Evaluar la eficacia del ejercicio físico sobre el nivel físico, funcional y psicológico de personas mayores institucionalizadas.
Material y métodoEstudio cuasi-experimental sobre personas mayores institucionalizadas en dos residencias. La intervención consistió en un programa de ejercicio físico suave de 2 sesiones semanales de 60min durante 8 semanas. Se evaluó la movilidad articular, fuerza muscular, marcha y equilibrio, situación funcional, dolor, estado cognitiva y sensación de bienestar psicológico.
ResultadosLos participantes se dividieron en grupo de intervención (n=24) y grupo control (n=27). Se obtuvieron mejorías estadísticamente significativas en la extensión de rodilla, flexores de codo y extensores de rodilla, equilibrio y marcha, capacidad funcional y cognitiva, así como bienestar del grupo de intervención. Finalmente, tras el tratamiento, la percepción de dolor fue menor.
ConclusionesLa aplicación de programas de ejercicio físico presenta resultados positivos tanto en aspectos de carácter físico como funcional y psicológico. Por tanto, tratamientos de ejercicio físico pueden permitir al anciano prevenir o retardar diversas alteraciones asociadas al envejecimiento, evitando con ello incapacidades y pérdidas de funciones
To assess the effects of physical exercise on physical, functional and psychological dimensions in nursing home residents.
Material and methodA quasi-experimental design was used to test for treatment effects in a sample of elderly residents in two nursing homes. The treatment consisted of 8 weeks (two 60-minute sessions per week) of light physical exercise. Joint mobility, muscle strength, walking and stability, functional capacity, pain, cognitive status and psychological well-being were assessed as potential treatment outcomes.
ResultsParticipants were divided in a treatment group (n=24) and a control group (n=27). Statistically significant differences were found in knee extension, elbow flexors and knee extensors, stability and walking ability, as well as in functional capacity, cognitive functioning, and well-being. Pain perception decreased after the treatment.
ConclusionsThe application of a physical activity program had positive effects on physical, functional and psychological facets of the residents’ lives. Therefore, physical activity may prevent or reduce several medical and psychological problems associated with old age, thus avoiding functional loss and disability.
Asociados al hecho de envejecer se producen cambios importantes en la disminución de la capacidad física, aumentando las posibilidades de alteraciones posturales y pérdida de movilidad articular y flexibilidad y de deterioro de la capacidad funcional, aspectos que pueden agravarse como consecuencia de ciertos hábitos adquiridos y de la inactividad. Todo ello tiene como consecuencia una evidente disminución en la calidad de vida, generando una mayor pasividad y dependencia de los demás, no solo en lo físico y funcional, sino también en aspectos psicológicos.
La condición muscular es uno de los componentes de la condición física, y durante muchos años se ha reconocido su importancia en la realización de actividades, sobre todo en la edad avanzada ya que mover objetos, desplazarse, levantarse, subir escalones, etc., puede verse afectado generando dependencia. Así, una mejora de la fuerza, aunque sea pequeña, puede provocar cambios en la capacidad funcional que ayuden a conservar la independencia y a la realización de forma más autónoma de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD), motivo por el cual el estudio de la condición muscular es de especial interés.
Por otra parte, se debe tener en cuenta que la magnitud de la pérdida de fuerza muscular y de la potencia muscular en el anciano no es homogénea, sino que está en función de diversas variables como el género, grupos musculares y tipos de regímenes de contracción muscular (concéntrica, excéntrica e isométrica). En un estudio1 realizado para la verificación de la calidad muscular, se aplicaron pruebas para determinar la torsión muscular en las contracciones concéntricas y excéntricas de los miembros superiores e inferiores, observándose una pérdida más pronunciada de la calidad muscular en los miembros inferiores que en los superiores (aproximadamente el 30%), y siendo más importante en las contracciones concéntricas que en las excéntricas, en ambos sexos.
En relación con los cambios en el sistema óseo y, concretamente, con la pérdida de la flexibilidad y movilidad articular de las personas de la tercera edad, su importancia radica en que afecta a la facilidad con la que pueden moverse y a la coordinación, teniendo como consecuencia más directa el aumento de caídas, las cuales y, especialmente, las de repetición, son un marcador de fragilidad en el anciano, ya que anticipan el riesgo de progresiva dependencia funcional e incapacidad2.
Así, parece clara la necesidad de implementar programas para evitar o retrasar ese deterioro, existiendo en nuestro contexto algunos trabajos en los que se describen terapias físicas con este objetivo y, en las que a partir de ejercicios y pautas fisioterápicas, se producen mejoras a nivel físico y en las relaciones interpersonales3. También, desde el contexto internacional4, se plantea la necesidad de prevenir cualquier deterioro en la salud y aumentar la independencia en las actividades de vida diaria, teniendo la rehabilitación física un importante papel en este sentido, ya que este tipo de tratamientos pueden ser eficaces en el incremento de la condición física y cuidado de las personas mayores a largo plazo.
De este modo, se propone como hipótesis de este trabajo comprobar que la realización de un tratamiento específico de ejercicio físico produce de forma principal efectos beneficiosos en el ámbito físico y funcional, si bien, también se observarán efectos positivos en el ámbito psicológico.
Material y métodosDiseño, participantes y descripción de la muestraLa muestra la componen ancianos institucionalizados, con edades entre los 65–97 años, de dos residencias ubicadas en el Vedat de Torrent (Valencia), que dieron su consentimiento para participar en el estudio.
Por lo que se refiere al diseño, este fue de carácter cuasi-experimental con grupo control no equivalente, dividiéndose la muestra en 2 grupos: una de las residencias fue elegida al azar para que sus ancianos fueran sometidos al tratamiento, mientras que la otra actuó como control.
Instrumentos y medidasPara valorar la eficacia del programa se utilizaron diferentes medidas, que a continuación indicamos y describimos.
En relación con la valoración articular, exclusivamente se analizaron movimientos activos, utilizando valores promediados establecidos como normales5. Así, se tomaron medidas de valoración articular y muscular en codo y rodilla, por su utilidad para conocer los cambios que se producen en la articulación tras la realización de ejercicio físico6,7. Únicamente se tomaron las medidas en el lado dominante de cada participante como referencia de los posibles beneficios.
Por lo que respecta a la medida, se utilizó un goniómetro universal para el estudio del ángulo efectivo de recorrido en los movimientos de flexión (en positivo) y de extensión (en negativo), tomando 3 medidas repetidas para obtener el promedio y evitar posibles errores o compensaciones8,9.
Para valorar el estado muscular se utilizaron el método Kendall10 y las medidas de contornos musculares (área muscular o medidas antropométricas), realizándose, al igual que en la valoración articular, solo en los relacionados con codo y rodilla del lado dominante. El método Kendall, de uso frecuente en este tipo de valoración, consta de una escala con 6 niveles que clasifican la fuerza del músculo, considerando 3 factores: gravedad, resistencia y fatiga, y se utilizó para el análisis de la fuerza de cuadriceps (extensor de rodilla) y de bíceps (flexor de codo). De forma complementaria, se analizó la circunferencia de los miembros como indicador del estado muscular11,12 con una cinta de 0,5cm de ancho flexible, no extensible.
La valoración del equilibrio y la marcha fue realizada con la escala Tinetti13. Por lo que respecta a la valoración funcional, se utilizó el índice de Barthel13–16. Para la valoración del dolor, se utilizó una escala visual analógica, consistente en una línea recta con las leyendas «sin dolor» y «dolor máximo» en cada extremo. El paciente anota el grado de dolor que siente, de acuerdo con su percepción individual, oscilando su puntuación entre 0, no dolor, y 100, dolor insoportable. En relación con el estado cognitivo se aplicó el mini examen cognoscitivo17, versión adaptada y validada del Minimental State Examination18.
Por último, se aplicaron las escalas de bienestar psicológico19, utilizándose una versión reducida y validada en castellano20, cuyo formato de respuesta tiene puntuaciones comprendidas entre 1 (totalmente en desacuerdo) y 6 (totalmente de acuerdo), y que se compone de 6 factores: autonomía, dominio del ambiente, autoaceptación, relaciones positivas con otros, crecimiento personal y propósito en la vida.
ProcedimientoSe desarrolló una intervención basada en ejercicio físico, cuyo objetivo principal era mantener el estado físico y funcional. Como objetivos más específicos se plantearon: ejercitar y/o mantener el tono muscular, el control tónico postural y la capacidad de marcha y el equilibrio; estimular la organización espacial y coordinación; conservar la capacidad de realizar actividades de vida diaria; mantener el estado cognitivo; aumentar el sentimiento de utilidad y favorecer las relaciones interpersonales.
El programa diseñado se basó en la realización de ejercicio físico suave, dividido en 4 partes: calentamiento, ejercicios de movilidad general en sedestación y bipedestación, juegos y, por último, estiramientos y vuelta a la calma. La aplicación del tratamiento, realizada de forma grupal, tuvo una duración de 8 semanas y de 2 sesiones a la semana de 60min, aproximadamente, cada una. Se evaluó a los participantes de forma previa al inicio del tratamiento y a las 8 semanas, justo al finalizar la intervención.
Análisis estadísticoSe ha utilizado SPSS 15 para analizar los efectos del tratamiento. En concreto se ha empleado análisis de varianza mixto 2 (grupo)×2 (tiempo). Los efectos estudiados se han corregido para la falta de esfericidad mediante la corrección de Huyhn y Feldt21. Estos análisis permiten, mediante el análisis del efecto de interacción, evaluar si la evolución del grupo de tratamiento es diferente a la del grupo control, y si, además, lo es en el sentido esperado por hipótesis.
ResultadosEn primer lugar, y de cara al análisis de la homogeneidad de los grupos actividad y control, se presenta en la tabla 1 la comparación tanto de los principales sociodemográficos como de los valores basales de las diferentes medidas en el pretest, pudiéndose observar como básicamente no existen diferencias entre los grupos, por lo que puede mantenerse una básica homogeneidad de ambos grupos, pese a estar establecidos de forma natural (tabla 1).
Diferencias entre los grupos en sociodemográficos y valores basales (pretest)
Grupo actividad (n=24) | Grupo control (n=27) | p | |
Edad (años) | 81,5 | 82,1 | 0,794 |
Genero | 0,811 | ||
Hombres (%) | 12,5 | 14,8 | |
Mujeres (%) | 87,5 | 85,2 | |
Estado Civil | 670 | ||
Casados (%) | 4,2 | 7,4 | |
Solteros (%) | 45,8 | 29,6 | |
Viudos (%) | 50 | 63,0 | |
Nivel estudios | 0,046 | ||
Sin estudios (%) | 20,8 | 55,6 | |
Primarios (%) | 66,7 | 33,3 | |
Secundarios o más (%) | 12,5 | 11,1 | |
Amplitud articular flexión codo (grados) | 136,42 | 134,70 | 0,513 |
Amplitud articular extensión codo (grados) | −6,21 | −10,81 | 0,056 |
Amplitud articular flexión rodilla (grados) | 111,25 | 110,5 | 0,842 |
Amplitud articular extensión rodilla (grados) | −10,92 | −15,78 | 0,082 |
Escala Kendall flexores codo | 4,42 | 4,08 | 0,107 |
Escala Kendall extensores rodilla | 4,33 | 4,08 | 0,193 |
Circunferencia brazo relajación (cm) | 34,51 | 32,55 | 0,242 |
Circunferencia brazo contraído (cm) | 35,11 | 32,51 | 0,134 |
Circunferencia muslo relajación (cm) | 48,63 | 47,56 | 0,558 |
Circunferencia muslo contracción (cm) | 49,17 | 47,57 | 0,407 |
Marcha Tinetti | 8,79 | 7,63 | 0,256 |
Equilibrio Tinetti | 9,25 | 8,44 | 0,489 |
Total Tinetti | 18,04 | 16,04 | 0,346 |
Índice de Barthel | 60,00 | 48,52 | 0,174 |
Evaluación del dolor | 27,77 | 17,29 | 0,194 |
Mini examen cognoscitivo | 22,00 | 15,92 | 0,034 |
Autoaceptación | 4,23 | 4,05 | 0,624 |
Escalas de bienestar psicológico | |||
Relaciones positivas | 3,62 | 3,55 | 0,798 |
Autonomía | 3,69 | 3,70 | 0,971 |
Dominio Ambiente | 3,77 | 3,50 | 0,322 |
Crecimiento Personal | 3,65 | 3,48 | 0,501 |
Propósito Vida | 3,89 | 3,71 | 0,566 |
Una vez comparados los grupos, se evaluó el efecto del tratamiento en las diferentes medidas establecidas. En la tabla 2, se pueden observar tanto la media de los valores basales y de seguimiento de los grupos, como la significatividad de la interacción.
Medias de los valores basales y de seguimiento y efectos de interacción.
Grupo actividad | Grupo control | Interacción | |||
VB | VS | VB | VS | p | |
Amplitud articular flexión codo | 136,42 | 136,09 | 134,70 | 134,79 | 0,243 |
Amplitud articular extensión codo (grados) | −6,21 | −4,91 | −10,81 | −9,88 | 0,133 |
Amplitud articular flexión rodilla (grados) | 111,25 | 112,77 | 110,5 | 112,25 | 0,985 |
Amplitud articular extensión rodilla (grados) | −10,92 | −9,55 | −15,78 | −14,91 | 0,027 |
Escala Kendall flexores codo | 4,42 | 4,86 | 4,08 | 4,17 | 0,053 |
Escala Kendall extensores rodilla | 4,33 | 4,77 | 4,08 | 4,08 | 0,007 |
Circunferencia brazo relajación (cm) | 34,51 | 33,20 | 32,55 | 31,63 | 0,515 |
Circunferencia brazo contraído (cm) | 35,11 | 33,79 | 32,51 | 31,99 | 0,527 |
Circunferencia muslo relajación (cm) | 48,63 | 48,28 | 47,56 | 48,04 | 0,118 |
Circunferencia muslo contracción (cm) | 49,17 | 48,79 | 47,57 | 48,61 | 0,097 |
Marcha Tinetti | 8,79 | 8,36 | 7,63 | 7,25 | 0,135 |
Equilibrio Tinetti | 9,25 | 9,09 | 8,44 | 8,58 | 0,050 |
Total Tinetti | 18,04 | 17,45 | 16,04 | 15,83 | 0,044 |
Índice de Barthel | 60,00 | 58,41 | 48,52 | 42,92 | 0,018 |
Evaluación del dolor | 27,77 | 21,59 | 17,29 | 28,04 | 0,013 |
Mini examen cognoscitivo | 22,00 | 20,59 | 15,92 | 12,96 | 0,055 |
Escalas de bienestar psicológico | |||||
Autoaceptación | 4,23 | 4,44 | 4,05 | 3,43 | 0,000 |
Relaciones positivas | 3,62 | 4,00 | 3,55 | 3,15 | 0,004 |
Autonomía | 3,69 | 3,84 | 3,70 | 3,65 | 0,099 |
Dominio Ambiente | 3,77 | 3,70 | 3,50 | 3,15 | 0,157 |
Crecimiento Personal | 3,65 | 3,83 | 3,48 | 3,27 | 0,000 |
Propósito Vida | 3,89 | 4,08 | 3,71 | 3,31 | 0,015 |
VB: valor basal; VS: valor seguimiento.
Tal y como se observa, el efecto del tratamiento sobre las valoraciones articular y muscular, mostró resultados estadísticamente significativos en extensión de rodilla, flexores de codo y extensores de rodilla. En este caso, el grupo control mantuvo puntuaciones medias muy similares en los 2 momentos temporales, mientras que el grupo sometido a tratamiento mejoró ostensiblemente entre ambos momentos temporales, siendo, si cabe, más acusada en las 2 valoraciones musculares.
En relación a la escala de Tinetti, los resultados mostraron efecto, posiblemente debido a una mejora significativa del equilibrio, ya que las dos interacciones fueron la puntuación total y la de equilibrio. El efecto en este caso se debe tanto a la mejora en el equilibrio del grupo de tratamiento, como al deterioro producido en el grupo control.
En cuanto a la valoración funcional y la valoración cognitiva, también se han obtenido diferencias significativas, si bien, parece que el efecto del tratamiento se debe más que a la mejora de la propia variable, a que se consigue frenar el deterioro que se observa en el grupo control.
Por lo que respecta a la evaluación del dolor, la interacción tiempo-grupo fue significativa, siendo el efecto del tratamiento en este caso muy claro. Mientras el grupo de control cada vez percibía más dolor, en el grupo de tratamiento disminuía su percepción de dolor.
Para finalizar, se evaluaron los posibles efectos del tratamiento en relación al bienestar psicológico, observándose interacciones significativas en 4 de las 6 dimensiones de bienestar medidas: autoaceptación, relaciones positivas con otros, crecimiento personal y propósito en la vida. En todos los casos, se ha producido una mejora consistente por parte de los sujetos sometidos a tratamiento, mientras que la tendencia del grupo control es de disminución.
DiscusiónPartiendo de la hipótesis principal de este trabajo, podemos confirmar que la aplicación del programa de intervención presenta resultados positivos, tanto en aspectos de carácter físico como funcional y psicológico. De forma general, parece importante señalar que la práctica habitual de ejercicio físico puede permitir al anciano prevenir o retardar diversas alteraciones asociadas al envejecimiento, evitando con ello incapacidades y pérdidas de funciones22.
Así, y por lo que a la valoración articular y muscular se refiere, se ha observado un aumento del recorrido articular en extensión de rodilla, así como efectos beneficiosos en el estado muscular de bíceps y cuádriceps. En esta misma línea de resultados, algunos trabajos8 apoyan la idea de ganancias de recorrido articular en rodilla, tanto en flexión como en extensión tras la aplicación de programas de ejercicios. Por contra, otro trabajo23 en el cual se midió el recorrido articular antes y después de un programa de ejercicios, se indica que la actividad mejora la flexibilidad de las articulaciones de hombro, cadera y tronco, aunque no el recorrido articular de rodilla y codo.
Por lo que respecta al aumento de la fuerza muscular tras la implementación de programas de ejercicios, algunos trabajos informan de que la aplicación de este tipo de tratamiento logra aumentar hasta un 30%, aproximadamente, la fuerza muscular de cuádriceps y e isquiotibiales24, siendo esencial la continuidad para mantener la fuerza muscular, funciones e independencia de los ancianos. En esta misma línea, trabajos ya clásicos25 con ancianos nonagenarios, informan de la posibilidad de aplicar este tipo de tratamientos, observándose, además, importantes ganancias en la fuerza muscular tras un entrenamiento de 8 semanas y mostrando claras consecuencias relacionadas con la pérdida de grasa, la mejora de la masa muscular y en aspectos como caminar.
En otro estudio en el que se aplicó un programa que combinaba ejercicios de fuerza y equilibrio, se obtuvieron resultados positivos en al aumento de fuerza muscular de rodilla, y en la velocidad de marcha y en equilibrio26. Estos resultados, comparados con los que se presentan en este trabajo, coinciden en cuanto a fuerza muscular y equilibrio, si bien, la no consecución de diferencias significativas en marcha, parece indicar la necesidad de revisar los ejercicios en este sentido para obtener mejores resultados. Debemos tener en cuenta que los trastornos de la marcha son uno de los problemas sanitarios de mayor impacto en la población anciana y su importancia radica en su alta prevalencia, pero, además, son predictores de morbilidad y de ellas se derivan consecuencias físicas, funcionales, psicológicas, sociales o económicas y acompañándose, además, de una elevada mortalidad2,27.
Respecto a la capacidad para realizar ABVD, si bien la tendencia observada en ambos grupos es a empeorar, es importante señalar que el deterioro funcional del grupo control es mayor al del grupo de actividad. Estos resultados son coherentes por los encontrados en un estudio28 en el que tras la aplicación de la intervención, la evaluación de las ABVD no obtuvo mejoras significativas en las evaluaciones posteriores, aunque otros estudios29 sí indican la aparición de mejoras, tanto en la funcionalidad como en el equilibrio y fuerza en general. En relación con el hecho de que en ambos grupos se observen disminuciones en las puntuaciones, debemos partir de que el nivel de ABVD en ancianos institucionalizados es más bajo que en población normal, de manera que la aplicación del tratamiento más que una mejora puede suponer un freno en la reducción de la funcionalidad.
En relación con la medida de dolor, se puede observar en los resultados que ha existido un claro descenso en la evaluación del dolor en aquellos ancianos que han participado en el tratamiento, mientras que el grupo control describe un claro aumento. En este sentido, y al igual que en otros trabajos30, se observa que la aplicación de este tipo de tratamientos puede generar cambios importantes en la percepción del dolor disminuyendolo. En este sentido, se debe tener en cuenta que las intervenciones no farmacológicas pueden ser utilizadas solas o en combinación con el tratamiento farmacológico para el manejo del dolor persistente, aunque en el mayor, donde el riesgo de efectos secundarios es elevado, opciones no farmacológicas como la fisioterapia, generalmente, son menos costosas y mejor toleradas31.
Respecto al estado cognitivo, se ha observado una tendencia negativa en ambos grupos. Debe indicarse que la puntuación basal del grupo control era significativamente inferior a la del grupo actividad, lo cual podría estar determinando el efecto del tratamiento y que los resultados estuvieran originados por esta desigualdad en los grupos. En cualquier caso, este efecto obtuvo diferencias significativas, observándose que el deterioro era más acentuado en el grupo control. En este sentido, algunos trabajos informan que la realización de ejercicio físico puede prevenir el deterioro cognitivo o frenar las posibles pérdidas que se producen con la edad32,33, proporcionando una mejoría tanto en la memoria como en otros factores cognitivos colaterales34. De este modo, parece ser que la actividad física, no solo produce efectos positivos a nivel fisiológico, si no que también desarrolla mejoras cognitivas y psicológicas en los ancianos.
En relación con estos aspectos de carácter psicológico y centrándonos en el bienestar, se ha observado que el grupo actividad mejora en los factores de autoaceptación, relaciones positivas con otros, crecimiento personal y propósitos en la vida. Se debe tener en cuenta que las dimensiones de crecimiento personal y propósito en la vida, hacen referencia al denominado bienestar psicológico y sitúa el concepto en el proceso y consecución de aquellos valores que nos hacen sentir vivos y auténticos, que nos hacen crecer como personas y no tanto en las actividades que nos dan placer o nos alejan del dolor35. Así, parece ser que la propia participación se ha convertido en un elemento motivador y de progreso personal, lo cual es coherente con un trabajo en el cual, además de obtener beneficios a nivel físico, se obtuvieron mejoras también a nivel psicológico, principalmente con la disminución los síntomas depresivos36.
Como conclusión, podemos decir que el programa de actividad física aplicado en este estudio a ancianos institucionalizados ha conseguido, en general, resultados positivos. Estos resultados se muestran con mayor claridad en los aspectos de fuerza muscular, percepción del dolor y equilibrio, así como en aspectos del bienestar psicológico. En otras variables, como estado funcional o cognitivo, no se ha conseguido mejorar las puntuaciones, sin embargo, el efecto del programa es positivo ya se ha conseguido frenar el deterioro normal que corresponde a la vejez.
Por último, indicar como limitaciones a este trabajo, y tal y como se ha indicado, que uno de los elementos a revisar en la intervención son los ejercicios que hacen referencia a marcha, en la cual no se han obtenido los efectos esperados por el tratamiento. Otras limitaciones de carácter más metodológico hacen referencia a la necesidad de incluir estudios de seguimiento, así como la oportunidad de ampliar los tamaños muestrales en próximas investigaciones.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.