La transexualidad es un campo emergente dentro de la atención sanitaria. Por ello, está llena de tópicos. Dos de los mitos más extendidos acerca de las personas transexuales es que presentan graves alteraciones psicopatológicas y que son personas sumamente infelices.
ObjetivoEl objetivo principal de esta investigación fue estudiar el perfil psicológico de los pacientes transexuales. Especialmente, se quiso comprobar la presencia de rasgos psicopatológicos en el perfil de personalidad. Por otro lado, también se deseaba evaluar la presencia de problemas de depresión.
Un segundo objetivo fue buscar diferencias en el perfil según el sexo (transexuales de hombre a mujer o de mujer a hombre).
Material y métodoEl presente estudio tuvo un diseño transversal. Los pacientes fueron seleccionados consecutivamente por orden de acceso a la unidad de trastornos de identidad de género al inicio del estudio. La muestra se formó con 121 pacientes de la Unidad de Trastornos de Identidad de Género de Madrid. Todos acabaron el estudio. El criterio de entrada fue tener el diagnóstico de transexualidad. Se les aplicaron test psicológicos: la Entrevista diagnóstica de identidad de género, el Cuestionario general de salud de Goldberg, el Cuestionario de competencia emocional, la Escala de bienestar psicológico, la Escala de satisfacción con la vida, la Escala de felicidad subjetiva, el nuevo Inventario de personalidad NEO y el Inventario clínico multiaxial de Millon III.
ResultadosSe encontró un alto bienestar psicológico. No se encontraron alteraciones psicopatológicas significativas. Se encontraron pocas aunque llamativas diferencias por sexos. Finalmente, apareció un único factor significativo en su perfil de personalidad.
ConclusionesLas personas transexuales no tienen un perfil psicopatológico de personalidad, y hay pocas pero significativas diferencias por sexos.
Transsexualism is an emergent field in healthcare and consequently is plagued by stereotypes. Two of the most widespread misconceptions are that transgender people have serious psychopathological disorders and that they are less happy than the general population.
ObjectiveThe main aim of this study was to characterize the psychological profile of transgender people and, in particular, the presence of psychopathological features in their personality profile. The presence of depressive features was also investigated. A second aim was to assess the differences in psychological profile between the sexes (female-to-male or male-to-females transgender people).
Material and MethodA cross-sectional study was carried out. The patients were selected consecutively according to their order of access to the Gender Identity Disorder Unit (GIDU) of Madrid at the beginning of the study. The sample was composed of 121 patients from the GIDU. All patients completed the study. The access criterion was a diagnosis of transsexualism. The patients were administered the following psychological tests: Gender Identity Diagnosis Interview, the General Health Questionnaire (GHQ-28), Emotional Competence Questionnaire, Psychological well-being Scale, Life Satisfaction Scale, Subjective Happiness Scale, the NEO Personality Inventory (NEO-PI) and the Millon Clinical Multiaxial Inventory-III (MCMI-III).
OutcomesThe subjects showed a high level of well-being. No serious psychopathological alterations were found. Differences between sexes were few but striking. Only one significant factor was found in the subjects’ personality profile.
ConclusionsTransgender people do not have a psychopathological personality profile. The differences between sexes are few but important.
La transexualidad es un fenómeno emergente. Se suele considerar como un trastorno de identidad de género1 por el cual una persona de un sexo biológico determinado siente que pertenece al contrario. En el Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales IV, texto revisado2, viene definido por varios elementos, entre los que podemos destacar la identificación con el otro sexo y el malestar persistente y clínicamente significativo por pertenecer a su sexo cromosómico.
Aunque, desde hace décadas, la transexualidad viene tratándose, se ha hecho desde un enfoque médico, social o psiquiátrico, y hay pocos estudios desde la psicología.
Por otro lado, la mayoría de los trabajos en esta línea se han limitado a calcular medias, proporciones o porcentajes de ciertas variables, especialmente personalidad, depresión y ansiedad, así como variables sociodemográficas3.
Desde los estudios pioneros de Cauldwell en 1949 (citado en Richard y King4), la transexualidad se entendió como una categoría clínica independiente, si bien el propio Cauldwell respondía a la pregunta de si los transexuales están locos, con otra pregunta acerca de si los no transexuales estaban locos, haciendo ver que algunas personas transexuales podrían tener problemas psicopatológicos, pero de la misma forma que los no transexuales, y por ello las personas transexuales en su conjunto no debían ser consideradas enfermos mentales.
Un estudio de 19755, con 20 personas transexuales antes de cirugía, encontró que 13 de ellas (65%) presentaban una personalidad histérica, 6, tendencias psicóticas y 6, personalidad paranoide o esquizoide.
Sin embargo, los estudios más actuales6 muestran con el uso del Inventario multifásico de personalidad de Minnesota que, como media, las personas transexuales no presentan rasgos psicopatológicos, excepto por lo que se refiere al rasgo de masculinidad-feminidad, que estaba lógicamente alterado. En un estudio más reciente, también en España, con el uso del Inventario clínico multiaxial de Millon III, se encontró que las personas transexuales presentan como media, rasgos psicopatológicos7.
No obstante, algunos estudios anteriores habían hallado una mayor prevalencia de comorbilidad psíquica8. En algunos, incluso se ha llegado a encontrar y rechazar para cirugía de reasignación de sexo, que un 42% de los candidatos presentara trastornos por esquizofrenia o psicopatía9. La psicopatología aparece con independencia de la orientación sexual10.
Por otra parte, se ha encontrado11 que un grupo de 10 mujeres transexuales tenían menos psicopatología que otro grupo de mujeres con obesidad o que un tercero en espera de atención psiquiátrica ambulatoria. En esta misma línea, en un trabajo de Haraldsen y Dahl12 se comparó un grupo de 98 pacientes con trastorno de personalidad, otro de 86 personas con trastorno de identidad de género y un grupo control de más de 1.000 sujetos aplicándoles el Cuestionario de síntomas SCL-90. Los resultados mostraron puntuaciones más bajas en el grupo de transexuales que en el de pacientes con trastorno de personalidad y no significativamente más altos que el grupo control.
Existe un consenso casi generalizado acerca de que la transexualidad no es una enfermedad mental, a pesar de los antiguos intentos de clasificarla como tal13. Desde una perspectiva psicodinámica, intentaron encuadrar la transexualidad como un conflicto inconsciente de rol de género.
Pero incluso cuando la transexualidad se consideraba una psicopatología, no se encontraban otras psicopatologías asociadas, como una distorsión de la realidad ni del ego14.
También es un tópico pensar que las personas transexuales tienen una baja calidad de vida y que son infelices, lo que se explicaría por la alta prevalencia de problemas personales, familiares, sociales y laborales15. De hecho, el Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales IV, texto revisado2 considera que el sufrimiento es una característica esencial del diagnóstico de transexualidad.
Se han realizado diversos estudios acerca del bienestar psicológico (normalmente, denominado en inglés wellbeing en la literatura científica) en personas transexuales, comparando especialmente la situación previa y posterior a la cirugía de reasignación de sexo. Sin embargo, los resultados son dispares. Así, se encontraron diferencias favorables en well-being, entendido como síntomas neuróticos y actividad social, tras el tratamiento quirúrgico, tomando muestras antes y 2 años después de la cirugía16. Similares resultados se encontraron17 respecto a un mayor ajuste psicológico medido con el Inventario multifásico de personalidad de Minnesota en los sujetos posquirúrgicos respecto a los prequirúrgicos. No obstante, este estudio adolece de problemas metodológicos, ya que no compara a los mismos sujetos antes y después de la cirugía, sino a diferentes sujetos, unos ya operados y otros no.
Además, al realizar mediciones con el Cuestionario de síntomas SCL-90, inmediatamente antes y 6 meses después de la cirugía, no aparecieron diferencias en well-being18.
Podemos decir, por tanto, que los datos existentes parecen contradictorios entre sí.
Por todo ello, se ha llevado a cabo un estudio acerca de las características psicológicas de las personas transexuales en tratamiento.
El primer objetivo fue conocer qué variables psicológicas resultaban más llamativas en personas transexuales. El segundo objetivo fue verificar si existían diferencias psicológicas significativas entre transexuales masculinos y femeninas. Y, por último, se quiso conocer si existían algunos factores que explicasen de forma resumida el estatus psicológico de las personas transexuales.
Material y métodoEl presente estudio se llevó a cabo en la Unidad de Trastornos de Identidad de Género de Madrid, ubicada en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, que atiende a pacientes transexuales, realizando una evaluación e intervención desde un equipo multidisciplinar. Gracias a la realización de una evaluación amplia, actualmente se dispone de información acerca de una serie de variables psicológicas que nos permiten describir a las personas transexuales y además compararlas entre sí en estas variables en función del tipo (de mujer a hombre o viceversa), la fase del tratamiento o la edad.
Los sujetos fueron 121 pacientes seleccionados consecutivamente a su llegada a la Unidad de Trastornos de Identidad de Género de Madrid, sin que hubiese bajas ni negativas a la participación. De ellos, 74 fueron transexuales femeninas (de hombre a mujer) y 47 masculinos (de mujer a hombre).
En cuanto a los instrumentos, por una parte, se recogieron las categorías diagnósticas y diferenciales para transexualidad mediante la Entrevista diagnóstica de identidad de género, recientemente publicada19.
Mediante el Cuestionario general de salud de Goldberg20 se recogieron las puntuaciones en calidad de vida. Además, se obtuvieron las diferentes puntuaciones en las escalas del Cuestionario de competencia emocional21.
Se evaluó la felicidad mediante el uso de 3 instrumentos diferentes: la Escala de bienestar psicológico de Ryff22, la Escala de satisfacción con la vida de Dienner23 y la Escala de felicidad subjetiva de Fordyce24.
Además, se tomaron datos referidos a diferentes variables de personalidad, por un lado, referidos a personalidad en general, con el nuevo Inventario de personalidad NEO de Costa y McRae25 y, por otro, a aspectos psicopatológicos mediante el MCMI-III26.
Aunque el objeto de esta investigación pretende ser principalmente descriptivo, este conjunto de variables nos permite establecer un perfil psicológico detallado de las personas transexuales en tratamiento. Por ello, se analizaron las diferencias de medias entre las puntuaciones de corte clínico de cada variable y las puntuaciones de los sujetos.
Por último, otro tópico en el estudio de la transexualidad es el de las diferencias entre transexuales masculinos y femeninas. Por ello, se realizaron diferencias de medias entre ambos grupos para cada variable.
ResultadosEn primer lugar, examinaremos los resultados correspondientes a la comparación de las personas transexuales, bien con la población general, bien con el punto de corte de trastorno clínico, según el caso. La calidad de vida de las personas transexuales resultó ser alta, significativamente por encima del punto de corte en las 4 subescalas del Cuestionario general de salud de Goldberg (somatización, ansiedad, activación y depresión), en todos los casos con p < 0,000. Estos resultados pueden verse en la tabla 1.
La competencia emocional fue significativamente más alta que el punto de corte en todas las escalas (p < 0,000 en competencia emocional general, discriminación y empatía y p < 0,004 en expresión emocional) (tabla 2).
Competencia emocional
Media | DT | Valor de prueba | Significación | |
CEMO competencia | 14,16 | 8,039 | 2 | p < 0,000 |
CEMO discriminación | 8,48 | 3,796 | 12 | p < 0,000 |
CEMO expresión | 13,20 | 3,818 | 12 | p < 0,004 |
CEMO empatía | 14,49 | 4,326 | 12 | p < 0,000 |
CEMO: competencia emocional, de Garrosa et al; DT: desviación típica
Respecto a la felicidad, tanto en la Escala de bienestar psicológico de Ryff (incluyendo todas sus subescalas), como en la de felicidad subjetiva de Fordyce estuvieron significativamente por encima de la media (p < 0,000 excepto relaciones positivas con p < 0,005). Por el contrario, la puntuación en la Escala de satisfacción con la vida de Dienner no fue significativamente superior a la media (p < 0,556). Estos datos pueden verse en la tabla 3.
Bienestar psicológico (Well Being)
Media | DT | Valor de prueba | Significación | |
Felicidad subjetiva | 6,83 | 5,115 | 5 | p < 0,000 |
Satisfacción vida | 14,65 | 6,304 | 15 | p < 0,556 |
RYFF autoaceptación | 23,76 | 7,147 | 18 | p < 0,000 |
RYFF relaciones positivas | 23,74 | 6,294 | 22 | p < 0,005 |
RYFF autonomía | 35,57 | 7,780 | 25 | p < 0,000 |
RYFF dominio entorno | 25,57 | 5,885 | 20 | p < 0,000 |
RYFF crecimiento personal | 30,91 | 7,108 | 20 | p < 0,000 |
RYFF propósito vida | 27,48 | 6,435 | 22 | p < 0,000 |
RYFF satisfacción general | 167,14 | 28,337 | 137 | p < 0,000 |
DT: desviación típica; Ryff: Escala de felicidad subjetiva de Ryff.
Los datos respecto a personalidad general, medida con el Inventario de personalidad NEO de Costa y McRae, mostraron diferencias significativas con la media. En el factor de neuroticismo, la puntuación de las personas transexuales fue significativamente inferior a la media, y en los otros 4 factores, significativamente superior (extraversión, apertura, afabilidad y responsabilidad) siempre con p < 0,000. Los resultados se muestran en la tabla 4.
Rasgos de personalidad (Inventario de personalidad NEO)
Media | DT | Significación para 24 | |
NEO-PI neuroticismo | 21,26 | 10,645 | p < 0,033 |
NEO-PI extraversión | 29,68 | 8,882 | p < 0,000 |
NEO-PI apertura | 28,49 | 8,367 | p < 0,000 |
NEO-PI afabilidad | 30,93 | 6,688 | p < 0,000 |
NEO-PI responsabilidad | 31,01 | 10,337 | p < 0,000 |
DT: desviación típica; NEO-PI: Inventario de personalidad NEO, de Costa y McRae.
Por último, en este apartado en el que se compara a las personas transexuales con la población general o con el punto de corte clínico, nos referiremos a los datos de psicopatología recogidos con el MCMI-III. Estos datos pueden verse en la tabla 5. Como se aprecia, todas las puntuaciones fueron significativamente inferiores al punto de corte establecido por Millon (70). Desde el punto de vista del perfil, podemos decir que las puntuaciones medias más altas se obtuvieron en los rasgos: narcisista (61,53), compulsivo (58,69), delirante (55,19), histriónico (54,24) y paranoide (54,04).
Rasgos psicopatológicos de personalidad (Inventario clínico multiaxial de Millon III)
Media | DT | Significación | |
para 70 | |||
MCMI esquizoide | 44,18 | 20,367 | p < 0,000 |
MCMI fóbico-evitativo | 43,66 | 27,842 | p < 0,000 |
MCMI depresivo | 36,60 | 26,135 | p < 0,000 |
MCMI dependiente | 38,46 | 24,196 | p < 0,000 |
MCMI histriónico | 54,24 | 22,769 | p < 0,000 |
MCMI narcisista | 61,63 | 14,309 | p < 0,000 |
MCMI antisocial | 50,41 | 19,756 | p < 0,000 |
MCMI agresivo-sádico | 46,46 | 20,986 | p < 0,000 |
MCMI compulsivo | 58,79 | 17,978 | p < 0,000 |
MCMI pasivo-agresivo | 45,76 | 21,547 | p < 0,000 |
MCMI autodestructivo | 34,38 | 23,174 | p < 0,000 |
MCMI esquizotípico | 44,00 | 24,716 | p < 0,000 |
MCMI límite | 36,86 | 25,051 | p < 0,000 |
MCMI paranoide | 54,04 | 25,411 | p < 0,000 |
MCMI ansiedad | 45,20 | 33,482 | p < 0,000 |
MCMI somatomorfo | 29,16 | 26,605 | p < 0,000 |
MCMI bipolar | 49,49 | 22,440 | p < 0,000 |
MCMI distímico | 32,56 | 28,273 | p < 0,000 |
MCMI alcohol | 48,61 | 22,169 | p < 0,000 |
MCMI droga | 50,13 | 21,951 | p < 0,000 |
MCMI tep | 33,07 | 26,475 | p < 0,000 |
MCMI pensamiento | 35,50 | 25,957 | p < 0,000 |
MCMI depresión | 30,29 | 27,647 | p < 0,000 |
MCMI delirante | 55,19 | 27,203 | p < 0,000 |
DT: desviación típica; MCMI-III: Inventario clínico multiaxial de Millon; tep: trastorno por estrés postraumático.
Por lo que respecta a la comparación entre transexuales masculinos y femeninas, no se encontraron diferencias en la gran mayoría de las variables. Las 3 únicas en las que sí hubo diferencias significativas fueron los rasgos histriónico y delirante del MCMI, que fueron mayores en transexuales femeninas, y el bienestar psicológico, medido por la Escala de Ryff, también mayor en transexuales femeninas (tablas 6–8).
Diferencias por sexos endi en diversas pruebas
Media | DT | Valor de t | Significación | ||
GHQ somatización | M-F | 0,74 | 1,464 | -0,797 | NS |
F-M | 1,05 | 1,902 | |||
GHQ ansiedad | M-F | 1,67 | 2,017 | 0,018 | NS |
F-M | 1,66 | 2,160 | |||
GHQ actividad | M-F | 0,97 | 1,842 | 0,138 | NS |
F-M | 0,92 | 1,549 | |||
GHQ depresión | M-F | 1,26 | 1,888 | -0,194 | NS |
F-M | 1,34 | 1,977 | |||
CEMO competencia | M-F | 14,03 | 6,408 | 1,321 | NS |
F-M | 11,48 | 8,526 | |||
CEMO discrimiación | M-F | 8,38 | 2,719 | -0,828 | NS |
F-M | 9,07 | 3,693 | |||
CEMO expresión | M-F | 13,15 | 2,642 | 1,353 | NS |
F-M | 12,24 | 2,655 | |||
CEMO empatía | M-F | 14,59 | 4,091 | 0,955 | NS |
F-M | 13,59 | 4,205 | |||
Felicidad subjetiva | M-F | 6,57 | 2,317 | -0,578 | NS |
F-M | 7,37 | 8,145 | |||
Satisfacción vida | M-F | 14,69 | 5,661 | -0,186 | NS |
F-M | 14,97 | 7,528 | |||
RYFF autoaceptación | M-F | 23,42 | 6,129 | 0,248 | NS |
F-M | 22,97 | 9,057 | |||
RYFF relaciones positivas | M-F | 23,89 | 5,365 | -0,300 | NS |
F-M | 24,32 | 6,807 | |||
RYFF autonomía | M-F | 33,86 | 7,204 | -1,129 | NS |
F-M | 35,95 | 8,655 | |||
RYFF dominio entorno | M-F | 25,69 | 6,075 | 1,092 | NS |
F-M | 24,11 | 6,446 | |||
RYFF crecimiento personal | M-F | 30,85 | 4,210 | 0,390 | NS |
F-M | 30,13 | 10,442 | |||
RYFF propósito vida | M-F | 28,25 | 6,946 | 2,059 | 0,043 |
F-M | 25,08 | 6,262 | |||
RYFF satisfacción general | M-F | 166,24 | 27,712 | 0,535 | NS |
F-M | 162,58 | 31,025 |
CEMO: competencia emocional, de Garrosa et al; DT: desviación típica; F-M: transexual masculina (Female-to-Male); GHQ: Cuestionario general de salud de Goldberg; M-F: transexual femenina (Male-to-Female); NS: no significativo; RYFF: Escala de felicidad subjetiva de Ryff.
Diferencias por sexos en el Inventario clínico multiaxial de Millon
Media | DT | Valor de t | Significación | ||
MCMI esquizoide | M-F | 46,62 | 18,866 | 0,872 | NS |
F-M | 42,89 | 21,740 | |||
MCMI fóbico-evitativo | M-F | 42,94 | 28,480 | -0,102 | NS |
F-M | 43,55 | 28,340 | |||
MCMI depresivo | M-F | 34,66 | 24,826 | -1,452 | NS |
F-M | 42,66 | 27,540 | |||
MCMI dependiente | M-F | 38,98 | 25,704 | 0,614 | NS |
F-M | 35,84 | 23,015 | |||
MCMI histriónico | M-F | 56,28 | 19,917 | 2,111 | 0,038 |
F-M | 46,30 | 24,736 | |||
MCMI narcisista | M-F | 61,38 | 13,636 | 0,172 | NS |
F-M | 60,84 | 16,285 | |||
MCMI antisocial | M-F | 47,00 | 20,478 | -0,468 | NS |
F-M | 49,09 | 22,071 | |||
MCMI agresivo-sádico | M-F | 47,15 | 22,217 | 0,494 | NS |
F-M | 44,89 | 21,467 | |||
MCMI compulsivo | M-F | 61,38 | 20,508 | 1,834 | NS |
F-M | 53,66 | 19,660 | |||
MCMI pasivo-agresivo | M-F | 41,19 | 22,051 | -1,637 | NS |
F-M | 48,89 | 11,141 | |||
MCMI autodestructivo | M-F | 34,23 | 22,215 | -0,373 | NS |
F-M | 36,00 | 22,924 | |||
MCMI esquizotípico | M-F | 44,62 | 24,309 | 0,738 | NS |
F-M | 40,75 | 25,565 | |||
MCMI límite | M-F | 33,30 | 22,809 | -1,064 | NS |
F-M | 38,82 | 26,428 | |||
MCMI paranoide | M-F | 54,85 | 26,290 | 1,043 | NS |
F-M | 49,30 | 24,527 | |||
MCMI ansiedad | M-F | 49,00 | 35,056 | 0,775 | NS |
F-M | 43,45 | 33,172 | |||
MCMI somatomorfo | M-F | 30,70 | 27,123 | 0,338 | NS |
F-M | 28,86 | 24,757 | |||
MCMI bipolar | M-F | 46,13 | 23,141 | 0,045 | NS |
F-M | 45,91 | 23,570 | |||
MCMI distímico | M-F | 29,74 | 28,200 | -0,681 | NS |
F-M | 33,82 | 28,803 | |||
MCMI alcohol | M-F | 50,28 | 18,374 | 0,678 | NS |
F-M | 47,25 | 23,669 | |||
MCMI droga | M-F | 49,96 | 23,777 | 1,008 | NS |
F-M | 44,80 | 24,994 | |||
MCMI tep | M-F | 33,36 | 25,288 | -0,046 | NS |
F-M | 33,61 | 26,717 | |||
MCMI pensamiento | M-F | 37,34 | 27,810 | 0,562 | NS |
F-M | 34,05 | 28,041 | |||
MCMI depresión | M-F | 29,94 | 25,055 | -0,100 | NS |
F-M | 30,50 | 28,281 | |||
MCMI delirante | M-F | 60,43 | 24,263 | 2,343 | 0,021 |
F-M | 46,82 | 30,938 |
DT: desviación típica; F-M: transexual masculino (Female-to-Male); M-F: transexual femenina (Male-to-Female); NEO-PI: Inventario de personalidad NEO; NS: no significativo; tep: trastorno por estrés postraumático.
Diferencias por sexos en el nuevo Inventario de personalidad NEO
Media | DT | Valor de t | Significación | ||
EO-PI neuroticismo | M-F | 20,96 | 9,989 | -1,458 | NS |
F-M | 25,35 | 10,070 | |||
NEO-PI extraversión | M-F | 30,68 | 7,685 | 1,718 | NS |
F-M | 26,14 | 9,840 | |||
NEO-PI apertura | M-F | 28,88 | 8,343 | 1,198 | NS |
F-M | 25,40 | 10,630 | |||
NEO-PI afabilidad | M-F | 32,44 | 6,212 | 1,517 | NS |
F-M | 29,29 | 7,643 | |||
NEO-PI responsabilidad | M-F | 31,80 | 11,113 | 1,670 | NS |
F-M | 26,52 | 10,294 | |||
MCMI delirante | M-F | 60,43 | 24,263 | 2,343 | 0,021 |
F-M | 46,82 | 30,938 |
DT: desviación típica; F-M: transexual masculino (Female-to-Male); M-F: transexual femenina (Male-to-Female); NEO-PI: Inventario de personalidad NEO; NS: no significativo.
La primera conclusión clara es que las personas transexuales no presentan, como media, aspectos que se puedan considerar psicopatológicos. Esto es congruente con otros estudios anteriores6,7.
Es de destacar que en contra de lo que la intuición parecería indicar, estas personas muestran una alta felicidad. Esto podría deberse a que el estudio se realizó con sujetos que acababan de llegar a la Unidad de Trastornos de Identidad de Género de Madrid y, por consiguiente, se prestaban a iniciar un tratamiento que en algunos casos llevaban años esperando. Tal vez las personas transexuales sufran como media más que la población general, pero al menos cuando acuden a tratamiento esto ya no parece ser así.
Estar a punto de iniciar el tratamiento puede ser, por tanto, una variable importante en el well-being de las personas transexuales. Han sido estudiadas otras como la visibilidad (en inglés, outness) con 4 niveles: el inicio de la experiencia transexual, la toma de conciencia personal, la comunicación a otros y la resolución de la identidad27. El outness parece tener una cierta correlación (alrededor del 13% de la varianza) con el well-being, medido como ansiedad, depresión y autoestima28.
Por lo que respecta a las diferencias entre sexos, en la mayor parte de las variables no se encontraron tales diferencias. Las 3 únicas que mostraron diferencias significativas fueron 2 del MCMI (los rasgos histriónico y delirante) y el bienestar psicológico, medido por la Escala de Ryff. En los 3 casos, los resultados fueron superiores en transexuales femeninas. Esto quiere decir que las transexuales femeninas presentan mayor histrionismo y rasgos delirantes y mayor bienestar psicológico.
Esto es compatible con lo encontrado en otro estudio6 que no halló ninguna diferencia por sexos al aplicar el Inventario multifásico de personalidad de Minnesota.
Por último, hay que matizar los resultados no significativos clínicamente, pero sí un poco altos en los rasgos paranoide y delirante. Los ítems que saturan en estos factores en el MCMI se refieren a situaciones tales como “la gente habla de mí” o “me miran por la calle”, lo que en realidad muchas veces es cierto y no supondría ningún rasgo de personalidad delirante o paranoide. Sería deseable ajustar estos instrumentos para personas transexuales.
ConclusionesAunque las personas transexuales muestran un cierto perfil de personalidad, este se encuentra dentro de la normalidad clínica y no hay motivos para afirmar que exista un perfil psicopatológico.
Las personas transexuales difieren de la población general en que tienen un mayor bienestar psicólogo (al menos, en el momento de acudir a tratamiento).
Hay pocas diferencias por sexos si bien las transexuales femeninas (de hombre a mujer) muestran puntuaciones más altas en las escalas histriónica y delirante.
Por último, en ambos sexos aparecen puntuaciones altas, pero subclínicas, en las escalas paranoide y delirante, lo que se puede interpretar como el resultado de haber sufrido acoso real.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.