Objetivos: Se analizará la fragilidad de la población afectada por trastornos cognitivos con el índice de fragilidad-VIG y la relación existente con las variables del programa de atención a la cronicidad y enfermedad avanzada, gestión de casos y/o paliativos domiciliarios.
Se analizará la relación entre el uso de los recursos sanitarios, los servicios sociales y los comunitarios con los diferentes niveles de fragilidad, y además con la gravedad del deterioro cognitivo.
Se identificarán las características socioeconómicas y culturales de los cuidadores que pueden ayudarnos a definir un perfil para planificar una intervención ante el riesgo de sobrecarga. Se analizará el registro sanitario de la planificación de decisiones anticipadas, instrumento de utilidad en la toma de decisiones compartidas.
Método: Estudio multicéntrico descriptivo transversal de duración máxima de un año que analiza la fragilidad de las personas con trastornos cognitivos de cualquiera de los centros de atención primaria de la población del Prat de Llobregat.
Se solicitará mediante entrevista personal el consentimiento informado. A los participantes se les pasarán en la misma entrevista escalas, se recogerán los datos sociodemográficos y asistenciales, incluido el índice de fragilidad-VIG.
Se realizará un análisis de los datos mediante un análisis estadístico descriptivo, bivariante y multivariante realizado con el programa SPSS. Esperando que el 50% de la población estudiada presente fragilidad, aceptando un riesgo del 5% y con una precisión del 7%, hacen falta 196 pacientes para la estimación poblacional. Esperando un 10% de pérdidas, la muestra es de 218 pacientes (Granmo V8.0).
Actualmente el estudio está siendo valorado por el Comité de Ética.
Resultados: Se prevé recogerlos durante abril del 2018.
Conclusiones: En un futuro podremos demostrar la utilidad como valor pronóstico de las demencias y del diagnóstico situacional mediante un instrumento útil en el marco de la cronicidad, el índice de fragilidad-VIG. Este estudio nos permite valorar la adecuación en la asignación actual de recursos sociales y sanitarios en el abordaje de los trastornos cognitivos. Nos permite reflexionar acerca del perfil esperado del cuidador principal y las dificultades con las que convive durante la vivencia de la enfermedad en un tiempo de profundos cambios socioeconómicos.