El bloqueo interauricular (BIA) es un retraso en la conducción entre aurículas, clásicamente definido como un aumento de amplitud de la onda «p» en el ECG, que ha demostrado ser un predictor potente de arritmias supraventriculares, pero no así de ictus cardioembólicos (pobre sensibilidad y especificidad). Recientemente nuevos criterios diagnósticos del BIA (NBIA) han añadido cambios en la morfología y amplitud de la onda «p» en caras inferiores del ECG, aumentado su poder discriminativo y definiendo al BIAi: pbimodal ≥120ms en I, II o III y BIAc: pbifásica ≥120ms en II, III y AVF. Sin embargo, la asociación entre estos NBIA y los ictus aún no ha sido estudiada.
Objetivo: Buscar la asociación entre ictus isquémicos de etiología indeterminada (IIEi) y los NBIA.
Método: Estudio observacional, retrospectivo, de casos y controles que incluyó a 356 pacientes divididos en dos grupos: grupoA (178 casos con IIEi) y grupoB (178 controles sin ictus); ambos grupos fueron apareados 1 a 1 por edad, género y riesgo cardiovascular. Se valoró la presencia en ambos grupos de BIA completo (BIAc) e incompleto (BIAi) al ingreso y su relación con los eventos isquémicos cerebrales.
Resultados: Edad media 73,1±13,8, 51% hombres, Barthel medio 78,5±24,9. La presencia de onda «p» ancha (OPA) y NBIA fueron más prevalentes en el grupoA, siendo estadísticamente significativo (p≤0,000). Los resultados más relevantes se encontraron al dividir la muestra por edad (<75; ≥75años): en los más jóvenes se encontró una fuerte asociación entre las 3 variables estudiadas (OPA, BIAi, BIAc) y la variable resultado (IIEi), con OR de 26,8 (11,9-60,9), 21,5 (7,27-63,5) y 25,43 (3,3-194), respectivamente, en contraste con la mayor asociación del BIAc y BIAi vs OPA en los pacientes añosos: OR 27,07 (6,25-127,3) y 2,3 (1,2-4,7) vs 9,6 (4-23,2).
Conclusiones: OPA y NBIA mostraron asociación estadísticamente significativa con IIEi. Las diferencias más importantes fueron encontradas al valorar la edad, siendo más frecuente la OPA y BIAi en jóvenes y BIAc en pacientes añosos. En el futuro podrían considerarse como nuevos factores de riesgo que justifiquen profilaxis primaria con anticoagulantes antes de las taquicardias supraventriculares.