The purpose of this paper is to find out whether after knee arthroplasty the opinions of patient and surgeon coincide regarding functional evolution and pain.
Materials and methodsA questionnaire was administered to 50 patients subjected to total knee replacement as well as to the surgeons in charge of the procedures. The purpose was to find out the degree of concordance of the opinions of both groups in terms of the current evolution of the process. Five factors were analyzed, two of them by means of a visual-analog scale (patient satisfaction and pain) and the remaining three through a tour-grade scale (ability to walk, level of physical activity and fulfillment of preoperative expectations).
Results62% of the responses of surgeons and patients concurred. As regards general satisfaction with the procedure, no significant differences were found between the opinions of both groups. As far as pain was concerned, there were fairly significant differences since the surgeons tended to relieve that patients had less pain that they really experienced. Differences were also found in terms of the ability to walk: in general patients had more walking limitations than surgeons were willing to recognize. As for the fulfillment of preoperative expectations, surgeon and patient opinions tended to coincide.
ConclusionsFurther to knee arthroplasty, patients tend to take a grimmer view of their pain and walking ability status than the physicians that operated on them.
Conocer si después de una artroplastia de rodilla la opinión del paciente y del cirujano es coincidente en cuanto a la evolución funcional y el dolor.
Material y métodoSe ha realizado una encuesta a 50 pacientes intervenidos con una artroplastia total de rodilla, así como a los cirujanos responsables. El objetivo era conocer el grado de coincidencia de ambos en cuanto a la situación actual de la evolución del proceso. Se analizaron 5 aspectos, dos de ellos a través de una escala analógico-visual (satisfacción del paciente y presencia de dolor) y otros tres mediante una escala de 4 grados (capacidad de deambulacion, nivel de actividad física y cumplimiento de las expectativas preoperatorias).
ResultadosEl 62% de las respuestas coincidían entre los cirujanos y los pacientes. En la satisfacción general tras la intervención no se encontraron diferencias significativas entre las opiniones de ambos. La presencia de dolor mostró diferencias estadísticamente significativas; el cirujano cree que el paciente tiene menos del que verdaderamente padece. Se encontraron también diferencias en cuanto a la capacidad de deambulación; el paciente tiene más limitaciones para la deambulación, creyendo el cirujano que el paciente camina mejor. En cuanto a la consecución de las expectativas previas al procedimiento quirúrgico, la opinión mayoritaria era coincidente entre el cirujano y el paciente.
ConclusionesTras una artroplastia de rodilla la situación en cuanto al dolor y la capacidad de deambulación son peor valoradas por el paciente que por el cirujano que le ha intervenido.