La vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente es efectiva para prevenir tanto bacteriemias1 como neumonías por Streptococcus pneumoniae en ancianos2. Además, la administración previa de esta vacuna se ha asociado con una disminución en la mortalidad, frecuencia de complicaciones y duración del ingreso de los pacientes hospitalizados por neumonía adquirida en la comunidad3.
Dado que en nuestro medio la vacuna antineumocócica 23-valente se recomienda en personas de 60 o más años4, estudiar los factores asociados con la administración de dicha vacuna, en este colectivo de la población, es esencial para establecer estrategias con las que conseguir buenas coberturas vacunales. Sin embargo, pocas investigaciones han abordado este aspecto5.
Por este motivo, con el objetivo de determinar la cobertura de vacunación antineumocócica en pacientes de 60 o más años hospitalizados, así como los factores que se asocian con recibir dicha vacuna, hicimos este trabajo.
Estudio transversal realizado en el Hospital Virgen de la Vega y en la Unidad de Ortogeriatría del Hospital Universitario de Salamanca, donde se incluyó a los pacientes de 60 o más años ingresados el 28-04-2011. Para recoger la información se encuestó al paciente. Se efectuó un análisis univariante, donde se consideró variable dependiente el haber recibido la vacuna del neumococo al menos una vez y como variable independiente: edad, sexo, nivel de estudios, comorbilidad, haber recibido la recomendación de vacunarse, ingresos en los últimos 5 años y haber recibido la vacuna antigripal (tanto en la temporada 2010-2011 como en al menos tres ocasiones en los últimos 5 años); para estudiar la asociación se utilizó el test exacto de Fisher y la prueba Chi-cuadrado. El nivel de significación estadística considerado fue p<0,05.
El día del estudio había ingresados 93 enfermos de 60 o más años. La encuesta pudo realizarse al 90,3% (84/93), cuyas características sociodemográficas se han descrito en una investigación anterior6.
Por lo que respecta a la comorbilidad, un 25,0% sufrían enfermedad cardiovascular crónica (21/84) y un 22,6% (19/84) presentaban diabetes mellitus; la enfermedad pulmonar crónica (incluida EPOC y asma) se observó en el 17,9%; el 4,8% tenían insuficiencia renal crónica, mientras que un 3,6% recibían tratamiento inmunosupresor. Además de por la edad, el 53,6% presentaban al menos una condición clínica motivo de indicación de vacunación.
El 39,3% (33/84) habían recibido la recomendación de vacunarse; su médico de familia (90,9%; 30/33) y enfermera de familia (9,1%; 3/33) proporcionaron dicho consejo.
El 36,9% (31/84) manifestaron haber recibido la vacuna antineumocócica; un 8,3% (7/84) no supieron responder. Las variables asociadas con la vacunación fueron: recomendación de su médico/enfermera (p=0,000), haber recibido la vacuna antigripal 2010-2011 (p=0,004) y haberse vacunado de la gripe en tres o más ocasiones durante los últimos 5 años (p=0,005).
Este trabajo es el único que ha evaluado la cobertura antineumocócica en pacientes de 60 o más años ingresados en un hospital y en una Unidad de Ortogeriatría española. La cobertura encontrada se halla en una posición intermedia respecto a la descrita en otros países, como Francia (3%)7 o Australia (52,6%)8, si bien no es posible realizar comparaciones válidas con los resultados franceses, pues no recomiendan sistemáticamente esta vacuna en personas mayores7. Por su parte, la cobertura obtenida fue similar a la descrita en los escasos trabajos realizados en nuestro medio en servicios y pacientes específicos, donde el 37% de las personas mayores de 65 años ingresadas en Medicina Interna, por descompensación de su afección de base por infección respiratoria, estaban vacunadas5.
El porcentaje de pacientes que manifestaron no haber recibido la vacuna frente al neumococo (54,8%; 46/84) indica una infrautilización de dicha vacuna en el colectivo de la población estudiado, hecho especialmente importante si además tenemos en cuenta, que ningún paciente era alérgico a la vacuna y que más de la mitad padecían alguna enfermedad de riesgo adicional.
La asociación entre haber recibido la vacuna antineumocócica y haberse vacunado de la gripe se ha descrito previamente9 y puede explicarse por la recomendación de administrar ambas vacunas simultáneamente por los beneficiosos adicionales que ello conlleva10.
Dado que el consejo del médico/enfermera apareció como un factor asociado con la vacunación, y dado el nulo porcentaje de consejos realizados por médicos hospitalarios, habida cuenta que el 51,2% de los pacientes habían precisado ingreso previamente y que el 93,5% (43/46) de los no vacunados manifestaron no saber que estaba indicada/no conocer la vacuna como motivos para no estar vacunados, los médicos hospitalarios deberíamos colaborar, en la consecución de mejorar las coberturas vacunales, aconsejando y, si la situación del paciente lo permite, ofertando y administrando la vacuna antineumocócica durante el ingreso.