El objetivo de este trabajo fue analizar las asociaciones entre la ingesta dietaria de oligoelementos y la calidad seminal y los niveles de hormonas reproductivas en varones jóvenes.
Material y métodoSe trata de un estudio transversal realizado en jóvenes universitarios sanos (n=209) de la Región de Murcia entre 2010 y 2011. Los valores de ingesta dietaria de oligoelementos (hierro, yodo y cinc) se obtuvieron mediante un cuestionario de frecuencia alimentaria validado. Los análisis seminales (concentración, movilidad y morfología espermática) se llevaron a cabo siguiendo los criterios y guía de la Organización Mundial de la Salud. Se analizaron los niveles séricos de las hormonas folículo-estimulante, luteinizante y testosterona. Se utilizaron pruebas no paramétricas (Kruskal-Wallis) y la χ2 para los análisis bivariantes, y modelos de regresión lineal múltiple para ajustar por covariables significativas.
ResultadosSe mostró una asociación inversa estadísticamente significativa entre la ingesta dietaria de hierro y la concentración espermática (P, tendencia=0,01) y el porcentaje de espermatozoides móviles progresivos (P, tendencia=0,004). No se encontraron asociaciones significativas con el resto de parámetros espermáticos, ni con las hormonas reproductivas.
ConclusionesNuestros resultados muestran que niveles altos de ingesta dietaria de hierro estarían asociados con una disminución de la concentración y movilidad espermática en jóvenes varones. No obstante, son necesarios más estudios para confirmar estos hallazgos, en particular, en otras poblaciones de varones que consultan por problemas de infertilidad.
The aim of this study was to study the associations between dietary intake of trace elements and semen quality and reproductive hormones levels in young men.
Material and methodThis is a cross-sectional study in healthy male university students (n=209) recruited in Murcia Region (Spain) between 2010 and 2011. Dietary intake of trace elements (iron, iodine and cinc) was assessed using a validated food frequency questionnaire. Semen analysis (sperm concentration, motility and morphology) was carried out according to World Health Organization guidelines. Serum concentrations of follicle-stimulating and luteinizing hormones and testosterone were also determined. Kruskal-Wallis and Chi-squared tests were used in bivariate analysis and multiple lineal regression was used to adjust for significant covariates.
ResultsA statistically significant inverse association between dietary intake of iron and sperm concentration (P, trend=0.01) and the percentage of progressive motile sperm (P, trend=0.004) were observed. No other significant associations for the remaining sperm parameters or reproductive hormones were detected.
ConclusionsOur results show that high levels of iron may be associated with reduced sperm concentration and motility in young men. However, further studies are needed, particularly in other male populations consulting for infertility problems.
Un 15% de las parejas en edad reproductiva presentan problemas de infertilidad1 y alrededor de un 50% de los casos está relacionado con un factor masculino2. Varias revisiones han señalado que durante los últimos 50 años la concentración espermática humana ha descendido globalmente3-6. Sin embargo, es un tema controvertido que sigue siendo objeto de análisis y debate7.
Se han señalado distintos factores que podrían afectar a la calidad seminal o de los niveles de hormonas reproductivas como, por ejemplo, la exposición a disruptores endocrinos8,9, el sedentarismo10, la obesidad11 o una inadecuada calidad de la dieta12.
Con respecto a la dieta, los niveles adecuados de diversos oligoelementos (por ejemplo, hierro, cinc, yodo, cobre, selenio) son imprescindibles para el correcto funcionamiento fisiológico de nuestro organismo, incluidos los mecanismos moleculares y celulares implicados en la espermatogénesis y reproducción en mamíferos13,14. Además, diversos trabajos han mostrado la importancia de los niveles adecuados de estos elementos en el suero sanguíneo o plasma seminal15,16. Sin embargo, bien el exceso o bien el defecto de estos elementos podría alterar la espermatogénesis o producir estrés oxidativo en el tejido testicular o los espermatozoides y conducir a una afectación de la fertilidad16. Hasta donde conocemos, solo 2comunicaciones a congresos han evaluado la ingesta de oligoelementos en relación con parámetros reproductivos masculinos17,18 y han mostrado una posible alteración de los niveles hormonales con concentraciones relativamente altas de hierro o cinc.
No obstante, a día de hoy, no existe ningún artículo de investigación que haya valorado la relación entre la ingesta dietaria de oligoelementos y los parámetros reproductivos masculinos, y su potencial impacto está en entredicho. Por tanto, nuestro objetivo es analizar las asociaciones entre la ingesta dietaria de varios oligoelementos (hierro, yodo y cinc) y la calidad seminal, así como los niveles de hormonas reproductivas en jóvenes varones.
Material y métodoEste trabajo se engloba dentro del Estudio de hombres jóvenes de Murcia (Murcia Young Men's Study [MYMS]). La metodología del estudio se ha descrito y publicado con anterioridad6. Brevemente, para ser incluidos en el MYMS los sujetos tenían que ser estudiantes universitarios, nacidos en España después del 31 de diciembre de 1987 y tener madres con quienes contactar para que estas cumplimentaran un cuestionario. El estudio se llevó a cabo analizando cuestionarios epidemiológicos y nutricionales, y muestras seminales y séricas procedentes de jóvenes universitarios voluntarios y sanos (entre 18-23 años) de la Región de Murcia entre los años 2010 y 2011. Un total de 223 estudiantes cumplieron los criterios de inclusión y 215 estuvieron de acuerdo en participar. Se excluyó a 6 jóvenes porque presentaron una ingesta calórica no creíble (>5.000kcal/día), lo que dejó un total de 209 varones en el estudio. Se obtuvo el consentimiento informado de todos los sujetos participantes y la Comisión de Ética de Investigación de la Universidad de Murcia aprobó este estudio (N.° 495/2010).
Valoración de la ingesta dietariaUtilizamos un cuestionario de frecuencia alimentaria semicuantitativo (CFA)19,20 para evaluar la dieta habitual de los sujetos (disponible en: http://bibliodieta.umh.es/files/2011/07/CFA101.pdf). El CFA incluía 101 ítems de alimentos para captar las principales fuentes de alimentos y nutrientes. A los participantes se les preguntó con qué frecuencia, de media, consumían cada uno de los ítems de alimentos con base en el año anterior. El cuestionario admitía 9respuestas posibles: desde «nunca o menos de una vez al mes» hasta «6 veces o más al día». Los valores nutricionales se obtuvieron principalmente de las publicaciones de las tablas de composición de alimentos del Departamento de Agricultura de EE. UU., así como de otras fuentes publicadas para los alimentos españoles y los tamaños de las porciones21,22. La validez y reproducibilidad de este cuestionario es comparable a otros CFA ampliamente utilizados a nivel internacional23. La media de coeficientes de correlación entre la ingesta de nutrientes estimada usando registros prospectivos de dieta y los estimados mediante el CFA fueron de 0,44 para la validez y 0,44 para la reproducibilidad24. Este cuestionario también mostró una validez bioquímica satisfactoria cuando se comparó con niveles plasmáticos de vitaminas y carotenoides en estudios de validación con otras poblaciones adultas19,20. La ingesta de nutrientes se ajustó por la ingesta total de energía por el método de los residuales publicado por Willet et al. (1985)25.
Análisis seminal y examen físicoLa obtención de la muestra se realizó mediante masturbación en el propio centro. El tiempo de abstinencia se registró como el número de horas desde la obtención de la muestra hasta la eyaculación anterior. Los análisis de parámetros seminales (volumen, concentración, recuento total, movilidad y morfología espermática) se realizaron siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (2010)2. Brevemente, el volumen eyaculado fue estimado a partir del peso de la muestra, asumiendo una densidad del semen de 1,0g/mL. La concentración espermática fue evaluada utilizando un hemocitómetro (Improved Neubauer; Hauser Scientific Inc., Horsham, PA, EE. UU.). Los espermatozoides fueron clasificados según si eran móviles o inmóviles para establecer el porcentaje de espermatozoides móviles (con movimiento progresivo y no progresivo)2. El recuento espermático total se calculó como el producto entre el volumen y la concentración espermática. La morfología se evaluó usando la tinción de Papanicolaou y el criterio estricto de Kruger26. El índice de masa corporal (IMC) se calculó como el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros. También se evaluó la presencia o no de varicocele u otras anormalidades escrotales. La presencia de varicocele se clasificó como: sin varicocele, solamente detectado durante la maniobra de Valsalva, palpable o visible.
Análisis hormonalesLas muestras sanguíneas fueron extraídas por venopunción el mismo día que los sujetos obtuvieron la muestra seminal y se almacenaron y congelaron a −80°C. Los niveles séricos de hormona folículo-estimulante (FSH) y luteinizante (LH) se analizaron mediante una prueba inmunofluorométrica (DELFIA, PerkinElmer, Skovlund, Dinamarca). Las variaciones intra- e interensayo fueron inferiores al 5% en ambas pruebas. Los niveles de testosterona total sérica se analizaron mediante una prueba de fluoroinmunoanálisis (DELFIA, PerkinElmer, Skovlund, Dinamarca) con variaciones intra- e interensayo inferiores del 8%. Estos métodos ya han sido descritos previamente12,27. Los niveles de testosterona libre fueron calculados usando la ecuación de Vermeulen et al. (1999)28, asumiendo una concentración fija de albúmina de 43,8g/L.
Análisis estadísticoSe realizaron análisis univariantes (media o mediana y desviación típica [DT]; o número [n] y porcentaje) y bivariantes (pruebas de Kruskal-Wallis o χ2) sobre las características demográficas, examen físico, análisis seminal y hormonal e ingesta dietaria de hierro, cinc y yodo. Para los análisis posteriores, el volumen seminal, la concentración y morfología espermática, el recuento total espermático, así como los niveles de la hormona LH se transformaron logarítmicamente usando el logaritmo natural (ln), ya que no mostraron una distribución normalizada. Tras dicha transformación, estas variables mostraron una distribución normal.
Con el fin de analizar las asociaciones entre los oligoelementos y los parámetros seminales y hormonas reproductivas se realizaron modelos de regresión lineal múltiple ajustados por covariables importantes. La confusión potencial de las variables se midió usando un método estadístico de punto de cambio estimado, en el cual la posible covariable permanecía en los modelos si cambiaba el coeficiente β más de un 10%. Usando dicho método, los modelos finales fueron ajustados por las siguientes covariables: edad (años), IMC (kg/m2), tabaquismo (fumador vs. no fumador), tiempo de abstinencia sexual (h), ingesta de cafeína (mg/día), ingesta de alcohol (g/día), ingesta calórica (kcal/día) y actividad física moderada-vigorosa (h/día). Los modelos para movilidad espermática fueron además ajustados por el tiempo desde recogida de la muestra seminal hasta el comienzo del análisis (min) y los modelos para hormonas por el tiempo desde la obtención de la muestra sanguínea (min) para tener en cuenta las variaciones circadianas.
Cada elemento traza fue categorizado en cuartiles y el menor (primer cuartil) fue considerado como el grupo de referencia. El test de tendencia lineal (P de tendencia) se llevó a cabo usando el valor de la mediana para cada cuartil de cada uno de los oligoelementos como variable continua y los parámetros seminales y hormonales como variable dependiente. Se utilizó también un análisis de covarianza (ANCOVA) para calcular y estimar los valores medios e intervalos de confianza (IC) al 95% de los parámetros de calidad seminal y hormonas en cada cuartil ajustados por las covariables retenidas en los modelos finales. Dichos modelos de ANCOVA fueron creados utilizando los parámetros seminales y hormonales como variables dependientes continuas, y la ingesta dietaria de oligoelementos y otras covariables como independientes. Se consideró que una asociación estaba presente cuando se halló una tendencia lineal estadísticamente significativa a través de los cuartiles de ingesta de cada elemento. Todas las pruebas fueron de 2colas y el nivel de significación estadística se fijó en 0,05. Para la realización de los análisis estadísticos se empleó el paquete estadístico IBM-SPSS 19.0 (IBM Corporation, Armonk, Nueva York, EE. UU.).
ResultadosEn la tabla 1 se muestran las principales características de los sujetos participantes en este estudio (n=209). La media de edad (DT) fue de 20,1 años (3,1) con un IMC de 24 (3,4), el 31,6% eran fumadores habituales y un 15% presentaron varicocele. El tiempo medio de abstinencia fue de 78,9 h (34,4). La mediana de concentración espermática media fue 43,3 mill/mL (37,3), la media del porcentaje de espermatozoides con movilidad progresiva del 48% (10,9) y del porcentaje de espermatozoides con morfología normal 10,3 (6,3). Los niveles séricos de las hormonas reproductivas se mostraron dentro de los rangos de normalidad, con unas concentraciones medias de FSH, LH y testosterona de 2,7 UI/L, 4,2 UI/L y 21,8 nmol/L, respectivamente. Los niveles medios (DT) de ingesta de hierro, yodo y cinc fueron de 24,3 mg/día (9,3), 155 μg/día (70,4) y 31,1 mg/día (10,9), respectivamente. En la tabla 2 se observan los resultados de los análisis multivariables entre la ingesta dietaria de los oligoelementos y los parámetros seminales de los sujetos. Se mostró una asociación inversa estadísticamente significativa entre la ingesta dietaria de hierro y la concentración espermática (P, tendencia=0,01) y el porcentaje de espermatozoides móviles progresivos (P, tendencia=0,004). Por ejemplo, comparado con los sujetos en el primer cuartil de ingesta dietaria de hierro, los varones presentes en el segundo y en el cuarto cuartiles presentaron un 19 y un 56% menor concentración espermática, respectivamente (fig. 1A). Con respecto a la movilidad espermática progresiva, los varones en el segundo, tercer y cuarto cuartiles mostraron 3,6; 6,7 y 6,6 unidades porcentuales menos de movilidad que los del primer cuartil (fig. 1B). No se hallaron asociaciones significativas con el resto de los parámetros espermáticos. Los resultados de los análisis multivariables entre la ingesta de hierro, yodo y cinc y los niveles séricos de hormonas reproductivas se muestran en la tabla 3. No se observó ninguna asociación estadísticamente significativa entre la ingesta dietaria de hierro, yodo y cinc y las concentraciones hormonales. Por último, los grupos de alimentos significativamente relacionados con la ingesta de hierro en nuestra población fueron las carnes, pescados, frutas y verduras, y cereales y legumbres; los relacionados con la ingesta de yodo fueron los pescados, mariscos, frutas y verduras; y con la ingesta de cinc, las carnes, mariscos, verduras y lácteos.
Características de los participantes por cuartil (primero y cuarto) de ingesta dietaria de hierro, yodo y cinc en el Estudio de jóvenes varones de Murcia (MYMS)
Hierro | Yodo | Cinc | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Variables | 1.er cuartil Ingesta baja [<18,5 mg] (n=54) | 4.° cuartil Ingesta alta [≥29.0 mg] (n=47) | p | 1.er cuartil Ingesta baja [<108μg] (n=53) | 4.° cuartil Ingesta alta [≥195μg] (n=48) | p | 1.er cuartil Ingesta baja [<23,7 mg] (n=54) | 4.° cuartil Ingesta alta [≥36,4 mg] (n=48) | p | Total sujetos (n=209) |
Características | ||||||||||
Edad (años) | 20,4 (3,1) | 19,5 (4,4) | 0,18 | 20,4 (3,1) | 19,4 (4,3) | 0,09 | 20,7 (1,2) | 19,5 (4,3) | 0,11 | 20,1 (3,1) |
Índice de masa corporal (kg/m2) | 24,1 (3,1) | 23,7 (3,4) | 0,70 | 24,4 (3,7) | 23,3 (1,9) | 0,80 | 23,9 (3,2) | 24,3 (3,3) | 0,49 | 24,0 (3,4) |
Fumador, n (%) | 17 (32,1) | 11 (23,9) | 0,46 | 21 (39,6) | 15 (31,9) | 0,40 | 15 (27,8) | 13 (27,7) | 0,37 | 66 (31,6) |
Ejercicioa (h/sem) | 5,8 (5,2) | 7,4 (5,1) | 0,19 | 4,4 (3,3) | 9,1 (6,8) | <0,01 | 5,8 (4,9) | 7,4 (5,2) | 0,07 | 6,3 (5,3) |
Presencia de varicocele, n (%) | 9 (16,7) | 7 (14,9) | 0,45 | 7 (13,2) | 6 (12,5) | 0,81 | 7 (13,0) | 10 (20,8) | 0,67 | 32 (15,3) |
Ingesta dietaria | ||||||||||
Ingesta total de energía (kcal/día) | 1.710 (397) | 3.328 (601) | <0,001 | 1.832 (538) | 3.122 (673) | <0,001 | 1.721 (402) | 3.276 (665) | <0,001 | 2.434 (758) |
Ingesta de alcohol (g/día) | 8,7 (10,9) | 10,1 (10,4) | 0,13 | 8,9 (8,1) | 9,1 (8,8) | 0,42 | 8,3 (10,8) | 10,7 (9,8) | 0,11 | 10,5 (7,6) |
Ingesta de cafeína (mg/día) | 80,0 (87,0) | 149 (162) | 0,10 | 101 (118) | 149 (158) | 0,08 | 68,7 (59,9) | 165 (146) | <0,01 | 113 (129) |
Parámetros seminales | ||||||||||
Tiempo de abstinencia (h) | 75,1 (28,6) | 91,5 (49,9) | 0,07 | 68,9 (23,8) | 83,3 (41,7) | 0,16 | 74,4 (31,7) | 88,7 (49,7) | 0,51 | 78,9 (34,4) |
Volumen seminal (mL) | 3,4 (1,8) | 3,5 (2,2) | 0,64 | 3,1 (1,3) | 3,6 (2,1) | 0,72 | 3,4 (1,5) | 3,4 (2,0) | 0,55 | 3,3 (1,7) |
Concentración espermática (mill/mL)b | 46,3 (32,6) | 30,9 (29,9) | 0,03 | 44,9 (43,0) | 43,9 (25,6) | 0,10 | 44,4 (34,2) | 45,5 (29,6) | 0,80 | 43,3 (37,3) |
Recuento total espermático (mill)b | 130 (105) | 90,2 (117) | 0,16 | 141 (107) | 124 (99,7) | 0,09 | 133 (101) | 110 (118) | 0,78 | 122 (121) |
Movilidad espermática progresiva (PR, %) | 52,1 (10,4) | 45,5 (12,7) | <0,01 | 48,5 (12,7) | 46,7 (10,8) | 0,62 | 50,1 (10,4) | 46,9 (11,2) | 0,15 | 48,0 (10,9) |
Morfología espermática normal (%) | 10,0 (5,5) | 10,2 (6,9) | 0,96 | 10,3 (6,2) | 10,2 (6,9) | 0,41 | 10,3 (6,1) | 10,0 (6,9) | 0,80 | 10,3 (6,3) |
Hormonas reproductivas | ||||||||||
FSH (UI/L) | 2,4 (1,2) | 2,9 (2,3) | 0,35 | 2,5 (1,2) | 2,7 (2,0) | 0,24 | 2,5 (1,2) | 2,9 (2,0) | 0,74 | 2,7 (1,7) |
LH (UI/L) | 4,0 (1,4) | 4,2 (2,1) | 0,28 | 3,9 (1,5) | 3,8 (1,4) | 0,08 | 4,1 (1,6) | 4,1 (1,5) | 0,37 | 4,2 (1,7) |
Testosterona total (nmol/L) | 21,8 (6,7) | 22,5 (7,3) | 0,87 | 22,0 (7,3) | 22,9 (6,3) | 0,40 | 22,1 (7,3) | 21,2 (7,0) | 0,65 | 21,8 (6,9) |
Testosterona libre (ng/dL) | 13,8 (4,1) | 15,1 (5,4) | 0,62 | 14,2 (5,2) | 15,1 (4,7) | 0,48 | 14,1 (4,7) | 14,4 (5,0) | 0,78 | 14,2 (4,8) |
Valores de media y desviación típica (DT) o número (n) y porcentaje (%).
p: pruebas de Kruskal-Wallis para variables continuas y χ2 para variables categóricas.
Medias (IC 95%) ajustadas para los distintos parámetros seminales por cuartil de ingesta dietaria de hierro, yodo y cinc
Ingesta dietaria | N | Concentración espermática (mill/mL) | Recuento total espermático (mill) | Movilidad espermática (PR, % móviles) | Morfología espermática (% normales) | Volumen seminal (mL) |
---|---|---|---|---|---|---|
Hierro (mg/día) | ||||||
≤18,5 | 54 | 44,3 (34,3-57,2) | 127 (99,9-161) | 52,1 (49,3-55,0) | 8,6 (6,9-10,7) | 2,7 (2,2-3,4) |
18,7-22,5 | 54 | 36,7 (28,4-47,4) | 105 (82,6-133) | 48,5 (45,7-51,4) | 8,6 (7,2-10,3) | 2,7 (2,3-3,2) |
22,6-28,9 | 54 | 45,0 (34,9-58,1) | 125 (98,2-158) | 45,4 (42,6-48,3) | 8,8 (7,4-10,4) | 2,9 (2,4-3,4) |
≥29,0 | 47 | 25,4 (19,3-33,4) | 85,8 (66,0-112) | 45,5 (42,4-48,6) | 8,5 (6,6-10,9) | 2,9 (2,2-3,7) |
p-valor (tendencia) | 0,01 | 0,08 | 0,004 | 0,58 | 0,94 | |
Yodo (μg/día) | ||||||
≤108 | 53 | 36,3 (27,0-48,8) | 119 (90,6-156) | 47,3 (43,9-50,7) | 8,6 (7,0-10,4) | 2,8 (2,3-3,4) |
109-141 | 54 | 27,5 (21,2-35,8) | 82,6 (64,9-105) | 48,3 (45,3-51,3) | 7,6 (6,4-9,0) | 2,7 (2,3-3,2) |
142-194 | 54 | 43,9 (33,9-56,9) | 127 (99,6-161) | 48,4 (45,4-51,4) | 9,5 (8,0-11,2) | 2,7 (2,3-3,2) |
≥195 | 48 | 44,6 (32,3-61,7) | 115 (85,5-156) | 47,9 (44,1-51,6) | 9,0 (7,2-11,2) | 3,0 (2,4-3,7) |
p (tendencia) | 0,10 | 0,59 | 0,78 | 0,53 | 0,78 | |
Cinc (mg/día) | ||||||
≤23,7 | 54 | 36,0 (25,9-50,0) | 118 (87,0-159) | 48,6 (44,9-52,3) | 8,8 (7,1-11,0) | 3,0 (2,4-3,7) |
23,8-30,6 | 54 | 37,8 (28,9-49,6) | 106 (82,8-136) | 48,9 (45,9-51,9) | 8,6 (7,2-10,3) | 2,7 (2,3-3,3) |
30,7-36,0 | 53 | 36,6 (27,9-48,1) | 106 (82,7-137) | 45,9 (42,8-49,0) | 8,8 (7,3-10,5) | 2,7 (2,2-3,2) |
≥36,4 | 48 | 38,9 (27,0-56,1) | 108 (77,0-150) | 48,5 (44,4-52,7) | 8,1 (6,4-10,4) | 2,7 (2,1-3,4) |
p-valor (tendencia) | 0,74 | 0,78 | 0,98 | 0,36 | 0,65 |
Medias ajustadas por edad, IMC, fumador, tiempo de abstinencia, tiempo desde recogida al análisis (solo para movilidad), ingesta total de energía, ingesta de cafeína y alcohol, y actividad física moderada-vigorosa.
p: valores de tendencia procedentes de regresión lineal múltiple.
A) Diferencias ajustadas (porcentaje e intervalos de confianza al 95%) en la concentración espermática por cuartil de ingesta dietaria de hierro (mg/día). B) Diferencias ajustadas (unidades porcentuales e intervalos de confianza al 95%) en la movilidad espermática progresiva por cuartil de ingesta dietaria de hierro (mg/día).
Medias (IC 95%) ajustadasa para los niveles de hormonas reproductivas por cuartil de ingesta dietaria de hierro, yodo y cinc
Ingesta dietaria | N | FSH (UI/L) | LH (UI/L) | Testosterona total (nmol/L) | Testosterona libre (ng/dL) |
---|---|---|---|---|---|
Hierro (mg/día) | |||||
≤18,5 | 54 | 2,1 (1,7-2,5) | 4,0 (3,4-4,6) | 22,4 (20,0-24,7) | 14,1 (12,5-15,8) |
18,7-22,5 | 54 | 2,2 (1,9-2,5) | 4,1 (3,6-4,6) | 22,1 (20,2-24,0) | 14,4 (13,1-15,8) |
22,6-28,9 | 54 | 2,5 (2,3-3,0) | 4,6 (4,1-5,0) | 21,2 (19,3-23,1) | 13,9 (12,6-15,2) |
≥29,0 | 47 | 2,6 (2,1-3,2) | 4,2 (3,6-4,9) | 21,8 (19,1-24,5) | 14,7 (12,8-16,6) |
p (tendencia) | 0,10 | 0,21 | 0,71 | 0,20 | |
Yodo (μg/día) | |||||
≤108 | 53 | 2,2 (1,9-2,6) | 3,9 (3,5-4,5) | 22,6 (20,5-24,7) | 14,6 (13,1-16,0) |
109-141 | 54 | 2,6 (2,3-3,0) | 4,6 (4,1-5,1) | 22,2 (20,3-24,1) | 14,3 (12,9-15,7) |
142-194 | 54 | 2,2 (1,9-2,5) | 4,5 (4,1-4,9) | 20,6 (18,8-22,5) | 13,7 (12,4-15,0) |
≥195 | 48 | 2,3 (1,9-2,8) | 3,8 (3,2-4,4) | 22,0 (19,7-24,4) | 14,5 (12,8-16,1) |
p (tendencia) | 0,64 | 0,48 | 0,33 | 0,96 | |
Cinc (mg/día) | |||||
≤23,7 | 54 | 2,1 (1,7-2,5) | 4,1 (3,5-4,6) | 23,6 (21,3-25,9) | 15,0 (13,4-16,7) |
23,8-30,6 | 54 | 2,1 (1,8-2,5) | 3,9 (3,5-4,4) | 21,9 (20,0-23,8) | 14,3 (12,9-15,6) |
30,7-36,0 | 53 | 2,5 (2,1-2,9) | 4,7 (4,3-5,2) | 22,3 (20,4-24,2) | 14,4 (13,1-15,8) |
≥36,4 | 48 | 2,7 (2,2-3,3) | 4,2 (3,5-4,8) | 19,4 (16,9-22,0) | 13,2 (11,4-15,0) |
p (tendencia) | 0,10 | 0,25 | 0,13 | 0,34 |
Medias ajustadas por edad, IMC, fumador, tiempo desde la obtención de la muestra sanguínea, ingesta total de energía, ingesta de cafeína y alcohol y actividad física moderada-vigorosa.
p: valores de tendencia procedentes de regresión lineal múltiple.
Nuestros resultados muestran que altos niveles de ingesta dietaria de hierro se asocian con una disminución de la concentración y movilidad espermática en varones jóvenes. Hasta donde conocemos, este es el primer trabajo que estudia esta cuestión en Europa y solo otro estudio previo ha explorado preliminarmente esta cuestión en EE. UU.17,18. Por tanto, nuestro trabajo expande el conocimiento actual acerca de la importancia de la ingesta dietaria de oligoelementos y su relación con los parámetros reproductivos masculinos.
Los oligoelementos son esenciales para todos los procesos fisiológicos de nuestro cuerpo, incluidos los mecanismos moleculares y celulares implicados en la función testicular13,14. En general, el nivel medio de consumo de estos elementos en nuestra población se encontraba en niveles acordes con las ingestas dietéticas de referencia para la población española en su franja de edad29. No obstante, bien el exceso, bien el defecto de estos elementos podría alterar la espermatogénesis o producir estrés oxidativo en el tejido testicular o los espermatozoides, produciendo sub- o infertilidad16.
En el caso del hierro, tanto el déficit como el exceso pueden afectar negativamente a la espermatogénesis16. Es interesante señalar que las células de Sertoli expresan la ferroportina y que el hierro está correctamente regulado en los testículos, lo que indica una necesidad crítica de mantener la homeostasis del hierro para una función testicular apropiada30. Por ejemplo, se ha visto que los niveles de hierro en plasma seminal son más altos en hombres infértiles que en fértiles16. Estos datos concuerdan con nuestros hallazgos y muestran el potencial efecto perjudicial de concentraciones relativamente elevadas de hierro sobre la espermatogénesis. De hecho, para varones adultos se recomienda una ingesta diaria de hierro de entre 8 y 45mg31. En nuestro estudio, aproximadamente la mitad de los sujetos presentes en el cuartil más alto de consumo de hierro tienen una ingesta igual o superior a 35mg/día de hierro, lo que se podría considerar un límite elevado de consumo, que sería un factor de riesgo en el ámbito reproductivo. No obstante, otros estudios preliminares no han observado ninguna relación entre la ingesta dietaria de hierro y los parámetros seminales en jóvenes norteamericanos17,18.
Con respecto al cinc no encontramos asociaciones significativas en nuestro trabajo. Estos resultados concuerdan con estudios preliminares previos realizados en universitarios sanos norteamericanos, en los cuales no se observó ninguna relación entre la ingesta de cinc y los parámetros seminales17,18. No obstante, se conoce el papel importante del cinc en la fertilidad masculina, que es clave en la espermatogénesis y esteroidogénesis, la motilidad espermática o la replicación del ADN32,33. Los niveles de cinc seminal se encuentran más elevados en normozoospérmicos en comparación con hombres que presentaban astenozoospermia, oligozoospermia o teratozoospermia32. Así pues, el déficit nutricional de cinc podría ser un factor de riesgo para la baja calidad seminal y la infertilidad masculina idiopática33, pero no en el ámbito de poblaciones de varones jóvenes, al menos en nuestro estudio.
En el caso del yodo, en modelos animales se ha observado que la ingesta de este elemento en concentraciones altas favorece la reducción del peso del testículo, fruto de la disminución en el número de las células germinales y espermáticas34. Del mismo modo, puede afectar negativamente a los niveles séricos de testosterona y provocar la interrupción del crecimiento y la diferenciación de las espermatogonias34. En nuestro estudio no observamos ninguna asociación entre los niveles de ingesta de yodo y los parámetros reproductivos, y, hasta donde conocemos, no existen otros trabajos que hayan valorado la ingesta dietaria de yodo para contrastar o discutir nuestros resultados.
Con relación a los niveles hormonales, se ha descrito una asociación inversa entre el consumo dietario de cinc y los niveles de la globulina transportadora de hormonas sexuales en jóvenes norteamericanos17,18. En el mismo estudio, también se mostró que la ingesta de hierro se asoció positiva e inversamente con los niveles de FSH (p=0,003) e inhibina b (p=0,025), respectivamente. Estos resultados indican que la ingesta elevada de hierro influiría en la función testicular y que afectaría a las células de Sertoli, sin alteración aparente de los parámetros espermáticos. Otros estudios anteriores también han mostrado correlaciones positivas (p <0,05; r=0,449) entre las concentraciones seminales de cinc y los niveles de testosterona libre en pacientes que consultaban por problemas de infertilidad32. Nuestros resultados no concuerdan con los hallazgos descritos anteriormente, puesto que no hallamos ninguna asociación entre la ingesta de oligoelementos y los niveles de hormonas sexuales. Esto podría deberse a diferencias en estilos de vida o patrones dietarios o nutricionales, o también al tipo de población masculina estudiada (sujetos fértiles, infértiles, voluntarios, etc.).
Nuestro estudio también presenta algunas limitaciones. Como es sabido el diseño transversal representa una limitación para inferir causalidad. Los análisis solo incluyeron una muestra seminal y sérica y esto podría ser una limitación. No obstante, hay evidencias que demuestran que una única muestra es suficiente para caracterizar los parámetros reproductivos en varones participantes en estudios sobre epidemiología reproductiva35,36. El error de medida podría estar presente debido a que un CFA también presenta sus limitaciones a la hora de valorar la dieta. Sin embargo, nuestro CFA ha sido adaptado, validado y utilizado en otras poblaciones adultas de la geografía española. Además, cualquier sesgo en la valoración de la dieta sería no diferencial, por lo que se esperaría un desplazamiento de la estimación del efecto hacia la hipótesis nula. Al evaluarse la ingesta dietaria, no pudimos estudiar las relaciones entre otros oligoelementos esenciales (por ejemplo, cobre, selenio) y los parámetros reproductivos masculinos.
En conclusión, una ingesta dietaria elevada de hierro se asocia con una disminución de la concentración y movilidad espermática en varones jóvenes. No obstante, son necesarios más estudios para confirmar estos hallazgos, en particular, en otras poblaciones de varones que consultan por problemas de infertilidad.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
FinanciaciónEste estudio ha sido financiado por las siguientes entidades: Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, Instituto de Salud Carlos III (PI10/00985 y PI13/01237); Fundación Séneca de la Región de Murcia (08808/PI/08 y 19443/PI/14).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.