Sr. Director: He leído con atención el artículo publicado recientemente en la revista española de reumatología (RER) sobre el plan estratégico de la Sociedad1 y quería realizar algunas observaciones.
En el plan destacan, entre otras conclusiones, que la Sociedad Española de Reumatología (SER) se haga oír ante la opinión pública, deje claro quién puede tratar mejor los trastornos médicos del aparato locomotor, lidere la formación en la especialidad de los médicos de asistencia primaria y apoye la creación de plazas docentes de reumatología en las universidades. Así mismo, se opta por mantener el número actual de plazas de residentes MIR de la especialidad.
En mi opinión, la SER trabaja más y mejor por sus socios desde hace unos años, siendo este plan estratégico muestra de ello. Tras leer detenidamente el texto creo que las líneas generales son acertadas, aunque me gustaría añadir algunas cuestiones.
Muchos de los problemas que aún nos quedan por resolver a los reumatólogos derivan de que, a pesar de ser respetados en nuestros puestos de trabajo, la traumatología sigue siendo la especialidad de referencia en las enfermedades del aparato locomotor, tanto en la sanidad pública como en la privada. Es un concepto arraigado en los medios de comunicación, los pacientes, los médicos de atención primaria y los directivos de la sanidad. Hay que reconocer que en ese sentido la SER no ha tenido una política eficaz. El plan estratégico recoge precisamente la creación de una oficina de prensa.
A continuación expongo mis opiniones de cara a incrementar el prestigio de la especialidad en nuestro país.
1. La SER debe fomentar estudios multicéntricos como EMECAR y EMAR (actualmente en marcha) y llevarlos hasta su culminación; hace unos años se pidió colaboración para el estudio de la artritis reumatoide de comienzo y de la nefritis lúpica; tras completar parte de los protocolos, el estudio se canceló, sin que se conociera el motivo. El apoyo constante a estos proyectos aumentará la calidad de la RER y prestigiará a la Sociedad.
Con respecto al apoyo a la investigación, además de respaldar a los grupos que lo soliciten, la SER podría crear una unidad de diseño de investigaciones con el fin de ayudar a los reumatólogos que trabajan más aislados (p. ej., en hospitales comarcales) o que no disponen de unidad de investigación en su centro de trabajo. De este modo, se podrían sugerir, además, algunas de las líneas de trabajo que propone el plan estratégico, como son los estudios de coste-beneficio.
2. A pesar del enorme esfuerzo que realizan sus responsables respectivos, se deben potenciar la RER y la página web de la SER. Un objetivo prioritario debería ser la inclusión de la RER en MEDLINE. Con respecto a la página web, debe contener la máxima información para médicos no reumatólogos, como artículos de revisión y guías de práctica clínica basadas en la evidencia. En el apartado de los pacientes, se podría hacer referencia a los centros que disponen de reumatólogo, incluidos los compañeros que ejercen la medicina privada.
3. Editar un libro de reumatología que sea de referencia para los estudiantes de medicina, médicos generales y otros especialistas. Debe ser más breve que las ediciones del manual de la SER de 1992 y 1996 y estar escrito por los expertos españoles en el tema (sin descartar autores de otros países). Además, me parece importante que tenga la mayor calidad tanto en el formato como en las figuras y que se pueda comprar en librerías. El manual de enfermedades reumáticas de la SER es heterogéneo en contenidos y no se puede comprar, por lo que no cumpliría los objetivos que he mencionado.
4. Por último, respecto a la recomendación de que se mantengan las actuales plazas de MIR de la especialidad, soy partidario de una reducción.