Objetivos: La leishmaniasis es una zoonosis transmitida por el mosquito Phlebotomus, caracterizada por fiebre intermitente prolongada, esplenomegalia y pancitopenia1. Es endémica en la cuenca mediterránea; en la pasada década se registraron en España aproximadamente 200 casos de leishmaniasis en mayores de 70años, constituyendo un grupo de riesgo dada la inmunosupresión, las comorbilidades y los tratamientos.
Método: Mujer de 83 años con antecedentes personales de artritis reumatoide estable, con tratamiento corticoideo oral y metotrexato (retirado 2 meses antes), demencia moderada GDS-FAST 5 probablemente neurodegenerativa y osteoporosis.
Ingresó en planta de geriatría por febrícula sin foco infeccioso ni actividad inflamatoria articular y cuadro confusional agudo multifactorial. Se objetivó derrame pericárdico severo, esplenomegalia y derrame pleural leve izquierdo. Cultivos, serologías y marcadores tumorales negativos. Estudio de líquido pleural sin alteraciones. Tras mejoría clínica y sin diagnóstico etiológico se decidió alta para seguimiento ambulatorio.
Transcurridos dos meses del alta, ingresa por síndrome constitucional y persistencia de febrícula con algún pico febril aislado, asociando astenia marcada y sudoración profusa de predominio nocturno. Analíticamente, pancitopenia leve con elevación de reactantes de fase aguda (VSG 101mm, ferritina 1.300mg/l y PCR 9mg/dl).
Resultados:
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TAC corporal: esplenomegalia de 13,5cm y derrame pericárdico cuantioso.
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Ecocardiograma transtorácico: derrame pericárdico severo, sin datos de compromiso hemodinámico.
Se solicitó interconsulta a Hematología para descartar proceso linfoproliferativo.
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Frotis de sangre periférica con análisis citomorfológico inespecífico.
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Biopsia de médula ósea: parénquima medular normocelular con abundantes histiocitos cargados de parásitos intracelulares, compatibles con amastigotes de Leishmania.
Dada la ausencia de compromiso hemodinámico y su probable etiología infecciosa, se decidió manejo conservador del derrame pericárdico.
Conclusiones: La leishmaniasis debe formar parte de nuestro diagnóstico diferencial ante pacientes con clínica similar a la reportada en nuestro caso; más aún, en pacientes ancianos que constituyen un grupo especialmente frágil. Por tanto, requieren un diagnóstico lo más precoz y exacto posible que permita tratar de manera óptima entidades potencialmente reversibles como la descrita anteriormente.