El carcinoma basocelular (CBC) es el cáncer cutáneo más frecuente y junto con el carcinoma espinocelular (CE), representa el 95% del cáncer cutáneo no melanoma. La incidencia aumenta con la edad, especialmente a partir de los 40 años, y la prevalencia se relaciona con zonas geográficas donde existe una gran exposición a la luz ultravioleta, como ocurre en las regiones tropicales y subtropicales, aunque en nuestro medio su incidencia es lo bastante representativa para constituir uno de los motivos de consulta dermatológica más importantes1, sobre todo en la población anciana. Aunque no suele metastatizar, produce destrucción local importante si no realiza un tratamiento precoz.
Existen diferentes modalidades de tratamiento para estos tumores, como criocirugía, terapia fotodinámica, cirugía de Mohs, láser, radioterapia, o modificadores de la respuesta biológica, como el imiquimod2. Sin embargo, el tratamiento quirúrgico clásico sigue siendo la técnica empleada con mayor frecuencia.
Materiales y métodosSe estudió de forma retrospectiva a todos los pacientes de más de 65 años intervenidos en el Hospital San Cecilio de Granada durante el período enero-diciembre de 2007 con diagnóstico anatomopatológico de CBC y se excluyeron los casos que previamente habían recibido otro tratamiento. Se realizó un análisis descriptivo de la distribución por sexos, localización, tamaño, tipo histológico, afectación de márgenes quirúrgicos y la asociación con más CBC o CE.
ResultadosSe incluyó en el estudio a 188 pacientes, con una edad media de 77,4 años, y se analizó un total de 261 CBC. La distribución por sexos resultó bastante homogénea, predominando ligeramente las mujeres (52%).
La localización más frecuente de estas lesiones fue la cara y el cuello, con 216 CBC (82,75%), principalmente la nariz (85 casos [32,6%]), seguida de la frente (38 lesiones [14,6%]) y mejilla (35 tumores [13,7%]). Menos del 5% (13 lesiones) se localizaron en las extremidades y el 12,26% (32 casos) en el tronco. La variedad histológica más frecuente fue el tipo sólido o nodular, con 168 casos (64,6%), seguido de las variantes quística con 41 (15,4%), superficial multicéntrica con 38 (14,6%) y esclerodermiforme con 14 (5,4%). Hasta un 25,3% de los tumores estaban ulcerados y un 8,4%, pigmentados.
El 21% de los pacientes tenían más de un CBC, con una media de tres por paciente en este grupo; sin embargo, algunos pacientes presentaron hasta 7 CBC. La asociación de un CBC con CE se observó en el 7% de los sujetos intervenidos. En relación con el tamaño de los CBC, se advirtió que en el 17% de los casos el tamaño del tumor superaba los 2cm de diámetro máximo. La afectación del margen quirúrgico ocurrió en 21 tumores (8,04%), fundamentalmente los localizados en la cara y con variante nodular.
DiscusiónEl CBC se ha relacionado con la exposición intermitente a la radiación ultravioleta, produciéndose un incremento de la prevalencia con la edad, con un pico máximo de incidencia a los 70 años3 y la localización preferente en zonas fotoexpuestas, como la cara y el cuello. Sin embargo, también se han implicado factores genéticos en la patogenia de estos tumores.
La distribución de los distintos subtipos histológicos es similar a la importante serie publicada en 2002 por Scrivener et al4 (78,7% nodular, 15,1% superficial y 6,2% esclerodermiforme), y difiere de la serie de Bernard et al5, en la que encuentran un mayor porcentaje de la variedad superficial (50,7%).
La frecuencia de CBC múltiples en un grupo importante de pacientes señala la necesidad de realizar una exploración integral del paciente anciano que consulta por un tumor cutáneo para conseguir un diagnóstico temprano de otras lesiones y realizar el tratamiento en un solo acto quirúrgico. En un porcentaje elevado (17%), el tamaño del tumor superaba los 2cm de diámetro; en la mayoría de estos pacientes, se ha de recurrir a cirugía con anestesia general, lo que aumenta la morbimortalidad de la intervención puesto que en muchos casos se trata de pacientes plurimedicados y pluripatológicos. Además, se dificulta la reconstrucción por lo que es necesaria la colación de injertos dermoepidérmicos o realización de grandes colgajos que consiguen peores resultados estéticos (fig. 1).
La afectación de los márgenes quirúrgicos es similar a la definida en otros estudios6 (7,7%), pero inferior a otras series cuando las lesiones no han sido extirpadas por dermatólogos7. Sin embargo, no en todos los casos en que se observa afectación de los márgenes quirúrgicos se produce recurrencia; diversos estudios prospectivos a varios años confirman que ésta ocurre en el 30–39% de los casos8,9. Por tanto, el riesgo de recurrencia depende del margen afectado (es mayor cuando se afecta el margen profundo que el lateral), de la localización (mayor en zona medio facial) y de si ha sido tratado inicialmente con plastias o colgajos10. En estos casos en los que se opta por reintervenir, la cirugía micrográfica de Mohs es la opción más adecuada10.
El CBC es un problema cutáneo importante en la población anciana; sin embargo, cuando el diagnóstico se realiza de forma temprana y el tumor es de pequeño tamaño, las posibilidades de curación en un solo acto médico, y con muy buenos resultados estéticos, son muy elevadas.