Según la herramienta Journal Citation Reports (publicación anual del Institute of Scientific Information), las cuatro revistas científicas de mayor impacto en el ámbito de la nutrición son, en este orden:
1. Progress in Lipid Research
2. Annual Review of Nutrition
3. The American Journal of Clinical Nutrition
4. International Journal of Obesity
A continuación se ofrece una breve selección que el Comité Editorial ha realizado de artículos aparecidos en dichas revistas entre los meses de septiembre y noviembre de 2008. De algunos de ellos se ofrece un breve resumen. También se incluye en esta selección, pese a que su impacto es menor (ocupa el puesto 13), la revista Journal of the American Dietetic Association, ya que los socios de la AED-N tienen acceso gratuito a sus contenidos (se puede solicitar escribiendo a: jada@grep-aedn.es). Se suele poder consultar gratuitamente los textos completos de las demás revistas desde ordenadores de facultades que imparten enseñanzas relacionadas con la nutrición y la dietética.
RevistaProgress in Lipid Research
Hodson L, Skeaff CM, Fielding BA.
Fatty acid composition of adipose tissue and blood in humans and its use as a biomarker of dietary intake.
Prog Lipid Res. 2008;47:348-80.
Volek JS, Fernandez ML, Feinman RD, Phinney SD.
Dietary carbohydrate restriction induces a unique metabolic state positively affecting atherogenic dyslipidemia, fatty acid partitioning, and metabolic syndrome.
Prog Lipid Res. 2008;47:307-18.
RevistaAnnual review of nutrition
No ha publicado ningún artículo entre los meses de septiembre y noviembre de 2008.
RevistaThe American Journal of Clinical Nutrition
Bes-Rastrollo M, Van Dam RM, Martinez-Gonzalez MA, Li TY, Sampson LL, Hu FB.
Prospective study of dietary energy density and weight gain in women.
Am J Clin Nutr. 2008;88:769-77.
www.pubmed.gov/18779295
En un seguimiento de 8 años de 50.026 mujeres de mediana edad, se observó una correlación entre la densidad energética de la dieta (caracterizada por una gran cantidad de grasas saturadas y trans e hidratos de carbono refinados) y la ganancia de peso.
Nomura AM, Wilkens LR, Murphy SP, Hankin JH, Henderson BE, Pike MC, et al.
Association of vegetable, fruit, and grain intakes with colorectal cancer: the Multiethnic Cohort Study.
Am J Clin Nutr. 2008;88:730-7.
www.pubmed.gov/18779290
En una cohorte de 85.903 varones y 105.108 mujeres, tras un seguimiento medio de 7,3 años se observó que la ingesta de frutas y hortalizas estaba inversamente relacionada con el riesgo de cáncer colorrectal en los varones, pero no en las mujeres.
Lindberg M, Saltvedt I, Sletvold O, Bjerve KS.
Long-chain n-3 fatty acids and mortality in elderly patients. Am J Clin Nutr. 2008;88:722-9.
www.pubmed.gov/18779289
Samieri C, Féart C, Letenneur L, Dartigues JF, Pérès K, Auriacombe S, et al.
Low plasma eicosapentaenoic acid and depressive symptomatology are independent predictors of dementia risk.
Am J Clin Nutr. 2008;88:714-21.
www.pubmed.gov/18779288
Van de Rest O, Geleijnse JM, Kok FJ, Van Staveren WA, Hoefnagels WH, Beekman AT, et al.
Effect of fish-oil supplementation on mental well-being in older subjects: a randomized, double-blind, placebo-controlled trial.
Am J Clin Nutr. 2008;88:706-13.
www.pubmed.gov/18779287
Se aleatorizó a 302 individuos de 65 o más años a consumir 1.800 mg de EPA+DHA/día, 400 mg de EPA+DHA/día o placebo durante 26 semanas. Se valoraron los cambios en el bienestar mental mediante varias escalas validadas (CES-D, MADRS, GDS-15 y HADS-A). No se observó efecto alguno en el bienestar mental tras la suplementación con EPA+DHA.
Deierlein AL, Siega-Riz AM, Herring A.
Dietary energy density but not glycemic load is associated with gestational weight gain.
Am J Clin Nutr. 2008;88:693-9.
www.pubmed.gov/18779285
Se valoró la relación entre la dieta de 1.231 gestantes y su ganancia de peso, y se observó que la carga glucémica no tenía relación con dicha ganancia de peso, mientras que la densidad energética de la dieta sí la tenía.
Savage JS, Marini M, Birch LL.
Dietary energy density predicts women's weight change over 6 y. Am J Clin Nutr. 2008;88:677-84.
www.pubmed.gov/18779283
En 186 voluntarias seguidas durante 6 años se observó que el consumo de una dieta de baja densidad energética modera la ganancia de peso y podría promover el mantenimiento del peso. Los autores indican que dicha dieta se puede asumir consumiendo más raciones de frutas y hortalizas y limitando la ingesta de alimentos ricos en grasa.
Pan Y, Guo LL, Jin HM.
Low-protein diet for diabetic nephropathy: a meta-analysis of randomized controlled trials.
Am J Clin Nutr. 2008;88:660-6.
www.pubmed.gov/18779281
Tras un análisis de los estudios aleatorizados y controlados disponibles, los autores concluyen que no se han observado mejoras significativas en la función renal de los pacientes con nefropatía diabética tras seguir dietas pobres en proteína.
Gebauer SK, West SG, Kay CD, Alaupovic P, Bagshaw D, Kris-Etherton PM.
Effects of pistachios on cardiovascular disease risk factors and potential mechanisms of action: a dose-response study.
Am J Clin Nutr. 2008;88:651-9.
www.pubmed.gov/18779280
Se aleatorizó a 28 individuos con colesterol de las LDL ≥ 2,86 mmol/l a consumir durante 4 semanas tres dietas isoenergéticas: una baja en grasas sin pistachos u otras dos con el 10 y el 20% de la energía a partir de pistachos respectivamente. Las dietas con pistachos mejoraron los factores de riesgo cardiovascular de forma dependiente de la dosis.
Rosenbaum M, Hirsch J, Gallagher DA, Leibel RL.
Long-term persistence of adaptive thermogenesis in subjects who have maintained a reduced body weight
Am J Clin Nutr. 2008;88:906-12.
www.pubmed.gov/18842775
Durante la pérdida de peso que se produce a dietas hipocalóricas con bajos niveles de actividad física, se produce una termogénesis adaptativa, es decir, una disminución del gasto calórico (mayor que la predecible en función de los cambios de la composición corporal) que predispone a la ganancia del peso perdido. Los autores de este estudio han observado que dicha termogénesis persiste más allá del periodo de pérdida dinámica de peso.
Djoussé L, Rudich T, Gaziano JM.
Nut consumption and risk of heart failure in the Physicians' Health Study I.
Am J Clin Nutr. 2008;88:930-3.
www.pubmed.gov/18842778
Odegaard AO, Pereira MA, Koh WP, Arakawa K, Lee HP, Yu MC.
Coffee, tea, and incident type 2 diabetes: the Singapore Chinese Health Study.
Am J Clin Nutr. 2008;88:979-85.
www.pubmed.gov/18842784
Olausson H, Laskey MA, Goldberg GR, Prentice A.
Changes in bone mineral status and bone size during pregnancy and the influences of body weight and calcium intake.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1032-9.
www.pubmed.gov/18842791
Se siguió a 34 mujeres durante el embarazo y 2 semanas tras el parto. Se observaron disminuciones en el estado mineral óseo suficientes para hacer frente a la economía materna y fetal de calcio. La ingesta de calcio no se consideró un predictor significativo de la respuesta del esqueleto en el embarazo.
Howarth NC, Murphy SP, Wilkens LR, Henderson BE, Kolonel LN.
The association of glycemic load and carbohydrate intake with colorectal cancer risk in the ultiethnic Cohort Study.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1074-82.
www.pubmed.gov/18842796
Tras analizar datos de 191.004 participantes en el Multiethnic Cohort Study, los autores concluyen que la carga glucémica y la ingesta de hidratos de carbono podrían proteger contra el cáncer colorrectal. Conviene notar que el mayor contribuyente a la carga glucémica en esta cohorte era el arroz blanco (y no los alimentos azucarados).
Streppel MT, Ocké MC, Boshuizen HC, Kok FJ, Kromhout D.
Dietary fiber intake in relation to coronary heart disease and all-cause mortality over 40 y: the Zutphen Study.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1119-25.
www.pubmed.gov/18842802
En una cohorte de 1.373 varones seguidos durante 40 años se observó que, por cada 10 g adicionales de fibra dietética ingerida, se redujo la mortalidad coronaria un 17% y la mortalidad total, un 9%.
Brion MJ, Leary SD, Smith GD, McArdle HJ, Ness AR.
Maternal anemia, iron intake in pregnancy, and offspring blood pressure in the Avon Longitudinal Study of Parents and Children.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1126-33.
www.pubmed.gov/18842803
Tras evaluar factores relacionados con el metabolismo del hierro en embarazadas y en sus hijos (hasta la edad de 7 años), los autores concluyen que es posible que, en embarazadas bien nutridas, la escasez de hemoglobina deba interpretarse como una mejor salud de la madre y sus descendientes, en vez de como una deficiencia de hierro.
Fenton TR, Eliasziw M, Lyon AW, Tough SC, Hanley DA.
Meta-analysis of the quantity of calcium excretion associated with the net acid excretion of the modern diet under the acid-ash diet hypothesis.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1159-66.
www.pubmed.gov/18842807
Los investigadores quisieron evaluar la hipótesis que sostiene que la carga ácida de la dieta típica occidental (pobre en alimentos de origen vegetal) causa una desmineralización del esqueleto porque moviliza el calcio óseo. Para ello llevaron a cabo un metaanálisis de la literatura científica. Observaron una asociación lineal entre la excreción de calcio como respuesta a incrementos en la excreción ácida.
Due A, Larsen TM, Mu H, Hermansen K, Stender S, Astrup A.
Comparison of 3 ad libitum diets for weight-loss maintenance, risk of cardiovascular disease, and diabetes: a 6-mo randomized, controlled trial.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1232-41.
www.pubmed.gov/18996857
Se asignó aleatoriamente a 55 varones y 76 mujeres que habían perdido al menos el 8% de su peso a una de estas tres dietas: a) dieta con un 35-45% de la energía a partir de grasas y menos del 20% como grasas monoinsaturadas; b) dieta con un 20-30% de la energía a partir de las grasas, o c) dieta control con el 35% de la energía en forma de grasa. Ninguna logró prevenir la ganancia de peso más que la otra, pero las dietas A y B causaron menor ganancia de grasa corporal y la dieta A mejoró el perfil lipídico.
Campbell WW, Johnson CA, McCabe GP, Carnell NS.
Dietary protein requirements of younger and older adults.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1322-9.
www.pubmed.gov/18996869
Estudio diseñado para evaluar el efecto de la edad en el requerimiento medio (EAR) y la cantidad diaria recomendada (RDA) de proteínas. Concluye que los requerimientos no parecen ser distintos entre adultos jóvenes y mayores, y se recomienda como cantidad adecuada de proteína 0,85 g/kg/día.
Dai J, Jones DP, Goldberg J, Ziegler TR, Bostick RM, Wilson PW, et al.
Association between adherence to the Mediterranean diet and oxidative stress.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1364-70.
www.pubmed.gov/18996873
O'Donnell SI, Hoerr SL, Mendoza JA, Tsuei Goh E.
Nutrient quality of fast food kids meals.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1388-95.
Livesey G, Taylor R.
Fructose consumption and consequences for glycation, plasma triacylglycerol, and body weight: meta-analyses and meta-regression models of intervention studies.
Am J Clin Nutr. 2008;88:1419-37.
www.pubmed.gov/18996880
RevistaInternational Journal of Obesity
Martins C, Morgan L, Truby H.
A review of the effects of exercise on appetite regulation: an obesity perspective.
Int J Obes (Lond). 2008;32:1337-47.
www.pubmed.gov/18607378
Los autores plantean la hipótesis de que el impacto beneficioso del ejercicio en la regulación del apetito puede contribuir a su eficacia en la prevención de la ganancia del peso perdido en obesos.
Kelly T, Yang W, Chen CS, Reynolds K, He J.
Global burden of obesity in 2005 and projections to 2030.
Int J Obes (Lond). 2008;32:1431-7.
www.pubmed.gov/18607383
Carnell S, Haworth CM, Plomin R, Wardle J.
Genetic influence on appetite in children.
Int J Obes (Lond). 2008;32:1468-73.
www.pubmed.gov/18679413
Simon C, Schweitzer B, Oujaa M, Wagner A, Arveiler D, Triby E, et al.
Successful overweight prevention in adolescents by increasing physical activity: a 4-year randomized controlled intervention.
Int J Obes (Lond). 2008;32:1489-98.
www.pubmed.gov/18626482
Burton-Freeman BM, Keim NL.
Glycemic index, cholecystokinin, satiety and disinhibition: is there an unappreciated paradox for overweight women?
Int J Obes (Lond). 2008;32:1647-54.
www.pubmed.gov/18825157
Los investigadores evaluaron la saciedad y la respuesta glucémica a las comidas con bajo índice glucémico (BIG) o alto índice glucémico (AIG) en mujeres con obesidad. La comida con AIG resultó más saciante y suprimía el apetito, el deseo de comer y el consumo prospectivo en comparación con la comida con BIG.
RevistaJournal of the American Dietetic Association
Lakkakula AP, Zanovec M, Silverman L, Murphy E, Tuuri G.
Black children with high preferences for fruits and vegetables are at less risk of being at risk of overweight or overweight.
J Am Diet Assoc. 2008;108:1912-5.
www.pubmed.gov/18954583
Estudio transversal con 341 niños. Los que declararon una muy escasa preferencia por frutas y hortalizas presentaron un riesgo 5,5 veces superior de tener sobrepeso u obesidad. Se insta a dietistasnutricionistas a promover la ingesta de frutas y hortalizas en niños.
Nettleton JA, Steffen LM, Loehr LR, Rosamond WD, Folsom AR.
Incident heart failure is associated with lower whole-grain intake and greater high-fat dairy and egg intake in the Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) study.
J Am Diet Assoc. 2008;108:1881-7.
www.pubmed.gov/18954578
Tras un seguimiento de 14 años de una cohorte de 14.153 adultos, se concluye que la ingesta de integrales protege de la insuficiencia cardíaca, mientras que la ingesta de huevos y lácteos ricos en grasa incrementan dicho riesgo, tras ajustar por potenciales factores de confusión.
Slavin JL.
Position of the American Dietetic Association: health implications of dietary fiber.
J Am Diet Assoc. 2008;108:1716-31.
www.pubmed.gov/18953766
Documento de posicionamiento de la Asociación Americana de Dietética sobre las implicaciones de salud de la fibra dietética.
Strong KA, Parks SL, Anderson E, Winett R, Davy BM.
Weight gain prevention: identifying theory-based targets for health behavior change in young adults.
J Am Diet Assoc. 2008;108:1708-15.
www.pubmed.gov/18926139
Weil SD, Lafferty L, Keim KS, Sowa D, Dowling R.
Registered dietitian prescriptive practices in hospitals.
J Am Diet Assoc. 2008;108:1688-92.
www.pubmed.gov/18926135
Una encuesta a 351 dietistas-nutricionistas que trabajan en hospitales revela que la mayoría no ejerce una autoridad prescriptiva independiente, aunque la valora positivamente.