Rev Esp Geriatr Gerontol 1998; 33 (NM1): 45-53
La mujer y la jubilación en Gran Bretaña
S. Arber
Departamento de Sociología. Universidad de Surrey. Guildford. Surrey (England).
RESUMEN
Investigación hacia el entendimiento de la elección en la jubilación de las mujeres en el entorno de Gran Bretaña, y las circunstancias que en ella influyen, tanto en el entorno social, como en el económico y político. Comenzando por un análisis sobre si las salidas laborales en Gran Bretaña son voluntarias o involuntarias, para más tarde examinar el estatus laboral de las parejas mayores en este país. Unas de las conclusiones extraída de esta investigación es la que nos hace comprender si la jubilación de las mujeres mayores casadas es voluntaria o, por el contrario, se debe a las distintas presiones, tanto sociales como económicas, etc.
Palabras clave
Jubilación. Mujer. Gran Bretaña. Trabajo.
Women and retirement in Great Britain
SUMMARY
A study was made of retirement choices among women in Great Britain, and the social, economic, and political circumstances that influence retirement. The study begins with an analysis of voluntary and involuntary occupational activity and examines the occupational status of older couples in this country. Among the points examined by this investigation is whether the retirement of older married women is voluntary or a response to social, economic, and other pressures.
Key words
Retirement. Women. Great Britain. Work.
Rev Esp Geriatr Gerontol 1998;33:45-53
En Gran Bretaña, a diferencia de los EE.UU., se ha prestado muy poca atención a la jubilación y al retiro de la vida laboral de la mujer. Esto es sorprendente debido a la tendencia que existe hacia el incremento de la participación de la mujer en el mundo laboral. La literatura americana hace tiempo que lleva reconociendo que la jubilación de la mujer no puede ser tratada de la misma manera que la de los hombres, no se puede restar importancia al hecho de que la mujer tiene la alternativa de reincorporarse al rol de ama de casa después de haberse jubilado.
El trabajo de las mujeres suele estar interrumpido por el período de parto, al cual se reincorporan en Gran Bretaña, a tiempo parcial (1). En los últimos años el período de post-parto se ha reducido, sobre todo en los puestos «no manuales», siguiendo trabajando a jornada completa durante este período. El punto álgido de la mujer en el mundo laboral está en los 40 años (2). Desde la reincorporación de la mujer en el período de post-parto es importante tener en cuenta qué factores influyen en ésta para que trabaje hasta la edad de jubilarse o incluso más.
El incremento de la mujer en el empleo da lugar a que tenga algo más de independencia económica durante su período o vida laboral. Sin embargo, es poco probable que esta independencia continúe después de su jubilación, al menos que la mujer sea capaz de crear unos derechos para ambos estados tanto ocupacional como pensiones individuales. La mayoría de las mujeres, a pesar de haberse pasado toda su vida trabajando, sólo tienen derecho a una pensión reducida a la edad de los 60. Si la mujer se ve obligada a abandonar el mercado laboral tempranamente, por ejemplo, por tener que cuidar de algún familiar o por causa de la jubilación de su marido, no sólo le reducen sus ingresos sino que ponen en peligro su futura independencia económica y bienestar al reducir los años en los cuales podría incrementar sus derechos de estado y otras pensiones. El Gobierno británico está aumentando la edad de las pensiones de las mujeres hasta los 65, igualando así la de los hombres, queriendo lograr este cambio para el año 2010. Normalmente sólo una cuarta parte de las mujeres trabaja hasta los 65, la mayoría haciéndolo a tiempo parcial, además la oportunidad de obtener un trabajo es muy limitada para las mujeres de más de 60. Aumentando la edad de la pensión a la cual tienen derecho hará que las mujeres sean totalmente independientes de sus maridos hasta los 65 años (3). Esto supondría que el derecho que tienen las mujeres a una pensión esté basado en un cálculo de 44 años trabajados (al igual que los hombres) y no en los 39, lo cual reduce la cantidad de ganancias de las actuales pensiones. El aumentar la pensión de jubilación de la mujer antes que reducir la de los hombres estaba justificada como reducción del gasto público; esto animaría a la mujer a permanecer trabajando hasta los 65 años.
Sin embargo, además de la discriminación de edad en el mercado laboral, lo cual es muy probable que afecte al empleo de la mujer antes de los 60 años, el efecto de los cambios legislativos en la edad de jubilación de las mujeres estará limitado por los condicionantes culturales. Como por lo general los hombres son dos años más mayores que sus mujeres, una misma edad de jubilación haría aumentar la proporción de mujeres que trabajen después de que sus maridos se hayan jubilado, cambiando así los tradicionales roles de género. Cualquier presión normativa que induzca a la jubilación de las mujeres antes o a la misma edad de sus maridos reduciría la probabilidad de que la mujer trabaje hasta los 65.
PERIODO DE JUBILACION DE LAS MUJERES CASADAS
La literatura americana que trata sobre el período de jubilación está originalmente basada en una concepción funcionalista de la división de roles familiares, dominado por la idea de que la mujer es totalmente dependiente económicamente de su marido y examina el área en la cual la decisión de jubilación condiciona el período de jubilación de sus mujeres. Desde un punto de vista funcionalista la estabilidad familiar depende del marido como proveedor, quien tiene un gran poder económico, el cual puede estar amenazado si su mujer será funcional para la familia mientras que la jubilación de la mujer no amenace a la misma.
La teoría feminista podría ofrecer un mejor esquema, ya que ésta no tiene en cuenta el acuerdo entre los miembros de la pareja. Esta teoría se diferencia de la teoría funcionalista en que ve a la familia patriarcal como opresora de la mujer. La posibilidad de que la mujer siga trabajando mientras que sus maridos estén jubilados es reducida, ya que los maridos jubilados podrán sentirse presionados a hacer tareas normalmente realizadas por la mujer. El cambio de los roles tradicionales de género son muy difíciles de aceptar por los hombres (probablemente también por sus mujeres), por lo tanto se resistirán a ese cambio.
Un total de estudios cualitativos sobre la relación que existe entre la jubilación de las mujeres casadas con la jubilación de sus maridos, es más compatible con el modelo patriarcal que con el funcionalista. Szinovacz (4) ilustra gráficamente cómo los maridos presionan a sus mujeres a jubilarse, y cómo algunos maridos están insatisfechos porque sus esposas siguen trabajando, lo cual a menudo afecta a las responsabilidades de rol-proveedor. En algunos casos los maridos toman una decisión unilateral de que sus esposas deberían retirarse a la vez que ellos; en muchos casos la presión es tal que incluso las mismas esposas argumentan que preferirían jubilarse antes para cuidar de su marido o compartir juntos el tiempo libre. Shaw (5) examinó los planes de jubilación en las mujeres de edad adulta resaltando que las mujeres afirman que la jubilación de sus maridos podría influir en su propia transición de jubilación.
En Gran Bretaña, el estudio de Mason (6) en mujeres de 50 a 69 años presenta que las mujeres están sometidas a una gran presión a la hora de jubilarse a la vez que sus maridos. Los maridos consideran indeseable el «quedarse solos» en casa mientras que sus esposas salen a trabajar, a menudo las mismas esposas encuentran eso mismo inapropiado. Cuando la pareja se jubila a la vez es difícil precisar la influencia de cada miembro en la decisión de jubilarse. Jubilarse a la vez puede ser el resultado de la decisión de las esposas.
Las alternativas a las teorías funcionalistas y a las patriarcales (¿feministas?) son las que están basadas en la teoría del intercambio y de la afinidad. Estas dos teorías sugieren más simetría y reciprocidad entre las relaciones de rol: se espera que las características de cada miembro tengan un efecto parecido en los planes de jubilación de cada uno, independientemente del género. Las investigaciones sugieren que es probable que la simetría de género haga que los dos miembros estén empleados en la edad adulta. Henretta y O''Rand y O''Rand et al (7) encontraron una simetría entre la influencia de uno de los miembros en el período de jubilación del otro. Por ejemplo, si la pensión de uno de los miembros no es suficiente, ese miembro tiende a trabajar durante más tiempo, a mayor diferencia de edad mayor es la probabilidad de que el miembro más joven trabaje durante más tiempo, si el salario de uno es menor ese miembro trabajará durante más tiempo. En todos estos casos, el género sólo tendrá un pequeño efecto en la decisión de cuál de los dos miembros se retire primero.
O''Rand et al (8) han encontrado en un estudio longitudinal acerca de parejas de 55 años en las cuales los dos trabajaban, que un 22% se habían retirado a la vez (jubilarse está definido con 18 meses de diferencia entre los miembros), el 32% eran tradicionales, es decir, el marido se jubilaba después que su esposa, y en un 31% de las parejas las mujeres se retiraban después que sus maridos (el 15% restante seguían aún trabajando). El jubilarse a la vez estaba asociado con la afluencia económica donde las parejas podían permitirse el retirarse, también estaba asociado a que los miembros llevaran o no mucho tiempo casados o si habían estado casados más de una vez. El que las mujeres llevasen más tiempo trabajando que sus maridos estaba relacionado con las circunstancias financieras donde eran más escasas, lo cual sugiere que las mujeres continúan laboralmente activas mientras que su familia dependa de sus ingresos. Estas mujeres tenían mayor probabilidad de estar casadas con hombres que tuvieran problemas de salud, que fueran mayores, o de estar más cerca de la edad de sus maridos y tener hijos menores de 21 años. El modelo tradicional también estaba relacionado con las desventajas económicas pero en este modelo algunas de las mujeres dejaba de trabajar para hacerse cargo de otros miembros de la familia. En los modelos en los cuales la pareja no se jubilaba a la vez, el período de jubilación se consideró más como una obligación que como una elección. Resumiendo, otros factores eran más importantes que el género a la hora de estudiar lo que influye en el período de jubilación de las parejas.
Sin embargo, la investigación que presenta simetría de género fue restringida a parejas que trabajaban los dos miembros y en los cuales la mujer seguía trabajando a la edad de 55 (8). Esto excluía a parejas con una mayor estructura familiar tradicional en la cual la mujer no había trabajado desde que contrajeron matrimonio o que había dejado de trabajar antes de los 55 para cuidar de algún familiar con problemas de salud por ejemplo. Además la mayoría de los estudios americanos están basados en muestras extraídas de la Seguridad Social (7, 8) o empleadas que trabajaban para otras compañías privadas (4, 9), por lo tanto estas muestras no son representativas de las parejas adultas.
ELECCION U OBLIGACION EN EL PERIODO DE LA JUBILACION
Una de las características de la literatura americana es que los términos de elección y toma de decisión se conciben alrededor del término jubilación. Así el hecho de que cada miembro puede elegir cuándo jubilarse queda implícito. Sin embargo, Szinovacz (4) reconoce las limitaciones de elección, él diferencia la jubilación no voluntaria y la no-voluntaria, señalando que la jubilación no voluntaria de uno reduce las opciones del otro. El poder elegir cuando retirarse sólo será posible si la jubilación es voluntaria por ambas partes. Cualquier análisis sobre el grado de sincronización entre las parejas a la hora de jubilarse tiene en cuenta las razones por las que se deja de trabajar, si esto es voluntario o no.
En Gran Bretaña se espera que haya «más obligación» que en el contexto americano, debido a la situación económica que se vive en Gran Bretaña desde los años setenta, la mayoría de los hombres y mujeres dejan de trabajar involuntariamente debido a la reducción o despidos por razones de salud o por el fin de contrato en los trabajos temporales (10). Muchos de los que eligieron la jubilación anticipada afirman que lo hicieron porque hubo reducción de personal, lo cual no les dejaba otra opción. La mayoría de los que se jubilaron a los 60 ó 65 años lo hicieron porque su trabajo les obligaba a ello.
La tendencia a la jubilación anticipada parece estar socialmente estructurada: los hombres con trabajos manuales tienen más probabilidad de dejar el trabajo por causas de salud, mientras que los que tienen trabajos no manuales y de mayor estatus tienden a jubilarse anticipadamente a cambio de alguna compensación económica a menudo en forma de pagas o pensiones profesionales (10, 11). En la Unión Europea, los trabajadores mayores normalmente son obligados a dejar el mercado laboral en contra de sus deseos incluso cuando la razón del estado para ello sea la jubilación anticipada (12). Por lo tanto, mientras que la literatura americana tiende a tratar la jubilación como si las parejas fueran libres para decidir cuándo retirarse, en Gran Bretaña la salida del mercado laboral no es voluntaria, teniendo poco poder de decisión.
El por qué los hombres dejan el mercado laboral y se jubilan anticipadamente ha sido uno de los focos atencionales en investigaciones tanto en Gran Bretaña (13) como en Europa (14). Sin embargo no ha habido una literatura paralela en cuanto a la salida temprana del mercado laboral de la mujer. De la misma manera que tampoco ha habido ninguna investigación británica cuantitativa, respecto a la jubilación de las parejas en el área en el que el período de jubilación de los miembros está o no sincronizado, y si la jubilación no sincronizada presenta simetría o asimetría entre los miembros.
METAS Y MÉTODOS
Este artículo primero analizará si en Gran Bretaña la salida del mundo laboral es más involuntaria que elegida. Después examinaremos ese estatus del empleo en cada uno de los miembros de las parejas más mayores. Luego examinaremos parejas en las cuales los dos miembros estén trabajando a los 51 años o más, analizaremos tres parejas diferenciadas que siguen tres modelos distintos a la hora de dejar el mundo laboral: 1) retirarse a la vez, 2) la secuencia tradicional en la cual el marido se jubila después que su mujer y 3) la no tradicional en la cual la mujer deja el trabajo más tarde que su marido. Esta sección del artículo utiliza un análisis no logístico de regresión para entender qué factores diferencian las características de las parejas que siguen estos tres modelos distintos.
El artículo utiliza datos de la OPCS «Retirement and Retirement Plans Survey» (Estudios de jubilación y planes de jubilación) (15). Este estudio gubernamental entrevistó a una muestra representativa formada por hombres y mujeres entre 55 y 69 años inclusive que vivían en hogares privados de Gran Bretaña, en total fueron 3.542 entrevistados. Además, más de 500 miembros de parejas que no se encontraban entre esas edades fueron entrevistados. Las entrevistas fueron realizadas entre noviembre de 1988 y enero de 1989. La primera muestra que se seleccionó incluía 15.000 direcciones en las cuales se les pedía a los entrevistados que escribieran el nombre, edad y sexo de todos los miembros de su familia que fueran mayores de 16 años. El 75% de las familias que respondieron tenían al menos una persona elegible que fue identificada. Las entrevistas fueron realizadas entre un 88% de las familias elegibles. A los entrevistados les hicieron preguntas sobre su historia laboral, qué edad consideraban adecuada para jubilarse y cuándo trabajaron por última vez.
El análisis está centrado en 1.206 parejas casadas o que viven juntas, la mujer estará entre los 55 y 69 años inclusive (16). Solamente un uno por cien de las mujeres de esta edad no estaba casada (13 parejas en total). El artículo se referirá a parejas casadas y parejas que no lo están, como casadas y a las mujeres que no lo están pero que viven en pareja como casadas o esposas.
Respecto al análisis del período de jubilación, utilizaremos el término de tiempo como en el que estuvieron activos por última vez y no como el tiempo en el cual consideran que se hubieran tenido que jubilar. Un análisis temprano nos dejó ver que la autodefinición de jubilación asociada a la necesidad de trabajar esta menos definida para las mujeres que para los hombres, además está más estrechamente vinculado a la pensión autorizada por el estatuto que para los hombres (17). Consideramos que la actual participación en el mundo laboral tiene mayor significado que la edad autodefinida de jubilación de los ingresos individuales (o de la pareja) en términos de política económica y social.
LA JUBILACION, ¿ELEGIDA O INVOLUNTARIA?
Consideraremos que el concepto de elegir la hora de jubilarse es aplicable en el contexto británico. La tabla I nos muestra las principales razones por las cuales dejan de trabajar tanto las mujeres como los hombres casados. Las razones involuntarias tales como la reducción del personal, el cierre de la compañía, enfermedad o discapacidad, fueron dadas por más de la mitad de los hombres casados y fueron particularmente comunes entre los hombres que dejaron sus empleos antes de los 60, llegando a ser más de un 90% los que lo dejaron a la edad de los 55. Las mujeres dieron las mismas razones antes mencionadas, a la mitad de las mujeres que pasaban de los 50 les ocurría lo mismo. Otra razón principal por la cual dejaban sus empleos era de proporcionar cuidados o razones familiares en un tercio de todas las mujeres y dos tercios para las mujeres de 51 años. Estas razones, las cuales reflejan mayoritariamente el cuidado de los hijos en edades inferiores, y el cuidado de su marido o parientes ancianos en edades superiores, son probablemente razones involuntarias, aunque esta categoría también incluiría a las mujeres que dejan de trabajar para pasar más tiempo con el marido recién jubilado.
Tabla I. Razón para haber dejado el último trabajo por edad dejado entre los hombres y mujeres casados actualmente desempleados (con edad entre 55 y 69) | |||||||
Edad en la que se dejó el último trabajo | <50 | 51-54 | 55-59 | 60 | 61-64 | 65+ | Total |
Mujer casada | |||||||
Jubiladas | 3 | 12 | 30 | 83 | 68 | 84 | 31 |
Cierre de empresa, despido | 12 | 28 | 20 | 4 | 11 | 11 | 14 |
Enfermedad, incapacidad | 17 | 23 | 24 | 6 | 12 | 5 | 17 |
Cuidados, razones familiares | 64 | 29 | 17 | 6 | 6 | -- | 32 |
Otras razones | 4 | 8 | 8 | 1 | 3 | -- | 5 |
N | 100% | 100% | 100% | 100% | 100% | 100% | 100% |
309 | 96 | 203 | 119 | 100 | 19 | 846 | |
Hombres casados | |||||||
Jubilados | -- | 7 | 20 | 49 | 43 | 91 | 43 |
Cierre de empresa, despido | 19 | 36 | 35 | 24 | 26 | 3 | 23 |
Enfermedad, incapacidad | 76 | 55 | 37 | 24 | 26 | 5 | 29 |
Cuidados, razones familiares | -- | -- | 4 | 3 | 2 | -- | 2 |
Otras razones | 5 | 2 | 4 | -- | 3 | 1 | 2 |
N | 100% | 100% | 100% | 100% | 100% | 100% | 100% |
37 | 44 | 161 | 71 | 205 | 138 | 656 | |
Fuente: Encuesta sobre Jubilación y Planes de Jubilación (análisis del autor). |
Sólo una minoría de mujeres y hombres casados dicen haber dejado sus empleos a causa de la jubilación, menos que un tercio de las mujeres y un 43% de los hombres (tabla I). Sólo una pequeña proporción se jubila a la misma edad de los 60 en las mujeres y de los 65 en hombres. Entre los que trabajaron por última vez a la edad de 60 y 65 años una mayor proporción describe la jubilación como razón por la cual abandonaron su trabajo. Esto sugiere que para muchos de éstos la jubilación a la edad de los 60 ó 65 fue obligatoria, no quedándoles ninguna otra opción.
Por lo tanto, el concepto de elección de la salida del mundo laboral es inapropiado si lo utilizamos en mujeres y hombres casados británicos. Esto apoya la necesidad de analizar el período de jubilación conjunta y asimétrica en Gran Bretaña.
EL ESTATUS DEL EMPLEO EN PAREJAS MAYORES
La participación en el empleo de cada miembro de las parejas está expuesta en la tabla II. En una pareja, los dos miembros pueden estar empleados, los dos pueden estar en paro, puede que sólo el marido trabaje (el ejemplo tradicional) o sólo la mujer. Esperamos que la «muestra no tradicional» sea rara, ya que ésta va en contra de las normas culturales sobre las relaciones económicas y sociales entre los miembros maritales.
En un 20% de las parejas los miembros se encontraban trabajando, entre el 42% de las mujeres que se encontraba en la segunda mitad de los 50, un 4% era al menos una década mayor que sus maridos (tabla II). Las proporciones donde ninguno de los dos estaba trabajando incrementó desde un 22% a un 81%. 50 parejas seguían el modelo tradicional en el cual sólo el hombre trabajaba mientras que en 10 parejas sólo era la mujer la que trabajaba. El modelo tradicional estaba constituido por un 13% de las mujeres situadas en la segunda mitad de los 50, un 10% de mujeres de 60 años. Este modelo es sustancialmente más frecuente en la vida adulta que en los períodos más tempranos del curso de la vida.
Tabla II. Estado de empleo de parejas casadas por edad de la esposa | ||||
Edad de la esposa | Total | |||
55-59 | 60-64 | 65-69 | 55-69 | |
Ambos con trabajo | 42 | 11 | 4 | 20 |
Sólo el marido con trabajo | 23 | 24 | 10 | 19 |
Sólo la esposa con trabajo | 13 | 10 | 5 | 17 |
Ninguno con trabajo | 22 | 55 | 81 | 51 |
N (parejas) | 100% | 100% | 100% | 100% |
432 | 427 | 347 | 1.206 | |
MODO DE EMPLEO EN PAREJAS ADULTAS (MAYORES)
Examinaremos tres modelos de parejas adultas en torno a la jubilación: 1) Retirada o jubilación conjunta en la cual los miembros dejan el trabajo con seis meses de diferencia del uno al otro, 2) el modelo tradicional de jubilación en el cual el marido deja el trabajo el menos seis meses después que su mujer o era el único que trabajaba y 3), el modelo no tradicional en el cual la mujer deja el trabajo al menos seis meses antes que su marido o era el único que trabajaba durante la entrevista. La tabla III muestra qué podría haber determinado la jubilación (línea A), el 60% sigue el modelo tradicional, el 12% el modelo de «jubilación conjunta» y el 28% el modelo no tradicional. Por lo tanto, el modelo tradicional era más común, ya que la mujer dejaba de trabajar mucho antes que su marido, en la mayoría de los casos por embarazo. Como se muestra en la tabla I, las mujeres que dejan de trabajar antes de los 51 raramente lo hacían por el motivo de la jubilación.
Tabla III. Modelos de salida del trabajo de las parejas casadas (esposa con edad comprendida entre 55 y 69) | ||||||
Modelo de salida | ||||||
Modelo de empleo | % de parejas | Nº de parejas | Tradicional (el marido más tarde) | Conjunto* | No tradic. (la mujer más tarde) | Hilera de % |
a) Todas las parejas, excluyendo el caso en el que ambos estén empleados cuando se realiza la entrevista. | 100% | 976 | 60 | 12 | 28 | 100% |
b) Uno o ambos miembros dejaron de trabajar antes de los 51 años. | ||||||
c) Ambos miembros dejaron de trabajar a los 51+. | 34% 66% | 335 641 | 93 43 | 2 17 | 5 40 | 100% 100% |
i) Ninguno estaba trabajando cuando se realizó la entrevista. | (42%) | (408) | 40 | 27 | 33 | 100% |
ii) Solamente estaba trabajando un miembros cuando se realizó la entrevista. | (24%) | 233 | 49 | -- | 51 | 100% |
Un tercio de las parejas en las cuales el período de jubilación puede estar determinado, uno o los dos miembros deja el trabajo antes de los 51 (línea B, tabla III). En la mayoría de los casos era la mujer, reflejándose así un modelo de empleo tradicional donde la mujer, ha dejado el mercado laboral tempranamente, a lo mejor sin volverse a reincorporar al trabajo después del parto.
Soprendentemente en una gran proporción de parejas, superior a los dos tercios, los dos miembros estaban empleados a los 51 años o más. Si el análisis se redujera a estas parejas el período de jubilación estaría distribuido en un mismo nivel: el 43% sería tradicional y un 40% no tradicional frente a un 17%, el cual dejaría el trabajo a la vez (línea C, tabla III). Cuando sólo uno de los dos estaba trabajando mientras se les entrevistaba, tanto las mujeres como los hombres lo hacían en una misma proporción. Esto demuestra que entre las parejas en las cuales los dos estaban trabajando a los 50 años, había una simetría de género a la hora de jubilarse.
En las sociedades occidentales la norma cultural de que los hombres se casen con mujeres más jóvenes mantiene la idea patriarcal, reforzando así las diferencias entre los maridos y las esposas; la asimetría de edad favorece el poder del miembro con más edad sobre el miembro más joven. Entre las mujeres casadas con edades comprendidas entre los 55 y 69, la mitad se casaron con hombres dos o más años mayores que ellas, solamente en un 14% de las parejas la mujer era mayor (análisis no mostrado aquí). Si se combina esta diferencia de edad con la diferencia de 5 años que existe en la edad de recibir una pensión de jubilación, en Gran Bretaña aumentaría la probabilidad de que los dos se retiren a la vez o que las mujeres se retiren antes que sus maridos. Esto reduce la posibilidad de que las mujeres trabajen mientras sus maridos están jubilados, por lo tanto esto apoya la tradicional división de género de roles entre parejas.
MODELO DE JUBILACION NO CONJUNTA
Esta sección explora el modelo de jubilación y las características de 641 parejas de las cuales el período de jubilación podría estar determinado, estas son las parejas en las que al menos uno de los miembros no estaba empleado en el momento de la entrevista (tabla III, línea C). El análisis combina dos grupos: 408 parejas en las cuales ninguno estaba trabajando durante la entrevista y 233 parejas donde sólo un miembro estaba todavía trabajando. Entre estas parejas un 25% se jubilaron a la vez, en un 39% el marido se jubiló más tarde (tradicional) y en un 35% la mujer se jubiló después (no tradicional).
Usamos una regresión logística para examinar si el período de jubilación entre parejas estaba mejor explicado por la asimetría de género de rol por la dominancia masculina. Consideramos dos variables dependientes dicotómicas: 1) se seguía el modelo no tradicional, es decir, la mujer deja de trabajar seis meses o más después de que su marido y 2) donde se seguía el modelo tradicional, es decir, el marido se jubila más tarde que la mujer. La jubilación conjunta estaba incluida como residual o negativa en las categorías de las variables dependientes.
En el análisis se incluyen seis tipos de variables independientes: el primer tipo, variables asociadas con cada miembro, por ejemplo, el mayor nivel educativo, la ocupación usual, la autopercepción de su nivel de salud, placer o diversión en su último, si fue estresante o aburrido y la pensión o paga de cada miembro. El segundo tipo fueron variables que median la historia laboral de cada miembro, la cual incluía la proporción de si el trabajo era de media jornada o jornada completa. El tercer tipo fueron variables relacionadas con la pareja, por ejemplo, la diferencia de edad entre los miembros. Finalmente se utilizaron variables de la familia. Por ejemplo, cuántas generaciones vivían o el número de adultos que había en la familia.
La tabla IV muestra ratios adicionales para las variables que tenían una asociación estadística significativa, asociado con cada variable dependiente. Hay un alto grado de asimetría en los efectos de escasa salud; en cada caso «no gozar de buena salud» estaba asociada con un empleo tardío en el otro miembro. Por ejemplo, los ratios adicionales de una mujer empezando a trabajar en una edad avanzada en los cuales el marido no gozaba de buena salud era de 2,53, comparándolo con el 1,00 donde el marido gozaba de buena salud; los ratios adicionales en los que el marido empezaba a trabajar con una edad avanzada en los cuales la esposa gozaba de buena salud era de 3,11 en comparación al 1,00 en el cual la esposa gozaba de buena salud. Esto apoya el efecto encontrado por O''Rand et al (8), el cual dice que uno de los miembros seguirá trabajando mientras el otro no pueda hacerlo por motivos de salud.
La diferencia de edad entre los otros miembros tiene un gran efecto, siendo evidente un gradiente linear en cada modelo en el cual el miembro más mayor tendrá más probabilidades para retirarse primero. El ratio adicional de una mujer que trabaja después que su marido se jubile era de 4,46, si ésta era 5 o 9 años más joven que su marido en comparación al 1,00 de la categoría de referencia en la que los miembros eran de la misma edad. El ratio adicional de una marido que sigue trabajando después de que su mujer se jubile era de 4,01 si su esposa era cinco años o más mayor que él, lo cual está relacionado a la categoría de referencia en la que los dos tienen la misma edad. Este descubrimiento sobre la reciprocidad entre la edad de los miembros a la hora de jubilarse indica que existe una simetría de género lo cual influye en el período de jubilación de cada uno de los miembros. También hay que tener en cuenta el efecto que tiene la edad en la que los hombres reciben la pensión de jubilación, la cual favorece al modelo tradicional de jubilación.
Solamente una pequeña proporción de mujeres adultas había trabajado siempre a jornada completa (18), estas mujeres tenían pocas probabilidades de continuar trabajando después de que sus maridos se jubilaran. Las que constantemente habían continuado trabajando pero no siempre a jornada completa tenían más probabilidades de seguir trabajando después de que sus maridos se jubilaran. Esto también se daba en el caso en el que las mujeres eran «estables» o «intermitentes» a la hora de reincorporarse al trabajo. Estos grupos tenían ratios adicionales del período del trabajo tres veces y medio más alto que aquellos grupos en los que la mujer ha trabajado siempre a jornada completa. Al igual que en EE.UU., la pensión completa a la cual el marido tiene derecho influenciaba en el modelo del período de jubilación, pero a diferencia de EE.UU. la pensión de la mujer no tuvo ningún efecto. Los maridos que recibían una pensión eran menos propensos a trabajar después que sus mujeres. Por lo tanto, la pensión a la cual tienen derecho los hombres, pero no las mujeres, afecta al período de jubilación en GB. Las características socio-económicas de los miembros como las calificaciones educativas o el último tipo de trabajo realizado no fueron estadísticamente significativos en los modelos de predicción del período de jubilación de los miembros. Tampoco hubo ningún efecto estadísticamente significativo de las variables de la familia.
Se señala que aquellos hombres que evaluaron sus últimos empleos como aburridos o estresantes y aburridos eran menos propensos a seguir trabajando después que sus mujeres; no hay ningún efecto estadísticamente significativo sobre la evaluación de las mujeres respecto a sus empleos. Estos descubrimientos muestran una influencia evidente del modelo patriarcal, ya que las características del marido su derecho a la pensión de jubilación y su actitud hacia el trabajo tenían un efecto en el período de jubilación de las parejas; las características de las mujeres no fueron relevantes.
EXPLICACION DE LA JUBILACION CONJUNTA DE LAS PAREJAS
La literatura americana ha encontrado que la jubilación conjunta tiene una gran afluencia en parejas con un modelo que refleja «elección», mientras que dos modelos asimétricos reflejan claramente «obligación». Nuestro análisis utilizó la misma definición de conjunta de Henretta y O''Rand (7), la cual definía en 18 meses de diferencia entre los miembros, así como la que sólo tiene en cuenta seis meses de diferencia. Utilizamos una regresión logística para predecir la jubilación conjunta con un grupo de variables que fueron utilizadas en el análisis de la jubilación no conjunta, mostradas en la tabla IV.
Tabla IV. | |||
a) La esposa más tarde | b) El marido más tarde | ||
Salud del marido | +++ | +++ | |
Buena | 1,00 | 1,00 | |
Bastante buena | 1,60* | 0,67 | |
No buena | 2,53** | 0,40** | |
Salud de la esposa | +++ | +++ | |
Buena | 1,00 | 1,00 | |
Bastante buena | 0,83 | 1,21 | |
No buena | 0,36*** | 3,11** | |
Diferencia de edad entre los miembros (de la pareja) | +++ | +++ | |
La esposa 5+ años mayor | 0,16 | 4,01 | |
La esposa 2-4 años mayor | 0,54 | 1,71 | |
La misma edad (dentro de 18 meses) | 1,00 | 1,00 | |
El marido 2-4 años mayor | 1,29 | 0,55* | |
El marido 5-9 años mayor | 4,46** | 0,15** | |
El marido 10+ años mayor | 7,58** | 0,08* | |
Nº de pensiones laborales del marido | + | ++ | |
Ninguna | 1,00 | 1,00 | |
Una | 1,19 | 0,46* | |
Dos o más | 1,84* | 0,37** | |
Percepción del último (actual). Trabajo del marido | ++ | ||
Ni de tensión nerviosa ni aburrido | 1,00 | ||
A menudo de tensión nerviosa | 0,72 | ||
A menudo aburrida | 0,38** | ||
Ambos de tensión nerviosa y aburrido | 0,37** | ||
Historial del empleo de la esposa | +++ | ||
Continuo >= 90% en jornada completa | 1,00 | ||
Continuo ¾ 90% en jornada compl | 3,56** | ||
Regreso estableeta | 3,56** | ||
Regreso intermedio | 3,58** | ||
Regreso breve | 1,61 | ||
Nº de parejas | 628 | 628 | |
(+) Significado de variable en la ecuación de regresión logística: + p< 0,005,++ p< 0,01. +++ p< 0,001. () Significado de diferencia de la categoría de referencia: * p< 0,05, **p< 0,01, ***p< 0,001. (*) Signo imposible de identificar por la baja calidad del original. Variables incluidas en los modelos para cada miembro (de la pareja): Nivel educacional más alto, clase profesional normal, disfrute del último (o actual) trabajo, si el último (o el actual) trabajo fue de tensión nerviosa/aburrido, afiliación de la pensión laboral, historia de empleo y edad. Las variables de la familia censal incluyen: Si más de una generación en la familia censal, el número de personas en la familia censal, y la diferencia de edad entre los miembros. Historia de empleo.Continuo Jornada Completa. Trabajó 30+ años entre 20-55, por encima del 90% de jornada completa. Continuo Sin Jornada Completa. Trabajó 30+ años entre 20-55, por encima del 90% de jornada completa. Regreso estable. Trabajó <30 años entre 20-55, pero <12+ años de 40-55. Regreso intermedio. Trabajo 10+ años entre 30-55, pero <12 años de 40-55. Regreso breve. Trabajo por debajo de 10 años de 30-35 (?). Carrera doméstica. No trabajó después de los 30 años. (Excluido de este análisis). (?): ¿Es 35 o 55? Si es 35 no tiene mucho sentido. Fuente: Encuesta sobre Jubilación y Planes de Jubilación (análisis del autor). |
Ninguna de estas variables tuvo algún efecto significativo en la jubilación cuando ésta era definida con 18 meses de diferencia entre los miembros. Esto sugiere que en GB la jubilación conjunta no es frecuente pero podría ser una gran coincidencia el que el modelo refleje la obligación al empleo a que se enfrenta cada miembro. Antes de hacer ninguna conclusión analizamos las fechas exactas de los trabajos realizados por cada miembro, encontrados en el Estudio de Jubilación y Planes de Jubilación.
Si existe alguna norma patriarcal que anticipe que la jubilación de las mujeres sigue a la de sus maridos, podríamos esperar un número desproporcionado de mujeres que abandonan sus puestos de trabajo en los siguientes meses que lo hacen sus maridos. Entre aquellas parejas que abandonan sus puestos de trabajo con una diferencia del uno al otro menor a 18 meses. Un 35% deja sus puestos de trabajo el mismo día (16). Este tipo de abandono probablemente refleje que se da una elección de jubilación conjunta, aunque algunas de estas parejas podrían haber dejado sus trabajos a la vez, por razones relacionadas con la reducción de personal en sus compañías. El resto de las parejas que se jubilaban con 18 meses de diferencia, mostraron un modelo simétrico de jubilación aproximado: en un tercio de las parejas la mujer dejaba el trabajo antes que su marido y en el otro era el marido quien lo hacía primero. Por lo tanto no existe ninguna evidencia de que la mujer se sintiera presionada a dejar su trabajo a causa de la jubilación de su marido.
SUMARIO Y CONCLUSIONES
La influencia del modelo patriarcal se refleja en la proporción de las parejas mayores en el que un 26% la mujer había dejado de trabajar antes de llegar a los 50, la mayoría realizaba el rol de ama de casa. Sin embargo, hoy en día este modelo es menos común en GB desde que en tres cuartas partes de las parejas los dos mismos miembros estaban empleados a la edad de 51 años o menos. Entre estas parejas, había una asimetría parecida en los modelos de jubilación no conjunta. Las obligaciones prevalecen en la libertad de los individuos a la hora de elegir cuándo jubilarse; sus últimos puestos de trabajo parecían ser la principal razón para la simetría de género en el período de jubilación de las parejas mayores. La mayoría se retiraba por causas relacionadas con el trabajo, es decir, por la jubilación obligatoria o razones de salud. La elección del período de jubilación no sólo está limitado por factores de mercado laboral sino también por normas de los roles de género, los cuales están reforzados por aspectos de la política estatal: los beneficios de las regulaciones probablemente tengan un efecto desincentivo en las mujeres cuando los maridos de éstas estén jubilados. Es evidente la simetría de los dos géneros, en términos del efecto de mala salud del otro miembro y el sistema patriarcal, ya que algunas actitudes ante el trabajo influían en las parejas a la hora de retirarse del mercado laboral mientras que las características de la esposa no tenían ninguna influencia.
El principal factor que influía en el período de jubilación era la diferencia de edad entre los miembros. El modelo en el cual la mujer continuaba trabajando después de que su marido se jubilara, era más común en aquellas parejas donde la mujer era la más joven. Esto sugiere que el período de jubilación es sensible a factores como cuál de los dos miembros llega antes a la edad de jubilación además; una pensión de jubilación desigual combinada con la diferencia de edad reforzará el modelo tradicional.
Nuestra investigación contribuye a entender si la jubilación de las mujeres que están casadas, la eligen ellas, les obligan sus maridos, o si es el resultado de la falta de oportunidades de trabajo del mercado laboral. Es importante evaluar el efecto que tendrá en la mujer el aumento de la edad de la pensión de jubilación a los 65 años, lo cual se dará a partir del 2010, y el aumento de edad en la legibilidad de una pensión ocupacional, lo cual ya ocurre en algunos esquemas. Si el empleo de la mujer no aumenta a los 60, bien por falta de oportunidades o bien por sentirse presionadas a jubilarse con o antes que sus maridos, las mujeres tendrán menos habilidad que hoy en día, para adquirir suficientes derechos de pensión, lo cual aseguraría el bienestar económico en un futuro.
En conclusión, tanto la simetría de rol entre parejas en las que los dos miembros trabajan en la primera mitad de los 50, como la teoría feminista, contribuyen a explicar el período de jubilación de las parejas. Hay mayor simetría de género no en los primeros períodos de vida, por ejemplo, cada miembro continuará trabajando si el otro deja de trabajar por motivos de salud. La mayoría de las mujeres que trabajan están obligadas a dejar el trabajo principalmente por factores relacionados con el mercado laboral, esto ocurre en ambos sexos.
Aunque el modelo tradicional del período jubilación predomina en las parejas en las que los dos están empleados, mayoritariamente es debido a la pensión de jubilación del hombre.
AGRADECIMIENTOS
Queremos mostrar nuestra gratitud a la OPCS «Retirement and Retirement Plan Survey» y al «General Household Survey» por habernos permitido acceder a ellos durante 1988 y 1990, así como a la Universidad de Essex y al centro informático de la Universidad de Manchester. Damos las gracias también al Office Censuses and Surveys. El artículo esta basado en un proyecto de investigación fundado por el Consejo de Investigación Económico y Social (Grant nº R0233240).
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Correspondencia: S. Arber. Departamento de Sociología. Universidad de Surrey. Guildford. Surrey GU2 5XH. England.