Nos ha sido muy grato leer el original de Pareja et al.1 de reciente publicación en esta revista. Sus resultados nos muestran, una vez más, los beneficios que aportan los modelos de intervención ortogeriátrica en el anciano ingresado por fractura de cadera.
Los 4 modelos referenciados últimamente, en la literatura de nuestro entorno se corresponden a modelos de ortogeriatría colaboracionista que se han llevado a término en la planta de hospitalización de cirugía ortopédica y traumatología1–4. González Montalvo et al.2 han aportado un estudio prospectivo cuasi-experimental aleatorizado de intervención ortogeriátrica respecto al modelo traumatológico clásico. El diseño de los otros 3 estudios1,3,4 ha sido un diseño comparativo entre una muestra de un nuevo modelo ortogeriátrico y una muestra histórica del modelo clásico traumatológico.
Creemos oportuno aportar nuestra experiencia en la atención a pacientes mayores de 69 años con fractura de cadera a través, también, de un estudio comparativo entre un modelo ortogeriátrico colaboracionista actual (junio 2010-mayo 2013, con 371 pacientes) y una muestra histórica de un modelo traumatológico clásico (junio 2007-mayo 2010, con 421 pacientes). Nuestro modelo ortogeriátrico está basado en la aplicación de un protocolo elaborado conjuntamente de forma multiprofesional entre los servicios de urgencias, cirugía ortopédica y traumatología, anestesiología y geriatría. La mayor diferencia que aportamos respecto a los 4 modelos que estamos referenciando1–4, es que la atención al paciente con fractura de cadera la llevamos a término en la unidad geriátrica de agudos (UGA), fuera del entorno de hospitalización de COT, por un equipo interdisciplinar especializado en geriatría. La gestión del proceso, desde el ingreso procedente de urgencias hasta el alta, ha correspondido a geriatría.
En la tabla 1 mostramos la comparación entre las características de los pacientes y los resultados de ambos modelos. Los pacientes del modelo ortogeriátrico respecto al modelo traumatológico, tienen una menor tasa de no intervención quirúrgica, un periodo de espera quirúrgica inferior, menor estancia y mortalidad hospitalaria. Hubo una tendencia a tener menos complicaciones médicas, siendo la diferencia estadísticamente significativa en el caso de las infecciones y de la anemia con requerimiento de transfusión sanguínea. La proporción de pacientes que en el momento del alta de agudos requirieron ser ingresados en la unidad de media estancia rehabilitadora se mantuvo similar en ambos modelos. Se encontró también una tendencia a la reducción de reingresos al mes por causa médica y/o traumatológica, siendo esta reducción estadísticamente significativa en los reingresos traumatológicos por luxación protésica. Al año de seguimiento se apreció una tendencia a la reducción del número de refracturas, sin diferencias en la mortalidad acumulada.
Características de los pacientes y resultados asistenciales
Modelo traumatológico (n=421) | Modelo ortogeriátrico (n=371) | Valor de p | |
---|---|---|---|
Géneroa | |||
Varón | 119 (28,2%) | 74 (19,9%) | 0,006 |
Mujer | 302 (71,7%) | 297 (80,0%) | |
Edadb | |||
Años | 84,33±5,89 | 85,6±6,38 | 0,095 |
Pacientes no intervenidos quirúrgicamentea | |||
No intervención quirúrgica | 23 (5,5%) | 6 (1,6%) | <0,001 |
Tiempo de espera quirúrgicab | |||
Días | 2,70±1,79 | 1,86±1,192 | <0,001 |
Estancia mediab | |||
Días | 15,76±8,39 | 5,90±2,59 | <0,001 |
Mortalidad hospitalariaa | |||
Éxitus | 19 (4,5%) | 5 (1,3%) | 0,010 |
Complicaciones médicas intrahospitalariasa | |||
Anemia con transfusión | 254 (60,3%) | 151 (40,7%) | <0,001 |
Respiratorias | 29 (6,9%) | 15 (4,0%) | 0,143 |
Cardíacas | 48 (11,4%) | 31 (8,4%) | 0,298 |
Infecciones | 32 (7,6%) | 13 (3,5%) | 0,027 |
Altaa | |||
Unidad media estancia rehabilitadoraa | 158 (37,5%) | 143 (38,5%) | <0,001 |
Reingreso al mesa | |||
Médico | 23 (5,4%) | 14 (3,7%) | 0,234 |
Traumatológico | 18 (4,2%) | 8 (2,1%) | 0,085 |
Motivo reingreso traumatológicoa | |||
Luxación prótesis | 10 (2,3%) | 2 (0,5%) | 0,032 |
Refractura al añoa | |||
Refractura de fémur | 14 (3,3%) | 11 (2,9%) | 0,723 |
Éxitus al seguimientoa | |||
Seis meses | 94 (23,7%) | 81 (22,0%) | 0,570 |
Doce meses | 108 (27,3%) | 100 (27,5%) | 0,951 |
Si bien en las 4 experiencias referencias que reportamos1–4 y en la nuestra propia se aprecia mejoría en los resultados en salud y en gestión asistencial, vemos que los distintos resultados son dispares entre sí. Ello nos hace pensar que sería interesante poder comparar los distintos modelos asistenciales. Con ello tal vez pudiéramos discernir si existen diferencias reales entre los distintos modelos en nuestro entorno1–4 y con ello, poder ayudar a nuestros gestores a encontrar aquel modelo que pueda ser más beneficioso en la atención a los pacientes con fractura de cadera, en el momento agudo y a medio plazo.
Quisiéramos agradecer a todos aquellos que han publicado los resultados de sus experiencias ortogeriátricas1–4 y animar a hacerlo a todos aquellos que puedan aportar mayor luz a esta área de la geriatría que cada vez cuenta con más y mejores profesionales.