Objetivos: Conocer e identificar la sospecha clínica de un aneurisma de aorta abdominal
Metodos: Estudio descriptivo de un paciente de 83 años con antecedentes de hipertensión arterial, diabetes, cardiopatía isquémica, insuficiencia venosa, diverticulosis. Presentaba dolor epigástrico que irradia a cuello de 2h de evolución, cortejo vegetativo, A la llegada del médico el paciente presenta auscultación cardiopulmonar normal, exploración abdominal con abdomen blando, depresible molestia a la presión epigástrica, se palpa una masa abdominal pulsátil con soplo. Constantes: PA 180/90mmHg, FC 110lpm, glucemia 118mg/dl, spO2 93% y ECG con RS a 110lpm, PR a 165ms, QRS estrecho, sin alteraciones de la repolarización y con extrasístoles ventriculares aisladas. Tras valorar al paciente y dadas la cifra de PA, se pauta enalapril sublingual de 5mg y se diagnostica epigastralgia compatible con reflujo gastroesofágico y posible aneurisma de aorta abdominal, siendo derivado al hospital para confirmación diagnóstica y tratamiento.
Resultados: En el hospital, tras la realización de ECO abdominal se detecta un aneurisma de aorta abdominal de 3,4cm y diagnosticado también de reflujo gastroesofágico, siendo tratado con omeprazol y ondansetrón 1 amp/i.v. y es dado de alta a los 16h tras el ingreso.
Conclusiones: El aneurisma de aorta abdominal es generalmente un proceso asintomático y su diagnóstico suele ser casual durante exploraciones realizadas por otros motivos.
Es fundamental hacer el diagnóstico de sospecha en atención primaria o en la residencia sociosanitaria, mediante la historia clínica y la exploración del paciente, en los pacientes susceptibles (mayores de 60 años, aterosclerosis y/u otros factores de riesgo cardiovascular) así como la palpación y auscultación de la aorta abdominal.
La ECO abdominal es la técnica de elección para la confirmación de sospecha diagnóstica, por sus altas sensibilidad, especificidad y eficiencia (coste/beneficio).
No hay un tratamiento médico específico y le evolución natural es hacia la rotura, por lo que resulta fundamental el diagnóstico previo, el seguimiento del paciente y, según el tamaño y las características, la cirugía programada, ya que la cirugía de urgencia asocia una alta mortalidad.