REVISTA IBEROAMERICANA DE FISIOTERAPIA Y KINESIOLOGÍA
Revista Iberoamericana de Fisioterapia y Kinesiología 1998;1:70-72
Enero-Marzo 1998
M.a C. Massetti de Alasino
Directora de la Escuela
de Kinesiología y Fisioterapia. Universidad Nacional de Córdoba.
Jefa del Servicio de Medicina Física. Hospital Italiano.
Asesora Académica en Kinesioterapia Cardiorrespiratoria. Sanatorio Allende. Ciudad de Córdoba.
República Argentina.
Correspondencia:
M.a Cristina Massetti de Alasino
Hospital Italiano
Córdoba (República Argentina)
RESUMEN
La grandeza del ser humano es la obra más extraordinaria de la creación, pero por momentos se pierde la capacidad de asombro, por ello debemos recordar lo que dijo Aristóteles: «El instrumento más complejo, la herramienta más fina y extraordinaria es la mano del hombre y ella es una de nuestras herramientas de trabajo.» Es por eso que debemos buscar todas sus aplicaciones en servicio de las ciencias.
PALABRAS CLAVE
Kinesiología y Fisioterapia; Humanismo y servicio.
ABSTRACT
The greatness of the human being is the most extraordinary work of creation. However, we are rapidly losing our capacity for wonder, so it is useful to recall Aristoteles'' statement: «The most complex instrument, the finest and most extraordinary tool is the human hand, one of our instuments for work.» This is why we should continue to search for all the potential applications of the hand in the service of science.
KEY WORDS
Cinesiology and physical therapy; Humanism and service.
NUESTRO DESAFÍO
Nada les podría transmitir sino un contenido del que no esté persuadida, es por eso que la fe en mis propias convicciones me llevan a transmitirles una pasión auténtica por la profesión que hemos elegido, por lo que deseo someter a vuestra reflexión y análisis lo que deseamos hacer realidad y si tienen significado para vosotros estos planteamientos.
Es nuestro deseo en Iberoamérica promover una «conspiración», pero que etimológicamente signifique «reunión de profesionales que respeten lo mismo, que no cree competencias, sino cooperación para lograr el ideal en un anhelo de justicia y plenitud para el ser humano».
Conociendo la realidad de nuestras prácticas profesionales «decadentes, dominantes y emergentes», es que hoy se requiere que nosotros seamos las nuevas generaciones de licenciados en Kinesiología y Fisioterapia que conscientes de su realidad y potencialidades en el conocimiento se lancen apasionadamente a trabajar por el desarrollo de la investigación y perfeccionamiento de nuestras ciencias que se basan en el movimiento.
«La ciencia se ha vuelto ciega en su incapacidad de controlar, preveer, incluso concebir su rol social, por su incapacidad de integrar, articular y reflexionar sus propios conocimientos» (1), es por ello que surge la necesidad de corregir los errores que acarrea una ciencia excesivamente compartimentada, tratando de unir la teoría y la práctica, humanismo y técnica, por lo que debemos consensuar porque cada disciplina nos ofrece una imagen particular de la realidad, y de no realizar esta integración surgirán numerosos campos científicos relacionados con el mismo objeto de estudio, pero manteniendo una total desconexión e ignorancia entre ellos (2).
Lo primero que debemos tener claro es nuestra meta dentro de la profesión elegida; la mediocridad que domina en algunos grupos es porque no encontraron el centro u objeto de su vocación; el mediocre es un fenómeno que acarrea displicencia y se lo considera una peste social que hace fracasar cualquier sistema en las organizaciones.
«El hombre está llamado a la trascendencia y cuando trasciende se realiza.»
El futuro de nuestra profesión nadie lo puede predecir, pero si conocemos y desarrollamos su objeto de estudio lo podemos construir desde el saber y
difundir mañana lo que deseamos mejorar o cambiar hoy.
Todos los que en el área de la salud y en la situación actual tenemos una insatisfacción permanente ésta se convierte en el ingrediente básico para lograr la superación, si es necesario, es posible.
El esfuerzo es el vehículo legítimo para alcanzar lo que deseamos, y estoy convencida que permaneceremos mientras exista la posibilidad de ser mejores.
La universidad nos prepara y brinda las ciencias actualizadas y en cada uno de nosotros está cómo lograr desarrollar y aplicar el conocimiento.
Nuestra profesión es docencia, investigación y servicio: el servicio enriquece a quien lo recibe y engrandece a quien lo otorga; servir a través del movimiento y su educación es la oportunidad que tenemos para mostrar nuestra capacidad y es por ello que debemos hacerlo en forma extraordinaria en función de la prevención y recuperación del hombre.
Actualmente empezamos a vivir la era del conocimiento (3) y el fin de la diversificación; uno de nuestros principales desafíos será asumir e integrar nuestro objeto de estudio y ser profesionales capacitados para adaptarnos e incorporar los grandes cambios en la educación y sociedad.
Los filósofos de la antigua Grecia nos impulsaron hacia un mundo sin horizonte por el simple hecho de enseñarnos a pensar y no dar como un hecho sin causa lo aparentemente injustificable; lo más importante de su pensamiento fue el mismo cuestionario: ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo, ¿quién?, ¿por qué?, ¿cuánto? Si buscamos en el fondo la esencia de estas reflexiones identificaremos lo valioso de su aportación que es la capacidad de elección... que conlleva la responsabilidad de sumir las consecuencias de cada una de nuestras decisiones profesionales.
Las formas consumen la mayor parte de nuestro tiempo, olvidándonos del fondo, que es la esencia de donde proviene todo lo que somos (4).
Debemos empezar también en Iberoamérica a vivir la era del nosotros, por lo que en la Fisioterapia deben quedar atrás los mitos de los héroes individuales, debemos aprovechar las energías de los colegas y sus experiencias para multiplicar los resultados esperados.
La fuerza de la suma de voluntades reta a la lógica matemática, la fórmula de 1+1=2... es la sutil y extraordinaria diferencia entre las personas y las cosas (5); los profesionales o nos sumamos o nos restamos y después de un encuentro o congreso nunca volvemos a ser los mismos que antes de reunirnos...; debemos asociarnos para crecer en el equipo de salud, que es el camino para ser «más» y servir mejor.
La grandeza del ser humano es la obra más extraordinaria de la creación, pero por momentos se pierde la capacidad de asombro, por ello debemos recordar lo que dijo Aristóteles: «El instrumento más complejo, la herramienta más fina y extraordinaria es la mano del hombre y ella es una de nuestras herramientas de trabajo», es por eso que debemos buscar todas sus aplicaciones en servicio de las ciencias.
El hombra ha gastado millones de dólares para desvelar el misterio del funcionamiento del cerebro humano y solamente se conoce el 15% de su funcionamiento, es por ello que es aún infinita nuestra capacidad creativa para generar investigaciones, trabajos y estudios.
El éxito puede producir soberbia y el primer síntoma es creer que nadie nos puede brindar algo más, pero esta enfermedad la podemos combatir eficazmente a través de reconocer y agradecer a todos los que han contribuido a nuestra formación y estar siempre dispuestos a aprender, y «no olvidemos que en el seno de las ciencias tienen lugar la rigidez de las estructuras mentales y los celos de los conformistas hacia las posiciones más innovadoras» (6).
En la educación debemos también conocer y enseñar valores, porque la calidad de conocimientos no nos da calidad en su aplicación y la cantidad de tecnología no nos da ética en su aplicación (7).
¿Utopía o realidad?... Con el primer volumen de esta Revista Iberoamericana venimos a mostrar cómo las voluntades puestas en un equipo de profesionales puede vencer este desafío entre utopía y realidad.
«Nada es tan alejado de las quimeras como las utopías realizadas, aquellas que alentando voluntades vencieron las fantasías para conquistar el campo de las concreciones» (8).
Es por ello, queridos colegas, que hago votos para que sean profesionales comprometidos con las grandes realizaciones, que se destaquen por su afán de superación y excelencia en el servicio y que sean capaces de decidir su autotransformación en pos de servir a nuestra profesión en forma majestuosa que es el privilegio de los seres nobles y extraordinarios.
BIBLIOGRAFÍA1. Morini E, 1994.
2. Torres J. Globalización curricular, 1996.
3. Nota de la HSM. Diario La Nación. República Argentina.
4. Cornejo MA. Valores de la excelencia.
5. Cornejo MA. El poder transformador.
6. Palmade G.
7. Sánchez Vázquez A. Ética. Grijalbo.
8. Álvarez S. Asesora pedagógica. Escuela de Kinesiología y Fisioterapia. UN de Córdoba.