La problemática de salud consecuencia de las lesiones producidas por las colisiones en automóvil esta alcanzando unos niveles altísimos en las sociedades occidentales 1 . Se considera una incidencia de las lesiones por latigazo cervical en estos países del 1/1000 2,3 .
Aunque las lesiones en la columna cervical por movimientos forzados se pueden dar en muchos ámbitos tales como el laboral o el deportivo 4 , son las colisiones traseras en automóvil la causa más frecuente de lesiones en el ámbito del llamado latigazo cervical 2,3,5 . En un reciente estudio epidemiológico llevado a cabo por Pujol et al6 , el 95 % de sus 120 pacientes con síndrome por latigazo cervical presentaba una etiología por accidentes de tráfico de los cuáles más de la mitad sufrieron colisión trasera.
En España, Díaz 2 halló una incidencia de esguinces cervicales en accidentes de tráfico del 15’1 %. Por otro lado, Herreros 5 localizó, en una serie de 308 pacientes con accidentes de tráfico, la afectación de la columna cervical como la más frecuente con un 35’7 %, de la cuál, el 84’2 % fueron definidos como esguinces cervicales.
Los datos acerca de la cronificación de las lesiones son variados oscilando el porcentaje de pacientes con síndrome crónico desde 15 % 7 hasta el 50 % 6 .
Es importante utilizar convenientemente la nomenclatura sobre esta entidad evitando dar por supuestas lesiones inexistentes o que no son las más importantes. Además, así se evitará confundir entre sí los términos que hacen referencia al mecanismo lesional y al cuadro clínico 8 .
Por tanto, se puede definir el latigazo cervical (cervical whiplash), según los criterios de Loudon y Bransley 2,9 , como el mecanismo lesional que ocurre frecuentemente en los accidentes de circulación, en el que la columna cervical y la cabeza son sometidas a fuerzas indirectas de aceleración y desaceleración en cualquier plano de movimiento.
Cuando las lesiones causadas por el mecanismo lesional anteriormente citado, mantienen un síndrome caracterizado principalmente por el dolor local, irradiado o referido a otras regiones con o sin otros síntomas asociados, se habla de (síndrome cervical postraumático o whiplash syndrome) 10 . Hay autores que se refieren al síndrome cervical postraumático tras una evolución de seis meses sin resolverse el síndrome agudo cuyo síntoma principal es el dolor 11,12 . Cada vez se utiliza menos el término de esguince cervical que no se corresponde con las lesiones reales que suelen abarcar diversas estructuras además de las ligamentosas, si bien aún existen defensores de ésta última nomenclatura que ven exagerada y dramática la utilización del término latigazo cervical 13 .
En este estudio se revisa la literatura existente sobre la biomecánica del latigazo cervical y se aclara la misma, así como las lesiones que se han objetivado en las diversas publicaciones analizadas.
MATERIAL Y MÉTODOSSe ha realizado una búsqueda bibliográfica en la base de datos Medline sin límite de antigüedad relacionando las palabras clave cervical whiplash y kinematic . Además se ha realizado una búsqueda libre en función de las bibliografías de los artículos localizados y en la base editorial Doyma a través de su página web www.doyma.es utilizando la palabra clave latigazo cervical .
Los artículos seleccionados debían de explicar aspectos referentes a la epidemiología, métodos de estudios cinemáticos, biomecánica y lesiones observadas en dicho traumatismo siendo rechazados aquellos que no explicaban alguno de los aspectos mencionados.
BIOMECÁNICA DEL LATIGAZO CERVICAL: VISIÓN CLÁSICATradicionalmente, siempre se ha entendido el mecanismo del latigazo cervical como un conjunto de movimientos forzados fuera de los límites fisiológicos en algún plano del movimiento, generalmente el sagital. Esto es debido a que la mayoría de los impactos son posteriores y las fuerzas de inercia producen la aceleración repentina de la columna cervical y la cabeza, primero en hiperextensión y posteriormente en flexión 14 (fig. 1). Por tanto, se diferenciaban dos fases biomecánicas que podían producir daños tisulares 2,15,16 :
Fase I: Debido al impacto posterior, el vehículo sufre una aceleración anterior. A los 100 ms aproximadamente, se produce el movimiento del tronco del sujeto debido al empuje del asiento. La cabeza mantiene su posición en el espacio produciéndose una extensión total de la columna cervical por la translación anterior del tronco y hombros bajo la cabeza.
Fase II: Debido a la desaceleración que sufre el vehículo tras la fase I, el tronco se frena repentinamente en su translación anterior facilitándose la frenada por el cinturón de seguridad y transmitiéndose la aceleración anterior a la cabeza que se encontraba extendida. Así es como se produce la hiperflexión de la columna cervical (fig. 1) 14 .
La consecuencia lesional de este modelo mecánico se deriva de los movimientos que se han forzado:
1. Extensión forzada:
a) Rotura del ligamento vertebral común anterior.
b) Desgarros de la musculatura prevertebral, escale-nos y esternocleidomastoideos.
c) Arrancamientos o desgarros de las inserciones anteriores del disco intervertebral.
d) Fracturas de la apófisis odontoides, espinosas.
e) Hemartros y fracturas en las articulaciones cigoapofisarias.
2. Flexión forzada:
a) Desgarros en fibras del disco intervertebral a causa de la translación anterior de la vértebra.
b) Lesiones de la musculatura cervical posterior, ligamento nucal y complejo ligamentoso occipitoatloideo.
Los estudios más clásicos referentes a este mecanismo lesional son los de Macnab 17 que utilizó monos anestesiados en las colisiones. La mayoría de las lesiones aparecidas eran típicas de la hiperextensión, por tanto defendió que el mecanismo lesional básico era una extensión superior a la fisiológica. Como alternativa a esta teoría, se encuentra la de Penning 18 que encontró grandes translaciones posteriores de la región más alta (Occipi-tal-C1-C2), concluyendo que la mayoría de las lesiones ocurrían a estos niveles. Penning se apoyó además en los fallos propioceptivos que se dan tras el latigazo, según él como consecuencia de la afectación del aparato ligamentoso suboccipital.
Fig. 1. Latigazo cervical: visión clásica. Se produce una hiperextensión seguida de una flexión de la columna cervical. Tomada de Hoppefeld14.
BIOMECÁNICA DEL LATIGAZO CERVICAL: VISIÓN ACTUAL
La visión clásica es lógica teniendo en cuenta las estructuras que se someten a excesiva tensión o compresión en los dos movimientos forzados de un impacto posteroanterior. Pero desde finales de la década de los 80, se ha querido profundizar mucho más en el estudio del latigazo cervical debido a la cronicidad tan alta del síndrome, el aumento de los accidentes de circulación y el consiguiente aumento de las reclamaciones legales 1,19,20 .
Está claro que, en impactos a altísima velocidad, es muy probable que se produzcan lesiones muy parecidas a las que se han comentado arriba. Pero la mayoría de los mecanismos por latigazo cervical se producen a baja velocidad 21 . En este caso, no quedan tan claras las estructuras que se lesionan 19,22 y que justifican la clínica del síndrome presidida por dolor cervical, cefalea cervicogénica, mareos, pérdida de fuerza o parestesias 10,11 .
Para estudiar la cinemática del latigazo, se han utilizado diferentes métodos tales como modelos matemáticos 23 , utilización de cadáveres 24 , especímenes frescos de la columna cervical 25-31 o voluntarios 19,24,32-37 .
Generalmente las mediciones que se realizan son: Variación de la velocidad tras el impacto 19,27,32-35 , respuestas electromiográficas 19,34,36,37 , aceleraciones de diversos segmentos, siendo la más estudiada la aceleración en el ápex de la cabeza 19,24,36,37 , análisis de los movimientos mediante cámaras de alta velocidad 19,21,24-28,30,36,37 , tensión ejercida sobre las arterias vertebrales y estructuras li-gamentosas 21,25-28 , tiempos de reacción muscular o de aparición de picos de aceleración 21,25-28,33,34,36,37 y también se realizan diversas evaluaciones clínicas así como pruebas de imagen: resonancia magnética nuclear, tomografía axial computerizada o radiografías dinámicas6,19,21,22,25-28,38,39.
Los datos que se han obtenido de estos estudios son muy interesantes y se ordenan a continuación según las áreas de interés dentro del propio mecanismo:
Fig. 2. Latigazo cervical: visión actual. Se produce una formación en S de la columna cervical. Tomada de Grauer et al 25 .
LESIONES OBJETIVADAS SEGÚN EL MODELO ACTUALSegún lo expuesto, se deduce que la fase más peligrosa para la columna vertebral en impactos a baja velocidad es la primera con la formación de la curvatura en S y la hiperextensión en los segmentos inferiores , con el consiguiente riesgo de lesión en estos últimos segmentos.
Efectivamente, se ha observado la afectación de las articulaciones cigoapofisarias de los segmentos inferiores 3,22,24,26,28,30,40 . La translación posterior que acompaña a la extensión tiene un papel importante 3,41 . Las lesiones son de tipo cápsulo-ligamentoso y hemorrágico, en el primer caso por elongación de la región anterior de la cápsula articular que, aunque reforzada respecto al resto no responde a la energía del movimiento 42 , y en el segundo por compresión de las carillas articulares. Brault et al recomiendan evitar los movimiento de translación posterior de la columna cervical durante las fases iniciales del tratamiento 34 .
Se señala a las articulaciones cigoapofisarias como las principales responsables del dolor producido en el síndrome del latigazo cervical crónico 43 .
Kallieris et al encontraron en su estudio lesiones de tipo hemorrágico en el disco intervertebral en el 59’3 % de los casos y lesiones del ligamento amarillo en el 8’3 % 24 .
También se ha objetivado la excesiva elongación de la arteria vertebral durante la primera fase del latigazo a causa de la formación en S de la columna cervical 21,25-28 .
No hay que olvidar la afectación muscular sobre todo en los escalenos, ECM y prevertebrales de la columna cervical y la consecuente activación de puntos gatillo miofasciales 3,34,36,37 .
Cusick et al señalan que la posibilidad de rebasar los límites fisiológicos de flexión entre C1 y C2 debe alertar sobre lesiones de tipo neural en la región superior de la columna cervical mientras que las lesiones más frecuentes en la región inferior serán de tipo compresivo en las articulaciones cigoapofisarias 30 .
Los latigazos cervicales producidos a altas velocidades pueden llegar a producir lesiones mucho más graves del tipo fractura de apófisis articulares y espinosas 3 , apófisis odontoides 10 o roturas del ligamento transverso del atlas 44 . Aunque son lesiones menos frecuentes que las anteriores, no por ello se puede bajar la guardia en una valoración fisioterápica 10 . Panjabi et al piensan que los accidentes a mayor velocidad facilitan la producción de lesiones en regiones más altas de la columna cervical 28 .
CONCLUSIONESSegún las conclusiones de los trabajos de Grauer, Panjabi y Cholewicki, podemos decir que el modelo biomecánico del latigazo cervical dividido en dos tiempos lesionales, uno en extensión y otro en flexión, ha quedado obsoleto.
Según el nuevo modelo biomecánico, la columna cervical sufre una hiperextensión en los segmentos inferiores con translación posterior de la cabeza sin extensión en su primera fase y configurando una formación en S de la columna cervical. Posteriormente se produce una extensión general de la columna cervical sin superar límites fisiológicos de movimiento.
De este modelo biomecánico se deduce que, las estructuras más susceptibles de lesión en latigazos cervicales a baja velocidad por colisión trasera son las articulaciones cigoapofisarias y la musculatura anterior del cuello, precisamente en la primera fase donde se produce una formación en S de la columna cervical con hiperextensión de los segmentos inferiores.
Conociendo la biomecánica y las estructuras que más comúnmente se lesionan, se abre paso a la investigación por parte de los fisioterapeutas, a nivel clínico, de la eficacia de los métodos indicados para tratar las mismas. Así se podrán mejorar los protocolos de tratamiento de esta patología.
AGRADECIMIENTOSQueremos mostrar nuestro más sincero agradecimiento a los profesores Juan Carlos Zuil Escobar, Carmen Belén Martínez Cepa y José Antonio Martín Urrialde por su revisión crítica del trabajo y al Profesor Bryan Crilly por su inestimable ayuda con las traducciones.
Correspondencia:A.L. Rodríguez Fernández Departamento de Fisioterapia Facultad de Ciencias Experimentales y de la Salud Martín de los Heros, 60 28008 Madrid (España) Telf: 917580310. Ext: 5285 E-mail: alrodfer@ceu.es