La somnolencia diurna afecta de forma directa a la capacidad funcional1 de los mayores, produciendo limitaciones tanto a las actividades físicas como a las mentales.
Algunos autores han propuesto una posible relación entre la disminución del equilibrio y el sueño2, sin embargo, no ha sido analizada la posible repercusión de la somnolencia diurna con el deterioro de la marcha y el equilibrio. El objetivo de este estudio es evidenciar la asociación existente entre somnolencia diurna y alteración del equilibrio estático y dinámico en personas mayores de 70 años. Se realizó un estudio descriptivo trasversal en población mayor de 70 años de la ciudad de Granada entre los meses de enero y abril de 2015. La somnolencia diurna se evaluó con la escala de somnolencia de Epworth3 y la puntuación total oscila entre 0-24, valores mayores a 10 indican exceso de somnolencia durante el día.
El equilibrio estático y dinámico se evaluó con el Mini Balance Evaluation System Test (Mini-BESTest). El test posee diferentes pruebas que evalúan de forma sistemática el equilibrio tanto estático como dinámico. Obteniendo una puntuación máxima de 28 y una puntuación mínima de 0, siendo mayores puntuaciones mejor equilibrio y menor riesgo de caídas4.
La calidad del equilibrio y la marcha también se evaluó mediante la escala de Tinetti. Consiste en 2 subescalas: una de equilibrio, con una puntuación máxima de 16 puntos, y otra de marcha, con una puntuación máxima de 12 puntos5.
Se evaluaron un total de 108 sujetos residentes en la comunidad con una media de edad de 80,12±6,413 y de los cuales el 67,6% eran mujeres. De los sujetos evaluados 44 presentaron valores de somnolencia significativa en el cuestionario Epworth y 64 presentaron valores normales.
Las variables equilibrio y calidad de la marcha analizadas por grupo de somnolencia presentaron diferencias significativas en la escala Tinetti con peores valores para el grupo somnolencia (p<0,05).
En cuanto a la escala Mini-BESTest se encontraron valores significativamente peores para el grupo somnolencia respecto al no somnolencia (13,05±5,373 y 16,059±3,26, p=0,032 respectivamente).
Nuestros resultados confirman investigaciones previas6,7 en las que se han propuesto factores adicionales a los musculoesqueléticos como los psicológicos y cognitivos sobre el riesgo de caídas.
La asociación entre las alteraciones del sueño y el riesgo de caídas han sido investigadas anteriormente8. Stone et al. llevaron a cabo un estudio que evidenció una asociación directa entre el insomnio y el riesgo de caídas.
Otros estudios que han analizado la relación entre somnolencia y alteraciones del equilibrio y marcha en personas mayores institucionalizadas presentan resultados controvertidos9,10. En nuestro caso la población estudiada mostró diferencias significativas entre grupos de somnolencia, esto puede explicarse por la evaluación pormenorizada y presencial desarrollada en nuestro estudio respecto a otros anteriores cuya exploración ha sido de carácter genérico.
Como limitación en nuestro estudio hay que incluir el método de evaluación de la somnolencia utilizado, que en otros casos ha sido el test de latencias múltiples, sin embargo, este presenta un elevado coste frente a la gran validez de la escala Epworth.
Como conclusión, podemos decir que las personas con más de 70 años que presentan somnolencia diurna significativa poseen alteraciones del equilibrio estático, dinámico, y de la calidad de la marcha comparadas con las que no presentan somnolencia.