Desde la fundación de la AED-N hasta la aparición de ACTIVIDAD DIETÉTICA transcurrieron practicamente 10 años, ¿cuál cree que fue el motivo por el cual no pudo aparecer la publicación antes, siendo una interesante iniciativa?
Deseo recordar que la primera asociación estatal —constituida a partir de un grupo promotor que creó una Junta Gestora, que redactó los primeros estatutos aprobados en asamblea el 5-3-1988 y, a partir de ellos, se eligió, el 10 de diciembre de aquel mismo año, la primera Junta Directiva que tuve el honor de presidir— se denominó Asociación de Profesionales Pro Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas.
Esta denominación quiso ser coherente con el momento, ya que por aquel entonces la asociación aglutinaba a todos los profesionales nacionales y extranjeros (con diversos niveles de formación) que ejercían «funciones de dietista» en diversos ámbitos. El colectivo tenía el objetivo de proponer en España una formación oficial con el nivel que tenía la profesión en la mayoría de los países europeos.
En aquel momento era difícil pensar en una publicación, ya que hubiese sido muy complicado darle contenidos. Todo proceso necesita su tiempo para madurar.
¿Qué significó para los asociados la aparición de una publicación científica, exclusiva de la asociación, tal como ACTIVIDAD DIETÉTICA ?
He citado en otras ocasiones a Bate-Smith que decía: «Para el desarrollo y consolidación de una profesión es necesaria la existencia de las correspondientes asociaciones profesionales». El colectivo, pues, actuó consecuentemente para conseguir el equilibrio profesional que se basa en tres puntos: formación, ética y asociacionismo.
La asociación profesional ya estaba creada, se adoptaron las recomendaciones éticas de la profesión de dietista en Europa, elaboradas por la EFAD y, en consecuencia, faltaba alcanzar el nivel de formación adecuado.
Como saben, hasta 1998 no se consiguió en España la creación de un título universitario oficial homologado en todo el territorio nacional.
Alrededor de este logro, la asociación dejó ya de denominarse «Pro» para convertirse definitivamente en Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, y en este marco vio la luz la revista ACTIVIDAD DIETÉTICA como órgano oficial de la AED-N. Por tanto, este año es el décimo aniversario de la titulación y de la revista.
¿Cómo describiría la revista a alguien que no tenga conocimiento de ella?
Como una publicación que enlaza el sector profesional con el cientítico en los distintos ámbitos de actuación del dietista-nutricionista: a) salud pública y nutrición comunitaria; b) nutrición clínica, y c) gestión: administrativa, de organización, de calidad, comunicación y marketing social... Sin olvidar la vertiente formativa y docente implícita en toda profesión de ciencias de la salud, tal como describe la LOPS (Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias de 2003), en la que estamos contemplados.
¿Qué opina del nuevo proyecto de incorporación de ACTIVIDAD DIETÉTICA a un mayor número de bases de datos electrónicas nacionales e internacionales?
Un gran avance al convertirse en un instrumento de información y consulta más ágil, tanto para la práctica diaria de la profesión como para la formación continua necesaria para la actualización y la adquisición tanto de nuevos conocimientos como de nuevas habilidades, tal como está definida en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) como «formación a lo largo de la vida».
¿Cómo percibe la revista dentro de 10 años?
Ganando paso a paso categoría profesional y científica, incorporándose al conjunto de revistas consultadas en el ámbito de la alimentación, la nutrición y la dietética y convirtiéndose en el referente que definen los estándares europeos establecidos internacionalmente para el dietista-nutricionista.
Con mis felicitaciones a la actual Presidencia de la AED-N y a la Dirección de la revista, expreso mi deseo de que esta primera década sea el inicio de una segunda tanto o más fructífera.