Actualmente se ha planteado la existencia de una estrecha relación entre el estrés oxidativo e inflamatorio crónico de bajo grado. Ambos tipos de estrés han sido relacionados con la función muscular en adultos mayores (AM), sin embargo, no se ha definido si esta relación es particular para AM. El objetivo del estudio fue determinar la relación entre los niveles plasmáticos de factor necrótico tumoral alfa (TNF-α) y proteínas carboniladas (PC) con la fuerza muscular en un grupo de mujeres jóvenes y adultas mayores.
MétodosEstudio exploratorio. En 13 mujeres mayores y 8 jóvenes, fueron valorados los niveles plasmáticos de PC y TNF-α. La fuerza muscular se valoró mediante las pruebas de fuerza prensil, fuerza isométrica máxima voluntaria de cuádriceps, el arm curl test y el pararse-sentarse en 30 segundos.
ResultadosNo existieron diferencias entre las concentraciones plasmáticas de PC y TNF-α entre los grupos de estudio, las cuales se relacionaron entre sí solo en el grupo de AM. Se observó una relación no lineal entre las concentraciones plasmáticas de PC y la fuerza isométrica máxima voluntaria de cuádriceps solo en el grupo de AM (R2=36,2; p=0,038). Para el caso del TNF-α no se encontraron asociaciones significativas con ninguna de las pruebas aplicadas.
ConclusionesExiste relación entre las concentraciones plasmáticas de PC y la fuerza isométrica máxima voluntaria de cuádriceps solo en el grupo de AM lo que podría indicar una acción deletérea del estrés oxidativo sobre la función muscular particularmente en el envejecimiento.
It has recently been proposed that there is a close relationship between oxidative stress and low-grade chronic inflammation. Both processes have been related separately to muscle function in older adults (OA). Nevertheless, it still has not been determined if this relationship is present particularly in OA. The objective of this study was to determine the relationship between the plasma levels of TNF-α and carbonyl proteins (CP) and muscle strength in a group of young and older women.
MethodsAn exploratory study was conducted on 13 older and 8 young women, in whom the plasma levels of CP and TNF-α were measured. Muscle strength was measured by handgrip test, quadriceps voluntary maximal isometric strength, arm curl, and the 30 second sit to stand test.
ResultsThere were no differences in the plasma levels of CP and TNF-α between the groups, but there was relationship between the biomarkers only in the OA group. A non-linear relationship was observed between CP and quadriceps voluntary maximal isometric strength only in the OA group (R2=36.2; P=.038). For TNF-α there were no significant association with any of the applied tests.
ConclusionsThere is an association between CP and quadriceps voluntary maximal isometric strength only in the OA group, which could indicate a deleterious action of oxidative stress on muscle function, particularly in aging.
El proceso de envejecimiento y los efectos deletéreos que este tiene sobre la funcionalidad han sido motivo de investigación en la actualidad. Al respecto, la teoría de la inflamación molecular del envejecimiento1,2 intenta dar respuesta a este proceso, planteando que a medida que la persona envejece, se genera un aumento en la producción de especies reactivas de oxígeno (ERO) por la respiración mitocondrial3, y un descenso en la actividad antioxidante. Esta acumulación de ERO intracelular provoca la acción de kinasas, como la activada por mitógenos (MAPK)4, que promoverían la activación de factores de transcripción, como el factor nuclear kappa B, causando la producción de citoquinas proinflamatorias como la interleuquina 1β y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Promoviendo así el desarrollo de un proceso inflamatorio crónico de bajo grado, lo cual a su vez produce una mayor producción de ERO, formándose un círculo vicioso, responsable de la aparición de disfunciones celulares, características del envejecimiento1.
En este sentido, tanto el estrés oxidativo como la inflamación crónica de bajo grado han sido relacionadas con alteraciones en la función muscular5. Es así como Smith y Reid observaron que concentraciones elevadas de ERO se han relacionado con debilidad y fatiga muscular, tanto apendicular como ventilatoria6, sin embargo, concentraciones fisiológicas de radicales libres aumentan la excitabilidad de miotubos humanos7, por lo que la presencia de ERO en el medio citosólico muscular no siempre acarrearía efectos deletéreos en la función contráctil, siendo esto concentración dependiente. Dentro de las causas de la baja en la función muscular, se ha observado que, en ratones viejos noqueados genéticamente para no expresar superóxido dismutasa asociada a manganeso, existe disminución en la actividad de enzimas del ciclo de Krebs y una menor producción de ATP, lo cual no se asoció a procesos atróficos8.
Por otro lado, la inflamación crónica de bajo grado ha sido relacionada con la generación de atrofia muscular9. Al respecto, Schaap et al. documentaron en humanos una relación directa entre las concentraciones plasmáticas de IL-6 y disminuciones en la masa muscular apendicular10. A su vez, Taekema et al. investigaron la relación entre la capacidad innata de producir citoquinas y el descenso de fuerza prensil tras un seguimiento de 4 años a adultos mayores (AM), observando que mayores concentraciones de TNF-α estaban relacionadas con un mayor descenso en la fuerza prensil máxima11. En modelo animal, particularmente en miotubos de ratas, ante aplicaciones crecientes de TNF-α (1, 3, 5, 10ng/ml), la presencia de ubiquitina-ligasas (proteínas encargadas del marcaje proteico para su posterior degradadación por el sistema ubiquitin-proteosoma) y de factor nuclear kappa B aumentaban, mientras que proteínas de las vías asociadas a síntesis proteica, dependientes de fosfoinositol-3-kinasa (PI3-kinasa) y proteína kinasa B (PKB/Akt), disminuían12, lo que indicaría una acción particularmente sobre la estructura muscular.
Por otro lado, entre las vías oxidativas e inflamatorias se han reportado relaciones y potenciaciones en distintos escenarios, como inmovilización en animales13, consecuencias de la realización de ejercicio físico14 y en cuadros de atrofia muscular15. Sin embargo, específicamente en AM, la evidencia es más bien escasa y solo recientemente se ha investigado de forma más directa5,16,17.
El único estudio conocido declara la presencia de una relación significativa entre traductores plasmáticos de estrés oxidativo con IL-6 y PCR en AM saludables18. Complementariamente, se han establecido estas asociaciones en cuadros de sarcopenia5, atrofia muscular15 y en el sistema inmune18.
Sin embargo, no se conoce la influencia que tienen estos procesos sobre la expresión clínica de fuerza muscular en AM, y si esta influencia es particular para personas mayores o también es evidenciable en personas jóvenes, por lo que el objetivo de este estudio fue determinar la relación entre los niveles plasmáticos de TNF-α y proteínas carboniladas con la fuerza muscular en un grupo de mujeres jóvenes y adultas mayores, de la ciudad de Valdivia, Chile.
Material y métodosSelección de la muestraEn este estudio exploratorio se reclutaron de forma no probabilística y por conveniencia a un grupo de mujeres mayores y otro de jóvenes desde la Casa de Encuentro del Adulto Mayor, dependiente del Servicio Nacional de Adultos Mayores (SENAMA) de la comuna de Valdivia, y desde la Escuela de Kinesiología de la Universidad Austral de Chile, respectivamente, quienes debieron cumplir ciertos criterios de selección, como lo detalla la tabla 1. Tras esto, 13 mujeres mayores y 8 jóvenes fueron incluidas en el estudio.
Criterios de selección
Criterios de inclusión generales | |
Ser sedentaria | |
Ser mujer | |
Criterios de inclusión específicos | |
Adultas mayores | Jóvenes |
Sin déficits cognitivos (Minimental abreviado ≥ 13 puntos) | No embarazadas |
Timed Up & Go ≤ 10 s. | Entre 18 y 25 años |
Apoyo monopodal ≥ 5 s. | |
Mayor de 60 años | |
Criterios de exclusión generales | |
Infecciones agudas o crónicas | |
Tumores malignos | |
Enfermedad renal crónica | |
Enfermedades cardiovasculares (enfermedad coronaria, infarto agudo al miocardio) | |
Enfermedades respiratorias agudas o crónicas | |
Consumo medicamentos antiinflamatorios y/o antioxidantes (vitaminas, aceite de pescado, antiinflamatorios no esteroidales, corticoides, durante las últimas 2 semanas) | |
Lesión músculo-esquelética en las últimas 2 semanas |
S: segundos.
Cabe destacar que todas las participantes firmaron un consentimiento informado previo a la realización de las mediciones y este trabajo fue revisado y aprobado por el Comité de Ética de Investigación de la Universidad Católica del Maule.
Medición antropométricaEn ambos grupos y en días distintos para cada uno, se objetivaron la edad (años cumplidos), peso en kilogramos con una balanza MEDISANA PST modelo 40420, la cual posee 100g de precisión y una capacidad máxima de 180 kilogramos, talla en centímetros, porcentaje de masa adiposa mediante un bioimpedanciómetro marca OMRON® de 4 canales, índice cintura-cadera y el índice de masa corporal.
Examen de sangreEn un día distinto a la primera evaluación, con no más de una semana de distancia, se citó a las AM y las mujeres jóvenes a la Casa de Encuentro del Adulto Mayor y al Laboratorio de Anatomía, Histología y Patología de la Universidad Austral de Chile respectivamente; durante la mañana y en ayuno para extraer una muestra de sangre venosa de 5ml aproximadamente. Este procedimiento lo realizó un profesional tecnólogo médico con experiencia en este procedimiento. La extracción fue realizada con la técnica de punción con scalp, para luego ser depositada en un tubo con anticoagulante (EDTA). Luego fueron centrifugadas a 1.000g a 4°C. Posteriormente se extrajo el plasma del resto del tejido hemático y se depositó en un tubo eppendorf de 1,5ml para luego ser guardado en un freezer a una temperatura de -80°C. Estas fueron trasladadas al Laboratorio de Biología Molecular y Kinesiogenómica del Departamento de Kinesiología de la Universidad Católica del Maule, conservando la cadena de frío en todo momento.
Medición de los biomarcadores plasmáticosPara la valoración del estrés oxidativo, se midió la concentración plasmática de proteínas carboniladas (PC) utilizándose un kit específico marca Cayman Chemical®, a partir de lo cual se obtuvo la concentración de estas en nmol/ml. Al respecto, se ha observado que la concentración plasmática de PC se relaciona significativamente con la concentración muscular de estas moléculas19 lo que las hace un marcador válido.
En el caso del TNF-α, también se utilizó un kit ELISA específico marca Cayman Chemical®. La concentración se obtuvo en términos de pg/ml siguiendo las instrucciones dadas por el distribuidor. El TNF-α plasmático como marcador ha mostrado ser representativo del proceso de envejecimiento, al ser resistente a sesgos provocados por patologías agudas y discriminar entre personas jóvenes y mayores16.
Medición del rendimiento muscularPara valorar la fuerza muscular se utilizaron cuatro pruebas, la fuerza prensil según el protocolo de Gale et al.20 valorada mediante un dinamómetro Baseline® en libras, la fuerza isométrica máxima voluntaria (FIMV) de extensores de rodilla mediante la utilización de una mesa de cuádriceps, ubicando la articulación de rodilla en flexión de 60° aproximadamente; el rendimiento fue valorado en newtons (N)21 mediante una célula de carga (SignalFrame®) a una frecuencia de 200Hz; la prueba arm curl22; y pararse y sentarse en 30 segundos22.
Para ambos grupos cada prueba fue realizada en tres ocasiones, considerándose para el análisis el promedio de los intentos.
Análisis de datosLas variables cuantitativas se expresaron en términos de media, desviación estándar y mediana según correspondiera, mientras que las variables cualitativas se expresaron según frecuencias. Para verificar la normalidad de los datos se utilizó la prueba Shapiro-Wilk. Posteriormente, para establecer correlaciones entre variables cuantitativas, se realizaron correlaciones logarítmicas y para comparar variables cuantitativas entre grupos se utilizó la prueba U de Mann Whitney. Para todos los análisis se consideró un nivel de significación del 0,05, utilizando el software estadístico PASW Statistics 18 para Windows®.
ResultadosUn total de 21 personas participaron del estudio, divididos en un grupo de mujeres mayores (n=13) y de jóvenes (n=8). Sus características generales se muestran en la tabla 2. Destacan la presencia de diferencias significativas en la mayoría de las variables antropométricas, con excepción del peso, circunferencia de cadera, además de la frecuencia cardiaca basal.
Características generales de la muestra. Media±DE [mediana]
Variable | Mayores | Jóvenes | Valor p |
---|---|---|---|
Edad (años) | 70,77±5,42 [70] | 21,50±1,20 [21,5] | < 0,001 |
Talla (cm) | 150,02±6,67 [148,7] | 163,35±3,87 [162,8] | < 0,001 |
Peso (kg) | 66,79±9,29 [68,6] | 64,25±11,67 [61,2] | 0,414 |
IMC (kg/mt2) | 29,90±3,65 [29,47] | 24,20±3,91 [22,9] | 0,005 |
Masa adiposa (%) | 42,40±2,57 [43,2] | 26,34±4,15 [25,3] | < 0,001 |
Circ. cintura (cm) | 93,86±10,20 [97,4] | 76,23±8,77 [75,9] | 0,001 |
Circ. cadera (cm) | 105,97±7,72 [106,1] | 101,51±6,75 [101,3] | 0,238 |
ICC | 0,88±0,05 [0,87] | 0,75±0,04 [0,75] | < 0,001 |
FC basal (lat/min) | 67,85±11,22 [66,0] | 74,38±12,87 [78,0] | 0,161 |
PAS basal (mm de Hg) | 123,62±6,13 [122,0] | 112,13±10,39 [112,0] | 0,010 |
PAD basal (mm de Hg) | 63,00±4,69 [62,0] | 69,38±7,62 [66,5] | 0,037 |
Minimental abreviado (puntos) | 16,85±1,07 [17,0] | -- | |
Timed Up & Go (s) | 8,38±1,02 [8,0] | -- | |
AUP• >5 s.• <5 s. | 130 | -- |
AUP: apoyo unimodal; Cm: centímetros; Kg: kilogramos; Lat/min: latidos por minuto; Mm de Hg: milímetros de mercurio; Mt2: metro al cuadrado; S: segundos; %: porcentaje.
Al comparar los niveles plasmáticos de TNF-α y PC entre los de mayores y jóvenes, no se evidenciaron diferencias significativas, como lo expresan las figuras 1 y 2. Para los análisis relacionales posteriores, la persona 13 del grupo de mujeres mayores fue excluida, ya que dentro del diagrama de cajas apareció como un posible valor atípico.
Al realizar un análisis correlacional lineal bivariado entre las concentraciones plasmáticas de TNF-α y PC, se observaron resultados disímiles entre las mujeres mayores y jóvenes, en donde en las primeras existe una relación significativa entre estos marcadores (rho=0,762; p value=0,004), (fig. 3) mientras que en las mujeres jóvenes no fue así (rho=0,262; p value=0,531).
Al realizar comparaciones de los rendimientos en las pruebas clínicas aplicadas para valorar el rendimiento muscular, funcional y analítico, se observaron diferencias significativas en todas ellas, siendo mejores los resultados para el grupo de mujeres jóvenes, tal como muestra la tabla 3.
Rendimientos en las pruebas clínicas de los grupos AM y J. Media±DE [mediana]
Variable | Mayores | Jóvenes | Valor p |
---|---|---|---|
Fuerza prensil (libras) | 29,08±9,44 [29,3] | 51,92±10,19 [51,5] | < 0,001 |
FIMV cuádriceps (N) | 146,39±53,30 [127,4] | 374,69±99,59 [354,5] | <0,001 |
Arm curl test (repeticiones) | 14,33±2,11 [16,7] | 27,79±3,30 [28,0] | <0,001 |
Pararse-sentarse en 30 segundos (repeticiones) | 15,23±2,84 [15,0] | 29,46±3,54 [29,8] | <0,001 |
FIMV: fuerza isométrica máxima voluntaria; N: Newton.
Al relacionar los niveles plasmáticos de TNF-α y PC con las pruebas clínicas, se observó una asociación logarítmica significativa entre las concentraciones plasmáticas de PC y la FIMV de cuádriceps en el grupo de mujeres mayores (R2=36,2; p=0,038), (fig. 4).
DiscusiónEl presente estudio tuvo por objetivo determinar la relación entre los niveles plasmáticos de TNF-α y PC con la fuerza muscular en un grupo de mujeres jóvenes y adultas mayores, para así tener una aproximación hacia la comprensión de cómo el proceso inflamatorio crónico de bajo grado y oxidativo, particularmente durante el proceso de envejecimiento, impactan sobre la función muscular reflejado en el rendimiento en pruebas físicas utilizadas de forma amplia en nuestro accionar profesional e investigativo. Es así como uno de los principales resultados encontrados fue que en el grupo de mujeres mayores, existe una relación logarítmica entre la concentración plasmática de PC y la FIMV de cuádriceps.
La ausencia de diferencias en los niveles de PC y TNF-α entre los grupos no guarda relación con lo esperado, dado que la literatura indica que, asociado al proceso de envejecimiento, los niveles plasmáticos de citoquinas proinflamatorias son mayores en AM respecto a personas jóvenes16, así como las concentraciones de PC23. Esto podría estar explicado por el bajo número de integrantes por grupo, lo cual podría haber dificultado identificar diferencias entre ambos; así como el consumo de alimentos o suplementos alimenticios con altas cantidades de antioxidantes, principalmente no-enzimáticos como la vitamina C y E, los cuales no suelen ser considerados como fármacos por los AM, sin embargo, sí tienen una fuerte influencia sobre los traductores de estrés oxidativo24. Por otro lado, el hecho de que el grupo de jóvenes tuviera la característica en común de ser sedentarias podría también haber influido en los niveles de estos biomarcadores, dado que bajos niveles de actividad física han sido relacionados con el desarrollo de cuadros inflamatorios de bajo grado25 y por consiguiente, con mayores niveles de estrés oxidativo. Al respecto, cabe destacar que los niveles plasmáticos de PC en el grupo de jóvenes fueron más altos que los reportados en estudios anteriores26. Además, en relación a las concentraciones de TNF-α, se observó que las mujeres mayores de este estudio evidenciaron niveles más bajos de esta citoquina, al compararlos con reportes anteriores16, por lo que estos comportamientos dispares posiblemente expliquen esta ausencia de diferencias en las concentraciones de estos traductores celulares.
El estudio conjunto de los procesos inflamatorio y oxidativo durante el envejecimiento ha sido un tema científico fecundo en la actualidad, dado que se ha postulado que son procesos que se dan en forma conjunta, potenciándose entre sí, fomentando la aparición y desarrollo de las disfunciones clásicamente observadas en los AM1. Es así como es esperable encontrar una relación entre traductores que valoren estos procesos, en este caso entre TNF-α y PC, lo cual se dio particularmente en el grupo de mujeres mayores. Este fenómeno estaría explicado mediante la teoría de la inflamación molecular del envejecimiento, la cual plantea que debido al desbalance redox se producen activaciones de fosforilaciones de proteínas, como las de la superfamilia de MAPK, que a su vez activan a factores de transcripción como el NF-κB mediante la fosforilación y separación de su unidad inhibitoria IκB, promoviendo su ingreso al núcleo y su adhesión a regiones de consenso en el ADN, promoviendo la expresión de genes que tienen por finalidad la traducción de proteínas proinflamatorias, como moléculas de adhesión y citoquinas, las cuales promueven un mayor estrés oxidativo, manteniendo este desbalance redox, haciendo crónico este proceso1,2.
Desde un enfoque más específico, en modelo animal, altos niveles de estrés oxidativo se asocian a deterioros significativos en la función muscular, particularmente en actividades de moderada intensidad y de larga duración, sin evidenciar procesos atróficos en el tejido27. Esta disminución funcional estaría dada por una alteración dentro de la cadena transportadora de electrones a nivel mitocondrial, en donde se ha evidenciado que en este tipo de ratones existen descensos en la actividad de ciertos complejos mitocondriales cercanos al 90% (complejo II), traduciéndose en una menor producción de ATP, sin embargo, concuerdan con el estudio anterior dado que no se evidenciaron procesos atróficos mayores que en un par viejo no mutado8. Además, conviene destacar que las concentraciones plasmáticas de PC ya han sido relacionadas con cuadros de dependencia funcional, en donde se ha observado que a mayor nivel de dependencia en la realización de AVD, mayores son las concentraciones de PC en AM28, por lo que los cambios observados localmente en el músculo esquelético podrían impactar de forma significativa en la función motora general de las personas.
En el caso del estrés inflamatorio los mecanismos tienden a mostrar vías distintas y complementarias a las descritas anteriormente, ya que al contrario del estrés oxidativo, aquí se evidencian cambios a nivel estructural de músculo esquelético, interviniendo en la regulación proteica, en términos del equilibrio entre síntesis y degradación29. Es así como en el estudio de Sishi y Engelbrecht se observó que, al agregar concentraciones crecientes de TNF-α a miotubos L6 de rata, vías que promueven la síntesis proteica a nivel muscular disminuyen su expresión, de lo cual se infiere que la tasa de síntesis también desciende, tal como lo indicaban los tamaños de los miotubos tratados, los cuales eran cada vez menores a mayor concentración de TNF-α infiltrado12. Por otro lado, las vías que regulan la catálisis proteica también se ven afectadas por estos fenómenos, dado que se ha visto que infiltraciones de TNF-α sobre miotubos y músculo esquelético de ratón aumentan las concentraciones de ARNm de Atrogin1/MAFbx, conocida ubiquitin-ligasa encargada de marcar proteínas para su posterior degradación en el sistema ubiquitin-proteosoma30. En conjunción a lo anterior, la participación del TNF-α en estos procesos parece ser protagónico, dado que su inhibición evita los cambios degenerativos e inflamatorios en el músculo esquelético de ratones viejos15.
Discrepando con lo anterior, la ausencia de relaciones entre TNF-α y las pruebas de fuerza muscular podría estar asociada a la baja variabilidad de concentraciones plasmáticas de este biomarcador, lo que podría deberse a la condición basal de las AM participantes en este estudio, quienes no evidenciaban una gran cantidad de comorbilidades, adicionándose el buen nivel funcional de las mismas (ausencia de riesgo de caídas y de deterioro cognitivo), condiciones relacionadas con cuadros de inflamación crónica de bajo grado31,32. Además, la naturaleza del biomarcador utilizado podría haber jugado un papel en este aspecto, dado que al ser una de las primeras citoquinas dentro de la seguidilla de reacciones asociadas a la inflamación crónica de bajo grado, su sola valoración puede no haber sido suficiente para detectar la complejidad del proceso inflamatorio.
Por otro lado, la relación entre los niveles plasmáticos de PC y la FIMV de cuádriceps está relacionada con lo descrito en la literatura, entendiendo que este biomarcador se ha propuesto como traductor de los niveles de estrés oxidativo en el músculo esquelético33 así como un marcador plasmático representativo de lo que ocurre localmente en el tejido19. Sin embargo, el hecho de que la relación encontrada fuera de características no lineales estaría asociado con la naturaleza de la relación entre las concentraciones endocelulares de ERO y los cambios en la función del músculo esquelético, los cuales se han propuesto como no lineales, planteándose un rango de concentraciones de radicales libres fisiológico, los cuales serían necesarios para un correcto funcionamiento celular34. Lo anterior se corroboraría con estudios realizados tanto en modelo animal como humano. En el caso de los primeros, se ha observado un aumento en la esperanza de vida en ratones y Caenorhabditis elegans al ser expuestos sistemáticamente a un ambiente de hipotermia, condición conocida por aumentar la producción de ERO a nivel mitocondrial35. En modelo humano se ha observado que los efectos positivos del entrenamiento físico podrían depender de aumentos fisiológicos en las concentraciones de ERO, como es el caso del reporte de Ristow et al. donde al comparar los efectos del ejercicio (4 semanas de entrenamiento) sobre dos grupos de personas, uno con ingesta de antioxidantes no enzimáticos (vitaminaC y E) y otro sin suplemento, se observó que en el grupo sin ingesta existió un aumento significativo en la transcripción de ARNm de superóxido dismutasa y glutatión peroxidasa, además de aumentos en la sensibilidad a la insulina; cambios que no fueron encontrados en el grupo apoyado con suplementos vitamínicos36. Estos hallazgos fundamentan la existencia de un estado de equilibrio entre los estímulos tanto anti- como prooxidantes, condición denominada hormesis o mitohormesis cuando está referido particularmente a la mitocondria35,36.
En resumen, esta relación no lineal entre las concentraciones plasmáticas de PC y la expresión de FIMV de cuádriceps podría estar fundada por esta función dual (beneficiosa v/s deletérea) de las ERO, la cual sería concentración dependiente.
Como limitaciones del estudio destacan el tipo de muestra utilizada, lo que impide extrapolar los datos a una población. Además, solo contar con manifestaciones clínicas de la función muscular obliga a explicar estas asociaciones desde un punto de vista teórico, distinto a lo que ocurriría al contar con estimaciones del porcentaje de masa muscular de las mujeres evaluadas, o en el mejor de los casos, contar con análisis directos del tejido muscular (ej.: biopsia).
A modo de conclusión los resultados del presente estudio indican que existe una relación no lineal entre las concentraciones plasmáticas de PC y la expresión de FIMV de cuádriceps en el grupo de mujeres mayores lo que podría indicar una acción deletérea del estrés oxidativo sobre la función muscular. Estos resultados pudiesen ser utilizados como el punto de partida para la generación de líneas de investigación que indaguen en las relaciones moleculares y celulares con la expresión clínica de la función muscular en AM, en donde se hace necesario la implementación de modelos longitudinales para corroborar las asociaciones propuestas, y en el futuro, investigar los efectos de programas de ejercicio físico sobre estos biomarcadores y relacionarlos con la mejora clásicamente descrita ante la implementación de estas estrategias de tratamiento.
FinanciaciónEl presente estudio fue financiado por la Vicerrectoría Académica de la Universidad Austral de Chile y por la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Los autores agradecen su colaboración al Servicio Nacional del Adulto Mayor, sede Valdivia, a las adultas mayores y estudiantes participantes del presente trabajo. Además, a Pamela Ehrenfeld Slater, Mauricio San Martín Correa y Gabriel Rojas Rojas por su valioso aporte en el desarrollo de este trabajo; junto con el Cuerpo Docente y Estudiantes del Programa de Magíster en Kinesiología de la Universidad Católica del Maule.