En la triple labor, siempre argumentada en el trabajo médico, asistencial, docente e investigadora, probablemente la segunda, la docente, ha sido el "patito feo" de estas "tres patas" sustentadoras de "la mesa" del buen quehacer galénico. Por otro lado, sabemos que el futuro de nuestro campo dependerá de la renovación o rejuvenecimiento de la andrología, la medicina sexual y la medicina reproductiva. E igualmente sabemos que "si no sembramos, no recogemos". Y, en consecuencia, cobra sentido el título de este editorial. Y, obviamente, dicha renovación y rejuvenecimiento no se producirán sin un estímulo, acicate, incentivo y motivación para ello. Cada una de las tres dimensiones, arriba indicadas, tiene su papel en tal vital objetivo, sin embargo, reconozcamos que aquí docencia y formación juegan un papel preponderante ("no se quiere y aprecia aquello que no se conoce o se desconoce").
¿Acaso no realizamos suficientes cursos, jornadas y otros eventos, pensados en la dimensión docente y formativa de la andrología, la medicina sexual y la medicina reproductiva? Desde luego que la respuesta es afirmativa, sin ir más lejos, en el presente número de la Revista Internacional de Andrología, Salud Sexual y Reproductiva se recogen, en el apartado "Comentarios y noticias", dos actividades docentes relacionadas con nuestro campo, en geografías tan distantes como Galicia y Canarias. Más bien, la pregunta a plantearse sería: ¿lo estamos haciendo suficientemente bien?, máxime en las nuevas coordenadas. Por un lado, de la docencia universitaria, en el marco del Plan Bolonia y del Espacio Europeo de Educación Superior, donde decíamos licenciatura decimos grado, y donde toman especial relevancia los másteres, sobre todo en campos no contemplados en los grados, como ocurriría con la andrología, la medicina sexual y la medicina reproductiva. Y por otro lado, un mercado laboral difícil y restrictivo hace que a nuestros jóvenes estudiantes se les exija más y éstos dispongan de más tiempo para esas exigencias extras, al retrasarse la incorporación a dicho mercado laboral.
En la formación de grado, ya algunas universidades, entre las cuales se encuentra a la que pertenezco, iniciaron hace años programas docentes de licenciatura o de pregrado, en Medicina y Psicología. Dichos programas se materializaban a través de las denominadas asignaturas optativas o de libre elección (popularmente, CLE), contemplando docencia teórica y práctica en andrología, sexualidad y reproducción. Por cierto, con un notable éxito de matrícula, al menos en nuestro grupo de la Universidad de La Laguna y Centro de Estudios Sexológicos. Esa herramienta docente sigue existiendo en los actuales planes de estudio de grado en medicina, y nos referimos a las asignaturas optativas, antes atomizadas y ahora significativamente reducidas y, en algunos casos, unificadas. Como ocurre en nuestra Universidad de La Laguna con la nueva asignatura, precisamente denominada Medicina sexual y reproductiva.
Sin embargo, los retos en docencia y formación para la andrología, la medicina sexual y la medicina reproductiva, aquí y ahora, según lo arriba argumentado, es la consecución de un máster en Andrología, Medicina Sexual y Medicina Reproductiva. Habiendo leído hasta aquí, algunos estarán pensando "...pero ya disponemos de másteres universitario en este campo". Sí y no. Efectivamente, hasta donde llega nuestra información, tenemos conocimiento de los siguientes:
• Máster Internacional en Medicina Reproductiva Humana de la Universidad Autónoma de Barcelona,
• Máster de Reproducción Humana de la Universidad Complutense de Madrid,
• Máster de Reproducción Humana de la Universidad de Santiago de Compostela.
• Máster de Reproducción de la Universidad Miguel Hernández de Alicante.
Pero lamentablemente, dichos másteres cubren sólo la mitad de nuestro campo, ¿dónde queda la medicina sexual en su más amplio sentido?
Por tanto, volvemos al título de este editorial y al reto que nos plantea, reto que no hemos resuelto y que nos desafía en varios niveles. En la Asociación Española de Andrología, donde un necesario brainstorming en clave de futuro se hace imprescindible, contemplando la materialización de este máster. En los que tenemos responsabilidades docentes universitarias, y estamos comprometidos en la andrología, la medicina sexual y la medicina reproductiva, propiciando cuanto podamos con el mismo objetivo que, por procedimiento, pasa por nosotros. Y en la Revista Internacional de Andrología, Salud Sexual y Reproductiva, como potencial herramienta para soporte, difusión y edición de este máster universitario en Andrología, Medicina Sexual y Medicina Reproductiva, material docente y formativo muy útil y vendible en los tiempos que corren.
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