Sr. Director: La sulfasalacina se ha usado de forma global desde la década de los cuarenta, cuando se prescribió por primera vez para la colitis ulcerosa1. Su uso ha ido en aumento progresivamente pero como fármaco antirreumático, como parte de combinaciones terapéuticas para esta enfermedad2. De hecho, se ha observado un aumento de su uso por los reumatólogos2, al tiempo que un descenso en el manejo de la enfermedad inflamatoria intestinal.
La sulfasalacina tiene efectos adversos clÃnicamente importantes en más del 20% de los pacientes. Los más comunes son náuseas y vómitos, erupciones cutáneas, artralgias, fiebre y disfunción hepática1. La toxicidad pulmonar es un efecto adverso raro, aunque uno de los más serios3. En una revisión reciente de la relación sulfasalacina/toxicidad pulmonar, se encontraron 50 casos con esa afección4. La mayorÃa fueron descritos en pacientes con enfermedad de Crohn y con colitis ulcerosa, pero sólo 2 casos en pacientes con artritis seronegativa4.
Figura 1. TomografÃa axial computarizada pulmonar de alta resolución: infiltrados bilaterales mal definidos.
Presentamos un caso de neumonitis inducida por sulfasalacina en una paciente en tratamiento con el fármaco por espondiloartropatÃa seronegativa.
Se trata de una mujer de 43 años, con diagnóstico de espondiloartropatÃa indiferenciada B-27 positiva, de 6 años de evolución con lumbalgia, coxalgia y artritis periférica a pesar del tratamiento antiinflamatorio, por lo que se decidió tratamiento con sulfasalacina en dosis creciente semanal hasta alcanzar 1.500 mg al dÃa desde el 18 de abril de 2002. El 26 de mayo de 2002, acudió al hospital con una erupción cutánea leve, disnea, fiebre, tos e infiltrados pulmonares. En la exploración fÃsica presentaba crepitantes en la auscultación. Radiológicamente, se observó un infiltrado alveolar ligero en el seno costofrénico izquierdo. Presentaba neumonÃa, que se trató con levofloxacino y deflazacort, y se suspendió el tratamiento con sulfasalacina. La paciente se recuperó y se le dio de alta. Dos semanas después, tomó nuevamente sulfasalacina por iniciativa propia cuando comenzó a mejorar, y nuevamente se desarrollaron disnea, fiebre, tos, erupción cutánea e infiltrados pulmonares. Los signos clÃnicos fueron roncus, crepitantes y estertores en la auscultación, con erupción cutánea eritematopruriginosa descamativa en tronco y porciones proximales de extremidades. Radiológicamente presentaba infiltrados pulmonares; se realizó tomografÃa axial computarizada de alta resolución (TACAR) pulmonar, que mostró infiltrados bilaterales mal definidos en lóbulos medio y superiores (fig. 1). Los valores analÃticos mostraron un recuento de leucocitos de 14.300/ml, con el 35% de eosinófilos; la VSG fue de 65 mm; asà como elevación de enzimas hepáticas (GOT, 92 U/l; GPT, 210 U/l; GGT, 179 U/l, y fosfatasa alcalina, 312 U/l). La gasometrÃa mostró un pH de 7,39, una pO2 de 59 mmHg y una pCO2 de 36 mmHg. La broncoscopia reveló una inflamación bronquial. La biopsia transbronquial mostró un infiltrado eosinófilo. El lavado broncoalveolar mostró un aumento ligero del número de eosinófilos. Nuevamente, se suspendió la sulfasalacina, asà como todos los demás fármacos, y se inició tratamiento con prednisona. Con esta pauta, se resolvieron los sÃntomas respiratorios en 2 semanas tras la retirada del fármaco. Se realizó una nueva TACAR a los 2 meses, que fue normal.
La sulfasalacina es un compuesto de ácido 5-aminosalicÃlico y sulfapiridina, unidos por un enlace azo. La sulfapiridina es el componente del fármaco que probablemente más se ha implicado en las reacciones de hipersensibilidad. Sin embargo, el salicilato también se puede ver involucrado, como sucede con el ácido acetilsalicilico, con reacciones de hipersensibilidad: neumonÃa eosinofÃlica y sÃndrome de Kawasaki-like5,6. Al igual que el componente del fármaco imbricado en la toxicidad pulmonar no esta claro, el mecanismo de toxicidad tampoco4. Parece que existirÃa un mecanismo idiosincrásico, no dependiente de la dosis, ya que se ha descrito con una duración de tratamiento de 0 y 120 meses y una dosis diaria de 1 a 8 g4.
Está bien establecida la evidencia de la retirada del fármaco en el momento en que se sospecha la toxicidad pulmonar, por la rápida resolución de los sÃntomas en la mayorÃa de los casos, ya que incluso hay publicados casos de muerte del paciente cuando no se retiró el fármaco7. La enfermedad pulmonar producida por sulfasalacina debe distinguirse de la enfermedad intersticial pulmonar primaria, que en el caso que presentamos se demuestra por la reaparición de los sÃntomas con la toma de sulfasalacina por la paciente y la desaparición de éstos cuando se le retiró4. Nuestra paciente se trató con corticoides, aunque la evidencia de su uso en la toxicidad pulmonar que se sospecha inducida por sulfasalacina no está bien documentada, y actualmente está basado en la severidad de los sÃntomas y en la evolución clÃnica4.
Algunos autores concluyen que, a pesar del aumento de prescripción de sulfasalacina en las enfermedades reumáticas8, la toxicidad pulmonar sigue siendo infrecuente y el efecto adverso más importante continúa siendo el hemático9. Sin embargo, debido al aumento de su uso, cabe esperar que se observe un mayor número de efectos adversos.