La actividad física y los comportamientos inactivos poseen un efecto incuestionable sobre el estado de salud. En la población mayor, su estudio es de especial interés dada la relevancia que poseen sobre la morbimortalidad.
ObjetivoPresentar datos preliminares sobre los patrones de actividad e inactividad de una muestra de adultos mayores procedentes del Estudio IMPACT65+.
Material y métodosLa muestra incluyó los primeros 84 participantes (57% mujeres) del Estudio IMPACT65+ (edad 70,7±4,7). El tiempo en los diferentes patrones se registró durante 24 h mediante el monitor de actividad Intelligent Device for Energy Expenditure and Activity. Los patrones analizados fueron: estar de pie, tumbado, sentado o reclinado y las transiciones entre estos. En relación a los patrones de actividad fueron analizados caminar, subir o bajar escaleras, correr y saltar.
ResultadosLos resultados mostraron que el tiempo diario en patrones de inactivad (estar reclinado, sentado o tumbado) fue de 16,1±1,9 h (67% del día) mientras que el tiempo acumulado en patrones de actividad fue de 2,4±1 h (10% del día). Se observaron diferencias en la cantidad de tiempo sentado entre hombres y mujeres (9,7±3 h hombres vs. 7,5±2,7 h mujeres) y el tiempo pasado de pie (4,5±1,4 h hombres vs. 5,6±1,4 h mujeres). Estas diferencias fueron mayores en los participantes de mayor edad.
ConclusionesLos resultados preliminares muestran que los adultos mayores pasan una gran parte del día en patrones de inactividad, principalmente sentados, y que el sexo es el único factor analizado que afecta al tiempo empleado en los patrones de actividad analizados.
Physical activity and physical inactivity patterns can affect health status. In the elderly people, their study is relevant given the importance that they have on the morbidity and mortality.
ObjectiveTo present preliminary data on activity and inactivity patterns of a sub-sample of older adults from the IMPACT65+ Study.
Material and methodsThe sample included the first 84 participants (57% women) over 65 years (age 70.7±4.7). Time spent in activity and inactivity patterns was obtained from an Intelligent Device for Energy Expenditure and Activity monitor over a continuous period of 24hours. The patterns analysed were: standing, lying down, sitting or reclining, and the transition between them. The physical activity patterns analysed were; walking, step up or step down, running, and jumping.
ResultsTime spent in inactivity patterns like reclining, lying down, and sitting was 16.1±1.9hours (67% day), while the amount of time spent in activity patterns was 2.4±1.9hours (10% day). Differences were observed between men and women in the amount of hours sitting (9.7±3 men vs. 7.5±2.7 women) and standing (4.5±1.4 men vs. 5.6±2.7 women). These differences were greater in the older participants.
ConclusionsPreliminary results show that older adults spend a great part of day in inactivity patterns like sitting, and that gender is the only factor analysed that affects the time spent in the activity patterns analysed.
La actividad física (AF) ha mostrado tener múltiples beneficios en la salud. Conceptualmente, se considera AF a todo aquel movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos y que incremente el gasto energético1. Por el contrario, la inactividad física es la falta de AF y es considerada como el cuarto factor que más contribuye a la mortalidad a nivel mundial1.
La AF regular ha mostrado poseer múltiples beneficios para la salud en la población mayor1, entre ellos, la reducción del riesgo de discapacidad física, de enfermedad cardiovascular y de diabetes tipo 22, a la vez que posee efectos beneficiosos sobre la capacidad cognitiva y bienestar psicológico3. Sin embargo, en la población mayor se ha observado un descenso de la AF y un aumento de la inactividad4, de modo que disminuye la posibilidad de beneficiarse de los efectos positivos para la salud de un estilo de vida más activo.
En este sentido, un tiempo excesivo en posición sentado ha mostrado producir efectos metabólicos negativos únicos y distintos a los provocados por la falta de ejercicio5 suponiendo un alto riesgo para la salud. En la población mayor, este patrón de actividad ha mostrado ser muy prevalente6, observándose que mucho tiempo sentado se asocia con mayor riesgo de sobrepeso y obesidad7, así como con un aumento de la mortalidad por todas las causas independientemente de la actividad física realizada8.
El uso de monitores de actividad, especialmente de acelerómetros, se ha extendido en la última década9 en la investigación de los patrones de actividad y sedentarismo en diversos grupos de población, incluida la población mayor10. Este tipo de instrumentos de medición permite eliminar la subjetividad, el sesgo de recuerdo o la dificultad de cuantificar actividades ligeras halladas con el uso de otros métodos de medición como los cuestionarios10. Las últimas generaciones de acelerómetros van más allá de medir simplemente la cantidad e intensidad de actividad física realizada, siendo capaces de reconocer y cuantificar diversos patrones específicos de movimiento e inactividad, permitiendo de este modo, el estudio y la evaluación del impacto en la salud relacionado con la acumulación de tiempo en estos patrones o tendencias.
Este estudio tiene como objetivo presentar datos preliminares sobre los patrones de actividad física e inactividad desarrollados por una muestra de adultos mayores de 65 años así como mostrar las diferencias existentes asociadas al sexo, edad, nivel de estudios y estatus ponderal.
Material y métodosParticipantesLa muestra incluyó los primeros 84 participantes (48 mujeres) del Estudio IMPACT65+, cuyo objetivo es la valoración objetiva de la actividad física y su impacto en el síndrome de fragilidad, calidad de vida y salud de la población de 65 o más años. Los participantes fueron invitados a participar en el estudio. Tenían una edad comprendida entre los 65 y 86 años (70,7±4,7 años) y procedieron de diferentes centros de día y polideportivos municipales de la Comunidad de Madrid.
ProcedimientoLos participantes llevaron un monitor de actividad Intelligent Device for Energy Expenditure and Activity (IDEEA, MiniSun LLC, CA, EE. UU.). La autonomía de este monitor no permite la recogida de datos más allá de 48 h por lo que, para estandarizar la medición y realizar comparaciones entre los sujetos la monitorización fue de 24 h para todos los participantes. Este dispositivo consta de cinco sensores de movimiento (fig. 1) y son situados; dos en los muslos, dos en los pies y uno en la parte superior del tórax. El monitor de actividad puede reconocer hasta 40 tipos diferentes de actividades, siendo capaz de identificar correctamente el 98,9% de las posturas y movimientos de las piernas y el 98,5% de las actividades de movimiento como caminar11,12. En este estudio se muestran solo patrones principales de actividad como caminar, correr, subir o bajar escaleras, saltar, estar sentado, reclinado, tumbado, de pie, así como los tiempos de transición entre diversas posiciones. En las instrucciones facilitadas a los participantes se les pidió que realizaran su actividad habitual (excepto actividades acuáticas y/o baño). Datos antropométricos y sociodemográficos se recogieron en una entrevista personal previa a la colocación del monitor de actividad.
Análisis estadísticoEl análisis estadístico se realizó mediante ANOVA de una vía y la prueba t de Student para muestras independientes debido a la normalidad de los datos, estableciéndose el nivel de significación estadística en p<0,05. El análisis de los datos se realizó con el programa SPSS Statistics 22 (IBM Inc., Chicago, EE. UU.). Todos los participantes fueron informados previamente antes de la inclusión en el estudio y fue realizado tras la obtención del consentimiento informado. El protocolo del estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Universidad Autónoma de Madrid.
ResultadosLa tabla 1 muestra el tiempo invertido en cada uno de los patrones de actividad monitorizados. El conjunto de patrones inactivos (estar tumbado, reclinado y sentado) ocuparon un promedio de 16,1±1,9h, lo que supuso el 67% del tiempo diario, siendo la posición sentada la que supuso mayor tiempo acumulado (8,3±3h) respecto al resto de patrones; tumbado (6,5±2,4h) y reclinado (1,1±1,2h). Por otro lado, el tiempo en patrones de actividad física como caminar, correr, subir o bajar escaleras y saltar supuso un total de 147min (2,4±1h), es decir, el 10% del tiempo diario, siendo caminar el patrón que más aportó al global de patrones de actividad (2,3±0,9h), mientras que subir o bajar escaleras supuso 7±13min, y saltar y correr fueron actividades marginales (< 1min).
Tiempo invertido en los patrones generales de actividad registrados por el monitor IDEEA
Total | Sexo | Edad | Nivel de estudios | Estatus ponderal | ||||||||
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Hombre | Mujer | 65-69 | ≥70 | Estudios medios o universitarios | Sin estudios o estudios primarios | Normopeso | Sobrepeso | Obesidad | ||||
Hombre | Mujer | Hombre | Mujer | |||||||||
n | 84 | 36 | 48 | 15 | 28 | 21 | 20 | 28 | 56 | 13 | 46 | 25 |
Patrones de inactividad (min/día) | ||||||||||||
Tumbado | 390±145 | 360±146 | 413±142 | 402±105 | 431±112 | 330±165 | 387±175 | 389±149 | 390±144 | 405±141 | 388±140 | 386±161 |
Reclinado | 67±71 | 49±63 | 80±75 | 43±66 | 85±84 | 54±63 | 72±60 | 33±29 | 84±80*** | 59±101 | 60±55 | 82±80 |
Sentado | 509±180 | 584±179 | 453±161** | 524±180 | 435±147 | 626±169 | 479±178* | 534±190 | 497±175 | 486±199 | 519±163 | 503±203 |
Total | 967±113 | 994±124 | 947±101 | 982±134 | 963±112 | 1025±120 | 952±84* | 972±135 | 983±103 | 962±127 | 981±103 | 986±130 |
Patrones de actividad (min/día) | ||||||||||||
De pie | 309±90 | 272±86 | 337±84** | 279±96 | 319±81 | 266±80 | 361±83** | 299±103 | 313±83 | 298±79 | 305±90 | 321±97 |
Transiciones | 12±8 | 13±9 | 11±7 | 11±9 | 10±5 | 14±9 | 13±9 | 14±11 | 11±5 | 10±5 | 11±6 | 14±10 |
Caminar | 139±59 | 139±62 | 139±58 | 145±70 | 153±58 | 135±56 | 121±55 | 150±63 | 134±57 | 170±72 | 137±55 | 127±58 |
Escaleras | 7±13 | 13±19 | 3±3** | 17±22 | 2±2* | 10±17 | 3±3 | 8±15 | 7±13 | 8±18 | 9±15 | 3±4 |
Correr | 0±1 | 1±2 | 0±0 | 1±2 | 0±0 | 0± 2 | 0±0 | 1±2 | 0±1 | 0±0 | 0±1 | 0±0 |
Saltar | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 | 0±0 |
Total | 147±60 | 153±63 | 143±59 | 163±72 | 156±58 | 146±57 | 124±56 | 159±62 | 141±59 | 178±69 | 147±57 | 130±57 |
Los datos son expresados en promedio de min/día ± desviación estándar. Las diferencias estadísticamente significativas se muestran en negrita.
La acumulación del tiempo fue diferente según el sexo, de modo que los hombres permanecieron más tiempo en posición sentada que las mujeres (9,7±3h vs. 7,5±2,7h) y utilizaron las escaleras durante mayor tiempo (13±19min vs. 3±2min). Asimismo, se observó un mayor tiempo en posición de pie en las mujeres que en los hombres (5,6±1,4h vs. 4,5±1,4h). Las diferencias por sexo en el tiempo sentado y de pie fueron mayores en los sujetos de mayor edad (10,4±2,8h hombres vs. 7,9±2,9h mujeres en tiempo sentado; 4,4±1,3h hombres vs. 6,1±1,4h mujeres en tiempo de pie). Por otro lado, no se encontraron diferencias en el tiempo acumulado en cada patrón de actividad según el estatus ponderal o nivel de estudios a excepción del tiempo invertido en posición reclinada, que fue menor en los participantes con estudios medios o universitarios en comparación con los participantes con menor nivel de estudios (33±29 vs. 84±80min).
DiscusiónLos resultados mostraron que los participantes pasaron una parte muy relevante del día en patrones inactivos tales como estar tumbado, reclinado y sentado. En relación a los patrones de actividad analizados, caminar fue el patrón que más tiempo acumuló. Se observaron diferencias en la forma de acumular el tiempo en varios de los patrones analizados en relación con el sexo, la edad y el nivel de estudios.
Los elevados tiempos observados en este estudio (67% del tiempo diario) en relación con los patrones de inactividad (tumbado, sentado y reclinado) son similares a los resultados obtenidos en estudios anteriores, mostrando que los adultos mayores permanecen entre un 60 y un 70% del tiempo diario en patrones de inactividad13,14.
El tiempo sentado y tumbado ocupó en torno a 15 h. Este tiempo es relativamente inferior a lo observado en otros estudios15 donde estos mismos patrones sumaron en torno a 18 h. Este menor tiempo puede ser debido a que, a diferencia de otros estudios donde se registraron en total tres patrones de actividad, uno de ellos de forma agrupada (tumbado + sentado), en nuestro estudio se registraron un total de nueve patrones de forma totalmente independiente.
Analizando solo la posición sentada, el tiempo acumulado es similar a otros estudios realizados con medidas objetivas y que han documentado tiempos de más de 8 h11,14, si bien, a diferencia de estos, en nuestro estudio encontramos diferencias notables en relación con el sexo (más de 2 h en hombres) en el tiempo que permanecieron en esta posición. Estas diferencias pueden ser debidas a que las mujeres pasaron más tiempo de pie (más de 5 h y media) suponiendo un 25% más en esta posición que en el caso de los hombres (en torno a 4 h y media), cuyo tiempo se asemeja más a la media de tiempo observada en otros estudios en esta población15.
En relación a los patrones de movimiento, caminar fue el patrón que registró mayor acumulación de tiempo. Este tiempo fue superior a las dos h, cifras similares a las obtenidas en estudios previos15,16 y representando el 95% del total del tiempo invertido en actividad física, consolidándose como la actividad física preferente en esta población y por consiguiente, la que más podría contribuir al mantenimiento de un mejor estado de salud1. De este modo, cabría pensar que con el tiempo acumulado en esta actividad podrían cumplirse las recomendaciones realizadas por diversos organismos1, pero debe señalarse que el tiempo acumulado en el patrón caminar incluye los desplazamientos cortos y de muy baja intensidad (deambulación). Además podrían haber sido realizados en periodos continuados inferiores a 10 min por lo que los beneficios para la salud podrían no ser los esperados.
Por otro lado, los patrones saltar y correr fueron actividades marginales y subir o bajar escaleras resultó ser un patrón más importante en hombres que en mujeres. Una de las explicaciones podría ser el miedo a las caídas y mayor riesgo de fracturas en mujeres. Este patrón no ha sido estudiado previamente en esta población en condiciones fuera de laboratorio, a pesar de ser un tipo de actividad que podría aportar información relativa a la independencia funcional.
Este estudio presenta ciertas limitaciones como la medición de un único día a través del monitor de actividad así como la no representatividad de la muestra. Por otra parte, una de las fortalezas de este trabajo es la aportación de información objetivamente evaluada sobre diferentes patrones de actividad en una muestra de adultos españoles mayores de 65 años. Además, el uso de un monitor de alta precisión que permite eliminar el sesgo de recuerdo observado en los cuestionarios10 y agravado en la población mayor por problemas asociados al declive cognitivo debido a la edad. De este modo, una información fiable y precisa de los patrones de movimiento en la población mayor permitirá a investigadores y profesionales del área aumentar el conocimiento sobre posibles tendencias negativas que pueden afectar de forma directa en la salud.
En conclusión, los resultados de este estudio muestran que los adultos mayores tienden a ocupar la mayor parte del día en patrones relacionados con la inactividad física, especialmente sentados. Asimismo, muestran que el tiempo empleado en diferentes actividades presenta diferencias según el sexo, de modo que los hombres pasan más tiempo sentados, mientras que las mujeres pasan más tiempo de pie.
FinanciaciónEl Proyecto IMPACT65+ ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, número de referencia DEP2013-47786-R. MAC y SHF disfrutan de un contrato de Formación de Personal Investigador perteneciente al programa de ayudas propias de la Universidad Autónoma de Madrid (FPI-UAM 2016).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.