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Vol. 1. Núm. 2.
Páginas 5 (octubre 2007)
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Momentos de inercia
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Thomas Otsa
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El redactor jefe de la Deutsche Zeitschrift für Akupunktur (DZA) recibió hace poco un interesante correo electrónico de Stephen Birch, el redactor jefe del Thieme Almanac. Éste había leído en la sección de Formación Continuada del número 1/2007 de la DZA las posibilidades de aplicación que tiene la acupuntura, las técnicas relacionadas y la fitoterapia china en obstetricia. Se mostró entusiasmado con nuestra conclusión de que no existen puntos de acupuntura prohibidos en el embarazo, tan sólo técnicas de estimulación prohibidas. Él también era de la misma opinión, y así lo había publicado. Me proponía realizar una nueva publicación conjunta para difundir aún más estas ideas. Aunque esta conclusión realmente no es tan novedosa: desde hace unos diez años vienen publicándose trabajos que contradicen la tradición de los puntos prohibidos durante el embarazo. Pero naturalmente en muchos libros de texto generales nos encontramos referidos los puntos prohibidos en el embarazo, así como en escritos de numerosas sociedades médicas e incluso en los criterios de examen —como es el caso de Austria, donde gracias al voto del Consejo Superior de Sanidad de Austria está vigente por motivos legales una (verdadera) lista de puntos prohibidos. Claro, las costumbres favoritas se abandonan de mala gana, y los requisitos y prohibiciones estructuran la vida y otorgan importancia… ¿a quién? A quien promulga la prohibición. Así oímos: «¡Madre de Dios! ¿Entonces cómo coloca las agujas? ¿No sabe que se deben colocar de arriba a abajo y que se deben extraer también en el mismo orden?» o «¡Girar en el sentido de las agujas del reloj significa tonificar, y en sentido contrario dispersar!» o «¡La inserción de la aguja en el sentido del meridiano favorece el flujo del Qi, y en el sentido opuesto lo detiene!». ¿Pero qué pasaría si un candidato se quejara por haber suspendido a causa de alguno de estos requisitos y prohibiciones, y el juez de la sociedad de acupuntura solicitara la demostración correspondiente de dichas afirmaciones?

Los proyectos piloto alemanes han provocado una gran conmoción en la comunidad acupuntora. La acupuntura simulada no parece mucho peor que la cuidadosa acupuntura verdadera observadora de los requisitos y prohibiciones. La discusión está en pleno apogeo, cosa que no se refleja en el mercado editorial de los libros. Incluso los libros de texto generales más recientes que deben orientar a los principiantes incorporan el consabido legado (algunas excepciones serían algunos textos tan modernos como el de Yun-Tao Ma). ¿No es grotesco? En un momento en el que es preciso plantearse a fondo la existencia de los meridianos (canales), donde cobran importancia otras teorías explicativas (véase el artículo de Giebel de este número), la acupuntura continúa con la búsqueda de un rastro que cuenta con miles de años de antigüedad. Me refiero sobre todo a los trayectos internos de los meridianos, con frecuencia descritos minuciosamente. Desde que Unschuld publicara en el año 1980 «La Medicina en China: una historia de ideas» sabemos que la teoría de los meridianos es también una transposición del sistema de carreteras de los tiempos de Qingshi Huangdi, es decir, de 2000 años de antigüedad. En aquella época, tras una larga guerra civil se estableció en una China reunificada un sistema vial imponente formado por carreteras principales (jing) y secundarias (luo). ¿Cómo se podría imaginar uno el transporte de nutrientes, sangre, Qi, etcétera de otra forma que no fuera a través de meridianos o canales? Y por ejemplo, ¿por qué la rama interna del Hígado va hasta el punto Baihui (Du 20)? Sólo podemos proseguir desde un punto de vista fenomenológico, formulándonos la pregunta de qué fenómenos perceptibles por los sentidos habrían movido a los clásicos chinos a llegar a esta conclusión. ¿Qué hace la madre para calmar al hijo inquieto? En efecto, le acaricia la cabeza, casi exactamente donde se encuentran el punto Baihui y los cuatro puntos extraordinarios (Ex-HN 1). Esto sosiega al niño. (Aunque no siempre, es decir, cuando la ira aún no se ha calmado, cuando el Qi de Hígado sigue buscando una vía superior de escape. Entonces el niño aparta bruscamente la mano consoladora). Por tanto, la estimulación del punto Baihui reduce el ascenso del Qi de Hígado, y entonces hace 2000 años debía existir una rama interna del Hígado. ¿Y en la actualidad? Hoy en día tenemos el cometido de diferenciar en la medicina china entre la realidad biológica y la metáfora, así como de impulsar el análisis de la medicina china.

Thomas Ots Redactor jefe

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