Objetivos: Conocer los problemas de salud mediante una valoración multidimensional a través del uso de herramientas de valoración geriátrica.
Identificar a los ancianos frágiles con riesgo de sufrir complicaciones derivadas de su patología oncológica o el tratamiento.
Realizar intervenciones geriátricas, estimar el pronóstico y el riesgo mortalidad para una mejor toma de decisiones.
Métodos: Estudio retrospectivo de pacientes derivados a la consulta de oncogeriatría desde el 28 de marzo de 2017 al 30 de enero de 2018. Debían cumplir criterios como edad mayor o igual de 70 años y con riesgo de fragilidad (escalas Screening G8 y TRST-Flemish). Las escalas empleadas fueron: MMT-Lobo, Escala de Depresión Geriátrica Yesavage, Barthel, MNA, Índice de comorbilidad de Charlson, Índice de Fragilidad-VIG e Índice Pronogsis Multidimensional (MPI), polifarmacia y valoración social.
Resultados: De los 64 pacientes, un 62,5% fueron varones, con edad media de 81,4 años. El 72% procedía del servicio de oncología, siendo el cáncer de colon el más frecuente, con un 28,1% seguido de pulmón, vejiga y estómago con el 18,8, el 12,5 y el 10,9%, respectivamente. El tratamiento previsto fue quimioterapia en un 46,9%, radioterapia en el 25%, y biológico en el 4,7%. El 76,6% no presentaba deterioro cognitivo y un 17,2% deterioro leve; sin depresión un 75%; el 51,6% eran independientes funcionalmente y con comorbilidad alta en casi el 80%. Fragilidad leve, moderada y sin fragilidad con el 21,9, el 18,8 y el 59,4%, respectivamente. Se detectó polifarmacia en el 65,6%. Con MPI leve un 85,9% y moderado un 11%. Según los Criterios de Balducci, un 65,6% era Fit, vulnerable o frágil un 25% y con perfil geriátrico un 9,4%. Se detectaron problemas en un 62,5%, siendo más frecuentes deterioro cognitivo, malnutrición, depresión, dolor, anemia y estreñimiento. En los pacientes Fit un 35,9% desarrollaron toxicidad y fallecieron 5 pacientes. Un 65,6% presentaba riesgo de malnutrición, siendo frecuente en los Fit.
Conclusiones: Nuestra consulta estratifica los pacientes según su fragilidad e interviene en los frágiles mejorando la tolerancia al tratamiento y previniendo los síndromes geriátricos. En general la población de nuestra consulta es añosa, funcionalmente independiente y sin demencia, con polifarmacia y comorbilidad elevada.