Materiales y método: Se seleccionaron 43 dientes posteriores con diagnóstico de rotura en el departamento de Odontología restauradora de la Universidad de Génova. Los criterios de inclusión fueron la sensibilidad a la mordida y al frío y una línea de fractura visible clínicamente. Se realizó una reparación directa con composite tras extraer la restauración previa antes de preparar de forma definitiva la cavidad. Todos los onlays de composite utilizados se cementaron con una técnica adhesiva que utilizó un sistema de adhesión total en tres pasos y un cemento de composite de polimerización dual. Los pacientes fueron entrevistados y valorados clínicamente a la semana, a las 4 semanas y cada 6 meses.
Resultados: La eficacia de las restauraciones con onlays adheridos se valoró durante un período de observación medio de 4,78 años. A la semana 38 los dientes restaurados (88,37%) no habían presentado dolor, 3 (6,98%) mostraron sensibilidad al frío todavía y 2 (4,65%) seguían teniendo sensibilidad al frío y la masticación. A las 4 semanas, 40 dientes (93,02%) estaban libres de dolor, 2 (4,65%) seguían mostrando sensibilidad al frío y la masticación y 1 (2,32%) necesitó tratamiento endodóncico. Otros 2 dientes (4,65%) necesitaron también tratamiento endodóncico, el primero a los 2 meses y el segundo a los 5 meses. Durante el período de valoración se produjo el fracaso de tres de las restauraciones (6,98%) y la exploración clínica demostró que 40 dientes (93,02%) seguían sin síntomas, con una supervivencia a los 6 años de 93,02% (análisis mediante tablas de vida).
Conclusiones: Los onlays de composite de resina indirectos adheridos pueden utilizarse con éxito para reparar dientes fracturados y dolorosos. Los hallazgos de este estudio indican que se debe incorporar la protección de las cúspides al diseño de las reparaciones de las coronas.
Int J Prosthodont 2007; 20: 609-616.