Hace dos años, finalizado nuestro XII Congreso Nacional, la actual Junta Directiva de nuestra Asociación decidió concederme el honor de nombrarme Presidente del Comité Científico del XIII Congreso Nacional de Andrología, a celebrar en 2007 en Córdoba. No quiero desaprovechar esta ocasión para expresar públicamente mi agradecimiento a nuestro presidente, Dr. Jordi Cortada, por haber depositado su confianza en mí para realizar con éxito este evento. A la vez que un gran honor, supuso una enorme responsabilidad, por lo que desde el primer momento mi objetivo prioritario fue huir de personalismos y rodearme de los compañeros que, por su elevado prestigio y nivel científico, mejor podían colaborar en la realización de este proyecto. Para formar parte del Comité Científico, la primera persona en la que pensé, por su categoría profesional, científica y por su amistad, fue el profesor Josep Egozcue. Desgraciadamente, una larga enfermedad truncó su vida antes de que pudiéramos siquiera iniciar esta andadura juntos. Desde aquí, mi más sentido y emocionado recuerdo a su memoria. Al resto de compañeros y amigos miembros del Comité Científico, mi más sincero agradecimiento por su esfuerzo y entrega para alcanzar el objetivo común de conseguir un programa científico del nivel que se merece un Congreso Nacional de la ASESA.
Cuando recae en ti la responsabilidad de elaborar un programa científico, lo primero en lo que piensas es si vas a encontrar temas suficientes para poder ocupar los tres días del congreso. Piensas que va a ser difícil encontrar aportaciones novedosas, que no se hayan repetido en congresos anteriores. De repente, una tormenta de ideas y de posibles contribuciones que tratar acude a tu mente. Afortunadamente, el contraste de opiniones entre los miembros del Comité Científico favorece que, poco a poco, se vaya seleccionando los temas que nos parecen de más interés y los ponentes más adecuados para cada uno de ellos. Al final, te das cuenta de que son todos los que están, pero que algunos de los que no están merecerían estar. Aquellos tres días, que parecían tan largos, se quedaron cortos. El tratamiento de algunos "campos" ya "clásicos" en nuestros congresos ha sido sustituido en aras de otros que hemos considerado de mayor interés y actualidad. Hemos tratado de evitar que las mesas redondas o las ponencias de un tema concreto coincidan, en el tiempo, con comunicaciones sobre el mismo asunto, para que resulte más fácil poder seleccionar las mesas en las que nos interesaría estar presentes y las conferencias y comunicaciones que nos gustaría escuchar. Creo que hemos elaborado un programa científico con mesas redondas y conferencias atractivas e interesantes para la gran mayoría de los congresistas, con ponentes de reconocido prestigio nacional e internacional. Tenemos la confianza de que presidentes, moderadores y ponentes sabrán dar a las mesas, con su esfuerzo y profesionalidad, el nivel científico que una reunión de estas características se merece.
Mi agradecimiento al Presidente del Comité Organizador, Dr. Rafael Prieto, con el que he trabajado en estrecha colaboración y armonía durante estos últimos dos años. "Gracias por tu confianza, por tu esfuerzo y entrega, pero, sobre todo, gracias por tu fraternal amistad."
Finalmente, gracias también queridos colegas por vuestra asistencia y participación en este vuestro congreso.