EDITORIAL
Barcelona 2000. Con el siglo por delante
Cervera Alemany, A. M.
Presidente del Comité Organizador del 23º Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y del 10 è Congrés de la Societat Catalanobalear de Geriatría i Gerontología.
Los días 7, 8, 9 y 10 de junio del año 2000 se va a celebrar en Barcelona el 23º Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y el 10º de la Societat Catalanobalear de Geriatría i Gerontología (SCBGG). Hasta aquí sería el enunciado y el aviso para poner en conocimiento de todas aquellas personas que trabajan en el mundo de las personas mayores que dos Sociedades Científicas van a organizar durante estos días una serie de actividades en el marco del Palau de Congressos de Barcelona. Pero ambas Sociedades saben que Barcelona 2000 (BCN 2000) va a coincidir con el 50 Aniversario del primer Congreso de la SEGG que se hizo el año 1950 en Barcelona. Y ahora, 50 años después, volveremos a estar en Barcelona para recordar, pero sobre todo para trabajar por el futuro.
Barcelona ha acogido otras veces congresos de la SEGG. La Geriatría ha estado vinculada desde hace muchos años con Barcelona. La tradición de atención a nuestros mayores ha sido una constante en esta ciudad. La SEGG, con sus 52 años de vida, y la SCBGG, con 20, son dos Sociedades que saben bien lo que ha sido el desarrollo de la Geriatría y la Gerontología, saben lo que ha sido la historia, saben lo que es el presente.
Con el siglo por delante, ¿por qué? Entendemos lo que es, lo que quiere decir, está claro lo de Barcelona 2000, pero ¿qué queremos decir con lo del siglo por delante?
¿Cuántas veces, en nuestro quehacer diario, nos hubiera gustado tener la oportunidad de detener el tiempo? Nosotros, todos nosotros, estamos inmersos en una dinámica de trabajo que nos obliga a estar permanentemente en actividad, a estar pendientes de tantas cosas a la vez, que nos es difícil, a veces, detenernos, aunque sólo sea para tomar aire. Pero cuando tenemos un siglo por delante, con alegrías, con tristezas, con incertidumbres, con ilusiones, con responsabilidades, creo que puede ser necesario un alto en el camino para hablar, escuchar, enseñar, aprender, compartir, corregir, conocer.
BCN 2000 quiere ser un espacio, un tiempo, un lugar, donde todos los que nos encontramos cerca de las personas mayores, podamos reflexionar sobre el futuro asumiendo nuestro pasado. La SEGG y la SCBGG están organizando un congreso donde cabemos todos, como individuos y como grupos, como personas y como comunidades, cabemos como miembros de una sociedad que asume los retos que nos plantea el envejecimiento de la población fruto de las mejoras sociales y los avances conseguidos por todos.
¿Por qué tenemos que estar en BCN 2000? A menudo, cuando recibimos el anuncio de un acto, de una jornada, de un congreso, nos preguntamos si debemos ir. Los motivos que tenemos cada uno de nosotros para ir o no ir a una convocatoria pueden ser muy diversos. En el caso de BCN 2000, el próximo congreso de la SEGG y de la SCBGG, encontramos muchos motivos para no faltar a la cita. Por los temas científicos que se van a abordar, por los ponentes que los van a desarrollar, por las comunicaciones que esperamos recibir, por las actividades que pensamos desarrollar, por la ciudad que nos va a acoger, por el trabajo que se está realizando, por tantas cosas, creemos que debemos estar en Barcelona en junio del 2000.
¿Qué esperamos de BCN 2000? Cuando se pone en marcha una organización para un evento de estas características todos pensamos en ofrecer un montón de cosas que puedan interesar a las personas que acudan a él, pero si hacemos el esfuerzo de pensar qué es lo que se espera de nosotros entonces la respuesta requiere una buena dosis de reflexión. ¿Qué puede interesar a tantas personas distintas, a tantos profesionales distintos, a tantos colectivos distintos? ¿Hay algo nuevo que no se haya contado ya? Han pasado 22 congresos y otras tantas reuniones de la SEGG y nueve congresos y otras tantas reuniones y jornadas de la SCBGG, donde se han contado muchas cosas. En estos años muchas cosas se han superado, se han conseguido muchas metas, pero siguen quedando peldaños por subir, objetivos por cubrir, por tanto aún tendremos que poner mucho esfuerzo para seguir.
Pero no quisiera que perdiéramos nuestra razón de ser. Tanto la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, como la Societat Catalanobalear de Geriatria i Gerontología tienen que responder ante una realidad ineludible, que son las personas mayores, como colectivo y como individuos. Si todo lo que hacemos, pensamos, organizamos, no tiene en cuenta las necesidades de la gente mayor de nuestro entorno, más lejano o más cercano, algo no estamos haciendo bien.
De cada uno de nosotros esperan, cada una de estas personas mayores, que hagamos cada día mejor nuestro trabajo, que nos formemos cada día más para desarrollar nuevas aptitudes, pero sobre todo, esperan de nosotros que sigamos siendo personas sensibles a sus necesidades, que aprendamos cómo atenderlas mejor cada día, que hagamos que sean más llevaderas, que estemos más cerca de estas personas que, si bien entre todos hemos conseguido que cumplieran más años, también seamos capaces de demostrarles, con nuestro ejemplo de todos los días, que son parte de nuestra sociedad, que son parte de nosotros, y somos parte de ellas. Y así como nosotros encontramos en ellas el ejemplo y el motivo, ellas encuentren en nosotros la ayuda y el trabajo.
Quizá el siglo que tenemos por delante sea testigo de cómo hagamos las cosas, quizá será también juez, pero ahora es oportunidad, con alegrías, con tristezas, con incertidumbres, con ilusiones. Con la esperanza de que en Barcelona, en junio del 2000, todos los que formamos parte de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, de la Societat Catalanobalear de Geriatria i Gerontología, de todas las Sociedades Autonómicas, de todas las Instituciones y Entidades, y todos los que creemos en una sociedad cada vez más justa, encontremos todo aquello que necesitamos para hacer mejor el trabajo de cada día.
¡Os esperamos en Barcelona!
Barcelona, 30 de enero 2000