Analizar la prevalencia y características de pacientes con anemia ingresados en una unidad geriátrica de agudos, y su valor pronóstico de mortalidad al año.
Material y métodosEstudio descriptivo prospectivo en el que se incluyó a los pacientes ingresados en la unidad de geriatría. Se diagnosticó la anemia según los criterios de la Organización Mundial de la Salud. A todos los enfermos se les realizó una valoración geriátrica integral. Un año más tarde se realizó seguimiento vía telefónica y se valoró mortalidad y situación funcional.
ResultadosSe incluyó a 145 pacientes, edad media de 81 años, de los cuales 93 (64,13%) presentaban anemia. Los tipos más frecuentes de anemia fueron la de procesos crónicos y la ferropénica. El índice de Barthel fue menor en los pacientes con anemia (p<0,05). La mortalidad al año fue del 47,9%, sin diferencias significativas entre pacientes con y sin anemia (OR 2,07; [0,98-4,4]). Los valores del IB, el índice de Charlson, el Mini Nutritional Assessment method y el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo basales fueron significativamente peores en los pacientes que fallecieron.
ConclusiónLa anemia es un enfermedad muy prevalente en pacientes de edad avanzada que ingresan por un proceso agudo y se asocia con una peor situación funcional.
To describe the characteristics, prevalence and prognostic of anemia in older patients admitted to an acute geriatric unit.
Material and methodsA prospective descriptive study was conducted on patients admitted to a geriatric unit. Anemia was defined using the World Health Organization criteria. A comprehensive geriatric assessment was performed on all patients. When possible, a telephone follow-up re-evaluation (mortality, functional status) was performed one year after discharge.
ResultsA total of 145 patients were studied. The mean age was 81 years, and 93 (64.13%) were anemic. Chronic diseases and iron deficiency anemia were the most frequent. Anemic patients had lower scores in the Barthel Index (P<.05). The mortality one year after discharge was 47.9%, with no differences between anemic or non-anemic patients (OR 2.07, [0.98-4.4]). All the geriatric indexes (Barthel index; Charlson comorbidity index, Mini-mental state examination and Mini Nutritional Assessment) showed worse scores in patients who died one year after discharge.
ConclusionsThe prevalence of anemia in the elderly admitted to a geriatric unit is elevated, and associated with a poorer functional status.
El envejecimiento de la población es un hecho de gran trascendencia social, por ello son de gran interés las enfermedades muy prevalentes en personas de edad avanzada, como la anemia1.
Aunque hay controversia sobre qué criterios definitorios de anemia son los más adecuados en personas ancianas, los más aceptados y utilizados son los de la Organización Mundial de la Salud (OMS)2.
La anemia es frecuente en los ancianos con una prevalencia de entre 9 y 18% en hombres y entre 8 y 13% en mujeres3–5 en la población general. Con el envejecimiento, el incremento de prevalencia de procesos crónicos y la aparición de enfermedades agudas añadidas, la anemia en ancianos es más frecuente que en otros grupos de edad6. Además, la anemia ha demostrado ser factor pronóstico de morbimortalidad en pacientes ancianos4,7,8.
Los tipos de anemia más frecuentes en el anciano son la anemia ferropénica, anemias por déficit de vitamina B12 y folatos, anemia por procesos crónicos y las anemias no explicadas5,6.
Por todo lo expuesto anteriormente hemos creído de interés analizar la prevalencia de anemia y sus características en un grupo de pacientes de edad avanzada que ingresaron en la unidad de agudos de geriatría de nuestro centro.
Material y métodosSe incluyó a todos los pacientes ingresados en la unidad de agudos de geriatría, desde la unidad de urgencias, durante 5 meses de forma consecutiva, sin criterios de exclusión.
Se analizaron variables sociodemográficas y antropométricas (tabla 1). Se realizó analítica general completa con estudio de anemia (ferritina, ácido fólico, vitamina B12, hierro, transferrina, saturación de transferrina y haptoglobina). Los valores de normalidad fueron los de referencia de nuestro laboratorio.
Variables sociodemográficas y antropométricas de los pacientes con y sin anemia
Anemia | No anemia | p | |
---|---|---|---|
N | 93 | 52 | |
Edad (años) | 81,42 (±7,02) | 79,7 (±7,61) | 0,189 |
Mujeres (%) | 51,6 | 63,5 | 0,157 |
IMC (kg/m2) | 25,4 (±5,5) | 22,7 (±6,5) | 0,249 |
Alcohol (% consumidores) | 6,5 | 3,8 | 0,728 |
Tabaco (% fumadores) | 15,1 | 17,3 | 0,357 |
N.° fármacos basales | 7,51 (±3,89) | 6,86 (±4,35) | 0,377 |
N.° fármacos alta | 8,3 (±3,75) | 8,29 (±5,1) | 0,769 |
Í. Barthel previo | 63,5 (±32,6) | 75,5 (±23,6) | 0,049 |
Í. Charlson | 6,4 (±2,2) | 6,5 (±2,4) | 0,708 |
Miniexamen cognoscitivo | 19,7 (±11,7) | 22,6 (±10,9) | 0,238 |
MNA | 18,8 (±5,8) | 21,4 (±4,5) | 0,185 |
IMC: índice de masa corporal; MNA: Mini Nutritional Assesment.
El diagnóstico de anemia se realizó siguiendo los criterios establecidos por la OMS, clasificándose en ferropénica, de procesos crónicos, carencial, mixta, hemolítica y no clasificable9.
En todos los casos se realizó una valoración geriátrica integral, que incluía el análisis de la comorbilidad (índice de Charlson10), valoración del deterioro cognitivo (Mini examen cognoscitivo de Lobo [MEC]11), de las actividades básicas de la vida diaria (índice de Barthel [IB]12) al ingreso y al alta, y, evaluación del estado nutricional (Mini Nutritional Assessment method [MNA]13).
Al año del alta hospitalaria se contactó telefónicamente para valorar la mortalidad y en los pacientes que fue posible se realizó el IB.
Se realizó un análisis descriptivo; las variables cuantitativas se expresan como media (desviación estándar) y las categóricas como porcentajes. En el análisis univariante, la comparación entre grupos en el caso de variables cuantitativas requirió el uso de la t de Student en caso de distribución normal (test de Kolmogorov-Smirnov con la corrección de la significación de Lilliefors) y la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney en las variables que vulneraron el supuesto de normalidad. En el caso de las variables predictoras categóricas, al incluir algunas de ellas más de 2 categorías, se optó por la regresión logística, cuyos resultados se expresan como odds ratio (OR) y su intervalo de confianza del 95% (IC). En el análisis multivariante para estudio de la mortalidad al año, se incluyeron las siguientes variables: anemia, edad, sexo, MEC, IB y Charlson, y se utilizó la regresión logística como estadístico. Para el análisis de datos se utilizó el paquete estadístico SPSS 15.0 para Windows.
ResultadosLa muestra estudiada incluyó 145 pacientes de 80,74 (7,26) años de edad, 56% mujeres (tabla 1). Tenían anemia 93 pacientes (64,13%), 45 hombres y 48 mujeres. Respecto a los tipos de anemia, la más frecuente fue la anemia de procesos crónicos (36,5%) seguida de la ferropénica (29%), mixta (22,6%), por déficit de B12 (6,5%), hemolítica (1%) e inclasificable (4,4%).
Los resultados de la asociación entre parámetros de valoración geriátrica (IB, Charlson, MEC y MNA) y anemia se detallan en la tabla 2. Un IB menor de 20 se asociaba con mayor presencia de anemia con respecto a los pacientes con IB de 100 (OR=14,44).
Asociación entre parámetros de valoración geriátrica y anemia
Muestra global (n=145) | Anemia (n=93) % | No anemia (n=52) % | Odds ratio (IC 95%) | |
---|---|---|---|---|
Barthel (IB) | ||||
IB 100 | 19 | 47,4 | 52,6 | (Categoría de referencia) |
IB 60-95 | 83 | 60,2 | 39,8 | 1,68 (0,62-4,59) |
IB 40-55 | 16 | 75 | 25 | 3,33 (0,78-14,16) |
IB 20-35 | 12 | 66,7 | 33,3 | 2,22 (0,5-9,96) |
IB<20 | 14 | 92,9 | 7,1 | 14,44 (1,56-133,58) |
Charlson | ||||
Charlson<3 | 7 | 42,9 | 57,1 | (Categoría de referencia) |
Charlson ≥ 3 | 127 | 66,1 | 33,9 | 2,60 (0,56-12,17) |
MEC | ||||
MEC≥23 | 78 | 62,8 | 37,2 | (Categoría de referencia) |
MEC<23 | 42 | 71,4 | 28,6 | 1,48 (0,48-3,33) |
MNA | ||||
≥24 | 9 | 66,7 | 33,3 | (Categoría de referencia) |
17-23,5 | 24 | 70,8 | 29,2 | 1,21 (0,24-6,27) |
<17 | 12 | 91,7 | 8,3 | 5,50 (0,46-65,16) |
No se pudo aplicar las escalas al total de pacientes de la muestra.
Significación p<0,05.
IC: intervalo de confianza; MEC: Mini examen cognoscitivo de Lobo; MNA: Mini Nutritional Assesment.
La mortalidad intrahospitalaria del total de pacientes fue de 3,45% (5 pacientes). Un año más tarde se contactó telefónicamente con los restantes. De los 140 pacientes, se perdió el seguimiento de 28, habían fallecido 51 (47,9%), y a los 61 restantes se les realizó el IB por teléfono. El IB medio en los pacientes que seguían vivos fue de 73,7 (±29,7). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el IB entre los pacientes vivos al año con anemia (IB 70,0±34,7) y sin anemia (IB 76,5±25,6) (p=0,761).
En el análisis univariante entre anemia al ingreso y mortalidad, se encontró una tendencia a mayor mortalidad al año (OR=2,07; IC: 0,98-4,40) en aquellos pacientes con anemia (n=38) respecto a los que no presentaban anemia al ingreso (n=13). Cuando se completó el estudio de mortalidad al año con un análisis multivariante en el que se incluyeron aquellas variables que podrían ser modificadoras de efecto o confundidoras (edad, sexo, MEC, IB y Charlson), no se encontraron diferencias significativas en la mortalidad al año entre ambos grupos (OR=1,83; IC 95%: 0,71-4,71; p=0,210).
DiscusiónEn el presente estudio se ha constatado que la anemia en el paciente anciano se asocia con mayor deterioro funcional determinado mediante el IB.
La prevalencia de anemia en nuestros pacientes ha sido superior a la descrita en otros estudios, asemejándose a la hallada en otras series de pacientes ingresados en hospitales de agudos1,14. En nuestra serie la frecuencia fue muy parecida en ambos sexos, mientras que en otros trabajos se describe una prevalencia superior en los varones5.
La falta de diagnóstico y tratamiento de la anemia puede comportar graves consecuencias y se asocia con un incremento de mortalidad, peor estado de salud, y un empeoramiento de las funciones cognitivas8. Diversos trabajos han demostrado que cifras bajas de hemoglobina tienen relación causal con un mal pronóstico15. Respecto al diagnóstico, se debe evaluar de forma individualizada, teniéndose en cuenta que la anemia no es explicable únicamente por el envejecimiento.
En cuanto a los tipos de anemia, en nuestro trabajo hallamos prevalencias similares a las descritas en la literatura5, siendo la más frecuente la anemia de procesos crónicos, seguida de la ferropénica. En el presente estudio la anemia de causa no aclarada o no clasificable tenía una baja prevalencia, ya que se disponía de estudio de anemia en todos los pacientes, hecho que ya ha sido observado por otros autores6.
Es bien conocida la utilidad de la valoración geriátrica integral en el pronóstico de pacientes de edad avanzada en general, por lo que hemos creído de interés evaluar su influencia en pacientes con una enfermedad prevalente como la anemia. De los índices utilizados solo se encontraron diferencias en el IB. Algunos autores han descrito en pacientes de la comunidad una peor situación funcional en los que presentaban anemia respecto a los que no la tenían7. En nuestra muestra el IB indicó una mayor dependencia en los pacientes anémicos. No quedan claros los mecanismos por los que la anemia se relaciona con este deterioro funcional. Una de las causas sería el desuso secundario a la falta de actividad por la debilidad generada por la anemia, otra explicación sería que los pacientes con multimorbilidad, entre las que se encuentra la anemia, sufren mayor deterioro funcional.
Los pacientes de este estudio presentaban una comorbilidad alta sin que ello se asociara a mayor prevalencia de anemia. La similar comorbilidad de ambos grupos de pacientes puede ser debida a la gran pluripatología de la totalidad de la serie, aunque se ha observado una tendencia a mayor índice de Charlson en los pacientes anémicos. A pesar de estar descrito en nuestra serie no se pudieron hallar diferencias respecto al deterioro cognitivo.
Otro aspecto menos valorado es la situación nutricional en los pacientes ancianos. En nuestra serie la prevalencia de malnutrición fue de alrededor del 26%, y de riesgo de malnutrición del 53%, sin diferencias entre pacientes con y sin anemia, aunque se observó una mayor tendencia a presentar riesgo o malnutrición en los pacientes con anemia. Dada la gran prevalencia de la alteración nutricional en pacientes mayores ingresados, creemos que sería de gran importancia iniciar una adecuada valoración nutricional ya desde el ingreso y la consiguiente intervención derivada de ella.
En cuanto a la situación funcional de los pacientes al año del alta hospitalaria, no se demostró diferencia respecto a la situación basal. Como ya se ha comentado, este hecho está en relación con la edad avanzada y multimorbilidad del total de la muestra. En el seguimiento realizado al año destacaba la alta mortalidad global, sin diferencia estadísticamente significativa entre los enfermos con anemia y sin ella.
Como limitaciones del estudio, en primer lugar no se realizó estudio etiológico de las causas de anemia. Tampoco se incluyó el receptor soluble de transferrina en el estudio rutinario de anemias. Hay que destacar que la malnutrición en pacientes con y sin anemia rozó la significación estadística, aunque sin alcanzarla, probablemente debido a la pequeña muestra analizada. Asimismo, en cuanto a diferencias en supervivencia al año del alta en pacientes con y sin anemia, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas, aunque probablemente sí se hubiera alcanzado analizando una muestra mayor.
Por todo lo expuesto anteriormente creemos que la anemia del paciente de edad avanzada debe ser detectada, valorada y tratada adecuada e individualizadamente dadas las implicaciones que conlleva, por lo que debería ser objeto de estudios más amplios en diferentes niveles asistenciales.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de interés.