenta unos ángulos mayores en IFD. La presencia de clinodactilia no genera limitación funcional.
The aim of this study is to measure the DIP joint angle of the little finger and presence of degenerative changes in the DIP joint in Basque hand-pelota players and compare it with the general Spanish population.
Material and methodsCross-sectional study. We studied both hands of 40 male Basque pelota players (pelotaris) and 20 male controls. The assessment protocol consisted of a questionnaire, physical examination and bilateral plain radiographs. Distal interphalangeal (DIP) joint angle was measured on plain radiographs in both hands.
ResultsThe average DIP joint angle of the little finger in the control group was 2.6° in the dominant hand and 2.9° in the other hand. In the pelota players group we obtained a DIP angle of 6.8° in the dominant hand and 10.9° in the non-dominant hand. The DIP angle was significantly higher in the non-dominant hand (P=.002) in the pelota player group. Non-significant differences were obtained between both hands in the control group (p=.572). Significant differences were obtained in both player and control groups in the dominant hand (P=.001) and in the non-dominant hand (P=.001). Pelota players have a higher DIP angle in the little fingers than the control group. No differences were found in the pelota player group according to their position on the court (P=.742 forward, P=.747 defender) or sport level (P=.345 amateur, P=.346 professional).
DiscussionBasque hand-pelota produces post-traumatic acquired clinodactyly of the little finger. The non-dominant hand has a higher DIP joint angle. Clinodactyly poses no functional problems.
La pelota vasca es una actividad deportiva practicada fundamentalmente en el norte de España, sur de Francia y países americanos1-3. La modalidad de mano supone una actividad profesional con un alto impacto social y económico en las regiones en las que se practica. El peso de la pelota empleada oscila entre los 90 y 106 g, en función de las distintas categorías y federaciones existentes, alcanzando velocidades superiores a los 100km/h. La pelota es golpeada directamente por la mano cubierta por protecciones a modo de almohadillas, denominadas «tacos», sujetos por medio de tiras de esparadrapo. La zona de impacto en la mano es variable según la ubicación del pelotari en el frontón (delantero o zaguero), así como los diferentes tipos de golpeo que realice (volea, sotamano, gancho), siendo el área sobre las articulaciones metacarpofalángicas 2.ª, 3.ª y 4.ª la que presenta más incidencia de lesión1-3.
La clinodactilia postraumática del meñique consiste en la desviación angular de la falange distal del 5.° dedo de ambas manos y en la presencia de cambios degenerativos en la articulación interfalángica distal (IFD)4. Aparece con frecuencia en pelotaris, siendo descrita previamente en otros estudios, aunque no ha sido cuantificada su intensidad ni correlacionada con valores poblacionales de personas que no practican esta actividad deportiva5.
El objetivo del presente estudio es la evaluación clínica y la cuantificación del ángulo de desviación de la articulación IFD del dedo meñique de pelotaris en estudio radiográfico y compararlo con una muestra representativa de población española.
Material y métodoEstudio de casos y controles de una población de 40 pelotaris manomanistas federados y de un grupo control formado por 20 varones no practicantes de pelota en modalidad de mano.
Los criterios de inclusión de los casos fueron: edad entre 18 y 40 años. Práctica habitual y continua de la pelota a mano, estar federado en un club como aficionado o profesional y participar en las competiciones de la federación de pelota. Los pacientes en ambos grupos deben haber firmado un consentimiento informado para la participación en el estudio. Se consideraron criterios de exclusión la presencia de enfermedad infecciosa activa o tumoral y antecedente de cirugías previas. Para los controles se excluyó a aquellos pacientes que jugaran a pelota mano de forma recreativa u ocasional.
Las variables clínicas principales para el análisis fueron: edad, peso, talla, índice de masa corporal (IMC), mano dominante, posición en el frontón (delantero o zaguero), medición de IFD en 5.° dedo en estudio radiográfico y goniométrico, así como la presencia de cambios artrósicos en IFD. Se definió la clinodactilia como la desviación radial de la falange distal del 5.° dedo, con una angulación igual o superior a la del 4.°.
El protocolo consistió en el estudio de ambas manos en todos los casos (pelotaris y controles) mediante examen físico (fig. 1A) y evaluación radiográfica de manos en proyecciones anteroposterior y oblicua (fig. 1B). Para la evaluación radiográfica se trazó una línea longitudinal al eje de la falange media, se trazó una línea longitudinal por el eje de la falange distal y se calculó el ángulo obtenido entre ambas líneas mediante el lector de ángulos del sistema informático incorporado en el visualizador radiográfico (fig. 2). La recogida de datos de los casos y controles ha sido realizada de forma estandarizada y homogénea para ambos grupos. Las evaluaciones clínicas y radiográficas fueron realizadas por el autor de correspondencia.
Clinodactilia adquirida postraumática de ambos dedos meñiques de jugador profesional de pelota mano. A) Imagen de jugador profesional de pelota: clinodactilia bilateral e hiperqueratosis palmar. B) Radiografía de 5.° dedo de mano en proyección anteroposterior en la que se aprecia clinodactilia postraumática.
Se empleó el programa Excel 2008 para la recogida de los datos y la elaboración de tablas. El análisis estadístico de los datos se realizó utilizando el programa IBM SPSS statistics 15.0 para ciencias de la salud (SPSS Inc., Chicago, IL, EE. UU.), en el que se creó la base de datos. Para la realización del análisis estadístico las variables cuantitativas se expresan como media±desviación estándar y los datos cualitativos como frecuencias absolutas y porcentajes. Para el contraste de variables se empleó la prueba de la t Student para variables independientes y relacionadas para las variables cuantitativas y la prueba de la chi al cuadrado para variables cualitativas. Como valor de significación estadística se estableció el 95% (p<0,05).
Todos los participantes fueron informados del protocolo de estudio y se sometieron a él voluntariamente. Dicho protocolo fue presentado y aprobado por el comité ético del centro.
ResultadosEn el grupo de pelotaris (n=40), 18 jugaban como delanteros y 22 como zagueros, siendo 23 jugadores aficionados y 17 profesionales. No se encontraron diferencias significativas entre el número de delanteros y zagueros según la categoría deportiva (p=0,75).
La mano dominante fue la derecha en el 85% de los pelotaris y el 90% de los controles.
La edad media fue de 23,6 años (17-39) en el grupo pelotari y de 26,6 (21-39) en el grupo control. El IMC en el grupo pelotari fue de 25,1 y de 24,6 en el grupo control. El peso en el grupo pelotari fue de 81,6 kg y de 81,7 kg en el grupo control. No existen diferencias significativas entre el grupo pelotari y control en cuanto al IMC (p=0,422), la talla (p=0,281) y el peso (p=0,977), y sí existen en cuanto a la edad al estudio (p=0,037). La magnitud de la diferencia en cuanto a la edad (3 años) no ha supuesto un sesgo en las variables a estudiar. No existen diferencias significativas entre el subgrupo profesional y aficionado en cuanto al IMC (p=0,161) y sí existen en cuanto a la edad al estudio (p=0,016), la talla (p=0,032) y el peso (p=0,023). Como es esperable, la complexión física de los pelotaris profesionales (talla y peso) es mayor que la de los aficionados. No se objetivaron diferencias significativas entre el subgrupo delantero y zaguero en cuanto a la edad al estudio (p=0,296) ni el IMC (p=0,082) y sí existen en cuanto a la talla (p=0,006) y el peso (p=0,003). La complexión física de los pelotaris zagueros es mayor que la de los delanteros, al ser los primeros jugadores de mayor potencia y resistencia, y los delanteros, más ágiles, rápidos y de mayores reflejos.
El ángulo IFD medio del 5.° dedo en el grupo control fue de 2,6° en la mano dominante y de 2,9° en la no dominante. En el grupo de pelotaris encontramos un ángulo IFD de 6,8° en la mano dominante y de 10,9° en la no dominante (tabla 1). El ángulo IFD fue significativamente mayor en la mano no dominante (p=0,002) en el grupo de pelotaris. No se encontraron diferencias significativas entre ambas manos en el grupo control (p=0,572). Se hallaron diferencias estadísticamente significativas tanto para la mano dominante (p=0,001) como para la no dominante (p=0,001) al comparar el grupo control con el de pelotaris. Los pelotaris tienen un ángulo IFD superior a los controles en ambas manos (tabla 2). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el grupo pelotari según la posición en la cancha (p=0,742 delantero, p=0,747 zaguero) ni por la categoría (p=0,345 aficionado, p=0,346 profesional).
ADF según posición, categoría y mano
ADF dominante | Delanteros | Zagueros | Aficionados | Profesionales |
---|---|---|---|---|
Media | 7,17 | 6,64 | 7,52 | 6,00 |
S | 5,63 | 4,48 | 4,96 | 4,99 |
Amplitud | 0-18 | 1-16 | 0-16 | 0-18 |
ADF no dominante | Delanteros | Zagueros | Aficionados | Profesionales |
---|---|---|---|---|
Media | 11,39 | 10,59 | 9,96 | 12,29 |
S | 8,18 | 7,35 | 6,92 | 8,55 |
Amplitud | 0-29 | 1-30 | 0-29 | 1-30 |
Se observaron cambios degenerativos en la articulación IFD del meñique de la mano no dominante en 14 pelotaris (35%) y en 5 pelotaris (12,5%) de las manos dominantes. Existen diferencias estadísticamente significativas al comparar ambas manos (p=0,012) (tabla 3). No existen diferencias estadísticamente significativas en la presencia de fenómenos artrósicos degenerativos en la articulación IFD del 5.° dedo de la mano dominante y no dominante según la posición en el campo (p=0,155 dominante, p=0,327 no dominante) ni según la categoría deportiva (p=0,646 dominante, p=0,149 no dominante).
Artrosis en articulación IFD meñique según posición y categoría
Mano dominante | Delanteros | Zagueros | Aficionados | Profesionales |
---|---|---|---|---|
No | 14 (77,8%) | 21 (95,5%) | 20 (87,0%) | 15 (88,2%) |
Sí | 4 (22,2%) | 1 (4,5%) | 3 (13,0%) | 2 (11,8%) |
Mano no dominante | Delanteros | Zagueros | Aficionados | Profesionales |
---|---|---|---|---|
No | 10 (55,6%) | 16 (72,7%) | 17 (73,9%) | 9 (52,9%) |
Sí | 8 (44,4%) | 6 (27,3%) | 6 (26,1%) | 8 (47,1%) |
La clinodactilia del meñique y los cambios degenerativos en la articulación IFD no producen dolor ni han precisado ningún tratamiento en el momento del estudio.
DiscusiónLa desviación radial del 5.° dedo (clinodactilia postraumática adquirida) en jugadores de pelota vasca a mano ha sido descrita por otros autores1-5. Consiste en la desviación angular de la falange distal del 5.° dedo de ambas manos y en la presencia de cambios degenerativos en la articulación IFD6-8.
Como hemos demostrado con los resultados de nuestro estudio, la aparición de la deformidad está claramente relacionada con la práctica deportiva y no aparece en la población no pelotari que se usó como grupo control. La pelota vasca en la modalidad de mano produce además cambios degenerativos precoces en los deportistas que no se aprecian en la población general a esa edad tan temprana9-12.
En general, los pelotaris no se quejan por este problema y en pocas ocasiones demandan atención médica por el mismo13-15. No produce ninguna limitación funcional en el deportista e incluso algunos de los más veteranos lo muestran orgullosos como signo (o estigma) de haber jugado a pelota en su juventud, ya que en algunas zonas se considera como un deporte con connotaciones épicas.
Existen diversas teorías sobre la etiología de la deformidad. Algunos autores señalan que la desviación podría producirse por una epifisiólisis traumática con una epifisiodesis parcial (puente fisario) en la falange distal, pero ningún estudio ha podido demostrarlo16-18. En nuestra experiencia personal como médicos que tratan pelotaris en crecimiento, no hemos encontrado ninguna epifisiólisis o epifisiodesis parcial de la falange distal en las radiografías de pelotaris con fisis abiertas, y algunos de ellos han desarrollado la deformidad en la edad adulta tras el cierre fisario.
Nosotros pensamos que la deformidad se produce por esguinces de repetición del ligamento colateral cubital de la articulación IFD secundarios a traumatismos de repetición contra la pelota o la pared izquierda del frontón. Estos esguinces no son tratados habitualmente, no se inmovilizan y el pelotari continúa jugando y la articulación IFD desarrolla una inestabilidad lateral, que se puede demostrar con la exploración en algunos deportistas durante nuestra práctica médica habitual en los frontones. El efecto tractor de la inserción del tendón flexor profundo de los dedos en la falange distal actúa como cuerda de arco desarrollando la deformidad (fig. 3). En muchas radiografías puede observarse una calcificación del ligamento colateral cubital y un estrechamiento de la articulación IFD del meñique (fig. 4). En casos agudos se aprecia dolor e inestabilidad en esa zona.
Distensión de ligamento colateral cubital de articulación IFD y no tratada tras traumatismo repetitivo, desarrollando inestabilidad lateral. El efecto tractor de la inserción del tendón flexor profundo de los dedos en la falange distal actúa como cuerda de arco desarrollando la deformidad.
Es más común en la mano izquierda porque la mayor parte de las jugadas más difíciles se localizan cerca de la pared izquierda y es más fácil lesionarse la mano, ya sea contra la pared o la pelota.
No existen diferencias en su incidencia ni por la posición en el frontón (delantero o zaguero) ni en la categoría deportiva (aficionado/profesional).
ConclusionesLa práctica continuada de la pelota a mano se asocia a la presencia de una clinodactilia postraumática de la falange distal del 5.° dedo. Esta desviación no aparece en sujetos que no juegan a pelota.
Esta desviación no produce limitación alguna ni para la práctica deportiva ni para las actividades de la vida ordinaria.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Al Dr. Samuel Pajares Cabanillas, de la Clínica Universidad de Navarra de Madrid, por las ilustraciones realizadas.
Al departamento de salud del Gobierno de Navarra por la beca recibida para la elaboración de este trabajo.
Beca a Proyectos de Investigación en Ciencias de la Salud.Departamento de Salud del Gobierno de Navarra. (Orden Foral 1036/ 1999. Expediente 22/ 1999).