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Vol. 33. Núm. 1.
Páginas 5-12 (enero 1998)
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Diferencias psicosociales y de salud en personas mayores según el modo de participación en un estudio
Psychosocial and health differences in elderly persons in relation to their mode of participation in a research-community action program
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R I. Ferrer Cascales, D.. Ribera Domene, A.. Reig Ferrer
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Rev Esp Geriatr Gerontol 1998; 33(1):5-12

Diferencias psicosociales y de salud en personas mayores según el modo de participación en un estudio*

Ferrer Cascales, Rosario Isabel; Ribera Domene, Dolores y Reig Ferrer, Abilio.

Departamento de Psicología de la Salud. Facultad de Medicina. Campus de San Juan. Universidad de Alicante.

* Este trabajo ha sido realizado gracias al apoyo económico obtenido por la concesión de un Beca de Formación de la SEGG en su convocatoria de 1996.

Correspondencia: R. I. Ferrer Cascales. Departamento de Psicología de la Salud. Facultad de Medicina. Campus de San Juan. Universidad de Alicante.

Recibido el 25-11-96; aceptado el 25-9-97.


RESUMEN

OBJETIVO: Describir las características diferenciales de las personas mayores que han participado en un estudio sobre condiciones de salud, psicológicas y sociales, según el modo de participación: entrevista por correo frente a aquellas que han tenido que ser visitadas posteriormente en sus domicilios para obtener su colaboración.

MATERIAL Y MÉTODO: Los instrumentos utilizados han sido: a) un cuestionario de detección de necesidades psicosociales y de salud (de elaboración propia), y b) el Perfil de Salud de Nottingham (PSN) (instrumento de medida de la calidad de vida relacionada con la salud). Han participado 170 personas (81 varones y 89 mujeres) de las 488 censadas en dicha localidad en enero de 1993.

RESULTADOS: Evidencian que las personas que participan inicialmente por correo en el estudio son más jóvenes que las que han tenido que ser visitadas posteriormente en sus propios domicilios (t= ­2,15; p=0,0327); autoevalúan su salud como más positiva (Chi2= 7,03; p= 0,0296); padecen un menor número de enfermedades (t= ­2,66; p= 0,0088); tienen una mejor percepción de su vida actual (Chi2= 6,13; p= 0,0296), y desean realizar un mayor número de actividades de ocio (t= 2,48; p= 0,0161). En cuanto a las escalas del Perfil de Salud de Nottingham (Energía, Dolor, Reacciones Emocionales, Sueño, Aislamiento Social y Movilidad Física), no han aparecido diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos, aunque las personas que han sido visitadas en sus domicilios presentan más problemas en la mayoría de las escalas del PSN, sobre todo en la escala de Energía.

CONCLUSIONES: Parece que claramente presentan mejores condiciones psicosociales y de salud las personas que han participado en nuestro estudio inicialmente respondiendo al cuestionario enviado por correo, que aquellas que posteriormente fueron visitadas en sus propios domicilios para conseguir su participación. Esto es de enorme interés, ya que las personas mayores que no participan inicialmente en estudios o programas, que se «pierden», suelen ser las más necesitadas de ayuda y/o con más problemas en las diversas áreas de la vida.

Palabras clave

Anciano. Epidemiología. Estudio poblacional.


Psychosocial and health differences in elderly persons in relation to their mode of participation in a research-community action program

SUMMARY

OBJECTIVE: To describe the differential characteristics of elderly persons who participated in a study of psychological and social conditions of health in relation to their form of participation: by an interview answered by mail compared with an interview at-home of subjects who did not respond by mail.

MATERIAL AND METHOD: The following instruments were used: a) a questionnaire developed by us for detecting psychosocial and health needs and b) the Nottingham Health Profile (NHP) (an instrument for measuring the quality of life in relation to health). One hundred seventy persons (81 men and 89 women) of the 488 recorded by the local census on January 1993 participated.

RESULTS: The persons who participated in the study by mail were younger than those who had to be visited at home (t= ­2.15; p= .0327); their self-evaluation of health was more favorable (Chi2= 7.03; p= .0296), with fewer diseases (t= ­2.66; p= .0088), a better perception of their present life (Chi2= 6.13; p= 0.0296), and more interest in leisure activities (t= 2.48; p= .0161). As for the Nottingham Health Profile scales (energy, pain, emotional reactions, sleep, social isolation, and physical mobility), no statistically significant differences were apparent between the two groups, although the persons who were visited at home had more problems on most of the NHP scales, particularly the energy scale.

CONCLUSIONS: The persons who participated in our study by returning our initial questionnaire by mail clearly had better a psychosocial and health status than those who had to be visited at home to secure their collaboration. This is interesting because the elderly persons who do not participate initially in studies or programs usually are the ones most in need of help and/or who have more problems in different areas of life.

Key words

Elderly. Epidemiology. Poblational survey.

Rev Esp Geriatr Gerontol 1998;33:5-12


INTRODUCCIÓN

El tema de la participación de la gente mayor en programas de salud e investigación ha cobrado un importante auge en los últimos años, apareciendo un extenso número de trabajos que localizan su atención en el nivel y tipo de participación, en diferentes ámbitos, como por ejemplo, en estudios relacionados con memoria (1), perspectivas de futuro (2-3), actividades de ocio y empleo del tiempo (4), relación entre actividad física y salud (5), cuidados de salud (6), ingresos económicos (7), adherencia a los tratamientos (8), actividades sociales y domésticas (9), entrenamiento en comunicación (10), actividades deportivas (11), encuestas de campañas de seguros (12), participación política (13), influencia de la edad (14), encuestas de salud (15-17), chequeos médicos (18,19), etc. Al igual que la participación en programas de promoción de la salud (20-23), ejercicio físico (24), dieta (25), autoayuda (26), educacionales (27-30), etc.

Entre los predictores que más frecuentemente se encuentran asociados con la no participación en los estudios de personas mayores, aparecen: un bajo nivel educativo (31, 32), mala salud (14, 15, 33-36,), dependencia funcional (37), deterioro cognitivo (33, 35, 38), peor economía (39), y mayor edad (14, 21, 40). Todos estos aspectos se ven agravados en el caso de los estudios longitudinales, ya que no sólo hay que tener en cuenta la participación, sino también conseguir retenerlos en el estudio. Entre las personas mayores aparece más falta de participación que entre los jóvenes, y los abandonos suelen ser de gente con peor salud y economía, con lo cual las muestras se desvían hacia los ancianos más independientes y esto puede llevar a desestimar las necesidades de la población anciana en general.

Otro aspecto de gran interés es el tipo de metodología utilizada en estos estudios, ya que suele estar asociada con la participación de las personas de edad. De hecho, la mayoría de estudios sobre el tema (37, 41, 42) han puesto de manifiesto que el porcentaje de participantes mayores es bastante superior si se utilizan los métodos adecuados. A este respecto, los métodos más comunmente utilizados han sido: el uso de cartas explicativas de la importancia de la participación en el estudio, el contacto telefónico, y el contacto cara a cara.

En el presente estudio, de base poblacional, se describen las características diferenciales de las personas entrevistadas según el modo de participación (entrevista por correo versus entrevista domiciliaria), en cuanto a: características sociodemográficas, salud, independencia funcional, redes de apoyo, ocio y empleo del tiempo, calidad de vida y bienestar y calidad de vida relacionada con la salud.

MATERIAL Y MÉTODOS

Sujetos

La población de interés en el presente estudio son las personas de 60 a 79 años españolas residentes y censadas en el municipio de Alfaz del Pí (Alicante), que en enero de 1993 eran 488 (241 mujeres y 247 varones).

Han participado inicialmente contestando y remitiendo nuestros cuestionarios por correo 77 personas de las 488 a las que se les enviaron los mismos. La pérdida de población en esta primera parte por diversos motivos fue de 19 sujetos.

Posteriormente, tras las visitas a cada uno de los domicilios de los sujetos que no habían remitido el cuestionario fueron cumplimentados 93. La pérdida de población por diversas razones en esta segunda parte ha sido de 299 sujetos, siendo uno de los principales motivos su negativa a colaborar en el estudio, en concreto 208 personas (de ellas 140 lo manifestaron abiertamente y 68 dijeron que contestarían pero no lo hicieron). Los 91 sujetos restantes fueron considerados no válidos para el estudio por diversos motivos o no se pudo acceder a ellos (en este último caso, el criterio de desestimación fue de tres visitas domiciliarias en diferentes días y a diferentes horas).

Finalmente, el número de sujetos que ha participado en el presente estudio es de 170 (81 varones y 89 mujeres) (tabla I).

Tabla I. Participación de sujetos en la investigación (N= 488).


Cuestionarios enviados por correoN= 488
Cuestionarios recibidos contestados por correo (primera parte)n= 77
Pérdida de población primera parte:n= 19
­ 9 ausentes
­ 4 fallecidos
­ 2 desconocidos en su dirección
­ 2 devueltos en blanco
­ 2 personas con edades superiores a 80 años
Cuestionarios cumplimentados tras la visita domiciliaria (segunda parte)n= 93
Pérdida de población segunda parte:n= 299
­ 208 se niegan a contestar
­ 44 ausentes
­ 19 dirección incorrecta
­ 8 extranjeros
­ 8 están de viaje
­ 3 cambio de dirección
­ 2 no son residentes, viven en Altea
­ 2 enfermos
­ 1 recién operado
­ 1 incapacidad física
­ 1 incapacidad psíquica
­ 1 deficiente
­ 1 fallecido
Sujetos definitivamente estudiadosn= 170
81 varones y 89 mujeres

Instrumentos

Los instrumentos utilizados han sido:

Cuestionario de detección de necesidades psicosociales y de salud

Se trata de un cuestionario estandarizado, elaborado por nosotros específicamente para esta población. Consta de 50 preguntas, donde se incluyen todos los aspectos que hemos considerado relevantes para la detección de las necesidades psicosociales y de salud del colectivo objeto de estudio; 37 de tales preguntas eran cerradas, 10 abiertas y 3 con posibilidad de varias respuestas. El cuestionario recoge datos sobre los siguientes aspectos:

1. Sociodemográficos: edad, género, y estado civil («casado», «viudo», «divorciado/separado» o «soltero»).

2. Salud: autoevaluación global de salud («buena» «regular» o «mala»); necesidad de visita médica («diaria», «semanal», «mensual», «anual» o «nunca»); número de enfermedades actuales diagnosticadas («ninguna», «1» «2» «3», «4», «5», «6» o «7») y descripción de las mismas; hospitalización en los últimos tres años («sí» o «no»); número de días pasados en cama en el último año; necesidad de llevar régimen alimenticio («sí» o «no»); número de medicamentos diarios («ninguno», «1», «2», «3», «cuatro o más») y especificación de los mismos.

3. Independencia funcional: problemas de movilidad («ninguno», «salir a la calle con dificultad», «no poder moverse por la casa sin ayuda», «arreglarse en casa pero necesitar ayuda para salir», «estar parte del día en la cama» o «estar postrado en cama»); dificultad en realizar sus cuidados personales diarios («si» o «no»); dificultad en realizar tareas domésticas («sí» o «no») y si conduce su vehículo («sí» o «no»).

4. Redes de apoyo:

a) Familia: si tiene hijos («sí» o «no»); si viven los hijos en Alfaz del Pí o en la provincia de Alicante («sí o «no»); qué familiares tiene en Alfaz del Pí o en la provincia de Alicante («ninguno», «cónyuge», «nietos/as», «sobrinos/as», «hijos/as», «hermanos/as», «yernos/nueras» y «otros (especifique) ----------»); qué familiares tiene fuera de la provincia (las mismas posibilidades de respuesta que la pregunta anterior).

b) Amigos: cantidad de amigos que tiene en Alfaz del Pí («ninguno», «1-4», «5-10», «10 o más-->»); frecuencia de reunión con los amigos («a diario», «2 o 3 días por semana», «semanal», «quincenal», «mensual» o «cada seis meses»); si tiene amigos extranjeros («sí» o «no»).

c) Vecinos: relación con los vecinos («buena», «regular», «mala»); si ayuda a algún vecino («sí» o «no»); y si recibe ayuda de algún vecino («sí» o «no»).

d) Disponibilidad de ayuda en caso de enfermedad: si le ayudó alguien en caso de haber estado enfermo («sí» o «no»), satisfacción con la ayuda en caso de haberla recibido («sí» o «no»); y dónde buscaría ayuda si la volviera a necesitar («cónyuge», «vecinos», «amigos», «policía», «Ayuntamiento», «no sabe» y «otros (especificar)----»).

e) Conocimiento de otros idiomas: si habla otro idioma además del suyo («sí» o «no») y si es así, qué idioma o idiomas son en concreto.

5. Ocio y empleo del tiempo:

a) Ocio y tiempo libre: empleo del tiempo, número y tipo de actividades de ocio que realiza y número y tipo de actividades de ocio que le gustaría realizar.

b) Ejercicio físico: realización de ejercicio físico habitual («sí» o «no») y tipo de ejercicio.

c) Actividad cultural: número y tipo de actividades culturales que realiza y número y tipo de actividades culturales que le gustaría realizar.

d) Información sobre recursos culturales y deportivos disponibles en la localidad: si conoce los recursos culturales disponibles en su localidad («sí» o «no») y si conoce los recursos deportivos disponibles en su localidad («sí» o «no»).

6. Calidad de vida y bienestar:

a) Calidad de vida actual y nivel de dificultad de la misma: valoración global de la calidad de vida («muy buena», «buena», «regular», «mala» o «muy mala»); y dificultad de la vida actual («más fácil que antes», «igual que en etapas anteriores» o «más difícil que antes»).

b) Percepción de su economía: descripción de su propia economía («muy buena», «buena», «regular», «mala» o «muy mala»).

c) Creencia sobre su propio nivel de felicidad en comparación con sus coetáneos y proyectos de futuro: creencia en la mayor felicidad de sus iguales en edad («sí» o «no»); y si tiene proyectos de futuro («sí» o «no»).

d) Grado de satisfacción con la localidad de residencia: tiempo que vive en Alfaz del Pí; satisfacción por vivir en Alfaz del Pí (calificación del grado de satisfacción de 1 a 10); si le agrada que vivan en Alfaz del Pí personas jubiladas de otros países europeos («sí, mucho», «me da igual» o «me desagrada»); y si es su deseo seguir residiendo en Alfaz del Pí («sí» o «no»).

e) Grado de satisfacción con la vivienda: tipo de vivienda («chalet», «piso» o «casa adosada»); zona de la vivienda («urbanización», «campo» o «pueblo»); si encuentra su vivienda lejos de servicios importantes como farmacia, médico, tiendas de comestibles, etc. («sí» o «no»); si considera que su vivienda está aislada («sí» o «no») y si tiene teléfono («sí» o «no»).

Las cuestiones anteriores se contestaban marcando una cruz en la categoría elegida, a excepción de la edad, los días de postración en cama, tipo de enfermedades padecidas y tipo de medicamentos consumidos a diario, empleo del tiempo, tipo de actividades culturales que realiza o le gustaría realizar, actividades de ocio que realiza o le gustaría realizar, y el tipo de ejercicio físico que realiza; todas ellas preguntas abiertas. En las preguntas: ¿qué familiares tiene en Alfaz del Pí o en la provincia?, ¿qué familiares tiene fuera de la provincia? y ¿si volviera a necesitar ayuda dónde la buscaría?, se ofrecía la posibilidad de poner cualquier otra opción que no estuviera contemplada en las posibilidades de respuesta.

El Perfil de Salud de Nottingham (PSN) (43-45) (Cuestionario de calidad de vida relacionada con la salud)

Este instrumento consta de 45 preguntas y está estructurado en dos partes. La primera, con 38 afirmaciones, evalúa aspectos problemáticos de salud percibidos a través de seis escalas: Energía, Dolor, Reacciones Emocionales, Sueño, Aislamiento Social y Movilidad Física. La segunda parte evalúa, a través de siete ítems, la repercusión del estado de salud actual sobre diversas actividades o áreas de la vida cotidiana: trabajo/ocupación, cuidado y mantenimiento de la vivienda, vida social, vida en el hogar, vida sexual, intereses y aficiones, y vacaciones o días de fiesta. Todos los ítems son de respuesta cerrada y de elección forzada.

El entrevistado contesta «sí» en caso de que la afirmación refleje adecuadamente su estado actual o sentimiento, o bien responde «no», en cualquier otro caso. El PSN puede ser cumplimentado, enviado por correo para su cumplimentación, o ser pasado por un entrevistador. Los estudios realizados han encontrado que el PSN posee validez de criterio, de contenido, y aparente, satisfactorias, así como una adecuada fiabilidad test-retest (46).

Las respuestas se codifican otorgando un «1» a la contestación de «sí», y un «0» a la contestación «no». Los creadores del instrumento han dotado de puntuaciones ponderadas a cada uno de los ítems según su severidad o gravedad utilizando el método de comparaciones apareadas de Thurstone.

En definitiva, el PSN es un cuestionario de medida del estado de salud que se puede aplicar adecuadamente a las personas mayores. El contenido de los ítems se entiende y se acepta por las personas de edad. Las frases no contienen expresiones en negación, y son sencillas, cortas, necesitando únicamente una mínima capacidad de lectura para ser contestadas.

Los análisis de datos se han realizado con el paquete de programas BMDP (BMDP Statistical Software) (47), en el Centro de Cálculo de la Universidad de Alicante.

Procedimiento

Durante el mes de abril de 1993, se envió por correo una carta de presentación con el logotipo de «Año Europeo de las Personas de Edad y Solidaridad entre Generaciones 1993» a las 488 personas censadas de 60 a 79 años, españolas y residentes en Alfaz del Pí (Alicante). En ésta se explicaba que, dentro del mencionado año, el Ayuntamiento de Alfaz del Pí, junto con la Universidad de Alicante y la Comisión de las Comunidades Europeas iban a realizar una serie de actividades encaminadas a detectar las condiciones psicosociales y de salud del colectivo de personas que se encontraban entre los 60 y los 79 años.

El propósito de la carta era contar con la colaboración de estas personas dentro del Año Europeo, contestando a los cuestionarios que adjuntábamos, cuya finalidad era conocer sus necesidades, tanto en aspectos de salud, psicológicos y sociales, como en aspectos culturales. También se les facilitaba un teléfono de contacto por si necesitaban algún tipo de ayuda, aclaración o información. Del mismo modo se rogaba que indicaran su nombre, dirección y teléfono para poder de esta manera mantener contacto con ellos, garantizando que todos los datos serían tratados con absoluta confidencialidad.

Además del cuestionario de detección de necesidades psicosociales y de salud y el Perfil de Salud de Nottingham, se adjuntaba un sobre franqueado para que pudiesen devolver el material por correo.

Durante el mes de junio y principios de julio de 1993 acudimos a cada uno de los domicilios de las personas que no habían respondido, para conocer los motivos y encontramos que los dos principales factores eran el desinterés y la desconfianza (en algunas ocasiones, no comprensión de lo que se les explicaba en la carta; también han aparecido casos de personas analfabetas). El explicarles el propósito del estudio y la importancia de su colaboración personalmente ha sido decisivo para convertir el rechazo inicial en un cuestionario cumplimentado.

En los casos en los que no habían respondido por algún tipo de dificultad (no saber leer ni escribir, tener problemas con la vista, etc.) pero sí tenían interés en hacerlo, nosotros mismos les ayudábamos a cumplimentar los cuestionarios. Las entrevistas fueron llevadas a cabo por una de las autoras y una colaboradora en la investigación, ambas entrenadas para tal propósito.

Los datos que presentamos en el apartado de resultados pertenecen al 34,81% del total de personas censadas de 60 a 79 años (44,97% de las personas que efectivamente se pudo acceder a ellas) (tabla I).

RESULTADOS

Han participado en el presente estudio 170 personas españolas de 60 a 79 años de edad, residentes en Alfaz del Pí. La media de edad es de 68,48 con una desviación típica de 5,35. De ellas 89 (52,4%) son mujeres, con un media de edad de 68,28 (dt= 5,35) y 81 (47,6%) son varones, con una media de edad de 68,70 (dt= 5,38).

Las características de las respuestas tanto al cuestionario de detección de necesidades psicosociales y de salud, como al Perfil de Salud de Nottingham que diferencian al grupo de personas que respondieron por correo (77) frente a las que respondieron en la entrevista domiciliaria (93), aparecen en las tablas II y III.

Tabla II. Características diferenciales de las personas que han participado en nuestro estudio inicialmente por correo frente a las que han tenido que ser visitadas en sus propios domicilios

Variables Cuestionario de Detección de Necesidades Socioculturales y de Saludt Prob. Chi2 Prob.

Edad ­2,150,0327*
Autoevaluación de salud7,030,0296*
Numero de enfermedades que padecen ­2,660,0088**
Conducir vehículo7,400,0065**
Percepción de su vida actual6,130,0466*
Actitud ante la residencia de jubilados europeos en Alfaz del Pí12,140,0023**
Percepción de su economía5,290,0709
Amigos extranjeros1,820,0703
Habla otro idioma además del suyo12,61 0,0004***
Numero de actividades de ocio que desearía realizar2,480,0161*

* p< 0,05. ** p< 0,01. *** p< 0,001.


Tabla III. Características diferenciales de las personas que han participado en nuestro estudio inicialmente por correo frente a las que han tenido que ser visitadas en sus propios domicilios.

Escalas Perfil de Salud de Nottingham t Prob.

Energía ­1,81 0,0723
Dolor ­0,89 0,3734
Reacciones emocionales 0,31 0,7537
Sueño 0,60 0,5507
Aislamiento social ­0,57 0,5684
Movilidad física ­0,83 0,4107

* p<= 0,05. ** p<= 0,01. *** p<=0,001.

En estas tablas se exponen las correspondientes t de Student o Chi2 de Pearson, y probabilidades asociadas de aquellas variables tanto del mencionado cuestionario como del Perfil de Salud de Nottingham, cuyas diferencias por el modo de participación (correo versus visita domiciliaria) son estadísticamente significativas o que muestran una tendencia determinada, aunque no sean estadísticamente significativas.

De las variables estudiadas, las que habían influido en la decisión de participar en el estudio desde el primer momento (entrevista por correo) eran la edad, la autoevaluación de salud, el número de enfermedades que padecen, la percepción de su vida actual, la actitud ante la residencia en Alfaz del Pí de personas jubiladas de otros países europeos, la percepción de su propia economía, el tener amigos extranjeros, el número de actividades de ocio que desearían realizar, hablar otro idioma además del suyo, y conducir su propio vehículo.

A este respecto, las personas que han respondido por correo son más jóvenes que las que han respondido tras la visita domiciliaria (t= ­2,15; p= 0,0327) (m= 67,51, dt= 5,31; m= 69,27, dt= 5,28), autoevalúan su salud como más positiva (Chi2= 7,03; p= 0,0296), padecen un menor número de enfermedades (t= ­2,66; p= 0,0088), tienen una mejor percepción de su vida actual (Chi2= 6,13; p= 0,0296), y una actitud más positiva ante la residencia en Alfaz del Pí de personas jubiladas de otros países europeos (Chi2= 12,14; p= 0,0023). Asimismo, hablan con mayor frecuencia otro idioma además del suyo (Chi2= 12,61; p=0,0004), manifiestan mayoritariamente conducir (Chi2 =7,40; p= 0,0065), y desean realizar un mayor número de actividades de ocio (t= 2,48; p= 0,0161).

Por otro lado, entre los participantes por correo aparece cierta tendencia, aunque no significativa, a tener con mayor frecuencia amigos extranjeros (t= 1,82; p= 0,0703) (m = 1,75, dt= 0,43; m= 1,62; dt= 0,48), y percibir su economía más positivamente que los participantes tras la visita domiciliaria (Chi2= 5,29; p= 0,0709).

En cuanto a las escalas del Perfil de Salud de Nottingham, la única escala en la que hemos encontrado cierta tendencia, aunque no significativa, a ser los participantes por correo los que presentan menos problemas frente a los participantes tras la visita domiciliaria, ha sido la de Energía (t= ­1,81; p= 0,0723). En el resto de escalas, Dolor (t= ­0,89; p= 0,3734), Reacciones Emocionales (t= 0,31; p= 0,7537); Sueño (t= 0,60; p= 0,5507), Aislamiento Social (t= ­0,57; p= 0,5684) y Movilidad Física (t= ­0,83; p= 0,4107), no hemos encontrado diferencias estadísticamente significativas, aunque en casi todas ellas los participantes tras la visita domiciliaria presentan más problemas.

Por último, destacar que las razones principales del rechazo inicial de los 93 sujetos que no respondieron por correo y lo hicieron posteriormente fueron el desinterés (63,4%), seguido de la desconfianza (20,4%), necesidad de ayuda para poder responder al cuestionario (6,4%), no saber leer ni escribir (4,3%), estar en el momento presente afrontando un acontecimiento vital estresante (muerte del cónyuge o muerte de un hijo) (3,2%), o tener problemas de visión (2,1%).

DISCUSIÓN

En nuestro estudio las variables que han influido para responder o no inicialmente por correo, coinciden con la mayoría de los estudios revisados sobre este tema (14, 15, 21, 33-40) como son, entre otras. la edad, la economía, y la salud.

Otro aspecto fundamental en estos estudios (37, 41, 42) es el tipo de metodología utilizada, ya que se ha podido comprobar que se puede transformar un rechazo inicial a participar en programas de salud e investigación, al igual que retener a las personas ancianas en estudios longitudinales si se usan los métodos adecuados.

En primer lugar, en cuanto a las variables, Carter et al (21) en una revisión de la literatura sobre este tema, intentaron determinar si las tasas de participación de la gente mayor en programas de salud e investigación difieren de la participación con respecto a otros grupos de edad, observando que conforme avanza la edad la participación disminuye; aunque no estamos de acuerdo con estos autores respecto a que este efecto sólo se produzca a edades tan avanzadas como las que ellos indican en su estudio (85 años en adelante). En nuestro estudio este efecto se ha podido apreciar a edades inferiores.

Por otro lado, Norton et al (48) llevaron a cabo recientemente un estudio con una muestra de 119 sujetos de 75 y más años, con el objetivo de identificar las variables determinantes de la no respuesta inicial en una encuesta comunitaria sobre el estado cognitivo de las personas mayores. El instrumento utilizado fue el Mini-Mental State Examination (MMSE). Los resultados pusieron de manifiesto cómo los sujetos que no habían participado inicialmente en el estudio tenían más problemas de salud, menos educación formal, más problemas en sus actividades de la vida diaria, y un funcionamiento cognitivo inferior que los que respondieron al inicio del estudio. Estos resultados son consistentes con investigaciones previas sobre el estado cognitivo en ancianos (38). También estos datos son coincidentes con los nuestros, ya que en nuestro estudio, los sujetos que no habían respondido inicialmente presentaban una autoevaluación de salud más negativa, un mayor número de enfermedades y una peor autoevaluación de su vida actual.

Nuestros resultados coinciden también con otros estudios (33, 36, 38) en considerar la mala salud como una variable importante de no participación inicial, al igual que con diferentes encuestas a ancianos, tanto en EE.UU (14) como en Suecia (15), apareciendo la salud como una de las principales variables que explicaron gran parte del porcentaje de no respuesta.

Por otra parte, autores como Ogawa, Iwasaki y Yasumura (49) han evidenciado cómo, tanto en varones como en mujeres mayores residentes en una comunidad, el pronóstico de supervivencia fue más alto entre los respondientes a un cuestionario de evaluación de salud utilizado en un estudio longitudinal sobre la relación entre las variables físicas, sociológicas y psicológicas, con el estatus de salud, el declinar en actividades de la vida diaria y la muerte, frente a los no respondientes inicialmente.

Otro dato a tener muy en cuenta es que, en nuestros resultados, las personas que participan inicialmente en el estudio muestran mayores deseos de realizar un mayor número de actividades de ocio que las personas que no participaron inicialmente, al igual que hemos podido observar que, aunque las diferencias no sean estadísticamente significativas, las personas que participan inicialmente ocupan su tiempo en un mayor número de actividades de ocio y realizan ejercicio físico con mayor frecuencia. Estos resultados son coincidentes con los encontrados por Johansen (41) en un estudio llevado a cabo con población mayor utilizando una muestra de 259 personas de 70 y más años de un municipio de Noruega, con el objetivo de comparar la necesidad de intervención entre respondientes y no respondientes a un programa de salud ofrecido por la clínica de salud local, y comprobar si se requieren algunas otras formas de intervención para los no respondientes. Este autor evidenció entre otros aspectos que las personas que no participaron inicialmente presentaban, en mayor medida, problemas relacionados con aislamiento social o depresión, que los que habían participado inicialmente. Por otro lado, los resultados mostraron que existe una categoría de gente entre aquellos que no acudieron al programa de salud que tenían menos necesidad de examen médico y apoyo socioeconómico que aquellos que acudieron. Pero también había un grupo con necesidad de cuidados de salud por deterioro cognitivo, depresión y aislamiento social que no responden. Este autor (41) manifiesta que la mayoría de los estudios han mostrado necesidades de intervención entre los respondientes, pero que hay muy poca información respecto a la necesidad de intervención de los no respondientes.

En cuanto a nuestros resultados con el Perfil de Salud de Nottingham, no han aparecido diferencias estadísticamente significativas por el modo de participación en ninguna de las escalas, a excepción de la de Energía, en la que sí ha aparecido cierta tendencia a ser los participantes en el estudio tras la visita domiciliaria los que presentan más problemas con respecto a los participantes inicialmente por correo. Pero hemos podido observar que, sistemáticamente, los participantes en el estudio tras la visita domiciliaria presentan más problemas en casi todas las escalas, aunque la diferencia no haya sido estadísticamente significativa. Resultados que van en la línea de lo evidenciado en la mayoría de los estudios (37, 41, 48), como hemos podido comprobar, y es que los no respondientes inicialmente, suelen presentar más problemas en la mayoría de las áreas estudiadas por este instrumento de medida de la calidad de vida relacionada con la salud.

En segundo lugar, en cuanto al tipo de metodología utilizada, cabe destacar el estudio llevado a cabo por Tennstedt, Dettling y McKinlay (37). Estos autores realizaron un estudio donde investigaron la influencia de los métodos de campo utilizados para minimizar los abandonos de las personas de edad avanzada que participan en estudios longitudinales, utilizando un protocolo de cambio de rechazo cuidadosamente diseñado en una muestra inicial de 5.855 sujetos de 70 y más años del proyecto de salud para mayores de Massachusetts. En dicho estudio (37), en la etapa de visitas domiciliarias se resalta la importancia que tiene el explicar el propósito del estudio y la importancia de la participación para convertir el rechazo en un cuestionario cumplimentado.

La razón principal del rechazo inicial en este estudio (37) fue el desinterés (69,2%), coincidiendo con los resultados obtenidos en nuestro estudio, en el que obtuvimos un porcentaje muy similar (63,4%) de personas que aducían como razón principal de no participación inicial el desinterés. Otros aspectos del rechazo inicial coincidentes con los nuestros fueron estar en el momento presente afrontando un acontecimiento vital estresante, siendo el porcentaje en dicho estudio del 3,1% y en el nuestro del 3,2%. En discordancia con nuestros resultados, la segunda razón del rechazo inicial, fue la enfermedad y la debilidad física. Por el contrario, en nuestro estudio, la segunda razón en importancia fue la desconfianza (20,4%), seguida de la necesidad de ayuda para responder al cuestionario (6,4%), no saber leer o escribir (4,3%), o tener problemas de visión (2,1%).

La metodología utilizada en este estudio (37) fue la de la mayoría de los trabajos revisados sobre este tema, bien la secuencia completa o en parte (37, 41, 42), el envío por correo de una carta intentando volver a contactar con ellos, seguida de llamadas telefónicas y visitas domiciliarias, dejando un período de tres meses de espera, de manera que, si alguna de las personas no había contestado por encontrarse enferma o por estar afrontando un acontecimiento vital estresante les diera tiempo a recuperarse. En nuestro estudio la secuencia ha sido más directa; tras la entrevista por correo hemos utilizado la visita domiciliaria, y en ambos casos se ha explicado detalladamente el propósito del estudio.

A partir de los resultados anteriores, concluimos, que en los estudios con personas mayores, se han de cuidar mucho los métodos de campo, ya que de ello depende el nivel de participación. La mayoría de investigaciones o programas de intervención, sólo se ocupan de evaluar e intervenir sobre las condiciones de las personas que participan inicialmente; pero como hemos podido comprobar éstas suelen presentar mejores condiciones de vida que las que no participan inicialmente.

En nuestros trabajos anteriores (50-51) los ancianos a los que no se puede evaluar, ­los no participantes inicialmente­, nos han interesado progresivamente hasta decidir abordar en el presente estudio las condiciones psicosociales y de salud de este grupo concreto.

El siguiente desafío para los profesionales de la salud lo constituye el encontrar algún modo de acceso ético y metodológicamente correcto al importante número de personas que se niegan a participar, tanto inicialmente como en los siguientes intentos, ya que es muy posible que entre esas negativas haya importantes problemas que debamos detectar y abordar.

AGRADECIMIENTO

A la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología por su ayuda económica para la realización de este trabajo.

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