Sr. Director:
En los últimos años leemos con más regularidad el término dermatofitoma y también lo encontramos con más frecuencia en las muestras de raspados provenientes de casos de onicomicosis. Sin embargo, no es muy preciso el dato de cuándo se empezó a utilizar este término1,2.
Se define dermatofitoma a una masa de hifas dermatofíticas de localización subungueal que se puede observar en el examen directo con hidróxido de potasio1. Se cree que esta patología está infradiagnosticada, desconociéndose su incidencia real. Ello se debe al hecho de que si no se analizan las escamas que contienen dichas hifas o quien realiza el examen no tiene la suficiente experiencia, estas estructuras microscópicas pasan inadvertidas. Esta patología frecuentemente se ha asociado con una mala respuesta de la onicomicosis al tratamiento antifúngico oral y, muchas veces, se requiere agregar un antifúngico tópico para alcanzar la curación3-6. Hay ciertas características clínicas que se presentan con mayor frecuencia en los dermatofitomas, como la presencia de hiperqueratosis subungueal y la formación de bandas longitudinales amarillentas o de color café, pero aún no hay un consenso al respecto5,7-9.
Presentamos el caso de un paciente de 50 años de edad, con antecedente de trasplante renal por insuficiencia renal terminal, que estaba recibiendo medicamentos inmunodepresores. Dicho paciente acudió al servicio de Dermatología del Hospital General Manuel Gea González con una dermatosis de 5 días de evolución en los pliegues inguinales que se extendía hasta la parte superior de los muslos, el escroto y la región perineal (fig. 1). Eran placas eritematoescamosas con un borde activo bien delimitado y algunas pápulas en la periferia. En el examen directo, se observaron múltiples hifas aisladas y una masa de filamentos idéntica a la observada en los dermatofitomas ungueales (fig. 2). En el cultivo se aisló Trichophyton rubrum. Por ser un paciente inmunodeficiente se decidió tomar una biopsia de la región inguinal para descartar una invasión fúngica. El resultado histopatológico fue compatible con una dermatofitosis superficial, identificando elementos fúngicos en el estrato córneo y en la dermis un infiltrado inflamatorio perivascular constituido por linfocitos, neutrófilos y algunas células plasmáticas. El paciente se curó con terbinafina (250 mg/día durante 2 semanas), observándose remisión del cuadro.
Figura 1. Tiña inguinal.
Figura 2. Dermatofitoma (KOH x40).
En los pocos artículos en que se menciona a los dermatofitomas, no hay una clara descripción de éstos, ni de las características clínicas de las dermatofitosis en donde se observan. En todos los casos descritos se hace referencia a infecciones ungueales; sin embargo, con este caso se hace evidente que los dermatofitomas no son exclusivos de las uñas y proponemos el término de dermatofitoma extraungueal para identificarlos.
* Autor para correspondencia.
Correo electrónico:rarenas98@hotmail.com (R. Arenas).