Materiales y método: Pacientes que fueron tratados entre 1990 y 2000 mediante cirugía y radioterapia por un carcinoma epidermoide de la cavidad oral y que carecían de dientes en la mandíbula, por lo que habían sido tratados con una dentadura convencional no retenida con implantes, fueron invitados a una revisión clínica (valoración clínica, cuestionarios sobre la función oral y calidad de vida).
Resultados: Sesenta y siete de los 84 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión aceptaron participar en este estudio. La dosis de radiación media que habían recibido en la región oral fue 61,8 ± 5,4 Gy. La mitad de los enfermos (n = 33) no se mostraron muy satisfechos con sus prótesis: llevaban prótesis mandibulares como mucho unas pocas horas al día. La valoración clínica llegó a la conclusión de que dos tercios de estos pacientes (n = 44) se podrían beneficiar de una dentadura mandibular retenida con implantes. El análisis de los cuestionarios mostró que no existían asociaciones significativas entre la valoración funcional, la calidad de vida y algunos parámetros, como el tamaño o localización del tumor primario y los distintos regímenes de tratamiento. A pesar del tratamiento oncológico, los pacientes describieron una calidad de vida general buena.
Conclusiones: Las secuelas derivadas de la radioterapia posiblemente son las más importantes para la función oral y la calidad de vida tras el tratamiento oncológico. En dos tercios de los pacientes se podría esperar una mejora de la función oral y la calidad de vida relacionada tras el uso de dentaduras mandibulares retenidas con implantes.
Int J Prosthodont 2007; 20: 469-477.