Objetivos: Determinar las diferencias entre los pacientes que aceptan o declinan participar en un programa de ejercicio físico dirigido a recuperar los efectos negativos secundarios a la hospitalización.
Métodos: Se valoraron pacientes hospitalizados en el servicio de medicina interna del HUA (septiembre de 2017- enero de 2018) que cumplían los criterios de inclusión (≥70 años, MMSE ≥20 y capacidad de deambular). Los criterios de exclusión fueron pacientes con IRC, IAM, fractura reciente (≤3 meses) y/o padecer enfermedad neuromuscular autoinmune. Se comparó mediante t de Student la edad, estancia hospitalaria media, ABVD (Barthel), capacidad funcional (SPPB), velocidad de la marcha (4m) estado cognitivo (Pfeiffer), estado nutricional (MNA-SF) y fragilidad (FRIED) de los pacientes que aceptaron con los que declinaron participar.
Resultados: De los 151 pacientes valorados, 25 (16,5%) aceptaron ser incluidos en el programa, mientras que 126 (83,5%) declinaron participar.
Los pacientes que aceptaron fueron más jóvenes (80,92 años en mujeres y 81,41 en hombres) que los que declinaron (85,7 en mujeres, p=0,016, y 83,78 en hombres, p=0,28), aunque las diferencias en hombres no fueron significativas.
La estancia media de los pacientes que aceptaron fue de 6,2 días, frente a los 8 días de los que declinaron, aunque estas diferencias no fueron significativas.
El estado nutricional es significativamente mejor en mujeres (p=0,006) y en hombres (p=0,011) que aceptan realizar el programa. Las mujeres que aceptan tienen mejor capacidad funcional (p=0,003), mejor velocidad de la marcha (p=0,003) y mejor estado cognitivo (p=0,003).
No se observan diferencias significativas entre los grupos respecto a las ABVD y la fragilidad.
Conclusiones:
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Se observa una proporción elevada de pacientes que declinan participar en un programa de ejercicio físico posthospitalización.
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Un peor estado nutricional se asocia a una menor participación en un programa de ejercicio físico.
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Las mujeres que presentan una mejor condición física y cognitiva muestran una mayor predisposición a realizar ejercicio al alta hospitalaria.
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Parece necesario diseñar estrategias para fomentar la realización de ejercicio físico en las personas menos proclives a ello.
