En este primer número del año 2014, empieza una nueva etapa en la siempre provechosa cooperación entre el comité editorial de Revista Española de Geriatría y Gerontología (REGG), publicación oficial de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), y la nueva junta de la misma con el objetivo común de conseguir la mejor revista posible1,2. Será una etapa de una cierta continuidad, puesto que siguen en ambas entidades personas de la anterior etapa, pero también queremos que sea una nueva etapa que debe marcar un claro y firme paso adelante para conseguir los objetivos que todos queremos para REGG.
Nuestro deseo es que REGG sea una revista que el socio de la SEGG, una vez acabe de leerla, ansíe recibir el próximo número, porque en ella encuentre respuestas a los temas científicos de máxima actualidad en todos los aspectos de la Geriatría y la Gerontología. Ambicionamos ser la revista de referencia en lengua española en este ámbito, y para ello necesitamos que los socios de la SEGG piensen en primer lugar en ella para enviar sus trabajos de calidad (o al menos algún aspecto parcial de ellos). No gustaría también, en la medida de lo posible, compaginar este objetivo de REEG con el deseo de ofrecer también las páginas de la revista a todos aquellos que quieran publicar y/o aprender de cualquiera de los aspectos relacionados con la Geriatría y la Gerontología, sea cual sea su especialidad.
En los años transcurridos desde la aceptación de la REGG para formar parte de los fondos de la Biblioteca Nacional de Medicina norteamericana (MEDLINE) que permite el acceso a través de PubMed (http://www.pubmed.gov) hemos conseguido recibir un número importante de aportaciones que permiten cerrar los números con menos angustias que en tiempos anteriores a ello1. No obstante, sigue faltando el recibir estudios multicéntricos, multidisciplinares e interdisciplinares, que incluyan un importante número de participantes; estudios promovidos, como sería interesante, desde los propios grupos de trabajo de la SEGG o desde iniciativas distintas. También son actualmente muy escasas las aportaciones sobre especialistas distintos a la Geriatría que envíen sus estudios realizados en personas de edad avanzada, con excepción de los profesionales de Atención Primaria. Un aspecto en el que se mejora, pero aún muy lentamente, es en el de recibir artículos clínicos sobre enfermedades prevalentes (insuficiencia cardíaca, diabetes, etc.) además de los clásicos artículos sobre síndromes geriátricos a los que no queremos renunciar. Es muy importante que los especialistas en Geriatría y Gerontología sean grandes expertos en las enfermedades prevalentes en las personas mayores3–5.
Esperemos que este 2014, recién iniciado, sea el momento del paso adelante, fuerte y seguro, aunando esfuerzos desde la REGG, la SEGG y desde todas las personas interesadas en la Geriatra y la Gerontología para conseguir que Thomson Reuters, que ha iniciado ya la evaluación, adjudique un factor de impacto a la REGG2.
Algunas medidas dirigidas a este fin ya se han ido tomado en años anteriores, desde normas para ayudar a publicar6 hasta la creación de una nueva sección en REGG denominada «Proyectos de investigación», cuyo uso creemos debe seguir incrementándose, ya que 2 de sus artículos ya están entre los 4 más citados en la historia de REGG7,8. No se ha querido conseguir este factor de impacto desde la autocita, aunque no debemos renunciar a ella cuando sea de justicia, sino gracias a la citación de los artículos publicados en REGG en los últimos 2 años en las publicaciones que se realicen en otras revistas nacionales e internacionales. En esta medida es básico el compromiso individual de nuestros socios, de todos y cada uno de ellos.
Entre las líneas de futuro y asumiendo que el inglés es el idioma científico por excelencia y que la aceptación de artículos redactados en este idioma puede facilitar la transmisión de conocimientos de una manera más global, valoramos la posibilidad de realizar una revista progresivamente bilingüe. Actualmente, ya el comité editorial de REGG acepta algún trabajo redactado en esta lengua, especialmente los que provienen de autores de fuera de nuestro país9.
Por último, para acabar este editorial, entendemos que es muy importante reconocer y agradecer a todos los autores que han enviado sus manuscritos a la REGG, a las personas que han colaborado en sus revisiones con una inmejorable predisposición y adaptándose a los plazos, contribuyendo con ello a esta nuestra tarea común de mejorar la REGG y a todos los que leéis y divulgáis lo publicado en nuestra revista.