Caso clínico
Varón de 71 años, fumador de 50 paquetes-año hasta hacía 12 años, sin otros antecedentes de interés. A raíz de un síndrome prostático que presentaba desde hacía 8 años, se realizó una ecografía transrectal, en la que se observó una próstata aumentada de tamaño con un lóbulo derecho hipo ecogénico y la vesícula seminal derecha engrosada. La determinación del antígeno prostático (PSA) fue de 40,6 ng/ml. Se practicó una biopsia, que fue compatible con adenocarcinoma de próstata. La gammagrafía ósea no sugirió imágenes metastásicas. Inició tratamiento hormonal durante 3 meses y se sometió a una prostatectomía radical.
El paciente siguió tratamiento antiandrogénico durante 4 años, al cabo de los cuales se realizó un estudio de extensión de la enfermedad con tomografía computarizada (TC) pélvica y gammagrafía ósea, que no evidenciaron diseminación local ni metástasis óseas.
Dos años después, en noviembre de 1998, el paciente refirió una lumbociatalgia derecha que irradiaba por territorio S1. El valor del PSA en esa fecha era de 10 ng/ml y las fosfatasas alcalinas, de 545 U/l. Se realizó una gammagrafía ósea en febrero de 1999 que puso de manifiesto una hipercaptación en la región del isquión derecho difícil de valorar dada la existencia de superposición de la vejiga urinaria (fig. 1). El dolor no se controló con tratamiento analgésico convencional. En agosto de 1999 se repitió la gammagrafía, en la que se observó una hipercaptación del trazador intensa y de carácter difuso en el coxal derecho compatible con enfermedad de Paget (fig. 2), así como unas imágenes hiperactivas localizadas en la escápula izquierda y en las vértebras D12 y L1 compatibles con metástasis. En la radiografía de pelvis se evidenciaron lesiones blásticas en ramas ilio e isquiopubianas derechas que se extendían a rama iliopubiana izquierda compatibles con enfermedad de Paget o con metástasis óseas (fig 3). Se realizó una resonancia magnética que demostró lesiones infiltrativas en las vértebras D10, D11, ala sacra derecha, ilíaco izquierdo, sínfisis púbica y últimas vértebras sacras con afectación de varias raíces, y una alteración de la señal de resonancia en el ilíaco derecho, aumento de volumen del mismo y un cierto engrosamiento cortical compatible con enfermedad de Paget o con infiltración metastásica.
Dada la rápida evolución de las imágenes tanto radiográficas como gammagráficas se orientaron todas ellas como metástasis óseas y se inició tratamiento paliativo, con el que se consiguió aliviar el dolor.
Diagnóstico
Metástasis óseas de adenocarcinoma de próstata simulando una enfermedad de Paget ósea en ramas ilio e isquiopubianas derechas.
Comentario
Las características radiológicas de las metástasis óseas son muy variables y dependen principalmente del tumor primario y de su localización. En general siguen un patrón lítico, osteoblástico o mixto. Es infrecuente la reacción perióstica y sólo en algunos casos ocasionan una gran expansión y aumento del volumen óseo1.
La lesión pagética, por su parte, se caracteriza por una hiperactividad metabólica e hipervascularización del hueso. El aumento de la actividad celular puede evaluarse mediante la radiología por las modificaciones de la estructura, densidad y forma del hueso pagético. Se caracteriza por un engrosamiento trabecular, aumento del volumen óseo y una pérdida de diferenciación corticomedular. Los cambios evolucionan de forma lenta y progresiva2,3. La hipervascularización y la hiperactividad del hueso pagético se puede evaluar también mediante la gammagrafía, en la que se observa una hipercaptación de la zona afectada que puede ser cuatro o cinco veces superior a la captación de un hueso normal. La gammagrafía ósea es el método más sensible y precoz para el diagnóstico y el más sencillo para delimitar la extensión de la enfermedad. No obstante, es inespecífica ya que imágenes similares pueden observarse en caso de tumores, metástasis o infecciones óseas, en especial osteomielitis crónica4. Por todo ello es difícil diferenciar en ocasiones entre enfermedad de Paget y metástasis óseas o bien discernir entre una transformación sarcomatosa o una metástasis ósea sobre hueso pagético.
A pesar de la dificultad para diagnosticar metástasis óseas sobre hueso pagético, raras veces se plantea este problema, ya que su coexistencia es infrecuente, lo cual es paradójico si se tiene en cuenta la elevada frecuencia de ambas enfermedades en personas ancianas5-7. De los tumores asociados los más frecuentes son las metástasis de cánceres prostáticos, pulmonares, renales, de mama y digestivos. Hay autores que sugieren que las condiciones locales del hueso podrían crear un ambiente desfavorable para la diseminación metastásica y que, a pesar de la alta vascularización del hueso pagético, éste se resiste a la implantación de células malignas6,7.
Todavía es más excepcional que las metástasis óseas aisladas sobre un hueso normal planteen dilemas diagnósticos. Aunque las características gammagráficas pueden confundir, las imágenes radiológicas no suelen plantear dudas8. No obstante, en algunas ocasiones las imágenes radiográficas pueden conducir a errores, especialmente en el caso de metástasis óseas de adenocarcinoma prostático en la pelvis. En el caso que presentamos, la imagen radiológica de las metástasis de adenocarcinoma de próstata realmente simulan una verdadera enfermedad de Paget; como único dato radiológico de diferencial quizá cabría destacar la ausencia de engrosamiento de la línea ileopectínea, habitual en el Paget y ausente en las metástasis óseas. La pelvis es el hueso que se afecta con más frecuencia en la enfermedad de Paget pélvico y en un 60% de los casos lo hace de forma bilateral; también es uno de los huesos más afectados por las metástasis prostáticas. Sin embargo, se han descrito pocos casos de metástasis óseas que tanto en la radiografía, como en la gammagrafía o en la resonancia magnética simulen una enfermedad de Paget9,10.
En el caso presentado, la rápida evolución de las lesiones al compararlas con pruebas de imagen anteriores permitió el diagnóstico de metástasis óseas.