Objetivos: Estudiar la evolución del tratamiento osteoprotector pautado tras fractura de cadera. Observar si se ha modificado en cantidad y/o calidad a lo largo del tiempo y sus posibles causas.
Método: Estudio observacional descriptivo retrospectivo en pacientes ≥70años dados de alta tras fractura de cadera entre febrero de 2009 y febrero de 2018. Se agrupan en dos periodos: antes y después de 2014 (gruposI y II, respectivamente).
Se analiza: edad, sexo, comorbilidad, funcionalidad previa y al alta, fractura previa, complicaciones, tipo de tratamiento osteoprotector y vivienda. SPSS 22.
Resultados: 1.274 pacientes (grupos: I 602, II: 672). Tratamiento osteoprotector 67,9% grupoI y 48% grupoII. Recibieron menor tratamiento en los dos grupos (p<0,05): mayor edad (OR 2,912 para >90años), mayor dependencia funcional (Barthel ≤60 previo o ≤35 al alta), mayor comorbilidad, institucionalizados, dementes, presencia de delirium o retención aguda de orina en el ingreso.
En el grupo II se relacionó también el «no tratamiento» con padecer cáncer (OR 1,84), cardiopatía isquémica (OR 1,916), insuficiencia cardiaca (OR 2,337) o haber recibido transfusión (OR 1,677).
Los pacientes con cardiopatía isquémica asociaron mayor edad (p<0,05), y los que presentaban insuficiencia cardíaca se asociaron con delirium (p<0,05), como «posibles justificantes».
Diferencia del grupo II respecto alI: descenso de calcio con vitaminaD (87,5% vs 32%) a favor de la vitaminaD sola (26,5% vs 91,1%), aumento de alendronato, reserva de risedronato para la osteoporosis del varón (OR 2,996), desaparición de ranelato de estroncio y aumento de denosumab, que representa el 53,56% de todos los tratamientos. PTH estable. No relación de tratamiento osteoprotector al alta con fractura previa.
Conclusiones: A pesar de que el porcentaje de pacientes tratados es más alto que en otras series (RNFC 42,3%), es muy mejorable y nos invita a reflexionar sobre algunas características del grupo de «no tratados» que nunca podrían justificar el no tratamiento sin otros factores acompañantes.
En nuestra muestra observamos un cambio claro en la elección de los diferentes fármacos osteoprotectores en los últimos años. Preferencia del denosumab, posiblemente por su comodidad de administración y mayor seguridad de cumplimiento terapéutico.